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Se present? el libro ?El Pozo?
Voces de la sobrevivencia

A sala llena se present? el mi?rcoles 3 de diciembre el libro ?El Pozo?, una investigaci?n y recopilaci?n de testimonios de sobrevivientes del centro clandestino que funcion? en el ex Servicio de Informaciones de Rosario. El trabajo fue realizado por un grupo de estudiantes de antropolog?a coordinados por la docente y antrop?loga Silvia Bianchi. La emoci?n, la resistencia y tambi?n el dolor son parte de este necesario y vital trabajo de memoria.

En los ojos, en las voces desgarradas, en las manos temblorosas, en los abrazos eternos, fuertes, necesarios, est? quiz? la raz?n y los tantos motivos para leer y apropiarse de este libro, un esfuerzo colectivo, compartido y comunitario. ?El Pozo? es el trabajo de m?s de cinco a?os realizado por estudiantes, docentes y sobrevivientes del centro clandestino de detenci?n que opero durante la dictadura militar en el ex Servicio de Informaciones de Rosario ubicado en pleno centro de la ciudad, San Lorenzo y Dorrego.

Esa historia duele, pero es necesario trabajar la memoria, reconstruir las identidades pol?ticas, recorrer el camino de las militancias comprometidas con el sentido de lo pol?tico para encontrarse en este libro testimonial que ofrece a quien lo lee una b?squeda del Otro y de un nosotros, m?s all? de las generaciones.

?Para m? este libro me revive cada una de esas acciones que van construyendo una idea de poder. Tambi?n, el amor y el poder fueron esas categor?as fundantes de esos a?os de pasi?n. Y esa idea de poder, de poder hacer pone en juego peque?as acciones de la b?squeda de la libertad, de la plenitud, del sentido de lo ca?do, del sentido de la equivocaci?n, pero para ir se?alando el sentido de la pelea, de las resistencias. En esos momentos abismales de horror, de terror, esas experiencias vitales empiezan a pensarse por el sentido de la trascendencia. Logran construirme a mi en esto que siento como vocaci?n de docencia, de maestra, de transmisora, actos de ense?anza a otros, de transmisi?n por otros, pero sin ocultamientos, sin negaciones de lo oscuro, para ense?ar que todos los tiempos de la historia son siempre imperfectos, incompletos, inacabados, donde el nosotros de la existencia se posiciona y se transmite permanentemente a trav?s de lo posible y lo imposible y ah? aparece el descubrimiento del sentido pol?tico del poder.? Esto dec?a la antrop?loga Silvia Bianchi, coordinadora y guiadora del grupo de j?venes estudiantes que, fundados en una idea de libertad, de aprendizaje y de un profundo recorrido interior, se alzaron en la tarea de recoger testimonios, realizar entrevistas, bajar y conocer ?El Pozo? para reconocer a partir de all? una historia diferente.

Tambi?n la dignidad es el valor que nutre cada p?gina del libro. ?Lo que tratamos de hacer en este libro es hacer un libro con dignidad, porque ella tiene que ver tambi?n con el derecho a una identidad pol?tica. Yo cre? que de todos aquellos a?os yo hab?a aprendido muchas cosas. Aprend? a tener una identidad, a amar la tierra donde nac?, aprend? a tener una historicidad, aprend? el respeto por las palabras mas hermosas que me ense?aron como la de pueblo, la de lider, la de masa, la de cuadro pol?tico, como la de militancia, pero todo eso se resume en el cuerpo de creencias que hoy me permiten ser esto que soy. Soy esto que se escribi? en esa silueta de la Argentina herida, muchas veces maltratada, pero vitalmente sangrante en su historia.?

Y ya sobre el final de su exposici?n, Silvia Bianchi record? ese aprendizaje vital para quien comienza a sentirse plenamente revolucionario, cuando la d?cada del 70 asomaba los aires libertarios, profundamente enlazados en un pensamiento y en una lucha nacional y popular: el recuerdo de los compa?eros y de aquellos que le ense?aron el camino de la militancia.

Aprendizajes

 Las preguntas, los interrogantes, la necesidad de encontrar ? se con el sobreviviente fue tambi?n transversal en cada uno de los estudiantes que integraron el grupo de investigaci?n. Roberto Rom?n fue quien, en nombre de ellos, narr? cada uno de los aprendizajes que colm? la experiencia de realizaci?n de este libro. ?Una de las cosas que aprendimos como grupo es tratar de reflejar aquello que queremos decir en la palabra del otro. Una de las cosas que siempre pensamos durante todo este tiempo, era justamente pensarnos a nosotros mismos quienes ?ramos al momento de empezar a trabajar o quien pens?bamos que ?ramos. Cuando Silvia nos convoca dentro de nosotros tuvimos que aceptar nuestra procedencia familiar y aceptarnos como integrantes, donde no ?ramos solamente estudiantes universitarios o al menos ten?amos que poder despojarnos de eso. Esto fue importante, porque cuando comenzamos a trabajar estas categor?as como la de compromiso, la de pol?tica, la de comunismo, no pod?amos pensarla. Una de las primeras tareas que hicimos fue trabajar en el relevamiento de archivos. Ah? empezamos a ver los testimonios y las denuncias de las v?ctimas que hab?an pasado por el Pozo o familiares de compa?eros que sufrieron la desaparici?n. Una de las cosas que se presento en ese momento fue la angustia que sent?amos en ese momento. Empezamos a ponernos en ese lugar y vernos de alguna forma en el lugar de ese otro, de ese sufrimiento. Y ah? surgi? la pregunta m?s importante al interior de nosotros ?desde qu? lugar nos par?bamos para ir a relevar esos archivos.??

Esa pregunta dispar? una b?squeda interna, alejada talv?z de las cortes academicistas de un trabajo de investigaci?n. ?Averiguar en nuestras familias, en nuestros padres, qu? sabian ellos de esta historia y que nos hab?a transmitido la sociedad de esta historia. Nos gener? grandes contradicciones porque sent?amos que no discut?amos paradigmas acad?micos, pero de alguna forma est?bamos discutiendo el sentido real de lo pol?tico. Ah? surge la idea de conocer quienes hab?an estado en ese lugar, porqu? hab?an estado all?, porque pensaban de esa manera. As? se fueron acercando los compa?eros y empezamos a desarrollar actividades con la comunidad. Ana Mar?a Ferrari y la misma Silvia nos preguntaba qu? te dejo esta experiencia, ?sirvi? de algo.? Y s?, aprendimos?, expres? un contundente y emocionado Roberto Rom?n.

?Aprendimos primero que las palabras y las cosas pueden transformase en categor?as y en espacios sociales que se construyen con la sociedad. Eso quisimos transmitir en el libro. Creo que aprendimos de alguna manera a escuchar a la gente y eso es m?s importante que memorizar categor?as cerradas. Tambi?n aprendimos en esta resignificaci?n de las palabras y las cosas, que la gesti?n pol?tica no es lo pol?tico, aprendimos que hay una ciudad diferente y eso lo pueden ver y leer en los testimonios, van a conocer e identificar lugares y comprender c?mo est? constituido el espacio social. Aprendimos que aquello que se hab?a pensado como la ruptura de una transmisi?n generacional sigue viva porque muchos de nuestros hijos est?n ac??.

Dignidades

Uno de los hilos m?s emotivos de la presentaci?n del libro El Pozo fue la voz de los sobrevivientes. Ellos estaban ah? para contarlo. Luis Meg?a, Ana Mar?a Ferrari y Silvia Contardi dieron testimonio vivo de la sobrevivencia, los ecos que se repet?an como un?sonos en la sala colmada de otros militantes, de otros sobrevivientes y de muchos estudiantes, j?venes que estaban all? para escucharlos.

?La memoria no es otra cosa que unir aquello que quedo como vestigio con la oralidad y aquellos testimonios de quienes vivieron esa situaci?n. Que este libro este formado por esta generaci?n de j?venes es conmovedor. En su mayor?a hay un relato de primera persona. Por mucho tiempo los sobrevivientes no tuvimos voz, ni p?blica ni privadamente. Con la teor?a de los dos demonios nuestra voz fue tomada como sospechosa. Me conmueve la manera en que escucharon nuestros testimonios. Por mucho tiempo, nuestras voces eran molestas, hablaban de palabras que la sociedad no quer?a escuchar. Y nosotros nos encontramos con una generaci?n a la que siempre le quisimos transmitir. Nosotros somos militantes de la vida y la militancia es un proceso, as? la entendemos. Nos escucharon con un respeto que no se si merec?amos?, dijo emocionado y con el llanto en la piel, Luis Megia.

?Se emocionaron cuando nos quebramos, como ahora. Esta es la mirada de una generaci?n que tiene que luchar con otras cosas m?s dif?ciles que la nuestra. Nosotros tenemos compa?eros que hoy podr?an estar ac? y no est?n. Y nosotros sentimos que tenemos que decir y mostrar cuales son las ideas que hicieron que esos compa?eros dieran su vida por un proyecto pol?tico. Yo creo que esa es una de las razones para que este libro sea le?do?.

Silvia Contardi es una de las sobrevivientes de "El Pozo". Agradecimientos mediante, Silvia fortaleci? su relato en la importancia de la escucha del testimonio y de poder dar luz a aquello que estaba oculto, tapado en el horror. ?Yo misma ten?a el terror en mi cuerpo. Viv?a a 4 cuadras del Pozo y cada vez que pasaba volv?a a vivir el terror. Con el tiempo aprend? a bajar, a reconocer los lugares por donde hab?a estado, empez? a encontrarme con gente, compa?eros, y se estaba haciendo como una trama que empez? a andar con la escritura de este libro. Y pude ir sacando el terror que yo ten?a adentro. Estuve en el exilio, 7 a?os y medio sin poder regresar y afuera no pude reconstituir la trama, la distancia tan honda hizo que congelara la historia. La vuelta fue terrible. Me encontr? con otro pa?s y con otro tipo de relatos. Cuantos a?os estuvimos callados y escondiendo lo que ?ramos. Por eso, este libro es un triunfo. Es como un hilo que une m?s de 30 a?os de historia. Agradezco la valent?a de Silvia por hacernos sacar el terror de nuestros cuerpos y el amor de todos estos j?venes antrop?logos que nos han escuchado. Y creo que este libro tiene el peso de haber podido desentra?ar la oscuridad del Pozo.?

Ana Mar?a Ferrari, otra de las sobrevivientes del Pozo, expres? el dolor y el recuerdo de cada lugar por el que hab?a pasado y estado en el Servicio de Informaciones. ?Pasamos a ser presos pol?ticos que por algo hab?a sido y despu?s pasamos a hacer presos pol?ticos que hab?amos sobrevivido y por algo hab?a sido. Es una cosa jodida que uno siente. Cuando me convocan a un plenario en la casa de la Bianchi, la verdad fue una de las experiencias m?s felices que tuve, tener 40 chicos escuchando y preguntado que nos hab?a pasado, pero no en el servicio de Informaciones, sino antes del Servicio, que nos hab?a pasado para estar comprometidos y arriesgar nuestra vida, nuestra libertad. La experiencia maravillosa fue encontrar o?dos que nos escucharan a nosotros que les cont?bamos a los j?venes lo que nos pas?. Nos volvimos apasionar, participando de un plenario en el que cont?bamos porque hab?amos llegado al Servicio de Informaciones, qu? nos hab?a movido a hacer militantes y era muy conmovedor. Una de las cosas que m?s debo agradecer es haber podido elaborar mi condici?n de sobreviviente. Hemos sobrevivido a la peor dictadura. La posibilidad de contarlo es un compromiso de vida por lo que no est?n. Es un compromiso rescatar los valores que nos constituyeron. La solidaridad, la lucha por la igualdad, por los derechos. Hoy soy una militante de la vida, soy una parte m?s de este intento de rescate de reconstrucci?n de la memoria. Todos, j?venes y viejos tenemos en nuestra piel el fracaso, la derrota, pero tambi?n los sue?os a construir.?

Quienes estuvimos presentes en la presentaci?n de ?El Pozo? realizada en el local de Sadop, nos emocionamos con el testimonio de ellos, de quienes hoy pueden narrar lo inenarrable y enunciar con palabras la experiencia vivible de la muerte pero tambi?n, el sentido pol?tico de una identidad, una militancia y un compromiso con las ideas colectivas de un sue?o posible.

?El Pozo? condensa un trabajo cient?fico, pol?tico y cultural, en el que se analizan testimonios orales y arqueol?gicos sobre el principal ex centro clandestino de detenci?n, desaparici?n, tortura y muerte. Los sobrevivientes del lugar y los organismos de derechos humanos no ahorran palabras en afirmar que se trat? del epicentro de la represi?n en el sur provincial. La totalidad del edificio es la representaci?n del genocidio ejercido por el terrorismo de Estado en la regi?n, equiparable a la Esma, en Capital Federal, o la Perla, en la ciudad de C?rdoba.

El Equipo de Investigaci?n por la Memoria Pol?tico Cultural est? integrado por:

Silvia Cristina Bianchi : Coordinadora del EIMePoC y Directora del proyecto de investigaci?n "Antropolog?a Pol?tica del pasado reciente: recuperaci?n y an?lisis de la memoria hist?rica-pol?tica: Rosario (1955-1983)" UNR SeCyT-HUM84-19/4303.

Equipo interdisciplinario de investigadores del EIMePoC:

Nerina Angelo, Josefina Baster, Marianela Biani, Luciana Brug? , Luciana Carunchio, Gonzalo Compa?y, Miriam Franco , Gabriela Gonz?lez, Fabricio Loja, Cecilia Papalardo, Laura Quemada , Laura Roda, Roberto A. Rom?n , David A. Rossetto , Jos? Rubio, Mar?a Luz Silva, Mariana Tovo, Soledad Zan?n. En colaboraci?n: Diego Fidalgo, Virginia Pr?danos, Paola Recarey, Guillermo Sagen, Elsa Tangir.



Tapa del Libro "El Pozo"(Ex servicio de informaciones)

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Publicado el: 04/12/2008


Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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