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Se realiz? la Feria de las Tramas en Rosario
Y vos ?qu? est?s tramando?

Identidades, formas de vida, redes, costumbres ancestrales, trabajo, saberes. Diferentes formas de hilar, ovillar y tejer se entrelazan en los tejidos artesanales, en el arte de hacer con las manos diversas tramas que dibujan un sinf?n de historias y resistencias populares. El s?bado 5 y domingo 6 de junio se realiz? la Feria de Las Tramas, organizada por el Grupo de hilanderas Lalen y la Cooperativa Mercado Solidario. Distintas organizaciones sociales, mujeres de pueblos originarios y artesanos/as de todo el pa?s participaron de un encuentro que incluy? talleres en tejido de chaguar, fabricaci?n de fieltros y te?idos naturales de lana. Compartimos experiencias sociales del mundo del tramado

En este mundo especial, los colores y los puntos tambi?n lo son. Hay manos que tejen, otras que hilan y ovillan. Hay pu?os que enlazan cadenas sociales de producci?n. Hay brazos que esquilan ovejas y preparan los vellones, mientras otros fabrican las ruecas. Los saberes se comparten, los conocimientos se traman unos con otros.

El te?ido artesanal realza el arco iris de la naturaleza. Hilanderas, tejedoras, diferentes objetos, prendas, costuras y en cada uno de ellos, historias que se repiten generacionalmente. El arte textil plasma hilos de experiencias personales y colectivas. El mundo del tramado se convierte de esta manera, en un enigm?tico juego de ideas, habilidades y creaciones. Los tejidos conservan, a su vez, los colores y los dibujos de la tierra donde habitan. En cada lugar, cada tramado se diferencia uno de otro. El sello propio de las manos ?nicas de cada persona, hombre o mujer, se imprime naturalmente en las formas de dar un punto.

El tejido en lana de oveja es talvez, uno de los m?s caracter?sticos. Pero tambi?n, el tejido en chaguar, propio de la regi?n del Chaco, la llama, el cuero, el algod?n, el mimbre, son materiales diversos que se utilizan en su gran variedad, para la fabricaci?n de indumentaria, cester?a, vestimenta, hilados, decoraci?n. Y en cada tejido, se rescata el saber ancestral, desde las t?cnicas m?s antiguas hasta aquellas m?s innovadoras. Lo mismo sucede con los materiales, todo surge, nace, brota, de la imaginaci?n y creatividad del artista. Y sobretodo, de la posibilidad de compartir los conocimientos heredados y ese aprendizaje que se da con la vida, al crecer, escuchar, al observar.

Para las organizaciones sociales, la t?cnica del tejido brinda numerosas posibilidades de producci?n. Se transforma en una creativa manera de generar trabajo y comercializar cooperativamente. Por ello, los encuentros y las ferias constituyen un espacio rico, productivo, social y potencialmente creador. All? confluyen las experiencias y el hacer vivo del arte textil. Esto sucedi? el pasado s?bado 5 y domingo 6 de junio en la Cooperativa Mercado Solidario de Rosario, cuando se realiz? la Feria de Las Tramas, organizada en conjunto con el grupo Lalen.

Organizaciones sociales, artesanas de la ciudad, mujeres de pueblos originarios estuvieron presentes para mostrar su producci?n y participar de las charlas y talleres que sumerg?an la experiencia a este entramado mundo de hilos, telas y lanas.

 ?Entendemos que el tejido es una de las pr?cticas sociales que desde el punto de vista tecnol?gico m?s posibilidades de desarrollo nos brinda en las organizaciones y movimientos sociales. Por muchas caracter?sticas: lo que se conoce como tramado se puede experimentar sobre materiales muy diversos. Uno generalmente lo asocia con la lana o el algod?n, pero el tejido tambi?n puede ser de cuero, de fibras vegetales de diferentes flexibilidad tanto como para ser una prenda o un mueble, el tejido de alambre, de materiales reciclados, de papel?, explica pausadamente Valeria, integrante de Mercado Solidario y una de las organizadoras de la feria.

Al mismo tiempo, destaca de qu? manera se conjuga, en el mundo del tramado, lo artesanal y tradicional con lo m?s innovador. ?Las formas del tejido son las antiguas y son miles. Cada cultura, en cada epoca ha ido creando diferntes formas de tramas, de dibujos y de formas de trabajar el material sensible que hace que haya un mapa innumerable formas de tramar. Eso tiene que ver con la recuperaci?n de lo tradicional. Y lo innovador est? tanto en el tipo de materiales que se utilizan como en los dise?os.?

Por otro lado, el tejido genera nuevas posibilidades de desarrollo, intercambio y producci?n, sobretodo, para las organizaciones sociales que rescatan el saber artesanal y comunitario. ?No se necesita un gran capital en maquinarias para desarrollar tejidos y cubr?s necesidades diversas como vestidos, indumentaria, mobiliarios, de traslado, etc. Y justamente permite la autonomizaci?n y la autogesti?n porque al ser mucho m?s importante el trabajo por sobre la inversi?n del capital, favorece la recuperaci?n de la totalidad del proceso?.

Lili Soto es una antigua artesana del tejido e integrante del grupo Lalen. En di?logo con enREDando revaloriza el arte del hilado y nos muestra sus profundidades, sus huellas, sus marcas, m?s all? de la trama. ?M?s all? de respetar distintas t?cnicas tradicionales, no todas somos de pueblos originarios. Muchas somos descendientes de inmigrantes donde estaba incorporado el tema del tejido. En Italia, por ejemplo, afilaban, se tramaba, se tej?a en algunos lugares fibras vegetales y en otros, animales. Las ovejas las traen los colonizadores. Ac? hab?a otro tipo, como la llama o el guanaco. La historia del tramado est? atravesada por todo tipo de culturas. ?Qui?n no tuvo en la familia alguien que teja algo? Yo le cortaba los sachets de leche a mi abuela que hac?a caminitos, alfombritas. Cortaba todo tipo de pl?sticos que se reciclaban. Nos vamos entrelazando en el tramado y todo lo que articula, mezclando y articulando esta red colectiva. Son saberes colectivos que se van compartiendo?.

En este andar intercambiando ideas y conocimientos, el concepto de trama cobra un significado fundante. ?Nos vamos uniendo unos con otros por m?s que hagamos cosas diferentes, algunos tejen aguja, otros telar, otros tejidos wichis, otros hilados. Pero todo tiene que ver con la trama. Es un saber que se transmite oralmente?, apunta claramente Lili y comparte una an?cdota: ?Hoy ve?a como Ruperta Perez iba compartiendo distintas vivencias de sus culturas que se van intercambiando con las nuestras. Ella lo fue aprendiendo generaci?n tras generaci?n. Ahora es m?s dif?cil que ese saber se transmita de esa manera. Pero escuchar, contar, compartir es todo un aprendizaje. Yo creo que m?s all? de las t?cnicas lo que se aprende es c?mo ir construyendo algo juntos?.

Un arte milenario


La historia del arte textil es milenaria. Desde las ?pocas y tiempos m?s antiguos, en diferentes territorios y regiones, el arte de hilar, entrecruzar fibras, trenzar, anudar, trabajarla en telares, troncos, cestos, mallas de red, ha estado presente en la vida del hombre y de la mujer, quienes a trav?s de esos saberes cotidianos, fabricaban sus instrumentos de trabajo, sus vestimentas, sus abrigos.

La complejidad del tejido fue anudando nuevas redes, urdimbres y tramas del mundo andino, de la cosmovisi?n originaria, pero tambi?n, como nos dec?a Lili, desde las ra?ces inmigratorias.

Ruperta Perez realiza tejido en chaguar. Ella es una referente de la comunidad toba de Rosario. Tambi?n particip? de la Feria de las Tramas, escuchando a sus compa?eras y al mismo tiempo, compartiendo sus conocimientos. ?Para m? es muy importante estar ac?, porque tiene que ver con lo que yo hago, que es el tramado tanto en la cester?a como con la fibra vegetal en la confecci?n de bolsos. Es importante saber tambi?n lo que uno puede usar y conservar las tramas tradicionales y antiguas de los pueblos.?

El tejido es tambi?n una manera de tramar identidades. ?Nosotros no estudiamos sino que nacemos con este conocimiento que nos fue transmitido oralmente, as? como tambi?n, la construcci?n de objetos. Es importante hacer conocer esto en las ciudades, en las sociedades, porque la confecci?n de las piezas son ?nicas, no son industriales?, acota Ruperta mientras teje con sus manos. En pocos minutos ella dar? un taller en tejido de chaguar y all?, ofrecer? su arte a los dem?s; la simpleza de la confecci?n de un tejido que realiza con la materia prima del monte chaque?o, del Impenetrable.

?Yo hago todo lo que es cester?a y lo traigo del Chaco que ac? no se consigue. El hilo si lo podemos conseguir, es m?s accesible. Ac? no tenemos la planta ni la materia prima?. Como todo trabajo artesanal, el precio justo es b?sico para la subsistencia y el reconocimiento del esfuerzo y de los distintos procesos que se entraman en una pieza ?nica. Para Ruperta es una gran dificultad que encuentra al momento de comercializar su trabajo. ?Es costoso que el consumidor valore lo que uno hace. Falta ese aprendizaje.?

Ruperta de chica fue aprendiendo el arte del tejido. ?Yo nac? sabiendo, me parece?, cuenta entre risas. Al rato, sentencia una realidad que provoca impotencia: el maltrato a la naturaleza, pero tambi?n, las distintas maneras de interactuar con ella, en este caso, a trav?s del tejido. ?El tejido es algo propio, es apropiarse de una cultura que viene de miles de a?os. Yo tambi?n me siento orgullosa de haber aprendido de chica y que mis padres me han ense?ado la cultura del trabajo. Lo aprecio porque conozco lo que hago. Al d?a de hoy, nos da tristeza como se est? extinguiendo la chagua que es una vegetaci?n. Hay muchas especies que se fueron eliminando con la mano del hombre. Tenemos que valorar lo que hay?.

C?mo vivir del tejido

Valeria describe un panorama con dificultades al momento de intentar vivir, trabajar y comercializar el tejido artesanal. ?Es muy dif?cil que se recupere en el precio de venta todo el trabajo que presenta en t?rminos de horas. Es muy complicado poder comercializarlo a un precio justo que es una aproximaci?n a lo que necesita una artesana para poder llevar adelante sus obligaciones. El problema del tejido tiene el problema de todos los trabajos artesanales. Pero a su vez, se lo v? como algo ocasional. En general, nos vestimos con prendas que son industriales. Entonces, el producto del tejido artesanal es siempre una compra ocasional que no tiene que ver con nuestra vida cotidiana. En las organizaciones sociales lo que tendr?amos que pensar es otra forma de vestirnos o de consumir productos para el uso diario, como la cester?a o los muebles, que tengan que ver con estas producciones artesanales. Entonces, la circulaci?n permitir?a que m?s productores entraran en este tipo de circuitos?.

Lili agrega una visi?n sumamente interesante en este proceso de producci?n, comercializaci?n y consumo, en el que todos estamos involucrados.?A m? me parece que tambi?n pasa por la valoraci?n que uno hace. C?mo es un trabajo que uno hace en su casa, no est? del todo valorado. M?s all? e la t?cnica, uno pone la imaginaci?n, la creatividad. Est? creando algo que tiene un uso. Yo creo que la gran dificultad que tenemos es que en este sistema no podemos competir con lo industrial. As? como el consumidor piensa qu? productos m?s sanos puede consumir, lo mismo deber?a pensar a la hora de vestirse. Tambi?n ah? hay que ser un consumidor responsable. Y en esta construcci?n, pensar si realmente esa ropa o ese accesorio que usamos, est? hecho sin explotaci?n de mano de obra. Muchas veces utilizamos jeans que en su fabricaci?n hay toda una explotaci?n del ser humano. Es dif?cil ser el propio patr?n, pero creo que en lo textil, es fundamental el trabajo en cadena, donde cada eslab?n pueda hacer una parte. Porque uno solo no lo puede hacer. Y aqu? est? justamente la trama social, donde se va articulando con otros actores en todo este entramado. Yo necesito del productor que cr?a las ovejas para tener el vell?n. La tejedora necesita de la hilandera para que hile el vell?n y as? hacer sus prendas. Y el negocio necesita de la tejedora y de todos los eslabones. El problema es que en este sistema de producci?n capitalista no se visualiza a todos estos eslabones?.

As?, por ejemplo, trabaja el grupo Lalen, uno de las hist?ricas organizaciones de hilanderas de Granadero Baigorria que conoce ?ntimamente las vicisitudes del arte textil. (ver nota)

Y en esta charla donde conocemos los andares del mundo del tramado, le preguntamos a Valeria y a Lili si el arte textil es propio de las mujeres.  ?En Florian?polis, los pescadores tejen las redes con la misma t?cnica que usan las mujeres. Ac?, las chicas de Granadero Baigorria esta muy en contacto con la comunidad de pescadores que tejen sus redes. Y la cester?a, por ejemplo, es propio de los hombres, as? como el tejido en metal?, opina Valeria.

?En el mundo del tramado, muchos dise?adores que crean texturas, son hombres. No es exclusivo. De hecho, antiguamente, el hombre era el que hilaba?, agrega Lili.

Un mundo natural

Muchas de las materias primas con las que se elaboran, procesan y ti?en los tejidos son provistas por la naturaleza. Plantas, flores, ramas, ra?ces dan cuenta de un inimaginable mundo de colores, texturas y posibilidades de creaci?n. ?Hay much?simas cosas que podemos tomar de la naturaleza que solo tiene un costo en la recolecci?n, pero no tienen un costo en monedas. Por ejemplo, no vamos a comprar las hojas de eucaliptos, sino que las recolectamos en nuestro barrio, redescubriendo el lugar donde habitamos, las plantas que hay en la zona, utilizar lo que la tierra nos d?. Y tambi?n, usar todo tipo de materiales que se puedan reciclar. En el tejido hay de todo, y tambi?n hay materiales industriales en el mundo del tramado. Uno tambi?n se pregunta y se plantea qu? elijo yo para producir. Tambi?n sabemos que vivimos en una sociedad consumidora de todo tipo de cosas y estamos inmersos en ella. Por eso, no es excluyente que todos los materiales sean naturales?

Pero lo importante, vuelve a insistir esta gran hilandera, es en el trabajo con el otro. Por esto, la red en organizaciones se vuelve cada vez m?s preponderante. En la Feria se sumaron distintos movimientos sociales como la Entramada, la comunidad Qom, las tejedoras de la Toma, el grupo de hilanderas Lalen, artesanas que trabajan con el fieltro y mujeres de Desv?o Arij?n que producen pollos y cr?an ovejas. ?Este grupo de mujeres se ha puesto a esquilar e hilar?, cuenta Valeria quien, aclara con firmeza cu?les son los objetivos de estos espacios de feria que crecen, se fortalecen y ampl?an sus posibilidades de intercambio y comercializaci?n.

?Uno es el encuentro entre productores. Nosotros necesitamos nutrirnos de las otras experiencias, aportar conocimientos. Y el otro, es la venta. En ese sentido, siempre lo dirigimos hacia aquellos grupos de consumidores que de alguna manera est?n sosteniendo un v?nculo con la econom?a solidaria y el visitante ocasional que puede ser un potencial cliente o parte de una cadena de producci?n.?

 El compartir se vivencia como una experiencia enriquecedora. Surgen nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas posibilidades de hacer. ?Nos conocimos con las chicas de Desv?o arij?n y ya nos pusimos a so?ar juntas?, nos dice Lili, entusiasmada por estas formas de tramar, adem?s de tejidos, v?nculos humanos.



 

Publicado el: 10/06/2010

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Redes y Organizaciones Sociales / Documento

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