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Nietas recuperadas
Dos Victorias y una misma batalla

Una de ellas es diputada nacional y vive en Buenos Aires; la otra trabaja en la filial de las Abuelas, en Rosario. Una naci? en la ESMA en 1977, la otra fue secuestrada junto a sus padres, cuando ten?a 3 a?os. Ambas militan en espacios diferentes pero con una historia en com?n. enREDando conoci? y convers? con Victoria Donda y Victoria Ruiz Dameri, dos nietas recuperadas por las Abuelas de Plaza de Mayo.

Primera Victoria

Victoria Ruiz Dameri tiene 31 a?os pero parece de mucho menos. A los 22 se reconoci? en una foto publicada en el diario. Sab?a que era hija adoptada legalmente pero no ten?a idea que era, adem?s, hija de desaparecidos. Con el tiempo, se reencontr? con una parte de su historia que refleja la historia de este pa?s.

Sus padres fueron montoneros y tiene dos hermanos a los cuales est? empezando a conocer, reencontr?ndose ella misma, por ejemplo, en la mirada de su hermano mayor, en los gustos similares que comparten, en ese v?nculo de hermandad que los une, a los tres, m?s all? de todo. Pero tambi?n, adem?s de encontrarse con ellos, conoci? a su abuela. Cuando habla de ella, la mirada de Victoria trasluce la emoci?n, la congoja, la admiraci?n, el profundo amor que le tiene a esa abuela que tanto la busc?.

- Al principio uno reacciona de diferentes maneras. A mi me pas? que cuando recuper? mi identidad me enoj? con lo que m?s cerca ten?a. Despu?s uno va cayendo y se pregunta por sus viejos, por lo que hicieron. Hoy estoy ac? porque a Iv?n le falta a encontrar a su hermano, porque a muchos compa?eros les falta encontrar a sus hermanos. Porque tenemos que continuar con lo que las abuelas comenzaron ? me dice Victoria, convencida de esta militancia que la moviliza a continuar un camino de b?squeda.

- ?C?mo es tu historia? ? le pregunto.

Hace unos d?as atr?s la conoc? en esa misma casa que tiene Abuelas, cuando entrevist? a Romina Bozzini. All?, Victoria me mostr? su foto en una inmensa l?mina, donde muchas otras im?genes muestran los rostros de los desaparecidos. Ahora, por fin, encuentro las respuestas que aquella ma?ana dej? pendientes.

- Mi foto sali? en un diario, la vi y empec? gritar ?esta soy yo!. Todo esto transcurri? en Santa Fe, pero yo soy cerca de Rosario. Era una foto que estaba entre otras fotos de hijos de desaparecidos. Me reconoc? en esa foto, yo estaba yendo a la casa de mis t?os. Primero nos comunicamos con el diario, despu?s nos derivaron a HIJOS Buenos Aires y despu?s a Abuelas. Llam? Estela y hace mucho estaban investigando el caso. Me hice un ADN y en 20 d?as me dijeron que era hija de desaparecidos y despu?s conozco a mi hermano. El hermano de Victoria, Marcelo, recuper? su identidad cuando ten?a 13 a?os, en 1990. Los dos fueron secuestrados junto a sus padres en 1980. Su mam?, en ese entonces, estaba embarazada de quien hoy es la hermana menor de Victoria y Marcelo.

- Despu?s de nacer mi hermana, a m? me dejan los militares en Rosario, en la escalera del Sanatorio de Ni?os, con una carta colgada al cuello que dec?a que mis pap?s no me pod?an mantener y a mi hermano, de la misma forma, en un orfanato en C?rdoba. Y a mi hermana se la apropia un prefecto de la ESMA.

 Todos escuchamos el relato de Victoria que es, en muchos casos, muy parecido al de otros hijos de desaparecidos.

- A m? me adoptaron en forma legal. Siempre supe que era hija adoptada, pero siempre cre? que hab?a sido un abandono y eso me atorment? bastante hasta los 22 a?os. No pod?a hacer un mont?n de cosas porque siempre estaba el fantasma de que nunca me hab?an querido. Y ten?a una fecha de nacimiento inventada.

- ?Y el nombre?- le pregunto.

- Cuando me dejaron me pusieron que me llamaba Victoria. En realidad mi nombre es Mar?a de las Victorias Ruiz Damer- me responde, con la certeza de saber que el nombre que siempre la acompa?? es uno de los legados que conserva de sus padres.

El encuentro con su hermana menor fue diferente al que vivi? con Marcelo. Se realiz? a trav?s de un allanamiento y con un procedimiento judicial.

- Ella no quer?a saber nada, se hizo todo judicialmente, donde no se hace extracci?n de sangre sino que se toman elementos de la persona para poder compararlo con la sangre de los familiares.

 -?Y despu?s, qu? cambi? en vos?

- Apenas recuper? mi identidad fue una sensaci?n de alivio y libertad todo el tiempo. A medida que iba pasando el tiempo he pasado por diferentes estados de ?nimo, yo creo que el gran acercamiento que tuve con mi familia biol?gica fue el archivo biogr?fico. Me enter? de muchas cosas de mis viejos y eso fue el cambio tan grande que influy? en mi decisi?n de venir a trabajar a Abuelas. Leer que me quer?an, eso es impresionante.

Adem?s de los hermanos, Victoria se encontr? con toda una familia que la estaba buscando, principalmente, con una abuela.

 - Me encontr? con t?os por parte de mi pap?, con muchas primas y mi abuela, la mam? de mi pap?. Con Marcelo, mi hermano cuando nos vimos fue instant?neo, nos agarramos de la mano como si nunca nos hubi?ramos separado. Tambi?n tenemos un gran parecido f?sico y vivimos juntos hasta los 3 a?os. Entre los dos sab?amos lo que el otro quer?a con solo mirarnos. Estuvimos en la casa de Abuelas una hora. Nos fuimos al Shopping Abasto y los dos nos pedimos la misma cerveza, fue muy gracioso.

Y esa cerveza compartida, despu?s, deriv? en el encuentro con una carta. -Cuando Marcelo me ley? una carta que mi mam? me hab?a dejado, yo me reencontr? con ella a trav?s de la carta. Y tambi?n con mi abuela?

Hay un silencio. Los ojos de Victoria se llenan de l?grimas. Hasta creo que su voz perdi? fuerza, pero sigue.

- Es a quien m?s cari?o le tengo, m?s amor. Ya est? grande y con mucho dolor adentro, pero ella fue la ?nica que conoci? a mi mam? y eso fue muy fuerte para ella porque dice que soy muy parecida a mi vieja.


Segunda Victoria

En los altos de la librer?a Homo Sapiens, la diputada nacional por Libres del Sur presenta su libro donde cuenta su historia, su autobiograf?a. Victoria Donda es su nombre. Es la diputada m?s joven del Congreso y se parece mucho, a los pibes que militan en HIJOS o en muchos otros espacios donde la palabra dictadura los atraviesa de piel a piel.

- Aunque no crean soy t?mida- el dice al p?blico y sigue.

? Decid? escribir el libro cuando decid? cerrar un cap?tulo de mi vida. Quer?a saldar una etapa no superada, pero s? una etapa que de alguna forma ten?a que contar y salir adelante con lo que soy. Ayer un periodista me preguntaba c?mo me defin?a yo, y le digo, soy militante pol?tica y ?l me preguntaba ?por qu? no dec?s que sos hija de desaparecidos? Le contest? que yo soy hija de Cori y de Jos? Mar?a que eran militantes. Si yo los tengo que definir de alguna forma, digo que yo soy hija de un hombre y una mujer que militaban por el mismo pa?s por el que milit? yo, y por eso los desaparecieron-. Victoria est? sentada frente a un p?blico, en su mayor?a joven, muchos de ellos, compa?eros de Libres del Sur.

El r?tulo de ser ?hija de desaparecidos?, ya no la contiene, afirma.

- Mis pap?s est?n desaparecidos porque eran militantes y lo digo con orgullo.

Su libro, ?Mi nombre es Victoria? es un aporte a la reconstrucci?n de la historia y la memoria colectiva. Ella naci? en cautiverio, en el centro clandestino que funcion? en la ESMA. En el a?o 2004 recuper? su origen, su identidad. Fue apropiada por un torturador a quien crey? su padre durante mucho tiempo. Su apropiador le puso otro nombre, la llam? de otra manera. Anal?a fue Victoria hasta hace cinco a?os atr?s. Victoria es esa Anal?a que, sin saber la historia que la atravesaba, decidi? militar en agrupaciones pol?ticas.

- No creo que la revoluci?n se lleve en la sangre. Creo que comparto otras cosas con mis pap?s pero no eso. En el libro intent? contar como crec? yo, donde y esa experiencia inolvidable que viv? de adolescente y que me marcaron a m? como militante. Despu?s me enter? que era hija de desaparecidos. La primera vez que pis? un barrio fue cuando fui a un comedor, en la panza de mi mam?. Cerrar una etapa es decir "yo soy esto, mis viejos fueron esto y mi identidad la construyo todos los d?as". No quiero recordar la parte triste de mis viejos, sino la parte viva de ellos.

Otra vez, la misma pregunta. ?Y despu?s?

- Cambi? el nombre ?me dice Victoria. Es dif?cil explicar, es como si fueses otra persona pero en realidad sos la misma. No cambi?, pero empec? a ver la vida desde otro lugar. Uno toma las decisiones sabiendo qui?n es, sino es muy dif?cil. Es el piso donde te par?s en la vida para construirte como quien quer?s ser. Asum? mi militancia desde otro lugar.

Cuando era Anal?a militaba en oposici?n a lo que su apropiador le hab?a ense?ado. Cuando se llam? Victoria, empez? a militar como continuidad de la militancia de sus padres biol?gicos.

- Siento que cada cosa que hago los represento a ellos. La lucha de las abuelas es heroica y a los pibes que tienen dudas le dir?a que la ?nica forma de ser feliz es pudiendo elegir, y la ?nica forma de elegir es ser libres, conociendo la verdad.



 

Publicado el: 28/08/2009


Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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