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Anticipo
Libro 'Mujeres que se encuentran'

Paula Lorenzo y Amanda Alma presentaron esta tesis de investigaci?n sobre los Encuentros Nacionales de Mujeres en Tucum?n durante el XXIV ENM. Compartimos ac?, a modo de anticipo, el pr?logo de Mar?a Alicia Guti?rrez, el ep?logo de Claudia Korol, y la introducci?n de las autoras. El libro adem?s lo van a presentar en C?rdoba a principios de noviembre, y esperamos que tambi?n lo hagan en nuestra ciudad.

Pr?logo: Apostillas de una invenci?n compartida
Mar?a Alicia Guti?rrez

Recuerdo de manera muy v?vida el d?a que tuvimos el primer encuentro con Paula y Amanda para intentar definir el campo tem?tico de su tesis de grado para la Carrera de Ciencias de la Comunicaci?n de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. No fue sencillo y nos llev? tiempo de conversaciones, debates, dudas, marchas y contramarchas. De la idea inicial de las autoras de investigar sobre la tem?tica del aborto (que abordara el mundo y sus alrededores!) hasta la sugerencia de hacer un trabajo ?supuestamente? m?s modesto y acotado, como recopilar la historia de los Encuentros Nacionales de Mujeres, campo tem?tico que no hab?a sido aun abordado con la rigurosidad que la tesis exig?a, desarrollaron un trabajo significativo en dos dimensiones: a) introdujeron el tema en el campo acad?mico de las ciencias de la comunicaci?n y b) realizaron una producci?n significativa para la memoria del movimiento de mujeres.

No se me escapaba que esa sugerencia las y me implicaba de manera muy intensa. De all? que la decisi?n llev? su tiempo de reflexi?n y la convicci?n que el trabajo cumplir?a con los objetivos que ellas tra?an de manera contundente: la necesidad de elegir un objeto de estudio que las apasionara para su producci?n (y adem?s les diera el anhelado y postergado t?tulo de grado) y la importancia que dicha producci?n trascendiera el campo acad?mico, lo que supon?a un enfoque y una dimensi?n fuertemente pol?tica.

Con esos objetivos comenzaron a desarrollar el trabajo. La tarea no era sencilla porque estaban recorriendo y reconstruyendo la historia de ellas y de cada una y todas las mujeres que han tomado parte en las diferentes etapas de 23 a?os de debates, diferencias, encuentros y desencuentros. Algo s? las convocaba con claridad: era imprescindible para el conjunto de las mujeres visibilizar la historia de los encuentros, ?nico movimiento social que los realiza todos los a?os con tozuda persistencia a pesar de los innumerables cambios pol?ticos, econ?micos y sociales, que ha sido sistem?ticamente silenciada la importancia y el valor de su existencia.

El libro es la historia de una pasi?n compartida y de una rigurosa exigencia tanto en el desarrollo, la metodolog?a como la escritura, que posee una fluidez que hace de su lectura un verdadero encuentro.
El acto de producci?n fue una tarea inmensa. No fue f?cil reconstruir los documentos desperdigados de la historia del movimiento de mujeres. A esa tarea Amanda y Paula le pusieron empe?o, deseo, esfuerzo, y muchas horas. Como as? tambi?n la innumerable cantidad de mujeres que con gran solidaridad le ofrecieron lo que cada una pose?a.

Sab?amos que la producci?n no era sencilla, especialmente desde el enfoque metodol?gico. Hab?a que transitar la ?creaci?n? de un objeto de estudio desde la perspectiva acad?mica, objeto del cual eran sujetos tanto ellas como la direcci?n. El criterio de ?objetividad? tan controvertido en las ciencias sociales fue puesto a prueba en este trabajo. No porque creamos que tal objetividad exista a priori, sino porque se requer?a desarrollar una investigaci?n que se ajustara a determinadas reglas. Ello, si bien no aparece en el presente libro, fue logrado de manera contundente y novedosa.

Esta obra se inscribe en la literatura de la historia de mujeres, que intenta poner en la escena p?blica las dimensiones del mundo privado, en un intento por superar la dicotom?a que el liberalismo ha impuesto para la comprensi?n del mundo. Desde lo ?personal es pol?tico? hasta esta producci?n, ?se ha sido el esfuerzo, a veces logrado a veces fallido, del feminismo en particular, y de los movimientos de mujeres en general. En ese sentido, es una teor?a y una pr?ctica que conmueve los cimientos de la subjetividad, del mismo modo que pone en jaque las relaciones de poder de la diferencia sexual.

El presente trabajo desarrolla la historia de los Encuentros Nacionales de Mujeres, focalizando el an?lisis de manera exhaustiva en algunos momentos en particular que supusieron un punto de inflexi?n, no s?lo en esa larga historia, sino tambi?n en las luchas de las mujeres por sus derechos. Siempre tuvieron como faro que este esfuerzo deb?a ser compartido con todas las mujeres.
El libro cumple esos deseos, y pasa a constituir parte del acervo cultural en el esfuerzo, pero tambi?n la alegr?a y la pasi?n que nos convocan a las mujeres en la b?squeda de nuestra autonom?a, del placer y el compromiso por una vida mas digna e igualitaria.

Introducci?n: Mujeres que se encuentran?
Paula Lorenzo y Amanda Alma

Este libro es el fruto del aporte colectivo de quienes contribuyeron con su granito de arena para recuperar una parte de la historia de las mujeres argentinas. Es la suma de m?ltiples y diferentes voces, experiencias y vivencias, pensamientos, alegr?as y tristezas, ideas, ecos, batallas y rebeld?as. A todas ellas, mujeres luchadoras, s?lo nos queda agradecerles. Agradecerles las ense?anzas que recibimos en las charlas, las mateadas y los encuentros.
No es nuestra intenci?n abarcar todos los sentidos y significaciones que motivan los Encuentros Nacionales de Mujeres. Tampoco dar cuenta de cada una de las acciones y pensamientos que este espacio propicia. Nuestro objetivo es el de sistematizar 20 a?os de una historia construida con pedacitos, con fragmentos y aportes de cada mujer.

Cada una de nosotras lleg? por separado a la ciudad de La Plata donde se realizaba, en agosto del 2001, el XVI Encuentro Nacional de Mujeres. Cada cual con su historia a cuestas, con sus temores y su experiencia de resistencias. Volvimos transformadas, con la certeza de que lo vivido hab?a dejado su huella. As? comenzamos a transitar un camino que nos llev? a involucrarnos en la lucha de las mujeres, formando parte en diferentes acciones, grupos y participando en los ENM posteriores. Le?mos y nos fuimos formando para entender la realidad desde otros conceptos, desde otros ?ngulos posibles, con otros recursos. Comprendimos y sentimos que hay una perspectiva de las mujeres y que en los feminismos se expresa.

Muchos a?os despu?s supimos de esa huella que nos marc? en aquel primer encuentro y que quiz?s hizo que nos encontr?ramos y decidi?ramos afrontar juntas este trabajo. Un trabajo que part?a de la necesidad de hablar desde las mujeres, desde el lugar en que nosotras mismas nos ?bamos construyendo.
Convinimos que la primera impresi?n fue arrolladora. Nunca hab?amos visto tantas mujeres juntas ?Para qu? se juntan? ?Con qu? fines? ?Qu? supone para cada una estar tres d?as lejos de sus casas, de sus familias? ?Por qu?, si hace tantos a?os se realizan, nunca antes supimos de su existencia? ?Qu? debaten? ?Qu? discuten? ?C?mo llegan hasta el lugar donde se desarrolla el encuentro? ?Qui?n las lleva? ?C?mo vuelven sus casas? ?Qu? sienten?

Cuando empezamos a contar que quer?amos hacer este trabajo sobre los encuentros vimos la importancia y trascendencia de nuestra tarea. Ah? entendimos que sistematizar esta experiencia supon?a una herramienta para poder reflexionar sobre nuestra propia historia.

Entonces empezamos a buscar. Nos sumergimos en la tarea de recopilar datos y materiales dispersos y disgregados como la historia de las mujeres. Primero buscamos las memorias de cada encuentro, donde el aporte de muchas mujeres result? fundamental. Despu?s fuimos a ver el registro que hac?an los medios masivos de comunicaci?n, ah? encontramos (adem?s de diarios deshechos) ausencias que nos causaron bronca ?Por qu? la escasez de notas publicadas? ?No es noticia un evento que moviliza a miles de personas? ?A qu? se debe ?sta ausencia? Revolvimos las bibliotecas de las amigas y encontramos art?culos, comentarios, reflexiones en publicaciones feministas. Eso nos condujo a m?s publicaciones, a b?squedas en Internet y a m?s libros donde fuimos descubriendo materiales valiosos.

Con todos los materiales produjimos este trabajo donde encontrar?n un primer cap?tulo de an?lisis te?rico a partir del cual recuperar la historia, la voz, el cuerpo y la lucha de las mujeres. El segundo donde describimos de qu? tratan los encuentros y sus diferentes elementos; el tercero contiene un racconto a?o tras a?o de los sucesos desde el I ENM en 1986 hasta el corte que hemos hecho al cumplirse los 20 a?os, en el XX ENM en 2005.

Luego vendr?n los cap?tulos de an?lisis que son cuatro. Cada uno de ellos toma un encuentro en particular que a lo largo de la historia consideramos que fueron hitos: el I ENM (1986) donde se inaugura esta pr?ctica en nuestro pa?s; el XII ENM (1997) donde el poder eclesial hace su irrupci?n organizando un ?encuentro paralelo?; el XVI ENM (2001) por tratarse del a?o donde comienza a masificarse debido a la crisis que viv?a el pa?s y las respuestas de resistencias que se generaron; y el XVIII ENM (2003) donde la demanda por la despenalizaci?n y legalizaci?n del aborto se extendi? a una gran mayor?a de las asistentes y el tema comenz? a ganar la agenda p?blica de debate.
Por ?ltimo encontrar?n las conclusiones de este recorrido.

Para finalizar quisi?ramos remarcar que este libro contiene, principalmente, la voz de aquellas que se encuentran con nuestras voces, en un entramado de mujeres que tomamos la palabra, la ponemos en circulaci?n y contamos, analizamos y pensamos, en primera persona, la realidad en la que vivimos, en una lucha incansable para transformarla.

Ep?logo: La alegr?a del encuentro
Claudia Korol

Pensando nuestras pr?cticas, podr?a llamarse tambi?n este libro?
Cuando caminamos por nuestras experiencias militantes, vamos reflexionando ?al paso?. A veces la reflexi?n es fruto de la necesidad de andar con m?s ritmo en el sentido elegido, de apresurar la marcha. A veces es un momento de comprensi?n de la necesidad de corregir el rumbo. Otras es s?lo un ejercicio de dulce nostalgia, que da cuenta que ya tenemos varios encuentros en nuestra piel? El recuerdo es entonces como una caricia? ?te acord?s cuando??

La mayor parte de las veces, sin embargo, la reflexi?n se produce antes de dar nuevos pasos; cuando sobre la base de la experiencia acumulada pensamos qu? cosa nueva podr?amos inventar en la etapa pr?xima.
Siempre lo hacemos a las apuradas, porque sentimos que llegamos tarde? a cambiar nuestras vidas. Y en realidad, nos cuesta asumir que ellas son, en s? mismas, el camino. Que el horizonte est? en los nuevos v?nculos que vayamos creando en la cotidiana manera de estar en el mundo.

Pienso esto al tiempo que lo escribo, impactada todav?a por el reconocimiento -en la lectura de este libro- de parte de esos caminos que transitamos, transformado en historia colectiva en el texto de Amanda y Paula.
Leo los testimonios, y recuerdo uno u otro encuentro, alguna situaci?n enojosa, un baile fenomenal, un viaje cansador en un micro roto, un momento muy divertido? Ah? nos veo, y veo a Paula, y veo a Amanda en el ?nosotras?, y de pronto nos veo en el papel, como an?lisis acad?mico, y me divierto.

Celebro el encuentro de las vidas con las teor?as. Celebro el ingreso a la academia de estas formas de comprender el mundo que pueden nacer del cansancio de los cuerpos al terminar una larga marcha, de la fuerza de los cuerpos en el escrache a un torturador o a quienes lo bendijeron, del placer de los cuerpos abrazados y danzando, de la curiosidad de los cuerpos asom?ndose a los temas prohibidos por la cultura patriarcal, de la solidaridad de los cuerpos oprimidos en cualquier lugar del mundo, de la magia de los cuerpos encontrados ?

La experiencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres, en las que muchas compa?eras fuimos dando los primeros pasos en la interpretaci?n de las opresiones que sufrimos, y en la elaboraci?n colectiva de estrategias para enfrentarlas, es parte del camino-vida de esta generaci?n contempor?nea de feministas, que hemos hecho del movimiento, del estar en movimiento, del estar en movimientos, la manera de comprender las posibilidades emancipatorias de una propuesta que valoriza todos los aportes previos, e incluso otras maneras actuales de caminar: en la academia, en grupos de reflexi?n, en la batalla por pol?ticas p?blicas en las instituciones, en la acci?n directa, en la expresi?n art?stica callejera...

Disfruto leyendo el texto por toda la memoria que evoca, y por la reflexi?n sobre esa memoria que corrige posibles distorsiones, objetiviza sensaciones no elaboradas suficientemente, agrega datos no vividos personalmente, sino vividos por otras compa?eras.

Y al tiempo que disfruto, pienso que este material que est? naciendo, gracias al laburo de Paula y Amanda, de la voluntad de revisar material disperso y no siempre organizado, de la terquedad en perseguirnos hasta nuestras guaridas, para que contemos o compartamos distintos momentos, del deseo de que este tramo de la historia sea ?pensado?; voy sintiendo que ac? tenemos un aporte para esta caminata que nos ser? muy necesario. Que nos ayudar? a volver sobre los pasos, y a decidir con m?s claridad las estrategias para intervenir en la batalla emancipatoria.

Porque las contribuciones que el feminismo ha realizado a la creaci?n de un movimiento de mujeres plural, potente, movilizado, con gran carga de subjetividad puesta en la constituci?n de sujetos/sujetas no sujetadas, aut?nomas, permiti? a lo largo de los a?os sostener dif?ciles batallas por cambios culturales en la sociedad. (Tema que se refleja con claridad en este libro). Distintas demandas que en los primeros encuentros aparec?an casi como aspectos para hablar con cuidado, hoy son agenda de los debates p?blicos; aunque el desaf?o que significan para la jerarqu?a de la Iglesia y los partidos pol?ticos e instituciones estatales que le responden sea grandioso.

El feminismo as? entendido, en estos a?os pos-dictadura, ha sido uno de los factores m?s subversivo de la cultura pol?tica argentina. Tambi?n podemos encontrar sus marcas en muchos de los movimientos sociales formados en la crisis posterior al 2001: movimientos asamblearios, en los que la experiencia de la autonom?a y de la horizontalidad se ?tocan? con la experiencia feminista y del movimiento de mujeres; en la multiplicaci?n de formas de educaci?n popular, que entienden el di?logo de saberes como una dimensi?n constitutiva fundamental de la creaci?n colectiva de conocimientos; en todas las formas organizativas que cuestionan las maneras jer?rquicas de organizaci?n ?especialmente cuando hablamos de la organizaci?n de los oprimidos y oprimidas que reproducen en sus metodolog?as, el autoritarismo y el verticalismo propios del capitalismo y del patriarcado-.

Sin embargo, es cierto tambi?n que unas y otras experiencias, y el feminismo como parte de las mismas, est?n contaminadas, y se retroalimentan mutuamente de problemas que debilitan nuestras posibilidades de encuentro: sectarismos, ideologismos, hegemonismos, autoritarismos, dogmatismos, son parte de nuestra cultura pol?tica, que en momentos de retroceso se vuelven m?s consistentes, y reproducen la fragmentaci?n del campo popular.

Paula y Amanda recuperan algunas voces cr?ticas a los Encuentros Nacionales de Mujeres que sostienen que todos los a?os estamos ?empezando de nuevo?, porque la realidad de la llegada de muchas mujeres por primera vez, hace que algunas o muchas de las discusiones se repitan. Sin embargo, creo que aqu? est? una de las claves de la fuerza de este movimiento, y de la capacidad que va teniendo para ampliarse. Estamos ?empezando de nuevo? en un sentido: ya que cada ni?a o ni?o que nacen tienen que aprender a caminar. Y este movimiento se rehace en cada encuentro. Pero sin embargo, vamos avanzando, ya que los pasos que damos se hacen m?s firmes. Nos reconocemos en la marcha. Logramos objetivos largamente so?ados, y vamos por m?s.

Aprendemos que no alcanza con compartir nuestros dolores. Que no alcanza con cuidarnos cada vez m?s entre nosotras. Que no alcanza con las leyes que protegen nuestros derechos. Que no alcanza con reglamentar esas leyes. Todo eso es necesario y mucho m?s. Pero cambiar la vida, es m?s que todo eso. Subvertir el orden patriarcal, capitalista, colonial, la represi?n organizada en nuestra subjetividad y en nuestros cuerpos, es un esfuerzo diferente.

Y no hay manera de realizarlo, sin poner en las acciones y reflexiones una carga potente de deseo. La organizaci?n del deseo, la rebeld?a en el deseo, la ternura en el deseo, el coraje que moviliza el deseo. Precisamente de eso se trata: de encontrarnos no s?lo miles de mujeres, sino que el encuentro abra las puertas para que fluya lo que fue m?s aplastado y reprimido, ocultado y temido, estigmatizado y negado.

En estas m?gicas movilizaciones, con el apoyo de las brujas quemadas hace siglos en hogueras, y con la ayuda de las diosas que siempre estuvieron de nuestro lado, el deseo empieza a fluir.
Primero lo hace t?midamente, y luego danza, y canta, y marcha, y grita, y acaricia? Es el momento en que el Encuentro termina y volvemos a casa?, con el deseo a flor de piel.

?Qu? hacer con eso?
Bueno, podemos hacer muchas cosas. Varias pudimos pensar nuestras propias vidas, y tomar decisiones ?aut?nomas? sobre las mismas. Que sean aut?nomas, no nos garantiza la felicidad, pero al menos, nos vuelve autoras y art?fices de nuestra historia individual.

Esto nos acerca a posibles momentos de felicidad, que todav?a requieren de mucha energ?a para poder vivirse cotidianamente, y tambi?n se nutren de la posibilidad de enredarse con otras tantas vidas aut?nomas. Es decir, lo personal se vuelve pol?tico, y lo individual, es tambi?n colectivo.

Tambi?n podemos hacer un ?plan de lucha?, tal como lo demandan algunas organizaciones. Personalmente propondr?a un plan de lucha, donde el deseo se encuentre en primer lugar.
?Valoraci?n del deseo de cambios de las mujeres, y movilizaci?n de los deseos de transformaci?n social? empezando por el cambio en nuestras organizaciones, que tienden a desconocerlo o a negarlo!?. (?No estar?a mal empezar a escribir un plan de lucha as?!... o algo parecido).

Por ah? salen movidas estrat?gicas, como la Campa?a Nacional por el Derecho al Aborto, la Campa?a contra las Redes de Prostituci?n y Explotaci?n Sexual, campa?as por la educaci?n sexual en las escuelas, en solidaridad con las mujeres presas, o por su libertad, como es la Campa?a por la Libertad de Romina Tejerina, redes de lesbianas que visibilizan su presencia en diferentes ?mbitos como la propia marcha del Encuentro Nacional de Mujeres y en otras actividades p?blicas, redes de solidaridad internacional, como la constituida en Plataforma Continental de Mujeres por Paz con Justicia en Colombia? o la coordinaci?n de espacios como la red de la que somos parte muchas de las compa?eras que aqu? testimoniamos, Feministas Inconvenientes, una colectiva que en la pr?ctica super? el discurso biologicista que establece que el feminismo est? ?determinado por la genitalidad?, participando desde el origen en la misma, mujeres heterosexuales, lesbianas y travestis, que compartimos una manera de comprender el feminismo, como cultura de emancipaci?n y rebeli?n frente a todas las opresiones: la explotaci?n capitalista, el saqueo colonial, la opresi?n patriarcal, la violencia frente a quienes se apartan del modelo hegem?nico, o de quienes son apartados y apartadas por las muchas maneras de excluir y estigmatizar.

Todas estas iniciativas y otras muchas han nacido o crecido en los encuentros. Pero lo principal, es ese estado de ?nimo deliberativo que nos deja vibrando mucho tiempo m?s, y pregunt?ndonos c?mo seguir, y sobre todo c?mo vivir.

Creo que esto es lo m?s interesante del libro: que nos ayuda a recordar esas vivencias para quienes somos parte, y que acerca las mismas a quienes no han participado todav?a. Lo hace desde un lugar comprometido, como parte de este movimiento, y a la vez, con una b?squeda desprejuiciada de distintos puntos de vista, que les evita quedar entrampadas en las mismas l?gicas sectarias que en algunos casos nos atraviesan.

En realidad, no ser?a necesario hacer una presentaci?n de un libro que habla por s? mismo de todos estos temas. Pero resulta que las mujeres somos tambi?n ritualistas, querendonas, mimosas? y nos gusta andar acompa?adas, abrazadas, haciendo la historias colectivamente.

De manera que al escribir estas p?ginas no intento decir nada nuevo, sino simplemente marchar junto a las compa?eras en la alegre aventura de recuperar esta memoria, cargando con ella nuestra mochila de deseos, intentos, b?squedas y sue?os realizados o por realizar. Una mochila liviana, con la que acampamos en todos los rincones de nuestra experiencia colectiva, para descansar, reagruparnos, y seguir viviendo la alegr?a del encuentro.



Foto Indymedia
Para comunicarse con las autoras pueden escribir a: mujeresqueseencuentran@gmail.com
 

Publicado el: 22/10/2009


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