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Cuando el teatro es un hecho social
El baile de la vida

El grupo de teatro comunitario Catalinas Sur, present? en Rosario ?El Fulgor Argentino, Club Social y Deportivo?, una puesta teatral impecable, nacida a partir de la recuperaci?n de la memoria individual y barrial. Cien a?os de nuestra historia son recreados alrededor de un sal?n de baile de un entra?able club de barrio. Un relato conmovedor, con cien actores en escena, mu?ecos gigantes y una orquesta en vivo. Por primera vez, actores locales se sumaron a esta experiencia que desde el teatro trabaja por la comunicaci?n y el cambio social.

Un grupo de se?oras muy bien vestidas cuchichean sin parar. Lucen collares de perlas, vestidos, guantes y extravagantes sombreros. Aires de soberbia se traslucen en ese impostado estilo de vida.

Otro grupo, que no pertenece a la Comisi?n de Damas, va y viene por todo el sal?n, y ubica cordialmente a quienes van llegando, busc?ndole un buen lugar, en lo posible cerca de la pista.

De pronto las luces destellan colores... y el baile comienza.

Decenas de cuerpos euf?ricos se mueven al ritmo de la orquesta ?t?pica? que toca en vivo desde el escenario. Movimientos sueltos, desinhibidos. Peinados raros, con o sin gomina, zapatos de charol, anteojos grandes. Al comp?s de la m?sica se hacen humo las desigualdades. En el abrazo del baile conviven festivamente, al menos mientras suena la orquesta, dos modelos antag?nicos de pa?s. El de las damas protectoras del orden y la moral; y el del ?populacho?, como ?stas le llaman a la masa de trabajadores e inmigrantes que luchan por el reconocimiento de los m?s elementales derechos.

Las memorables escenas de ?El Fulgor Argentino, Club Social y Deportivo?, que se present? en Rosario en el marco del Festival Internacional de Teatro, recorren cien a?os de la historia argentina (1930-2030), los cuales transcurren en un club de barrio, donde entre otros detalles, no faltan el cl?sico buffet y la radio a v?lvula, esa cajita de madera que supo congregar a familias enteras para escuchar informativos y radioteatros.

El baile se interrumpe por primera vez con el golpe de Estado al gobierno de Yrigoyen, en 1930. De ah? en adelante, a lo largo de casi dos horas de espect?culo, los ritmos musicales ir?n variando: tango, candombe, rancheras, twist, rock, cumbia, cuarteto. Tambi?n est? presente la m?sica electr?nica, acompa?ando las escenas del desguace productivo e institucional de los a?os 90. El club y las instituciones p?blicas gerenciadas. La timba financiera. El ?salvador? Super Mingo y su corralito gigante.

La m?sica se interrumpir? seg?n transcurran gobiernos democr?ticos o autoritarios. En la pista se espejan los avatares de una historia nacional compleja, en la cual las resistencias populares emergen siempre, expresando la fuerza del poder popular frente a los invariables avances de la oligarqu?a.

Aquel grupo de se?oras elegantes y de buen porte, con el paso del tiempo seguir?n mostrando esa actitud de menosprecio hacia las clases populares, esas que salieron a las calles a vivar a Per?n. A llorar la muerte de Evita. A defender la soberan?a nacional y latinoamericana.

En los 110 minutos de este impecable relato teatral tambi?n se podr? observar la complicidad entre las fuerzas militares y los sectores m?s reaccionarios de la instituci?n cat?lica. Sangre, muerte y resistencia popular. No faltar?n los incansables pasos de las Madres de Plaza de Mayo, ni el homenaje a los treinta mil compa?eros/as desaparecidos, como a los luchadores sociales asesinados en democracia.

Como en una rueda que no para de girar, las se?oras de mirada soberbia, aparecer?n luego junto a los dirigentes agropecuarios y los cortes de ruta contra las retenciones. Se ver?n horrorizadas frente a la pobreza y exclusi?n, pero al mismo tiempo mordiendo la mejor parte de la torta, a costillas de no importa qui?n. All? estar?n, hablando en contra de la Ley de Medios y adhiriendo a los discursos medi?ticos de Susana, Mirtha o Tinelli.

Y en paralelo, desde la prolija puesta teatral tambi?n se entreteje la esperanza y conquistas de un pueblo movilizado. La Justicia aparecer? medio renga y maltrecha, pero con logros hist?ricos, como el juicio a los responsables del terrorismo de Estado.

A partir del baile y el canto los integrantes de Catalinas Sur, llaman a construir otro mundo desde el lenguaje teatral. Apuestan a los escenarios de inclusi?n, reflexivos y festivos. De la ronda entre los vecinos nacen muchas historias, como ?El Fulgor Argentino, Club Social y Deportivo?, que desde hace doce a?os todos los fines de semana se presenta a sala llena, desparramando preguntas acerca de nuestra memoria e identidad.




Todos podemos hacerlo

?Somos b?sicamente un grupo de vecinos?, dice Adhemar Bianchi, uno de los directores de la obra, a minutos del comienzo. La historia es contada desde la mirada y construcci?n colectiva del grupo de teatro comunitario Catalinas Sur, oriundo de La Boca (Buenos Aires). El elenco est? conformado por cien actores/ vecinos decididos a narrar su versi?n de la historia argentina.

Esta es la primera vez que El Fulgor Argentino se hace con un elenco mixto, es decir, con actores de Catalinas Sur y artistas de Rosario y Santa Fe, lo cual se logr? a partir de una propuesta del Instituto Nacional de Teatro.

?Desde el 1? de agosto vinimos a trabajar con compa?eros de Rosario. Fue una experiencia muy buena, ven?amos a capacitar al grupo tres veces por semana. Se trabaj? muy bien, pusieron buena voluntad, aprendieron todas las canciones, entraron en todas las escenas y se consiguieron el vestuario?, expresa Nora Mouri?o, integrante del equipo de Direcci?n de Catalinas Sur, en di?logo con enREDando.

El elenco de la obra presentada este fin de semana, estuvo conformado por 60 integrantes de Catalinas Sur, 31 de Rosario y 10 de Santa Fe. La semana pr?xima este grupo mixto debutar? en la ciudad de Los Toldos. Seg?n nos cuenta Nora Mouri?o, todo es producto de una creaci?n colectiva.

?Primero pensamos de qu? queremos hablar, qu? queremos contar y ah? decidimos los a?os, contextos. Luego hay un grupo de dramaturgia que recoge y trabaja con las improvisaciones?. Y en ese ida y vuelta entre presente y pasado, la memoria juega un rol elemental. As? lo expresa Nora:

?La memoria es fundamental en todo lo que nosotros hacemos. La memoria para no volver a repetir los mismos errores, recordar siempre quienes somos es muy importante. La memoria y la identidad, de no olvidarnos nunca quienes somos, porque nos quieren vender que somos otra cosa, pero no, en cada lugar, en cada grupo, en cada barrio que se arme un grupo de teatro comunitario, est? muy presente la identidad del lugar.

En el teatro comunitario se da una cosa maravillosa que es hac?lo, animate, vos pod?s. B?sicamente los grupos se arman con gente que no tiene experiencia en el teatro. Creemos que el teatro no es s?lo para unos elegidos, es para todos. No pensamos el teatro como el exhibicionismo sino como una fiesta, una fiesta de la inclusi?n. Creemos que el teatro es comunicaci?n, por eso en todas nuestras canciones y textos hablamos de lo que le queremos comunicar a otros vecinos?.

M?s informaci?n: www.catalinasur.com.ar
 

Publicado el: 13/09/2010

Por Vivi Benito.
Categor?as:
Movimientos Sociales / Noticia

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