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Informe: Memoria, Juicio y Castigo.
?Tener hermanos es lo m?s hermoso del mundo?

enREDando dialog? durante horas con Sabrina Gullino, recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo en el a?o 2008. En esta nota, compartimos sus recuerdos, su b?squeda, su historia, sus proyectos. Hija de dos militantes montoneros desaparecidos, Raquel Negro y Tulio Valenzuela, hoy Sabrina milita en el Espacio Juicio y Castigo Rosario y est? buscando, adem?s de Justicia, a su hermano mellizo.
Adem?s, a 34 a?os del golpe militar, compartimos un extenso informe con las voces de los sobrevivientes, militantes, querellantes, madres, hijos y familiares, a pocos d?as del comienzo del segundo juicio a represores y de la sentencia en la causa Guerrieri - Amelong. El repudio al asesinato de la querellante y testigo Silvia Suppo y la cr?nica de una contundente y masiva marcha en Rosario, el pasado 24 de marzo.

Tiene un tono de voz suave. Una mirada que, por momentos, parece querer detenerse en alg?n lugar, en un instante del tiempo, de la historia. Una cadencia tranquila, un humor que le hace brillar los ojos, un deseo de impulsar proyectos, de crecer, de hacer.

Tiene una gata a la que adora, una pareja, una profesi?n y una historia de vida que tambi?n, es la historia pol?tica de un pa?s. Tiene muchas familias, lazos y v?nculos que la unen a sus padres biol?gicos y adoptivos. A los que admira, de los que se enorgullece; a los que ama. Tiene una hermana con la cual creci? y dos hermanos que, a los 32 a?os, est? comenzando a conocer.

Y tiene, sobretodo, el profundo deseo de encontrar, en alg?n lugar e instante del tiempo, a su hermano mellizo.

Ella milita en el Espacio Juicio y Castigo, conformado por numerosas organizaciones sociales y organismos de derechos humanos de la ciudad. Estudi? Comunicaci?n Social y adem?s, integra la Cooperativa de Animadores de Rosario.

Sabrina es su nombre. Su apellido Gullino, y tambi?n, Negro y Valenzuela. Es la nieta N? 96, recuperada en el a?o 2008 por las Abuelas de Plaza de Mayo.

Lo primero que hace, al recibirme en su casa, es preparar el mate. Luego nos sentamos las dos, y la charla deviene en coincidencias, encuentros, lugares compartidos, amigos en com?n. Peque?os retazos de vida que parecen acomodar las piezas de un rompecabezas. Su ?mpetu, su impulso, motiv? durante la charla, el sano delirio de proyectar una revista cultural. ?Qu? bueno ser?a poder darle espacio a todas esas voces que no se escuchan?, me dice, antes de comenzar a hablar de su historia personal. Sabrina proyecta con sus trazos finos y gruesos y con ellos, dibuja una comunicaci?n plural, un lugar donde las voces puedan tener eco en muchas otras.

Y despu?s de algunas horas, enciendo el grabador. El tiempo nos lleva a otros tiempos. Su rostro empieza a recordar. Y sus pausas, por momentos, tambi?n.

I. Las dudas

?A m? de chiquita me contaron siempre que era hija adoptada. Fui creciendo sin nada oscuro. Hac?a todo tipo de chistes y bromas en relaci?n a eso. Siempre hubo mucha felicidad en relaci?n a la conformaci?n de nuestra familia. Siempre me sent? muy querida. Y cuando me vine a estudiar a Rosario, cuando empec? a conocer m?s de la historia argentina, y comenc? a tener m?s vinculaci?n con la militancia y con lo que pas? en la ?ltima dictadura militar, me fui preguntando si no era hija de desaparecidos. Dudaba de ir a hacerme el ADN con Abuelas. Pero el tema nunca fue un tab?.?

A fines del a?o 2008, Sabrina decidi? finalmente, contactarse con la Filial de Abuelas de Plaza de Mayo en Rosario. Y en ese instante comenz? a cambiar su vida, casi inesperadamente. Dos d?as despu?s, la familia Gullino, oriunda de la ciudad de Ramallo, recibi? una citaci?n judicial para presentarse ante el Tribunal Federal de Paran? en el marco de la causa Trimarco. No entend?an demasiado de qu? se trataba. Pero este fue el disparador que la impuls? a conocer la historia de una mujer, Raquel Negro, su mam?; de un hombre, Tulio Valenzuela, su pap?, y de esos mellizos que hab?an nacido en el Hospital Militar de Paran? y que estaban, desde hace a?os, siendo buscados por las familias, las Abuelas de Plaza de Mayo y abogados de organismos de derechos humanos.

Sabrina se realiz? el an?lisis de ADN y al tiempo, tuvo el resultado. ?Lo que me conmovi? cuando me lo leyeron es que tenia dos familias busc?ndome desde hace a?os?, cuenta.

Seg?n consta en un informe elaborado por el equipo jur?dico de HIJOS Rosario la causa ?Trimarco, Juan Carlos Ricardo y otros ?, se inici? el 18 de mayo de 2005, debido a una denuncia presentada por el recientemente fallecido, y de quien Sabrina destaca profundamente su militancia en Derechos Humanos, el ?Mencho? Guillermo Antonio Germano, ?en su car?cter de coordinador del Registro ?nico de la Verdad, dependiente de la Secretar?a de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, con motivo de haber tomado ?ste conocimiento de la existencia de mujeres embarazadas que habr?an dado a luz en el Hospital Militar de la ciudad de Paran?, durante la ?ltima dictadura militar. Durante los primeros a?os de instrucci?n las medidas principales fueron llevadas por el Fiscal a cargo, Mario Silva.

En ese tiempo se tomaron testimoniales de la mayor?a de los empleados civiles que prestaban servicio en el Hospital Militar durante los a?os 1977-8. Adem?s, declararon m?dicos y enfermeras del Instituto M?dico de Pediatr?a de la ciudad de Paran?, debido a que hay prueba que indica que los beb?s nacidos fueron trasladados a ese lugar. Abuelas se constituy? como querellante el 14 de febrero de 2008.?

Por esta causa, fueron citados a indagatoria: Trimarco, Juan, Amelong, Daniel, Pagano, Walter, G?nzalez, H?ctor Marino, Navone, Paul, Fari?a, Rub?n, Zacar?as, Antonio, Cantaberta, Mario, Guerrieri, Pascual.

Como querellante, adem?s de Abuelas de Plaza de Mayo, se encuentra la Secretar?a de Derechos Humanos de la Naci?n y Sebasti?n Alvarez, hijo de Raquel Negro. Sabrina se present? tambi?n, en febrero del a?o 2009.

II. La b?squeda

La vida de Sabrina parece ser un camino de b?squedas. La de ella misma, con su historia personal, un examen de ADN y sus proyectos que, inconcientemente, la atraviesan. En varias notas period?sticas, cuenta que hace un tiempo, sin saber de su historia, dirigi? un corto llamado Negra Idea, en el cual, una beba, por ser diferente, es rechazada y convertida en zapallo, hasta que al fin, gracias al amor, logra recuperar su identidad.

Una segunda b?squeda, incansable, es la que llevaron adelante, durante tantos a?os, sus abuelos y abuelas, a quienes no lleg? a conocer. Sus t?os y sus hermanos a los que hoy abraza en cada cumplea?os.

Y una tercera b?squeda que est? viva, que es constante, permanente, es la de su hermano mellizo. ?Qu? se acerquen a Abuelas?, es lo primero que dice, como un reclamo insistente hacia quienes de alguna manera, dudan de su identidad.

III. El encuentro

Sabrina Gullino es hija de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, dos militantes montoneros, secuestrados en la Quinta de Funes y actualmente desaparecidos. El destino de sus padres es conocido, conmovedor y doloroso. El libro Recuerdos de la Muerte, del periodista Miguel Bonasso, recopila, a partir del testimonio de Jaime Dri, ?nico sobreviviente del centro clandestino, la historia completa de estos dos militantes quienes, comprometidos con un proyecto de pa?s para todos y una sociedad justa y solidaria, fueron asesinados por la dictadura militar.

Raquel Negro, embarazada de mellizos, dio a luz entre fines de febrero y principios de marzo de 1978, en el Hospital Militar de Paran?. A Sabrina, la dejaron, a pocos d?as de nacer, en el Hogar del Hu?rfano y de all?, la adopt? legalmente Ra?l Gullino y Susana Scola, sus padres que la acompa?aron en todo este camino.

Sabrina, ahora, me cuenta de su hermano mayor, Sebasti?n Alvarez, hijo de Raquel Negro y Marcelino Alvarez, con qui?n se reencontr? hace apenas un a?o. Y ese encuentro ?imagino- fue como el de muchos hermanos, hijos de desaparecidos. Extensas horas de charla, recuerdos, fotograf?as, an?cdotas, abrazos, llantos, risas. No entender demasiado y querer recuperar, de alg?n modo, el tiempo de tanta distancia. Algo de esta huella identitaria, nacional, de los pibes que recuperan su historia, se repite en la vida de Sabrina.

?Apenas supe, lo llam? y ?l me dijo, ?Estoy encerrado en el ba?o, llorando. ?Pero vos, negrita, me quer?s conocer??, cuenta Sabrina con frescura, con alegr?a.

Este fue uno de los momentos m?s emotivos de la charla.

Luego, habla tambi?n, de esa b?squeda instintiva, necesaria, vital, de su otro hermano, el mellizo, quien, seg?n testimonios del represor Eduardo Constanzo, habr?a fallecido a causas de problemas cardiorrespiratorios. Sin embargo, esto nunca pudo ser comprobado y, por tanto, sus ?hermanos, como Abuelas e H.I.J.O.S lo seguiremos buscando?.

A los 31 a?os, Sabrina se reencontr? con su familia paterna de San Juan y de quien tambi?n tiene un hermano, Mat?as, hijo de Tulio Valenzuela, y con su familia materna, los Negro, oriundos de Santa Fe. Ambas la buscaron durante d?cadas. Y la alegr?a es inmensa. Por ello, su historia es una r?faga de emociones, llantos, humor y unas cuantas sonrisas arrancadas del pecho.

IV La militancia

Con la confirmaci?n del examen, Sabrina se reencuentra con esta parte de su historia. Y ahora, comienza a recordar lo que amigos, compa?eros, familiares y su hermanos le contaron de sus viejos, Raquel y Tulio. Reivindica, en todo momento, la militancia, la entrega, el compromiso pol?tico de sus padres. Y es por esa militancia, que hoy Sabrina no duda en participar como querellante en los juicios contra los represores que se llevan adelante en Rosario. ?Yo a mis viejos, Ra?l y Susana, siempre les dec?a: ?yo en los 70 hubiese sido guerrillera?, dice entre risas, complicidades y un sentido del humor que la acompa?a en todo su relato.

?Mi mam? Raquel, se recibi? de trabajadora social, y trabajaba en el Barrio Santa Rosa de Lima, en Santa Fe. Ella, los domingos no terminaba de comer que ya se iba al barrio a llevar el mate cocido. Una compa?era de militancia me comentaba que ella se mimetiz? con el barrio. Dicen que le encantaba subirse a los techos, a trepar. Tulio viene de una familia con mucha tradici?n pol?tica, con mucha cultura de la literatura. Estudi? derecho en Buenos Aires?, cuenta Sabrina.

Como toda hija, ?quisiera sentarme hoy con ellos, y poder charlar y preguntarle de un mont?n de cosas. Pero ellos me dejaron un ejemplo muy grande de compromiso, de sus ideales, de la lucha por una sociedad m?s justa. Para nosotros, son un gran de ejemplo?.

V Juicio y Castigo.

Con el reencuentro de su identidad, comienza otra b?squeda en la historia de Sabrina: la del juicio y castigo a los genocidas, responsables del asesinato de sus padres y de los 30000 desaparecidos durante la ?ltima dictadura militar.

?Participar del Espacio Juicio y Castigo me permite ir procesando ciertas cosas, y hoy, sentirme con m?s fuerzas. Estar ah?, haciendo cosas, me hizo crecer un mont?n. Y para m?, a partir de esto, cambi? mucho lo que significa el juicio en lo personal. Los abogados de HIJOS me asesoraron y me ayudaron mucho en lo humano. Trato de pensar a los juicios en su funci?n social hist?rica, en lo que significa socialmente.?

El ?ltimo 24 de marzo fue masivo. 30000 personas salieron a la calle, en Rosario, a repudiar el golpe militar, y esto, para Sabrina, quien tambi?n particip? de un acto organizado por la Casa de la Memoria en Ramallo, simboliza ?un sentimiento de reivindicaci?n masiva de todos los 30000 compa?eros desaparecidos?.

Sabrina brind? un emotivo testimonio en el juicio donde se juzgan a 5 represores en la denominada causa Guerrieri ? Amelong. All?, pidi? a los jueces que ?no se olviden que estos se?ores ?por los imputados? no s?lo cometieron todos los delitos por los que se los est? juzgando, sino que tambi?n son los responsables de la desaparici?n de mi hermano?.

Todav?a no hay fecha de sentencia para esta causa, pero Sabrina adelanta que, desde el Espacio Juicio y Castigo, se est? organizando una gran vigilia frente a los Tribunales Federales, con la participaci?n de la Murga la Memoriosa y otros artistas.

Y sobre el final de la nota, resuena, nuevamente, esa necesidad profunda de buscar al melli, a su hermano. ?La investigaci?n siempre se centr? en Paran? y en buscarme a m?, porque sab?an que estaba viva, y del melli, trascendi? que estaba muerto. Pero cuando se analizan los testimonios, nadie vio el cuerpito muerto, y queda una gran duda de qu? paso con ?l. Y para todos nosotros, esta vivo. Queremos decirle que tiene tres hermanos que lo est?n buscando. Y si hay chicos que tienen dudas de su identidad, que se acerquen a Abuelas porque tienen a un mont?n de hermanos que los est?n buscando, y tener hermanos, es lo m?s hermoso del mundo?.

Datos:
Filial Abuelas de Plaza de Mayo Rosario
Laprida 563 Of. C. Tel: 0341 - 4484421 abuelas.rosario@gmail.com



Gr?fica de la Kermese que se realizar? en la Vigilia a la sentencia del juicio "Guerrieri-Amelong".


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Publicado el: 31/03/2010

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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