Como todos los d?as la radio estaba prendida. La cocina ol?a a domingo, a comida casera y a encuentro familiar. De a ratos la charla se mezclaba con los temas del programa y daba la sensaci?n de estar en las tierras de Evo Morales. Desde los micr?fonos de la FM el conductor de ?Explosi?n Boliviana? le?a mensajes de oyentes, y esas palabras estrechaban distancias, atenuaban la tristeza del destierro de tantas familias, en este caso bolivianas, que el sistema empuj? a subsistir en las orillas de la ciudad de Rosario. La propuesta comunicacional de FM Aire Libre (91.3) tiene que ver con ese acercamiento, con el abrazo de voces y de historias.

Quienes desde hace veinte a?os sostienen esta radio comunitaria entienden que la comunicaci?n es interacci?n, intercambio de experiencias, y sobre todo es posibilitar el micr?fono a las voces relegadas de los medios hegem?nicos de comunicaci?n. Desde agosto de 1988 la radio viene fortaleciendo un concepto de comunicaci?n ligado a los derechos humanos, y lo hace a trav?s de una programaci?n plural. Los contenidos del medio contemplan las voces de los pueblos originarios, de los trabajadores, de colectividades, organizaciones sociales, sindicatos. Incluye tambi?n los puntos de vista de los internos del Hospital Psiqui?trico Agudo ?vila, de personas discapacitadas, de ni?os y adolescentes, as? como noticieros de radios comunitarias de Argentina y Latinoam?rica.

?En la programaci?n de Aire Libre est? un poco el fundamento de la radio. Para nosotros la presencia de esas voces es fundamental. A la vez, desde la art?stica radial trabajamos para lograr la atenci?n e inter?s, para que se sepa que existen estas voces, que tienen una raz?n de estar y que se merecen el respeto como cada uno de todos nosotros?, sostiene el periodista Alberto ?Beto? Palacios, uno de los iniciadores del proyecto y actual coordinador de programaci?n. ?Como radio comunitaria tenemos entre nuestras pautas la de ser una radio educativa, en el sentido de poder interactuar experiencias y aprender uno de los otros. No se trata s?lo de saber lo que la gente pide y quiere, sino tambi?n de conocer lo que es capaz de hacer y de elegir?, referencia Beto.

Considerando la relevancia que para un medio tiene el conocimiento de la audiencia, hace dos a?os realizaron una investigaci?n a trav?s de una serie de encuestas. El campo de an?lisis fue la primera zona de influencia territorial, recorrieron las casas ubicadas entre Bv. Segui, Provincias Unidas, Pellegrini y Felipe Mor?. Siempre con la intenci?n de caminar cerquita de las realidades de los vecinos. ?La investigaci?n surgi? a partir de la necesidad de volver a tomarle el pulso a la comunidad y de ver en qu? andan los intereses, costumbres y experiencias. Vimos por ejemplo que la gente manifest? preocupaci?n por la inseguridad, como temas minoritarios aparecieron la pobreza y el trabajo; y uno de los temas preocupantes fue el chismer?o, los problemas entre vecinos. Toda esta informaci?n nos sirve para traducirla en lo que hagamos?, dice el periodista, alej?ndose de los par?metros del marketing empresarial.

?Creemos que hay otras realidades, y que hay que hacer otro circuito de palabras y de sue?os. El tema es que la gente tenga las opciones necesarias, que sepa que no todo es lo que te muestra el empresario. Que nosotros podemos construir nuestra realidad y nuestra visi?n de las cosas?, expresa Palacios. A partir de esa heterogeneidad abordan la comunicaci?n, abriendo brechas frente a los monopolios informativos y la concentraci?n medi?tica. Extendiendo adem?s del micr?fono, importante variedad de propuestas educativas y recreativas a trav?s de la Biblioteca Popular Cachilo, que naci? poco tiempo despu?s de la radio. ?El trabajo de la biblioteca es mucho m?s territorial en cuanto al contacto con la gente, nosotros vamos al barrio con nuestras actividades y hay un encuentro cara a cara. Eso va generando distintos lazos y tambi?n, que Aire Libre a trav?s de su biblioteca, comience a llamar a los vecinos a proponerse cosas distintas para su vida. Y a trav?s de la lectura creemos que es posible?, comenta Beto, emocionado por el importante apoyo social recibido en estos veinte a?os.

Veinte a?os despu?s
La radio sigue andando, y desde aquella primera transmisi?n realizada junto a varios vecinos de la zona oeste, desde el patio de la escuela Pablo Pizzurno, hoy quedan un pu?ado de an?cdotas y esperanzas que se renuevan continuamente. Hay compa?eros de la primera ?poca que siguen trabajando en este Centro de Educaci?n y Comunicaci?n Popular (Cecop), otros siguen apoyando a la distancia. Cada a?o es infaltable la fiesta de cumplea?os, una hermosa excusa para encontrarse entre compa?eros/as, vecinos, colegas y con la comunidad.

?Es dif?cil tambi?n lograr una continuidad en el equipo de trabajo, porque nos van rozando muchas cosas, lo econ?mico limita, tambi?n los momentos personales, las ganas, los compromisos, las voluntades, digamos, el volumen que uno le quiera dar a sus sue?os en ese momento. No queremos caer en el hecho de que por lo econ?mico no se puede hacer nada. Lo econ?mico pesa y mucho, y cada vez m?s porque el sistema aprieta cada vez m?s. Tratamos de que la gente est? ac? porque tiene un sue?o, un proyecto y porque Aire Libre est? dentro de esos par?metros, y lo lleva adelante como puede, pero est?. Y eso va m?s all? de otras cosas, pero en lo cotidiano suele pesar porque nos van rozando muchas cosas?, referencia el comunicador.

Trabajo en red
El proceso de las radios comunitarias en Am?rica latina tiene ya casi sesenta a?os, en todo este camino se ha aprendido a hacer radio comunitaria y a establecer sus fundamentos. Se ha luchado intensamente para lograr su reconocimiento jur?dico, para que las leyes de los pa?ses contemplen y promuevan la existencia de las radios comunitarias.

?Promover otras experiencias de comunicaci?n para los intereses capitalistas es peligroso, no solamente porque podamos comerle un pedazo de la torta en lo econ?mico, sino porque desde lo estatal y lo econ?mico financiero se pierde el control de lo que se dice. Creemos que, como los derechos humanos tuvieron que ser escritos, el derecho a la comunicaci?n tiene que estar contemplado en la vida democr?tica de los pa?ses. Exigimos que as? sea y lo tenemos que defender. En estos a?os logramos algunos pasos importantes, como la modificaci?n del art. 45 que no contemplaba la existencia de las radios comunitarias, y la de la personer?a jur?dica social. Tambi?n se ha logrado a trav?s de un Decreto que el Estado reconozca la existencia de las radios comunitarias?.

Aire Libre est? integrada al Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), un espacio de encuentro e intercambio de producciones con todas las comunitarias del pa?s. Actualmente en Farco est?n registradas 70 radios, 50 de ellas comparten las producciones satelitales. ?Todav?a hay radios hermanas que est?n en el medio del monte y tienen que ir a la ciudad a bajarse en internet en un ciber lo que estamos produciendo como conjunto, esto sucede en Santiago del Estero, en C?rdoba, en Chaco. En algunos lugares no hay servicios de energ?a el?ctrica, pero siempre se le busca la vuelta, muchos compa?eros van en sulky a buscar una nota?, menciona Beto la diversidad de realidades que conforman esta profesional y afectiva red de comunicaci?n, que sigue creciendo.

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