“En el caso del ni?o, ejercer la creatividad es una gran oportunidad; para aqu?l que est? aprendiendo un mundo que siente como ajeno, en d?nde todo aparece ya hecho y decidido, en el que se le dice qui?n debe ser y c?mo, es el momento feliz de “hacer” el mundo, de hacerse a s? mismo y de tomar decisiones.
El momento creativo es b?sicamente integrador, unificante, no solo por la reformulaci?n de los elementos preexistentes en un nuevo todo sino, y sobre todo, por la interacci?n de los distintos niveles de la persona que entran en juego simult?neamente.
Entonces, cuando hablamos de educar con el arte, de entrenar la creatividad, no estamos diciendo que los chicos pierden el tiempo juntando o pegando cartones en lugar de prepararse para la dura vida de este duro mundo que les espera; sino que estamos pensando con proyecci?n social en seres integrados, con sus variadas potencialidades desarrolladas y puestas en juego, abiertos a la vida y especialmente a los otros, capaces de vincularse de esta manera plena, flexible y generadora siempre de nuevas alternativas. Y al decir vincularse estamos pensando tanto en el v?nculo con los otros como consigo mismos y tambi?n en la relaci?n con el trabajo, so?ando una sociedad que se libere de los modos fragmentadores y alienantes de producir y organizarse.
Creemos que todos podemos llegar a ser personas que nos vinculemos de una manera nutriente y gratificadora con nuestro hacer cotidiano. Esto es lo que hace naturalmente el ni?o y es nuestra funci?n preservarlo y potenciarlo.
Sobre todo en este punto tiene valor y sentido para nosotros la frase de Rodari “No para que todos sean artistas sino para que nadie sea esclavo”.
Pues creemos estar eligiendo una educaci?n en la que priorizamos el ayudar al otro a ser lo que es, por sobre el imponerle lo que creemos que “debe ser.”

Mariana Mitelman
Docente de la Cooperativa Educacional “Olga Cossettini”