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Se present? el primer n?mero de la revista de la Unidad N? 3
Rompiendo silencios

La revista hecha por un grupo de personas privadas de la libertad en la c?rcel de varones de Rosario ya est? en la calle. Despu?s de un largo camino se present?, en el coraz?n de La Redonda, el primer n?mero de ?Rompiendo el silencio?. enREDando comparti? la jornada junto a los protagonistas.

La tarde del viernes comenz? siendo una verdadera fiesta, con el sol golpeando los cuerpos y la temperatura ideal de un cielo despejado, sin nubes ni media sombra. En este clima de vientos serenos, la c?rcel parec?a ser un lugar diferente al que habitualmente es. All? dentro, uno sent?a estar como en una fiesta. Suena ir?nico, pero s?. La c?rcel de varones de la ciudad de Rosario, la Unidad N? 3 o la Redonda para muchos, fue el lugar que contempl? la emoci?n de quienes protagonizan, all? dentro, casi una quijoteada.

Un grupo numeroso de detenidos presentaron el viernes ?ltimo, el primer n?mero de la revista que ellos mismos editan y producen en un taller coordinado por periodistas del Diario El Ciudadano. ?Rompiendo el silencio? representa las voces silenciadas que al interior de un espacio de encierro, multiplica los sue?os y posibilita el v?nculo con la palabra. Y esto, en tiempos donde las rejas y los muros proliferan mientras crece el miedo y los reclamos irracionales por mayor ?seguridad?, es, sin duda, una quijoteada.

La presentaci?n tuvo sus condimentos de m?sica, arte popular y poes?a. Cont? con la presencia de familiares de los protagonistas y gente amiga o compa?era que se acerc? a compartir un abrazo, una palmada o un aplauso caluroso, con l?grimas en los ojos y la voz entrecortada. De esta manera, la sala cultural de la U3, por donde se cuela a lo alto un filtro de sol que traspasa la reja de una ventana, alberg? la palabra que acuna un silencio casi esperanzador.

Jos? y Luciano coordinan el espacio de la salita de inform?tica, un lugar que naci? a mediados del a?o pasado y que funciona de manera aut?noma del Servicio Penitenciario. Sin embargo, los condicionamientos son muchos. ?Se nos hace terriblemente dif?cil poder trabajar, no hay libertad, s? tenemos una especie de consenso pero es todo muy condicionado, con par?metros, con l?mites que te dicen hasta ac?, no es todo lo bueno que nosotros quisi?ramos, pero seguimos luchando?, apunta un Jos? emocionado y convencido de que esto reci?n comienza.  

En este espacio reducido pero grande por la grandeza de su lucha, se realizan talleres y actividades que tienen como fin generar un ?mbito de encuentro: los talleres de din?mica grupal, periodismo y computaci?n, son algunas de las actividades que con esfuerzo llevan adelante quienes est?n presos en la Unidad y compa?eros de afuera que se acercan diariamente a compartir el espacio.

En esa salita de inform?tica, que cuenta con cuatro computadoras donadas por la Coordinadora de Trabajo Carcelario, comenzaron a delinearse los primeros trazos de la revista. En su mayor?a, las notas testimonian la realidad que se vive intra muros, la violaci?n de derechos humanos sistem?ticamente vulnerados en cada c?rcel argentina, y tambi?n, los mundos posibles de pibes que son encerrados por el propio sistema.

Para Jos?, la revista es como un hijo que lentamente vio parir. En su sonrisa t?mida de hombre que pas? por muchas, es posible reconocer el orgullo propio de un padre que carga con su beb? en los brazos o la revista entre sus manos, que es casi lo mismo. ?En este caso, haber lanzado ya el primer n?mero de nuestra revista implica, supongo yo, como cuando las mujeres dicen fui mam?, o para nosotros, cuando decimos fui pap?. Tranquilamente podemos decir acabamos de parir una revista.?

En este camino, los recuerdos y reconocimientos son necesarios. En los primeros tiempos participaron chicos que estuvieron en la c?rcel y ahora ya no est?n. ?Lamentamos mucho que los chicos que trabajaron al principio con nosotros, en aquel despertar de nuestras escrituras primeras, no est?n por distintas razones, algunos porque se fueron en libertad, otros porque se fueron trasladados, han pasado muchas cosas, pero los que quedamos estamos muy pero muy contentos de haber llegado adonde llegamos.? La c?rcel se lleva compa?eros pero tambi?n deja sus rastros y sus huellas, seguramente, en las palabras de aliento o en el compartir un mate bien dulce al comp?s de un hacer diario en un taller de periodismo. En esta primera revista est?n los sue?os propios y colectivos de todos los que comenzaron a creer que un espacio de comunicaci?n aut?nomo es posible en un lugar lleno de cerrojos, portones y tiempos medidos. Por ello, al presentar la revista p?blicamente, Jos? no dudo en agradecer a los compa?eros de Ciudad Interna en Coronda, que, al igual que ellos, sue?an por lo mismo.

La jornada del viernes tambi?n despleg? arte y creatividad: espect?culo de swing a cargo de Ana In?s, m?sica folckl?rica por el grupo Zapatea Lechuza, los recitados con fuerte contenido social del artista Luciano Temperini y el toque propio de un m?sico popular comprometido como el Duende Guernica. ?Esta es una asignatura pendiente que el pa?s tiene. El sentido de libertad por el cual se pelea son los sentidos m?s profundos que tiene el ser humano. La cagada es que hay gente que no tendr?a que estar aqu?. Estos son monumentos hechos a la hipocres?a?, opina el Duende, quien agradece la invitaci?n a participar del encuentro y as? poder dejarles una chacarera, una canci?n, ?como un ag?ayo, una frazada o un pedazo de pan que ellos puedan guardar en su memoria.?  Por ello, ?La Chacarera del olvidado?, con la intensidad de su letra, fue el himno que enton? una emoci?n casi ?nica en el encuentro.

Pero esto no fue todo porque adem?s algunos de los internos pudieron expresar su propio arte, el que les permite pensar en otras posibilidades de hacer, desprenderse por momentos del cuero que impone una instituci?n total, y volar, m?s all? de la muralla de cemento que divide la Unidad N? 3 del bullicio de las calles Zeballos y Richieri. Diego Silva o el Japo como reza su apodo y su sello propio, hizo p?blico un poema de amor, escrito en un espacio que para ?l, es de liberaci?n, el taller de poes?a coordinado por Susana Valenti desde el a?o 2001. ?Con la poes?a pude salir de este encierro, me hace pensar, viajar, imaginar, cosa que antes no hac?a, me atrap? y me gusta.?

Nadie impide que mis pensamientos naufraguen hacia lo inevitable/ sin embargo, cuando el aire se hace menos luminoso y la brisa invisible se torna silenciosa, algo traspasa lo herm?tico del muro y cavilosamente logro desenlazarme/elijo la distancia para atravesar el infinito sin sol/sigo mis sue?os que declinan hacia ti y me adormezco junto al r?o/tierra oscura gira/se hace largo el viaje hacia tus manos/por eso las sombras hieren como una espada/mis ojos intentan descubrir tu frente mientras la luna se hace intensa/nada impide que mis pensamientos, entre el fuego y el agua, naveguen hacia la libertad.

Alejandro Pe?a e Hip?lito Gonz?lez destilaron los acordes de un d?o impecable de guitarras y la voz de un tanguero como el Sapo Pe?a, despleg? la pura pasi?n de un tango. Es que muchas de las personas privadas de la libertad reconocen que el arte es m?s fuerte, a veces, que cualquier verdad jur?dica o reglamento interno o ley penal que rige la conducta y el concepto en la c?rcel. Por ello apuestan a lo m?s importante, la creatividad, la pasi?n, el deseo, el amor, la m?sica, todo aquello que los lleva a otros mundos, aunque pese la condena y los a?os de una pena. As? lo demostraron los pibes y hombres maduros de la Unidad 3, con su arte expresando el deseo de libertad posible y con el primer n?mero de una revista testimonial. 

Testimonios


Las voces que rompen el silencio en la Redonda son muchas. Cada una tiene un tono, un sonido y una cadencia diferente. Algunas se muestran m?s entusiasmadas, otras esperan casi con ansiedad el fin de un tr?nsito pesado. Todas, o casi todas, no dudan en asegurar que hay esperanza m?s all? del muro.

El Seba: la revista es algo importante para cada interno de este lugar porque puede expresar las cosas que uno tiene adentro y muchas veces uno no lo puede decir a trav?s de palabras y lo dice a trav?s de esta revista. A trav?s de la revista uno se puede desahogar de los problemas, de los conflictos que hay, por qu? vienen, a qu? llegan. A m? ahora me faltan 15 d?as para tomar la libertad con permiso, y quiero salir y hacer una nueva vida, estar con mi hija, mi esposa, poder trabajar, hacer un cambio de mi vida.

El Japo: este momento me parece bien para que toda la gente vea que nosotros tenemos capacidad para proyectar algo. A trav?s de gente que nos apoyo, gracias a Dios, pudimos salir adelante.

Mauro: Nos sentimos muy contentos por la revista que pudieron presentar nuestros compa?eros y por la familia que pudo venir.

Cristi?n: En este momento siento una gran emoci?n, estoy muy contento, porque esto es un logro muy grande en este d?a, porque part?cipe o no part?cipe de la revista, es un logro para nosotros y nos alienta a salir adelante

Walter: Yo apoyo a los chicos que est?n trabajando en la revista y espero que se nos de una oportunidad el d?a de ma?ana de poder salir y cambiar.

Pedro: esto es algo muy lindo porque nos dan ganas de salir adelante. Con la revista uno puede decir todo lo que a uno le parezca porque en realidad nadie sabe lo que pasa. A mi me gustar?a afuera cambiar de vida para no volver a este lugar.

Diego: A mi me gustar?a estar con mi familiar, con mi mujer, con mi hijo, disfrutando de la libertad, del amor, la paz, la tranquilidad, pero todo tiene su tiempo, as? que hay que esperar.

Juan de Dios: A mi me gustar?a trabajar y no andar m?s en la delincuencia

Sergio: Nosotros hace mucho tiempo que estamos detenidos y esto de la revista es un beneficio que nos lleva para afuera, lo que estamos sufriendo nosotros lo escucha la familia afuera. Muchos estamos con salida transitoria, hacemos trabajos manuales, salimos afuera, vendemos y de eso subsistimos, si el gobierno nos dar?a una ayuda nosotros podr?amos ocupar nuestro tiempo.





Jos? y Luciano, integrantes de la revista.


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Publicado el: 12/06/2008


Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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