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Muestra: "La ciudad. Miradas y Relatos"
Celebraci?n de la Voz Humana II

La muestra de fotos "La ciudad. Miradas y relatos" se present? en el Levante y fue organizada en conjunto con la Asociaci?n CHICOS. Fotos y relatos conjuraron un rompecabezas ?nico, escrito y dibujado por los ojos de los pibes que concurren a los talleres del Centro De D?a. Su mirada sobre los lugares de la ciudad, recorridos, espacios p?blicos, la plaza, la calle, el barrio, las fuentes, los juegos, aparecen como im?genes cotidianas de una realidad que se silencia, que muchos eligen no ver. La voz de los chicos, a trav?s de las fotos que ellos mismos capturaron, hablan de los derechos de la infancia, de los sue?os inconclusos y de la imprescindible necesidad de decir. All? estuvo enREDando.

La ciudad tiene otro color. Una fuente de agua, para muchos, es un refugio, una necesidad. La plaza; una casa a cielo abierto. La esquina; el lugar de encuentro. El transe?te, el desconocido que mira de reojo; y la calle es la eterna compa?era de la noche.

En la foto -en esa foto que interpela- la mirada nos dice algo. Pide, reclama, sue?a. Vuela sobre las calles y los laberintos. Habla de este Rosario que se margina hacia las afueras, que se oculta como si no existiera. ?Que no te discriminen, que no abusen de vos, que no te hagan dormir en la calle?. Algunas de estas frases son las que pude leer sobre un gran mantel de papel, una especie de mapa de Rosario donde los pibes marcan algunos lugares, calles, situaciones vividas.

Esa ciudad no se v?. Deambula a escondidas y se oculta detr?s de las torres hechas a base de soja. Un ni?o dormido se hace un bollito en una esquina para paliar la desaz?n del fr?o. Un juego de diversiones le arrebata una sonrisa. Es un ni?o, no deja de serlo a pesar de todo. 

?Qu? nos est?n diciendo estas fotos? Una sonrisa. Una mano que espera una caricia. La baldosa fr?a que abriga por las noches. La yuta. El agua de la fuente que refresca en verano. Tribunales. Un parque, la plaza, el perro. El hogar instituido. El vac?o. Un ba?o p?blico. La Maternidad Martin.

Esas fotos hablan de otros ojos.

?Pensamos que hay una ciudad dentro de la ciudad que vemos todos los d?as que hace falta mostrar, entonces nos pareci? que estaba bueno juntarnos con los chicos para que ellos pudiesen contar sus vivencias de la ciudad, recuperando en la clave de los derechos, cuales son los lugares de la ciudad que ayudan y cuales son aquellos lugares que son m?s propicios para que se violen los derechos de los chicos?, nos dice Marcela Lapenna, coordinadora del Centro de D?a CHICOS. Los pibes que concurren a los talleres salieron a recorrer su ciudad.

La c?mara de fotos fue el arma m?s potente que encontraron para capturar el sentido de esos lugares recorridos. Lugares que orillan los m?rgenes de la vulneraci?n de derechos que padecen todos los d?as como algo cotidiano, como un velo normal que nos tapa los ojos. Lugares que tambi?n hablan de los sue?os y la vida.

De esta manera, surge la muestra de fotos ?La ciudad. Miradas y relatos?, que se present? en El Levante, un espacio cultural que tambi?n apuesta a desenterrar, develar, desocultar lo que parece invisible. Ambas instituciones construyeron este recorrido que habla de nuestros pibes, de la calle, del barrio y la ciudad, la otra ciudad. Las fotos ten?an textos. No eran descriptivos sino conceptuales. Textos y relatos que escribieron los chicos entre 14 y 18 a?os, muchos de ellos, habitantes de las calles de Rosario, caminantes de los d?as y las noches, del invierno y el calor m?s h?medo.

?La Plaza Montenegro es parte de mi vida. Yo dorm? ah? por primera vez en la calle. Pero ahora, la Montenegro es pura piedra??, dice una voz. Otra, haci?ndose eco, cuenta. ?La fuente est? hecha para tirar una moneda y pedir deseos". Y otra m?s exclama: ?El barrio nos marca a todos. En la calle dorm?s con un ojo cerrado y el otro abierto?. Son muchas las voces que tienen algo para decirnos.  ?El r?o me tranquiliza?. ?A m? la calle me cambi? una banda. La calle te chupa, enserio. A veces me siento solo. De noche m?s que nada, cuando me voy a dormir porque no tengo la familia. Yo duermo con el Homero. El Homero se acuesta a mis pies.? Todas estas voces est?n plasmadas en textos que acompa?an la muestra de fotos.

Marcela Lapenna explica c?mo surgi? el recorrido: ?Hicimos juntos ese recorrido por distintos lugares. Surgi?, por ejemplo, sacar una foto del ba?o de la plaza Sarmiento, del ba?o de Tribunales, del gusano loco, del parque, fueron cosas muy distintas y muchos de los lugares donde ellos hab?an dormido. Por ejemplo, las fuentes tuvieron una presencia muy importante en el sentido de c?mo la fuente es vista por el turista y por el ciudadano que la recorre cotidianamente como parte de un paseo, o por quienes la usan concretamente ya sea para refrescarse, para ba?arse, lugares que significan, darle espacio a ellos para que puedan hacer esto y que esto despu?s pueda ser visto por otros y que adquiera nuevos sentidos.?

De esto se trat?. Resignificar los lugares que no son simple postales de una ciudad, sino trazados impregnados de historias y, al mismo tiempo, de realidades tapujadas por el olvido, la indiferencia, la violaci?n de derechos b?sicos. El l?piz y el papel acompa?aron el revelado de cada foto. Ponerle letra a la imagen complement? el trabajo propuesto. De este modo, las voces de los chicos amplificaron a?n m?s esa mirada tantas veces criminalizada por la sociedad y los medios masivos de comunicaci?n.

?Sin duda es un trayecto diferente y me parece que hay un pedido. En los escritos que ellos hacen hay un pedido de mirada, hay un pedido de escucha en relaci?n a que yo tengo que hacer esto porque me pasan cosas?, dice Marcela. Esta muestra es un producto art?stico que pone en jaque preconceptos y prejuicios. Que nos incomoda, porque nos aleja del lugar c?modo de ?mirar para otro lado?.  ?Hay un trabajo simb?lico y hay un producto que tiene que ver con un proceso y con que cada uno de ellos espera que despu?s de esto al otro le pase algo. Nos parece que es un modo de empezar a estrechar lazos, a tratar de religar eso que parece estar algunas veces cortado indefectiblemente.?

 Marcela Lapenna se sorprende con los chicos. A pesar de los a?os que lleva, codo a codo, junto a ellos, la capacidad de asombro sigue intacta. ?Me toco ir con ellos al Parque Independencia, y m?s all? de los a?os, me sorprende la ternura con la que pueden volver a retratar el gusano loco, volver a contar como se tiraban por la monta?ita, como jugaban con los patos. A veces nos parece que ellos son un par y en realidad son ni?os. Me sorprendi? mucho la ternura?, dice la psic?loga y coordinadora de CHICOS. Y de la misma manera que se sorprende con esa chispa que nace de la infancia, la sacude ?lo v?vido que es en ellos el recuerdo de las cosas horrorosas que pasaron?.

Por ello, seguimos escuchando sus voces, los leemos, porque ?cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare.?

?Cuando les vas a pedir algo, suponete son las 12 y no tenes para comer, y le vas a pedir al de enfrente. Te dice ?no, pas? m?s tarde o pas? ma?ana?, pero te mira con una cara como diciendo ?no pases m?s?.

?Elijo la plaza Montenegro por los artesanos. Me ense?aron a hacer artesan?a cuando era chiquito. Voces, cumbia. Una vez, en el Monumento, jugando a la pelota, los artesanos rompieron una pelota que era m?a y de mi hermanito, que se llama Rodrigo. Los artesanos nos compraron otra pelota. Tambi?n recuerdo el Hogar de Carcara??, donde romp? una puerta de chapa porque me hicieron enojar?.

?Mis mejores recuerdos est?n en mi barrio, con los amigos, escuchando m?sica en al calle. En verano nos junt?bamos en la esquina a tomar cerveza, fumar, and?bamos en motos o en autos y me sent?a bien, c?modo?.

"Cuando me iba a ba?ar a la fuente me mandaban a la Gum (guardia urbana municipal), para echarme y despu?s de un tiempo pusieron rejas. Por eso yo no quiero ni gum ni rejas?.




 

Publicado el: 28/08/2011

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Infancia / Adolescencia / Documento

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