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A 29 a?os del golpe militar
29 razones para el presente

A casi treinta a?os del inicio del terrorismo de estado, los argentinos en general y los santafesinos en particular, no saben cu?l fue el destino de los desaparecidos ni de los chicos apropiados por los integrantes de las llamadas fuerzas conjuntas. A pesar de eso es necesario destacar que el golpe no tuvo una finalidad militar sino econ?mica y pol?tica: quebrar la conciencia de la clase trabajadora para afianzar un modelo de concentraci?n de riquezas que sigue vigente en 2005.

El diez por ciento m?s rico de la poblaci?n argentina gana 33 veces m?s que los que sobreviven en los subsuelos de la sociedad que, hasta 1975, era una de las m?s justas de Am?rica. En estas postales del pasado aparecen las l?neas argumentales del presente. Cuesta creer que luego del juicio a las juntas militares en diciembre de 1985, los distintos juzgados federales del pa?s reinicien las causas por delitos de lesa humanidad como si nada hubiera sido probado. La sociedad civil tampoco ha exigido, todav?a, una informaci?n seria sobre el reciclaje de los principales c?mplices del genocidio en organismos claves como los ministerios de educaci?n y salud provinciales o las grandes obras sociales de cada estado argentino. Los colegios profesionales tampoco se han expedido sobre las funciones c?mplices de varios de sus asociados ni se han recuperado los archivos fotogr?ficos de las fuerzas de seguridad. A veintinueve a?os del golpe de 1976, todav?a falta la condena social sobre los que paralizaron los presupuestos de obras de infraestructura vitales como los bajos submeridionales y las canalizaciones de los r?os interiores de Santa Fe y los que acumularon casas, departamentos y otros bienes de las familias desaparecidas. Los due?os de los grandes medios de comunicaci?n y algunos periodistas que fueron referentes de opini?n en los a?os de la noche carn?vora siguen teniendo grandes cuotas de poder durante los tiempos democr?ticos. Por eso estas veintinueve postales del presente, hijas directa del pasado impune.

Cosa juzgada (1)

"Disponiendo, en cumplimiento del deber legal de denunciar, se ponga en conocimiento del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas el contenido de esta sentencia y cuantas piezas de la causa sean pertinentes, a los efectos del enjuiciamiento de los oficiales superiores que ocuparon los comandos de zona y subzona de Defensa, durante la lucha contra la subversi?n y de todos aquellos que tuvieron responsabilidad operativa en las acciones", dec?a el punto 30 de la sentencia de la C?mara Federal de Apelaciones de Capital Federal le?da por Le?n Arslani?n el 9 de diciembre de 1985.
El concepto de "responsabilidad operativa" parece haber sido ignorado por completo por los actuales juzgados federales que repiten los testimonios de las v?ctimas y entienden que deben volver a probar lo ya convertido en cosa juzgada.
Semejante omisi?n del punto 30 de la sentencia de la C?mara Federal de Apelaciones es directamente proporcional a la construcci?n de impunidad.

Lo ya probado (2)

Aquella sentencia que determin? como cosa juzgada que en la Argentina se impuso un proceso de terrorismo de estado a trav?s de la metodolog?a de la desaparici?n, tortura y muerte de personas, tambi?n abund? sobre las "privaciones ileg?timas de la libertad, denunciadas y comprobadas" en cada provincia.
Desde el 24 de marzo de 1976 al 18 de agosto de 1982, se comprobaron 2.404 en el distrito Federal; 3.633 en la provincia de Buenos Aires; 668 en Santa Fe; 246 en C?rdoba; 338 en Tucum?n; 52 en Santiago del Estero; 209 en Mendoza; 32 en La Rioja; 42 en San Juan; 20 en R?o Negro; 8 en Santa Cruz; 16 en Chubut; 36 en Entre R?os; 19 en Corrientes; 26 en Misiones; 47 en Salta; 49 en Jujuy; 13 en Chaco; 3 en Formosa; 8 en Neuqu?n; 10 en Catamarca; 9 en San Luis; 14 en La Pampa y 4 en Tierra del Fuego.
?Est?n las 668 denuncias comprobadas de la provincia de Santa Fe en conocimiento de los jueces y camaristas federales que act?an en el territorio?.
Y si est?n, ?por qu? es necesario volver a repetir el calvario de los sobrevivientes?.
Si no est?n, entonces, la responsabilidad de los integrantes de los fueros federales santafesinos deber?a ser materia de acusaci?n de parte del Consejo de la Magistratura.

El por qu? del golpe (3)

"El empresariado argentino ha crecido y est? decidido a aceptar el desaf?o que significa la reconstrucci?n de la rep?blica. Por ello estamos aqu? reunidos, para conocer el pensamiento de las fuerzas armadas y poder as? reflexionar sobre la naturaleza de sus designios, determinando la dimensi?n exacta de nuestra responsabilidad empresarial", dijo un exultante representante de la Federaci?n Gremial de la Industria y Comercio de Rosario, Jos? Luis Pinasco, en octubre de 1977 al recibir a D?az Bessone.
El militar no se qued? atr?s: "Los empresarios forman uno de los primeros sectores que constituyen la naci?n d?a a d?a. Acaso por eso fueron uno de los blancos predilectos de la agresi?n criminal de las hordas marxistas. Por eso la responsabilidad moral es la otra gran vertiente de esta eminente funci?n social, y comienza dentro de la misma empresa. All? los derechos ceden su lugar a los deberes. Defender la empresa y la propiedad privada contra agresores de toda ?ndole es el primer deber", sostuvo en una clara conciencia del rol de los militares como celadores del gran capital.

La clase obrera fue el blanco preferido (4)

"Con esta pol?tica buscamos debilitar el enorme poder sindical, que era uno de los grandes problemas del pa?s. La Argentina ten?a un poder sindical demasiado fuerte...hemos debilitado el poder sindical y ?sta es la base para cualquier salida pol?tica en la Argentina", dijo Juan Alemann, secretario de Hacienda de Jorge Videla.
Esa frase sintetiz? la l?gica de la represi?n contra el movimiento obrero opositor a las burocracias vinculadas a las grandes patronales.
La sociedad entre gerentes de plantas y represores fue una constante en la zona del Gran Rosario.
Uno de los torturadores e integrantes del Servicio de Inteligencia del Comando del II Cuerpo de Ej?rcito con asiento en la ciudad de Rosario fue Francisco Bueno o Banegas. Su declaraci?n ante los organismos de derechos humanos en Europa durante los primeros tiempos de la democracia sirvieron para descubrir los mecanismos del terrorismo de estado en la zona sur de la provincia de Santa Fe.
"Las oficinas a las cuales yo deb?a concurrir estaban ubicadas en la galer?a La Favorita, en el s?ptimo piso, oficina 701, bajo el nombre de la empresa INROS, Informaciones Rosario. En ese lugar exist?a la oficina donde se distribu?a el trabajo de informaci?n...", sostuvo el ex integrante del ej?rcito.
"De las siete personas, una de ellas se dedicaba a recabar informaci?n en las f?bricas Massey Ferguson, John Deere y Anomackura, que est?n ubicadas en el cord?n industrial del Gran Rosario...Las informaciones eran directamente entregadas por el personal de nivel jer?rquico de esas empresas y operarios especializados....El nombre del que estaba en el ?rgano adelantado para la zona del cord?n industrial era Cacho Marengo, ese era el seud?nimo. El nombre real es Montenegro...El se dedicaba estrictamente a la parte de recolectar los papeles que preparaba el personal de gerencia de esas f?bricas", sostuvo el desaparecedor.
Hab?a otra persona que "se encargaba de la zona un poco m?s alejada de San Lorenzo que era el enlace con el servicio de informaciones de la polic?a de San Lorenzo. La polic?a de San Lorenzo manejaba la zona de Puerto San Mart?n y Petroqu?mica Argentina; el que estaba a cargo de informaciones entregaba los papeles semanales de la informaci?n recabada a un hombre llamado Tito Ortiz, aunque el nombre real era Orefice".

Continuidades (5)

  "...estas organizaciones trabajan sin tener en cuenta el tiempo, el tiempo para ellos es secundario, no nos extra?emos que empiecen, no ahora, sino en una fecha relativamente corta, larga, pero van a volver porque les queda todav?a... por empezar que ha sido hist?rico, una etapa de venganza personal, una venganza personal, como ocurri? con ese teniente coronel que fue a reprimir all? en el sur en la Patagonia tr?gica y despu?s lo mataron ac? en el centro de Buenos Aires...Varela y lo mat? un terrorista extranjero...", declar? Agust?n Feced el 11 de setiembre de 1984 ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Feced se sent?a la continuidad de Varela, el represor de los huelguistas del a?o '21 en la Patagonia. Una clara definici?n del objetivo del terrorismo de estado.

El principio del genocidio (6)

El informe Saichuck, del 30 de abril de 1973, prologaba el asesinato de Constantino Razzetti, las matanzas de la Triple A, la invasi?n a Villa Constituci?n y el golpe de estado de marzo de 1976.
"Los fines perseguidos empleando parte de estas siglas fueron determinados por la infiltraci?n, captaci?n y distorsi?n ideol?gica de elementos juveniles peronistas, quienes ante la carencia de dirigentes consustanciados con los lineamientos justicialistas fueron absorbidos por los que pregonaban la ?patria socialista o izquierda nacional", un comentario digno de cualquier dirigente de la derecha peronista y que luego se utilizar?a como supuesta justificaci?n para el enfrentamiento que se concret? despu?s de Ezeiza.
Luego, en el documento hay una referencia al "?xodo de militantes" que sufr?a, por aquellos d?as, el FEN, dirigido "por lo que determinados c?rculos de la juventud consideran como ?el marxismo israel?? representado por Grabois y ac?litos".
Pero lo que viene es una clara advertencia de lo que efectivamente ocurri?: "Las nuevas pautas a darse en el consenso juvenil pueden determinar, dentro de la disciplina y verticalidad que imponga Per?n, una ?purificaci?n? doctrinaria de la juventud, precedido de una depuraci?n, considerando que a?n el l?der m?ximo del peronismo se halla en condiciones de controlar a la juventud por el giro dado al espectro que creara a trav?s de los dirigentes defenestrados".
Los t?rminos "purificaci?n" y "depuraci?n" ser?an utilizados no solamente por los sectores ortodoxos del peronismo, sino que despu?s formar?an parte de las homil?as de vicarios y obispos que exigir?an una purga de sangre a las fuerzas armadas. El documento Saichuck, entonces, obliga a preguntar ?cu?l fue el origen de la represi?n pol?tica en la Argentina en los a?os setenta?
Hay otro dato interesante: el surgimiento de las llamadas Legiones Nacionalistas.
"La planificaci?n y organizaci?n de las mismas estar?a en manos de S?nchez Sorondo y del doctor Vicente Solano Lima. Dicho impasse se habr?a suscitado debido a diferencias entre C?mpora y Solano Lima, no obstante el aval de Per?n al vicepresidente electo para la conformaci?n de las citadas legiones que deber?an estar encuadradas dentro de los lineamientos de la doctrina nacional del Justicialista", sostiene el informe.
"La concreci?n de estas LEGIONES (as? con may?sculas est? en el escrito) estaba prevista para todo el ?mbito nacional, especialmente j?venes identificados con el peronismo no oficial y del nacionalismo ortodoxo. Para tales efectos estaba previsto el viaje de dichos elementos j?venes para ser interesados en el cometido a cumplir o desarrollar", se afirma en la tercera hoja del informe del 30 de abril de 1973.
S?nchez Sorondo fue el candidato a senador nacional por la Capital Federal en las elecciones del 11 de marzo. Fue derrotado por el entonces joven abogado radical Fernando De La R?a. Esa situaci?n hizo que Solano Lima no viajara a Madrid junto a C?mpora para entrevistarse con el viejo General.
Saichuck termin? de leer el informe y por alguna extra?a raz?n se lo llev? a su casa.
Al Gato Saichuck lo envenenaron a fines de 1976, pero sus trabajos de inteligencia marcaron la tendencia no solamente de las patotas que acompa?aron a Agust?n Feced, sino tambi?n los procedimientos y la ideolog?a de aquella federaci?n de bandas de delincuentes y de ideolog?a fascista que se denomin? Triple A.
La Juventud Peronista ya estaba infiltrada aun antes de la asunci?n de H?ctor C?mpora y la idea de la depuraci?n del justicialismo era un claro objetivo que compart?an los servicios de las distintas fuerzas de seguridad y armadas con dirigentes sindicales, grandes empresarios y tambi?n pol?ticos.

Pasa (7)

Jos? Rub?n Lo Fiego, alias el Ciego o doctor Mortensen, fue imputado por 68 delitos de lesa humanidad cuando se desempe?aba como el principal torturador del Servicio de Informaciones de la polic?a rosarina en los tiempos de Agust?n Feced.
En su legajo personal consta que el 26 de julio de 1979 fue "felicitado por la superioridad por el procedimiento realizado en la Empresa fabril Petroqu?mica Argentina Sociedad An?nima".
A rengl?n seguido fue felicitado el 18 de agosto de 1977 por el comandante del II Cuerpo de Ej?rcito, Leopoldo Fortunato Galtieri, "por el resultado de las investigaciones realizadas que permitieron los ?xitos obtenidos por las fuerzas legales en los ?ltimos d?as".

Acindar (8)

Para el ministro del Interior, Alberto Rocamora, se trat? de un operativo para desarticular al "complot rojo contra la industria pesada del pa?s". Para el dirigente radical, Ricardo Balb?n, "los sucesos de Villa Constituci?n fueron necesarios para erradicar la subversi?n industrial".
Walter Klein, socio de Mart?nez de Hoz, a?os despu?s, fue mucho m?s contundente frente a la embajada de los Estados Unidos: "Qu?dense tranquilos, todos los activistas gremiales de Villa Constituci?n ya est?n bajo tierra".
Rodolfo Peregrino Fern?ndez, ex comisario de la Polic?a Federal, relat? ante la Comisi?n Argentina de Derechos Humanos, en 1983, que "otra represi?n notoria de la Triple A fue la ejercida contra los activistas sindicales de Villa Constituci?n. Esa operaci?n fue dirigida por el comisario Antonio Fiscchietti, alias El Padrino o Don Chicho. Fiscchietti fue reclutado para integrarse en la AAA siendo delegado de la Polic?a Federal Argentina en la provincia de Tucum?n".
Sostuvo que "las patronales de las industrias metal?rgicas instaladas all?, en forma destacada el presidente del directorio de Acindar, ingeniero Arturo Acevedo, establecieron una estrecha vinculaci?n con las fuerzas policiales mediante pagos extraordinarios en dinero".
Remarc? que "el presidente de Metcon, por ejemplo, retribu?a con una paga extra de 150 d?lares diarios al oficial de polic?a que dirig?a su custodia personal, por un servicio de vigilancia no superior a las seis horas de duraci?n".
Acindar "pagaba a todo el personal policial, jefes, suboficiales y tropa, un plus extra en dinero, suplementario al propio plus que percib?an ya del estado esos efectivos. El pago estaba a cargo del jefe del personal, Pedro Aznarez, y del jefe de relaciones laborales, Roberto Pellegrini".
Agreg? que "Acindar se convirti? en una especie de fortaleza militar con cercos de alambres de p?as. Los oficiales policiales que custodiaban la f?brica se alojaban en las casas reservadas para los ejecutivos de la empresa...".

El dinero de la sangre (9)

La primera menci?n sobre la actuaci?n del "Tucu" apareci? en el libro "Recuerdo de la muerte" de Miguel Bonasso.
Su identidad fue revelada por las declaraciones que desde el exterior hizo el ex servicio de inteligencia del Ej?rcito, con actuaci?n en el Comando del II Cuerpo de Ej?rcito, Gustavo Francisco Bueno alias Germ?n Bueno o Banegas, ante el Centro de Estudios Legales y Sociales, en 1987.
All? informa sobre el personal que revistaba en la Quinta de Funes.
En la lista de represores confeccionada por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Rosario, en 1987, Eduardo Constanzo aparece como miembro de Inteligencia militar: "IN 14".
Al tiempo, sin imputaci?n alguna en la causa federal 47.913, la denominada causa Feced, Constanzo se present? al diario "Rosario/12" para hablar sobre su actuaci?n en Funes, diciendo que envolv?a los cuerpos de los muertos, entre ellos algunos chicos y que despu?s los trasladaba a las barrancas del r?o Paran? o por avi?n hasta la Bah?a de Samboromb?n. Los datos fueron revelados por una entrevista que le hizo el periodista Reynaldo Sietecasse.
Su relato tambi?n apareci? en la revista "Gente" a trav?s del corresponsal rosarino de la misma, Ra?l Acosta.
Al saberse su participaci?n los familiares de desaparecidos pidieron que se investigue lo relacionado con el supuesto fondeadero en las barrancas del Paran?, tarea que desarroll? el entonces juez provincial de instrucci?n de la 10? nominaci?n, Mart?nez Fermoselle, sin encontrarse ning?n rastro positivo.
Aparece nombrado en el cuerpo 28 de la causa Feced al incluirselo como "Tucu" entre los torturadores y represores de la Quinta de Funes. Era finales de 1986.
En el cuerpo 43 de la causa, se anexan fotocopias del cap?tulo II al XI de la "Segunda Temporada", del libro "Recuerdo de la Muerte", de Miguel Bonasso. El "Tucu" aparece en el apartado X "La Onda expansiva", se?alado por Dri como "con la cachaza tucumana. Viejo. Experimentado. Ojo, es observador". Se repite el pedido de h?beas corpus presentado por Mar?a Adela Panelo de Forestello por el destino de su hija Mar?a Marta Forestello. Su nieta fue encontrada enla polic?a de menores de Rosario el 2 de diciembre de 1977. Estas actuaciones ya correspond?an a febrero de 1987.
Hasta que lleg? el lunes 15 de diciembre de 1997.
El Tucu Constanzo me recibe en el living que invent? en el viejo garaje de su casa de Pueyrred?n 2931, a dos cuadras de la casita robada, aquella de Santiago 2815 donde viv?a una pareja de ciegos, secuestrados, torturados y desaparecidos por las huestes de Galtieri y Feced el 17 de setiembre de 1977.
Impecable traje marr?n y corbata con dibujos de Mickey y Tribil?n. No le queda nada bien a quien supo torturar y envolver cuerpos para luego, seg?n dijo, tirarlos al r?o.
"Usted escr?balo y despu?s vea c?mo podemos repartir lo que surja. Cre? que me ven?a a ofrecer hacer una pel?cula. Hay que hacer negocios", dice mientras apostrofa contra los militares.
"Yo pele? por la patria, la bandera, esas cosas, pero ellos se quedaron con la plata", sostiene mientras confiesa que estuvo nueve a?os junto a Luis Rubeo.
Tiene un autom?vil casi nuevo, dos camiones con los que trabaja en el Mercado de Productores de Fisherton trayendo fruta desde Tucum?n. Su madre de noventa a?os tiene buena salud pero se est? muriendo de vieja.
"Le di a cada uno de mis hijos casa y auto. Yo vine con mucho dinero de Tucum?n. Despu?s comet? el error de mi vida cuando trabaj? con los militares", cuenta mientras toma un caf?.
Quiere dinero a cambio de su memoria.
"Tengo todo ac? adentro", se?alando su cabeza.
Toma pastillas de Tetrargill, "recuerdo de los montoneros", relata y se?ala unas ventanas que le quedaron de una casa en Tucum?n cuando le metieron algunas granadas.
Dice que el coronel Fari?a hizo mucho dinero, que trabaja frente al diario La Capital y le fue muy bien. "Hijo de una gran puta, le digo cuando lo veo y no me saluda. Ninguno de nosotros lo quer?amos. Era muy prepotente. Ellos hicieron muy buen dinero", recuerda. Dice que Fari?a fue el jefe de operaciones especiales del comando del II Cuerpo.

Feced de vacaciones (10)

El principal responsable del genocidio cometido en la provincia de Santa Fe, Agust?n Feced, gozaba de libertad cuando supuestamente sufr?a de prisi?n preventiva rigurosa, seg?n se desprende de una carta enviada por su concubina que solicitaba la pensi?n como tal luego de la fraguada muerte de junio de 1986.
El relato de la se?ora exhibe c?mo el ex comandante de Gendarmer?a iba y ven?a por el pa?s y ya estaba radicado en Paraguay como luego lo atestiguaron distintos familiares de desaparecidos sin que ning?n integrante de la C?mara Federal de Apelaciones rosarina lo tuviera en cuenta.
Era octubre de 1984. Feced deb?a estar encerrado.
Cuando se produjo el robo de los tribunales provinciales, el ex gendarme volv?a de pasar unas vacaciones junto a su concubina por el noreste argentino.
?Qu? tipo de responsabilidad tuvieron los gobiernos de la provincia de Santa Fe y de la Naci?n en aquella absoluta libertad que gozaba el mayor asesino de la historia del interior del pa?s?.
Hasta hoy no solamente es un misterio, sino una brutal muestra sobre c?mo se construy? impunidad en democracia.

Berhnardt (11)

Luis Galanzino fue desplazado de la polic?a provincial durante la primera administraci?n del ingeniero Obeid.
Desde entonces denuncia a su entonces subsecretario de Seguridad P?blica y hoy titular de Defensa Civil, el ex teniente coronel Jos? Bernhardt, como el oficial que trasladaba a los detenidos ilegales de Santa Fe, durante el terrorismo de estado, hasta el centro clandestino que funcionaba en Granadero Baigorria, La Calamita.
Galanzino lleg? a efectuar esa denuncia ante la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington.
Actuales funcionarios del gobierno provincial desprecian la denuncia porque creen que Galanzino miente para ocultar sus propias acciones contrarias a los m?s elementales derechos humanos.
E incluso llegaron a decir -los funcionarios actuales de la administraci?n Obeid- que "Bernhardt le ofreci? conducir la Unidad Regional II con asiento en Rosario y entonces Galanzino se despach? dici?ndole que para poner la delincuencia en caja hab?a que tirar unos diez cuerpos de cualquiera para que sientan miedo. Semejante barbaridad lo dej? afuera", confi? una alta fuente del gobierno actual santafesino.
El ex comisario desmiente todo con su voz agravada por el cigarrillo y las distintas enfermedades que tuvo que soportar desde que fue retirado de la fuerza.
Y ratifica su denuncia: "Es de p?blico conocimiento que Bernhardt trabaj? para el Servicio de Inteligencia del Ej?rcito. El particip? en los traslados de los detenidos de Santa Fe hasta La Calamita. Eso es real", afirma.
Rechaza cualquier tipo de discusi?n que se le endilga con Bernhardt. "Nunca tuve ninguna puja personal con ?l. Salvo cuando hicieron el relevo de todo el personal de tr?nsito y nosotros hicimos un procedimiento contra dos tipos uniformados con ropa policial que extorsionaban a la gente a la altura de Ricardone con radares para controlar la velocidad. Discutimos por tel?fono y nunca m?s. Se sinti? ofuscado y me dijo que no me ten?a que meter con el personal que atend?a los radares", enfatiz? Galanzino.
"Nadie me ofreci? la jefatura de polic?a de Rosario. Eso es mentira. Lo que ratifico es que Bernhardt hac?a los traslados y tambi?n creo haber demostrado la relaci?n existente entre ?l, el entonces ministro de Gobierno, Roberto Ros?a y la jueza Alejandra Rodenas. ?O no se sabe que Osvaldo "Tito" Rodenas, hist?rico dirigente de Rosario Central, era quien ten?a La Calamita. El tema este nace entre el coronel Juvenal Pozzi y el dirigente empresario Natalio Wainstein. Este ?ltimo le presenta Rodenas a Pozzi para que el estadio de Central sea confirmado como la sede del Mundial `78. Y una de las condiciones fue que Rodenas le alquilara a Pablo Benzad?n, La Calamita y luego se la pasara a los militares. Y ah? se hicieron las torturas", termin? diciendo.

Perazzo (12)

La actual Jefa de la  Polic?a de Santa Fe, la doctora Leyla Perazzo estuvo a cargo de la polic?a de menores de Rosario durante los tiempos de Feced.
Ella conoci?, entre otras celadoras que figuran como las encargadas de cuidar algunos hijos de desaparecidos, a Norma Ramos, celadora y custodia de Josefina y Catalina Aguirre.
Seg?n la actual funcionaria del Ministerio de Gobierno, Ramos "mostr? tener una generosidad m?s all? de lo com?n, como por ejemplo, cuando cri? a Josefina que se estaba muriendo, porque la estuvo cuidando desde el Hospital".
Sostuvo que nunca se va a olvidar "de la cara de Cati. Conviv?amos con las ni?as. La vi sufrir por esa ni?a, cuidarla. El juez la autoriz? a llevarla a su casa. Si no,  se hubiera muerto", remarc? Perazzo en di?logo con este cronista. "Es un episodio muy dif?cil de borrar. La he visto llorar cuando el juez le orden? entregar esa nenita a la familia", agreg?.
Perazzo defendi? a las celadoras de la polic?a de menores durante la dictadura porque "hicieron un trabajo como seres humanos m?s all? del oficial, asumieron roles...".
"Yo estuve en la peor ?poca...dos o tres a?os. En general las chicas (por las celadoras) sal?an a pedir ropa para los pibes. Los llevaban al m?dico. Hasta una persona como Feced, en una cuesti?n como la de los chicos, no se meti?, dej? que los resolviera la justicia", indic?.
La polic?a "recib?a un chico del comando y lo anotaba. Ese era un aspecto. Despu?s estaban los grupos de tareas", diferenci? la abogada.
 "Llegamos a tener como sesenta, me acuerdo", confes? la funcionaria.
?Qui?nes eran esos sesenta chicos que ingresaron en la polic?a de menores de Rosario durante la dictadura?.
Para Abuelas de Plaza de Mayo solamente hay tres ni?os desaparecidos en la ciudad.
Y de acuerdo a los documentos que constan en el cuerpo 21 de la Causa Feced, hubo 98 menores NN entre 1976 y 1983 denunciados en el juzgado provincial correspondiente.
Once durante 1976; 27 en 1977; 11 en el a?o del Mundial; 9 en 1979; 17 durante 1980; 17 m?s en 1982 y 6 en 1983. Muchos de ellos explicables, pero, como se demuestra en estas l?neas, hay alrededor de una veintena de expedientes que presentan dudas muy grandes.
Si solamente se tuvieran en cuenta los casos de los "menores derivados de procedimientos antisubversivos", hay 18 chicos, hoy j?venes de m?s de veinte a?os, que bien pueden demandar a los entonces comandantes del II Cuerpo de Ej?rcito por responsables de sus propios secuestros. Ram?n Genaro D?as Bessone tambi?n deber? responder por estos delitos cometidos en Rosario.

Los negocios del Tigre Acosta en Rosario (13)

El jefe de Inteligencia de la Escuela de Mec?nica de la Armada era uno de los m?s conspicuos pasajeros que se alojaban en el hotel Riviera de Rosario entre 1991 y 1994. Jorge "El Tigre" Acosta desarroll? actividades comerciales en la regi?n a trav?s de su astillero R?o Bravo, con sede en General Rivas 175, en la zona del Dock Sud, en Avellaneda. Su principal contacto era un ex integrante de aquel centro clandestino de detenci?n, Adolfo Romero, y sus intereses estaban vinculados a la zona franca paraguaya que opera en el puerto del sur provincial desde los tiempos de Videla y Stroessner. Ellos dec?an ser los representantes de la firma Serviport SRL, la misma que gener? una millonaria demanda judicial a fines de los a?os noventa. Eran los tiempos de la fiesta menemista y los primeros intentos por privatizar el puerto rosarino; mientras que en Paraguay gobernaba el luego depuesto Juan Carlos Wasmosy. Junto a los verdugos de la ESMA -Acosta y R?dice- tambi?n se movieron, por aquellos d?as, hombres como Alberto Kohan y Carlos Corach. La fotograf?a que posee este cronista muestra una reuni?n mantenida en una casa familiar de la zona del Gran Rosario en la que se revela una de las tantas visitas de uno de los principales represores de la historia reciente argentina cuando se perge?aba un negocio cuya dimensi?n, seg?n la propia Justicia federal, ascendi? a 150 millones de d?lares. ?Por qu? El Tigre Acosta tuvo tanta impunidad para moverse en c?rculos pol?ticos y empresariales rosarinos?, parece ser la pregunta que, por ahora, no tiene respuesta.

"La Capital" y Alberto Goll?n (14)

En el D?a de los Santos Inocentes de 1976, Leopoldo Galtieri recibi? a los periodistas en el casino de oficiales del Comando, por entonces ubicado en C?rdoba y Moreno. Felicitaba a los cronistas porque su labor "ha marcado rumbos en la historia. A trav?s de la prensa, en un cauce ordenado, llegando a los esp?ritus y a las mentes de los ciudadanos y a la formaci?n cristiana, occidental, de nuestra tierra", dijo.
"Vamos a convencer al pueblo rosarino, en este caso, que llegaremos m?s f?cil a los objetivos del gobierno militar. Estamos convencidos de que cometemos errores pero tambi?n sabemos que hay aciertos. Brindo por el pa?s, por nuestra gran comunidad rosarina y por nuestra patria por un venturoso porvenir", sostuvo Galtieri.
En nombre de los trabajadores de prensa hablaron Alberto Goll?n y Carlos Ovidio Lagos. "Estamos orgullosos de poder acompa?ar a usted y a la fuerza que representa en esta tarea en que est?n empe?ados. Nosotros los periodistas apoyaremos siempre esta labor", dijo el ex intendente de la dictadura del 71, Alberto Goll?n.
"Nos sentimos honrados de esta prueba de afecto y solidaridad", dijo a su turno el representante del diario "La Capital". Es oportuno recordar que "uno de los ingredientes fundamentales del periodismo es su derecho a discrepar, pero creo que las palabras del comandante no merecen ninguna oposici?n. Nunca el hombre se siente m?s satisfecho como cuando ha recobrado su libertad, y la Argentina la ha recobrado para dignidad del pueblo y de la naci?n. El comandante ha se?alado que los diarios rosarinos han jugado un papel protag?nico en estos instantes en que se est?n debatiendo fundamentales principios de perdurabilidad de la naci?n. Yo agregar?a que el ejemplo rosarino es imitado por todos los diarios del pa?s", dijo el descendiente del fundador del primer diario argentino.
Galtieri calific? de "positivo" el balance de 1976. "En el orden militar los resultados de la lucha antisubversiva est?n a la vista. Se normaliz? la educaci?n, hay recuperaci?n econ?mica y se ha logrado el reencauzamiento en el nivel social. Lo m?s positivo fue la reacci?n del pueblo argentino ante un hecho hist?rico. Este pueblo, llamado por su conciencia y liderado por las Fuerzas Armadas, tom? el comando de nuestra patria que ca?a en una vertiginosa picada", se entusiasm? el general.
El 29 de diciembre Galtieri fue ascendido a general de divisi?n y recibi? una copia del sable corvo de San Mart?n.
Para los editorialistas de "La Capital", el resumen del primer a?o de la dictadura era que "la ciudad, cuyas paredes ostentaban leyendas variadas, amaneci? un d?a con la cara lavada. En realidad se la lav? en varios d?as, pero se la lav?. Luego, la poda, controvertida, discutida, pero apoyada masivamente por los vecinos, que aportaron su esfuerzo, fue otro signo m?s que en 1976 se estaba produciendo un cambio, a primera vista aparente, pero llegando a profundizar, algo m?s serio. La vida estudiantil se fue ordenando, la universidad fue reestructur?ndose y algo cambi?. Claro que en la poda a alguno se le fue la mano y mutil? alg?n ejemplar".
Una editorial de "La Capital", a principios de 1977, sumaba su grano de arena para incentivar la delaci?n: "Poco a poco va cerr?ndose el cerco sobre quienes pretendieron conducir al pa?s al caos precursor de la toma del poder marxista y va logr?ndose un clima de mayor seguridad p?blica. Para alcanzar la victoria que indudablemente obtendr? la rep?blica es necesario operar en todos los campos. Es necesario no caer en confusi?n y mantener una vigilia que no es obligaci?n exclusiva de las fuerzas del orden, sino de la ciudadan?a toda".
En una de sus habituales recorridas por Corrientes y Chaco, el general Galtieri, una vez m?s, habl? de la confluencia entre medios de comunicaci?n y la dictadura. "Destaco la identificaci?n de las fuerzas armadas con el periodismo en la tarea de llevar adelante el Proceso de Reorganizaci?n Nacional, que tiene objetivos y no plazos", dijo.
Evaristo Monti (15)

El inefable periodista rosarino Evaristo Giordano "Monti", en su columna "Im?genes deportivas", en el diario "La Capital", presentaba una nota de opini?n de Galtieri. "Las Fuerzas Armadas no ocuparon el poder para mandar, sino para gobernar, y la funci?n del gobierno implica la visualizaci?n de todo el acontecer nacional. ?Qu? imagen daremos a mediados de 1978? Dos a?os atr?s, nadie arriesgaba un pron?stico favorable a la Argentina para el Mundial. ?C?mo ?bamos a desembarazarnos del azote subversivo? En c?rculos internacionales se expuso el peligro que entra?aba la furia subversiva. Hoy ese tema ha sido sepultado. Hemos entendido el Mundial como la demostraci?n de encarar una gigantesca obra en lo material y en lo espiritual", escribi? alguien en nombre del general.
"?De qu? valdr?a tanto costo y tanto ardor si mil periodistas y cincuenta mil turistas se llevan una impresi?n negativa? Tal vez sea un exceso de prevenci?n, pero sospechamos que no faltan quienes piensen que el Mundial ser? un breve per?odo apto para enriquecerse. En mi car?cter de comandante del II Cuerpo y como un argentino m?s, interpretando el sentimiento y vocaci?n argentinista de mis subordinados, me permito exhortar a todos los hombres y mujeres de mi jurisdicci?n a crear conciencia, disuadir a los desaprensivos, fortalecer la fe en la naci?n, sentir con profunda espiritualidad que esta ocasi?n es propicia para mostrarnos como somos realmente y no como pueden deformarnos peque?os ambiciosos. Miles de periodistas divulgaron la buena noticia: los argentinos son los de siempre y toda infiltraci?n espuria est? desterrada", remataba Galtieri.
Monti comentaba que "esta p?gina recoge con especial orgullo el mensaje de Galtieri, agradeciendo su cortes?a. No s?lo el trabajo del alto jefe militar nos honra, sino que har? escuela".
A fines de noviembre de 1977, Monti repet?a elogios sobre Galtieri: "En pol?tica no hay ni cara ni ceca, me dijo el general Galtieri, y es la m?s inteligente s?ntesis que he escuchado. Como adem?s me propuso que le mandara discutir con ?l a quien no lo piensa as?, opto por difundirlo unas cuantas semanas despu?s de hab?rmelo confiado".
Hoy, Evaristo Monti es el concejal de mayor predicamento dentro del bloque justicialista en la ciudad de Rosario y con una fluida llegada a los grandes medios de comunicaci?n de la regi?n.

La Bolsa de Comercio y otros sectores empresariales (16)

El 18 de enero de 1977, el ministro de Educaci?n, Orlando P?rez Cobo, visit? la Bolsa de Comercio de Santa Fe, cuando su titular era Jos? Pisatnik. Entre otros empresarios que manifestaron su apoyo a la gesti?n estaba Angel Malvicino, del Centro Comercial de la ciudad capital. Diez d?as despu?s, P?rez Cobo, Adela Acevedo y Jorge Rivarola, presidenta y consejero de Acindar, firmaron un acuerdo para concretar un complejo educativo.
A principios de febrero de ese a?o se anunciaba la privatizaci?n de empresas del estado provincial como la cristaler?a rosarina San Vicente, y se llamaba a licitaci?n p?blica internacional por el frigor?fico Swift.
A un a?o del golpe, la Confederaci?n de Asociaciones Rurales de la Zona Rosaf? (CARZOR) sostuvo que "cuando el 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas se hicieron cargo del gobierno de la rep?blica, por imperio de los principios de orden y moral, una sensaci?n de esperanzada fe se manifest? en la ciudadan?a argentina. A un a?o de aquella fecha es evidente lo mucho logrado en bien del pa?s. Se ha erradicado la demagogia... el sindicalismo cegetista con vocaci?n de poder totalitario... Nos hemos apartado del tercer mundo... se ha implantado el orden en la universidad... la naci?n Argentina contin?a siendo atacada desde el exterior, voceros que se han infiltrado en la naci?n l?der de Occidente", dec?a la nota firmada por su presidente, Jos? Marull.
La Sociedad Rural, por su parte, "adhiere a tan fausto acontecimiento. Las Fuerzas Armadas debieron por fuerza y en contra de sus propios deseos llenar un vac?o de poder. La lucha contra la subversi?n ha sido llenada con alto valor y ?xito creciente... Se han puesto en marcha las acciones que conducen a la Argentina a un destino de orden, progreso y felicidad". Cuatro d?as despu?s del primer aniversario de la Junta Militar, Videla estuvo en Santa Fe conversando con los representantes de las bolsas de comercio de Rosario y de la capital provincial, CARCLO, CARZOR, industriales de la regi?n, y luego visit? la planta de Sancor, en Sunchales.
"Padres argentinos: ?conocen las actividades y a los amigos de sus hijos? ?Conocen los lugares donde se re?nen y los temas que tratan? ?Salen a menudo con ellos? ?Participan de sus inquietudes? ?Mantienen la necesaria comunicaci?n con ellos? ?Se sienten verdaderamente padres?", dec?a un aviso en abril de aquel a?o 1977.
El arzobispo rosarino se sinti? emocionado en la celebraci?n del d?a del ej?rcito: "Hoy con su plegaria, sus soldados, que son tambi?n tus soldados, vienen a pedirte se?or fuerzas... para afrontar la dura lucha que han provocado los enemigos internos y externos de la patria... han asumido la conducci?n del pa?s, en salvaguarda de los valores morales y espirituales que hacen al ser nacional".
A fines de junio se adjudic? la obra para la construcci?n del Centro de Prensa para el Mundial de 1978. Las empresas elegidas fueron Ambr?s Palmegiani SA y Genaro y Fern?ndez SA.
A principios de agosto de 1977 Galtieri, frente al consejo directivo de CARCLO, destac? que "las fuerzas armadas necesitan intercambiar ideas con la gente que desde abajo pisa la tierra todos los d?as. Nosotros estamos en la conducci?n de la gran cosa, pero los protagonistas son ustedes y el resto de los argentinos".
El 22 de agosto Acindar ped?a guardias de seguridad para su complejo industrial en Villa Constituci?n. Las caracter?sticas solicitadas no dejan dudas sobre el perfil de la empresa: buscaban "retirados de las fuerzas armadas y/o de seguridad provincial o nacional".
Un mes despu?s, Jos? Alfredo Mart?nez de Hoz visitaba la ciudad en compa??a de Horacio Tom?s Liendo en ocasi?n de presidir las II Jornadas de Comercializaci?n Cerealista organizadas por la Bolsa de Comercio. El ex presidente de Acindar dijo sentir "una gran satisfacci?n" por estar en "esta instituci?n tan tradicional, tan ?til al pa?s como es la Bolsa de Comercio de Rosario".
El 15 de octubre Swift pas? a manos privadas al ser vendido a Carnes Argentinas SA, y ese mismo d?a, por esas extra?as coincidencias del destino, aumentaba el precio de la carne.
El primero de diciembre asumi? como segundo jefe del Segundo Cuerpo de Ej?rcito el general de brigada Luciano J?uregui en reemplazo del general An?bal Andr?s Ferrero, quien fue agasajado en los salones del Jockey Club de Rosario.
"Venimos a despedir a un amigo. Los militares vienen, desarrollan sus actividades, se vinculan al medio, traban amistades y se van... En la rep?blica el caos era absoluto. Solamente las Fuerzas Armadas ten?an el poder suficiente para frenar la ca?da, para poner orden a las cosas y para poner orden en los hombres. Y en esto, nuestros generales, nuestros almirantes y nuestros brigadieres toman las previsiones para que por siempre rija el orden supremo: el orden moral", dijo, entonces, el euf?rico doctor M?ximo Soto, a quien escuchaban Galtieri, Desimoni, Feced, Cristiani, el doctor Juan Castagnino, entre otras "egregias" presencias en el Jockey.
En el agasajo a la prensa de fin de a?o, Galtieri dijo que "la subversi?n en su forma armada hab?a sido casi completamente derrotada, pero que hab?a otras formas con las que pretend?a infiltrarse para producir el descontento y el caos y arrasar con todo lo que lucharon los ilustres antecesores".
"Esta es s?lo una semilla. Pero es la vez todo un s?mbolo. En estas aulas donde ayer se agraviaban nuestros s?mbolos, donde en las leyendas de sus muros anidaban el rencor y el odio, hoy lucen enhiestos y orgullosos los s?mbolos m?s caros de nuestra nacionalidad, de nuestras tradiciones, de nuestra historia", dijo el coronel Roberto Villa al inaugurar el aula "Ej?rcito Argentino", en la escuela superior de psicolog?a, en Rosario, y luego fue aplaudido por Galtieri.
En esos d?as de diciembre, Videla inaugur? en Acindar una planta para la producci?n de aceros semielaborados, mientras que la mayor?a de los delegados y dirigentes gremiales se encontraban secuestrados y muchos de ellos ya eran desaparecidos.
"Brindo por ustedes periodistas por la contribuci?n para el esclarecimiento de la lucha contra el terrorismo, lo que permiti? mantener adecuadamente informada a la ciudadan?a", les dijo el general en el que ser?a el ?ltimo encuentro de fin de a?o con los cronistas rosarinos.

Tierras para pocos (17)

La presencia del general en la capital chaque?a, a principios de 1978, tambi?n como inter?s  ver la evoluci?n de un negocio de tierras provinciales que pasar?an a manos particulares. Se trataba de cuatro millones de hect?reas de tierras fiscales "con el 90 por ciento de cobertura boscosa" que ser?an privatizadas porque, seg?n una solicitada de la intervenci?n militar a cargo del gobierno del Chaco, "esperan ser conquistadas para convertirse en tierra f?rtil, productiva y habitable. Sus conquistadores deber?n emplear armas distintas, las de anta?o ser?n reemplazadas por topadoras, arados y alambrados".
Era el principio de las privatizaciones de tierras que luego servir?an para el desarrollo de la soja y el exilio de miles de familias.

Justicia de menores (18)

El 30 de diciembre de 1985 el juzgado de menores de la segunda nominaci?n, a cargo de la doctora Clotilde Cariello, remiti? un "detalle de expedientes caratulados NN" durante el per?odo 1976 - 1983.
Son 98 casos en total, se destacan los diez expedientes marcados por un signo m?s entre par?ntesis (+) porque ellos son mencionados como "menores derivados de procedimientos antisubversivos". Dieciocho en total.
En el a?o 1976 surge el caso de Mar?a Luc?a y Jorge Francisco, "menores abandonados en la parroquia Cristo Rey. Hijos de Carlos Benjam?n Santill?n y de Mar?a Cristina Lanzillotto. Entregado a su abuelo Benjam?n Santill?n (La Banda, Santiago del Estero)".
Durante 1977, "Arnold, Carina Eva y Juan Pablo", hijos de Daniel Adolfo Tripodi y de Myriam Nencioni, "entregados a abuelo paterno Hip?lito Angel Tripodi".
En el mismo a?o, "Catena, Nar?a Paulo y Pablo Luis", hijos de Mario Luis Catena y Stella Maris Baez. "Actualmente conviven con su progenitor en la ciudad de Corrientes".
Tambi?n durante el '77, "Bettanin, Mariana Carolina; Luchetti, Cristina In?s", hijos de Mar?a In?s Luchetti y de Leonardo Bettanin, "actualmente viven con sus progenitores en Capital Federal".
Paula Maggio, hija de Roque Ram?n Maggio y de Mar?a Adriana Es, "entregada a su abuelo paterno Roque Ram?n Maggio".
B?rbara Tossi, hija de Clotilde Rosa Tossi, "entregada a su t?a Noem? Tossi y adoptada por ?sta".
El expediente n?mero 12, tambi?n marcado con un (+)en 1977, corresponde a un NN, pero identificado como hijo de Mar?a In?s Ferreyra y de Fernando. No aparece el apellido del padre. Se se?alaba que fueron "entregadas (sic) a su t?a Susana Mar?a Ferreyra", residente en Villaguay, Entre R?os.
Luego aparecen Vanesa y Fernando Jauregui, hijos de Jaime Dri -el protagonista de "Recuerdo de la Muerte", de Miguel Bonasso - y de Olimpia D?az Rodr?guez, entregados su t?a Virginia Elizabeth D?az de L?pez, "trasladados por ?sta a Panam?".
Se agregan los hermanos Mar?a Teresa, Claudia In?s, Ana Mar?a y Fernando Manuel Tapia, hijos de Roberto Manuel Tapia y Mar?a de la Encarnaci?n Garc?a del Villar de Tapia. Fueron entregados a su abuela Elsa Nelly Tapia de Bigues, en la ciudad de Resistencia, Chaco.
Y por ?ltimo, Felipe Manuel Campero, hijo de Mario Oreste Galuppo y de Mar?a Graciela. Estaba, en aquel momento, diciembre de 1985, en el domicilio de su abuelo materno en la ciudad de C?rdoba.

Chicos recuperados (19)


Hay varios chicos que aunque aparecen en los expedientes y no estar se?alados por el (+), fueron ni?os que tambi?n sufrieron el secuestro de sus padres.
En 1976 se destaca el caso de Federico Irurz?n Bolatti, hijo de Hugo Alfredo Irurz?n y de Mar?a Cristina Bolatti y que fue entregado a su abuela Ada Margarita Corghi de Irurz?n, en La Banda, Santiago del Estero.
Otro de los hechos es el expediente que refiere el problema de la tenencia de Alejandro Mariano Paul?n, hijo del conocido dirigente sindical Victorio Paul?n que fuera secuestrado en marzo de 1975 y de Mabel Gabarra. El documento judicial sostiene que fue "entregado en tenencia a su abuela materna y autorizados a viajar en su compa??a a Francia".
Tambi?n figuran Josefina y Catalina Aguirre, "hoy Gonz?lez, Mariana y Josefina Victoria", apunta el expediente. Hijas de Ruth Gonz?lez Brunnet y de Pedro Lorenzo Damaso Jes?s de la Sant?sima Trinidad Gonz?lez Salmer?n. Fueron "entregadas en guarda a su t?a abuela Judith Brunnet de Rold?n".
Durante 1977, el expediente 271, hace referencia de Ximena Vicario, "hija de Stella Maris Gallichio y de Juan Carlos Vicario" y se menciona que existe una "denuncia de sus abuelos maternos, quienes actualmente iniciaron tr?mites ante los tribunales federales de Capital Federal". Aquella lucha de Darwinia Gallichio -que soport? todo tipo de amenazas y dilaciones- fue uno de los triunfos m?s importantes del movimiento de organismos de derechos humanos, no solamente rosarino, si no tambi?n nacional.
Otro de los casos que no figuran como consecuencia de los operativos de las fuerzas de tareas rosarinas es el de NN Mar?a Laura, en 1977. Se la mencionaba como hija de Adriana Elsa Tasada y Hugo Megna, ambos desaparecidos. Fue entregada a su abuela materna Laura Elsa Fern?ndez de Tasada.
No hay todav?a, a veintinueve a?os de los hechos, ninguna declaraci?n p?blica de los juzgados de menores de Santa Fe y Rosario en torno a toda esta n?mina de chicos y la labor que cumplieron los funcionarios de entonces en relaci?n a las fuerzas de seguridad y armadas.

La C?mara Federal rosarina (20)

En mayo de 1987, la C?mara Federal de Apelaciones de la ciudad de Rosario remiti? al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas unas ochenta carpetas que conten?an las declaraciones originales de los familiares de los desaparecidos que fueron secuestrados y torturados en centros clandestinos de detenci?n directamente manejados por el Ej?rcito Argentino. Ese material nunca volvi? a la C?mara. Desde el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas se contest? que esa documentaci?n fue destruida.
La responsabilidad de la C?mara Federal de Apelaciones de Rosario y del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en plena democracia es demasiado grande para que sea olvidada. Se trata de documentaci?n p?blica y de profundo inter?s social, pol?tico y judicial.

El 666 (21)

El 7 por ciento de la poblaci?n econ?micamente activa se queda con casi el 30 por ciento de lo producido por toda la sociedad, tanto en el Gran Rosario como en el aglomerado Santa Fe - Santo Tom?.
Hacia 1975, la concentraci?n de riquezas era mucho menor: el 10 por ciento acomodado ten?a el 15 por ciento del PBI.
Y el subsuelo de la sociedad rosarina aument? su pobreza y exclusi?n. A principios de la segunda mitad de la d?cada del setenta, el 10 por ciento m?s pobre ara?aba el 10 por ciento de la producci?n total.
Hoy, el s?tano existencial colectivo santafesino apenas rasgu?a el 3 por ciento del PBI.
La concentraci?n de riquezas fue posible gracias a la transferencia de recursos de la clase trabajadora a la burgues?a regional y nacional.
En 1975, cuando asumi? Ram?n Genaro D?az Bessone como comandante del II Cuerpo de Ej?rcito, el salario representaba el 35 por ciento del PBI. Hoy, apenas el 12 por ciento. Miles de millones de pesos que fueron a parar a los poderosos de la regi?n.
Concentraci?n de riquezas a trav?s de un doble sistema de control social: terrorismo de estado y exclusi?n econ?mica.
Y dos figuras como s?mbolos para la obediencia civil.
Desaparecidos, desocupados.
Se produjeron 50 mil despidos industriales en la regi?n que alguna vez fue llamada "el cord?n industrial del Gran Rosario".
Casi ochocientos mil pobres en la provincia.
En el Gran Rosario, 158.664 menores de catorce a?os son pobres y 91.080, indigentes.
En el Gran Santa Fe, 64.108 menores de catorce a?os son pobres y 36.704, indigentes.
Este presente es consecuencia del proyecto que las familias Acevedo y Paladini impulsaban en cenas y desayunos con D?az Bessone y Feced.
La l?gica de los n?meros lo expresa con contundencia.
Seis de cada diez desaparecidos en la provincia tienen entre 15 y 30 a?os; seis de cada diez desocupados tienen entre 15 y 30 a?os y seis de cada diez imputados de delitos menores en la zona del Gran Rosario, tienen entre 15 y 30 a?os.
Tres seis.
El 666.
El n?mero de la bestia del Apocalipsis b?blico.
La bestia del sistema econ?mico y pol?tico que impuso el modelo de sociedad obediente a trav?s del terrorismo de estado y la exclusi?n.
Sociedad obediente: en Santa Fe y Rosario la mayor cantidad de gente que trabaja lo hace a raz?n de diez horas diarias.
Sociedad obediente: en el a?o 2005, en el segundo estado argentino, hay 104 accidentes laborales por d?a y un muerto por cuestiones de trabajo cada tres d?as.
Sociedad obediente: 50 mil chicos rosarinos y santafesinos, entre quince y veinticinco a?os no trabajan ni estudian. Soportan el presente y nadie les trae los sue?os inconclusos del pasado para que contin?en la lucha por una sociedad mejor. Todo lo contrario. En la provincia ya hay 48 mil consumidores permanentes de marihuana y coca?na, mientras 5 mil familias encuentran en el menudeo de la droga una forma de microempendimiento familiar de sobrevivencia.
Los mismos empresarios que antes cenaban con Feced y Galtieri, ahora piden mano dura, expulsi?n de los pobres de otras provincias y mayor cantidad de c?rceles.
Prisiones que son construidas con dineros p?blicos y por empresas que aparecieron como contratistas entre 1976 y 1983.

Las fosas clandestinas (22)

El fusilamiento de los prisioneros pol?ticos del terrorismo de estado era ordenado por el Comando de zona, seg?n se desprende de las declaraciones que hiciera Agust?n Feced ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en setiembre de 1984.
Pero la polic?a enterraba en los cementerios principales de las ciudades, como qued? establecido en Santa Fe y Rosario.
Las informaciones sobre fosas clandestinas provienen de aquel primer a?o de la recuperaci?n democr?tica y desde entonces aparecieron distintos lugares se?alados a lo largo y ancho del territorio santafesino.
El propio Feced habla del arroyo Candelaria en Casilda aunque le resta veracidad.
Tambi?n se mencionaban sitios en cercan?as de la ciudad capital y en inmediaciones de Puerto Gaboto y San Lorenzo.
Aquellas declaraciones de 1984 hoy toman cuerpo en la justicia federal y tambi?n en los medios de comunicaci?n masivos.
Hay que destacar, sin embargo, que la propia municipalidad de Rosario elabor? en aquellos primeros a?os de la transici?n una lista de tumbas NN en los distintos cementerios p?blicos de la ciudad.
Aquella informaci?n consta en la causa 47.913.
Terrenos que fueron trabajados como los descubiertos en Santa Fe hacia fines de la d?cada del ochenta.
M?s all? del trabajo de los antrop?logos forenses, se hace indispensable la reconstrucci?n de la memoria de parte de los empleados que, en aquellos a?os del terrorismo de estado, cumplieron con lo ordenado por militares.
Tanto en Santa Fe, Rosario y San Lorenzo, se mencionan cuerpos prolijamente enterrados. Una formalidad que solamente pudo ser llevada adelante por quienes siempre hicieron esa actividad.
Las fosas clandestinas parecen ser una idea generada en los Comandos de Cuerpo y realizadas por militares.
Los fusilamientos concretados por personal policial, como ocurriera en Los Surgentes o en Ibarlucea, terminaban con los cuerpos en el lugar o en las morgues oficiales.
De all? que sea fundamental la presencia de todos los que ocupaban cargos en las jefaturas de operaciones del Comando del Segundo Cuerpo de Ej?rcito para que declaren sus acciones entre 1976 y 1983.

Los recortes educativos (23)

Entre 1976 y 1983 comenz? la privatizaci?n de la educaci?n p?blica en la Argentina.
Hasta 1975, 58 de cada cien pesos ven?an del gobierno nacional a cada una de las provincias.
Un a?o despu?s, solamente 48 pesos de cada cien.
El estado nacional se retiraba de lo educativo y le cargaba la responsabilidad a los gobiernos provinciales.
Era el anticipo de la Ley Federal de Educaci?n.
El Censo Nacional de 1980 tom? nota de los resultados de semejante proceso de pauperizaci?n de la educaci?n p?blica.
Solamente seis de cada cien chicos hijos de trabajadores ten?an la posibilidad de terminar la ense?anza media. Y para los hijos de los obreros no calificados, la chance se reduc?a a?n m?s: s?lo dos de cada cien.
"La poblaci?n de la clase trabajadora estaba pr?cticamente eliminada del sistema de educaci?n formal antes de finalizar el nivel medio de educaci?n, pues su presencia era ?nfima a partir de este umbral. Por otra parte la deserci?n mayor ocurr?a en los primeros a?os de la escuela media", sostiene la investigadora Mar?a Teresa Sirvent.

Inundadores (24)

Las dictaduras encabezadas por Juan Carlos Ongan?a y Jorge Rafael Videla, respectivamente, eliminaron los presupuestos oportunamente aprobados para realizar las obras de canalizaci?n de los r?os Salado, los Bajos Submeridionales y el sistema h?drico del sur santafesino que hoy desemboca en la Laguna La Picasa.
Tampoco se hicieron inversiones en torno a las crecidas del r?o Paran? ni se tuvieron en cuenta las causas de los desbordes de los arroyos Ludue?a y Saladillo que, c?clicamente, inundaron el Gran Rosario hasta casi finales de los a?os ochenta.

Los asesinos (25)

Durante el per?odo en que D?az Bessone fue comandante del Segundo Cuerpo de Ej?rcito se produjeron 170 desapariciones, entre el 3 de setiembre de 1975 y el 12 de octubre de 1976. La C?mara Federal de Apelaciones, sin embargo -como queda dicho- le imput? solamente 97 delitos de lesa humanidad.
En los d?as de Luciano J?uregui, como Comandante del Segundo Cuerpo de Ej?rcito, se denunciaron 13 desapariciones, entre el 8 de febrero de 1979 y el 9 de diciembre de 1980.
Juan Carlos Trimarco fue el responsable de 7 desapariciones entre el 9 de diciembre de 1980 y el 2 de julio de 1982, tambi?n como el titular del Comando con jurisdicci?n sobre las seis provincias del Litoral.
En el Segundo Cuerpo de Ej?rcito, los desprocesados por la ley del punto final fueron 100; por obediencia debida 92; por la Corte Suprema de Justicias, 7; y por diferentes motivos otros 7. El total suma 206 imputados de delitos de lesa humanidad que, seg?n la declaraci?n de inconstitucionalidad de las leyes de impunidad y la resoluci?n del ex juez federal y hoy camarista, Omar Diger?nimo, autom?ticamente deber?an volver a estar en el proceso interrumpido.
Ni siquiera fueron citados a declarar.

La iglesia (26)

 "Yo fui a hablar con el padre Zitelli que era muy amigo del padre Griffa que se cri? con mi marido y en una carta muy extensa le pidi?, le suplicaba que hiciera todo lo posible por informarnos", sigui? diciendo Nelma Jalil, la mam? de Sergio, secuestrado en la zona norte rosarina en octubre de 1976.
"Y entonces el padre Zitelli nos recibi? y me dijo que no le correspond?a a ellos. Que ten?an otra misi?n. Son tantas las que vienen por lo mismo. Yo no puedo hacer nada. No me corresponde, yo tengo otras cosas m?s importantes de las que ocuparme. As? que d?gale al querido Antonito, por Griffa, que lamentablemente no lo puedo complacer en su pedido", explic? la incre?ble rosarina de la zona norte.
Pero quiz?s el caso de mayor verg?enza para los cristianos sea la pr?ctica del cura Garc?a, el secretario de monse?or Bolatti.
"El padre Garc?a me tuvo enga?ada tanto tiempo. Me dec?a que Sergio estaba bien, que como se hab?a recibido ese a?o de agr?nomo lo ten?an trabajando de agr?nomo en el campo que estaba perfectamente y que de un momento a otro iba a estar con nosotros. Y me dec?a siempre ya falta menos, falta menos, ya va a llegar y un d?a, v?spera de navidad, las navidades eran terribles para mi y siguen siendo, me dice Se?ora p?ngase contenta, vaya a su casa, prep?rele la camita, vent?lele toda la ropita, prep?rele la comida que m?s le gusta porque esta navidad Sergio la pasa con ustedes. Yo me fui enloquecida a mi casa y empec? a hacer todo lo que ?l hab?a dicho. Y me dispuse a esperarlo... y Sergio no lleg?. El padre Garc?a era el secretario del obispo Bolatti y ?l se encargaba de dar falsas noticias a los familiares de los desaparecidos a cambio de regalos que ?l mismo nos ped?a. Me acuerdo que un d?a me pidi? un malet?n de cuero y yo en ese momento no contaba con dinero porque hab?a abandonado todas mis actividades, yo trabajaba en el comercio con mi esposo y me dediqu? ?nicamente a buscar a Sergio, entonces no contaba con dinero y juntando las moneditas y fui y le compr? el malet?n y se lo regal?. Le llevaba vinos fin?simos y como yo desfilaban las madres porque a todas nos ten?a igual. Hasta que un d?a me convencieron sobre lo que estaba pasando y yo nunca m?s le llev? regalitos pero tampoco tuve m?s audiencias".

Zitelli, Mir?s y el Vaticano (27)

El presb?tero Eugenio Zitelli, actual cura p?rroco de la iglesia San Pedro Ap?stol de Casilda, fue nombrado monse?or a fines de 1998 por el Vaticano y el honor ser? conferido por el arzobispo Eduardo Vicente Mir?s.
Zitelli fue capell?n de la Jefatura de Polic?a rosarina desde finales de los a?os sesenta hasta el inicio de la democracia. Fue denunciado como colaborador de los torturadores y su nombre aparece en el informe de la CONADEP, conocido como "Nunca M?s".
Justific? las torturas ante el ex sacerdote Angel Presello al decir que "sin tortura no hay informaci?n". Una de las sobrevivientes del centro clandestino de detenci?n que funcion? en el servicio de informaciones, en la esquina de San Lorenzo y Dorrego, asegur? que "Zitelli se indignaba frente a las denuncias de violaciones, pero ante las dem?s torturas manifestaba que son un medio para obtener informaci?n".
"Sin tortura no hay informaci?n", fue la frase que m?s le impact? a Presello que, hasta el d?a de hoy, no puede entender la participaci?n del sacerdote casildense como calma espiritual de la banda de Feced.
"No tiene nada que ver con el cristianismo ni con el compromiso con la vida que supone el sacerdocio. Decir semejante cosa escapa de cualquier intento de justificaci?n", indic? Presello.
Por su parte, la abogada Olga Cabrera Hansen, secuestrada el 9 de noviembre de 1976 y detenida en el Servicio de Informaciones hasta diciembre de aquel a?o, tambi?n denunci? al padre Zitelli como colaborador de los torturadores.
"Por presi?n de nuestros familiares, se logr? que el capell?n de alcaid?a preste asistencia espiritual. Se present? el cura Zitelli quien solo se indign? frente a las denuncias de violaciones, manifestando que le hab?an prometido que eso hab?a terminado. Respecto a las dem?s torturas manifest? que son un medio para obtener informaci?n".
Zitelli, como consecuencia de las denuncias realizadas por el grupo defensor de los derechos humanos casildense UMANO (Unidos por la Memoria y Ante el Olvido), sostuvo, por medio de la televisi?n lugare?a, el 26 de setiembre de 1995, que se explicaba la represi?n. "No justifico la represi?n, pero me la explico. No me consta que se torturaba all? (por la jefatura)", dijo entonces.
Tambi?n pidi? perd?n en nombre los "polic?as creyentes y no creyentes, incluido Feced, que atentaron contra la dignidad humana".
"Perdimos nueve hombres y otros treinta terminaron heridos y llenamos los hospitales y sanatorios", agreg? incluy?ndose en las filas policiales a las cuales, efectivamente, pertenec?a desde el a?o 1964.
A ra?z de estas declaraciones, un suboficial retirado de la polic?a provincial, destac? ante este cronista que "Zitelli miente". A principios del 76, cuando me toc? hacer guardia en ese entrepiso que daba a la ochava de San Lorenzo y Dorrego, donde una escalera comunicaba a las piezas donde estaban, por separado, las mujeres y los hombres detenidos, asist? a una sesi?n de tortura donde ?l estaba presente".
El ex integrante de la fuerza de seguridad que prestaba servicios cuando la Jefatura ped?a colaboraci?n a la unidad del departamento Caseros, record? que "era un muchacho joven. Lo hab?an atado a una cama met?lica, de esas que hay en los consultorios, con una manija que hac?a abrir la cama a medida que aumentaba la electricidad que le aplicaban con la picana. Eso era destructor", indica el suboficial que quiso mantener el anonimato.
Agreg? que "en esa oportunidad estaban presentes el comandante Agust?n Feced y a su lado el padre Zitelli, as? que no puede decir semejante mentira sobre que no hab?a o no sab?a si se torturaba". Cuando este diario le pregunt? si pod?a haber sido otra persona, otro sacerdote, el ex polic?a contest? que "no. Es imposible que me equivoque porque lo conozco de verlo tantas veces en la ciudad de Casilda".
Mir?s, tanto en Rosario, como en Casilda, repiti? que "no se ha demostrado nada de todo lo que se dice sobre Zitelli". El arzobispo agreg? que "la Iglesia hizo lo que pudo durante aquellos a?os".
A fines de 1995, Eduardo Vicente Mir?s, ex presidente de la Comisi?n de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina, fue uno de los redactores del informe que la Iglesia hizo en relaci?n la corresponsabilidad de la c?pula con los jerarcas de la dictadura.
A pesar de los testimonios, el Vaticano, a trav?s del arzobispo rosarino Eduardo Mir?s, convirti? al presb?tero Eugenio Zitelli en monse?or.

Los libros de la Biblioteca Vigil (28)

Se la denomin? "Operativo Claridad". Consisti? en quemar, robar y destruir todos aquellos libros e instituciones culturales que desarrollaban un pensamiento cr?tico.
La "Biblioteca Vigil" fue uno de los blancos en la ciudad de Rosario.
Rub?n Naranjo, a cargo de la editorial de la Vigil, artista y uno de los imprescindibles luchadores por los derechos humanos en la ciudad, denunci? que se hab?an robado, entre polic?as y militares, no solamente el lente del telescopio, si no tambi?n nada menos que 80 mil libros.
"Se robaron 80 mil ejemplares. Nosotros ten?amos un c?lculo hecho. En el edificio grande la biblioteca Vigil, en la esquina, en el quinto piso hab?a una cancha de b?squet que ten?a medidas reglamentarias. Se jugaban torneos oficiales. El piso de la cancha era el techo del dep?sito de libros, que estaba en el cuarto piso. Libros comprados, en canje y los que produc?amos nosotros. Un dep?sito que ten?a la dimensi?n de una cancha de b?squet en donde estaban colocados en hileras como en todos los dep?sitos las cl?sicas estanter?as met?licas. El monto que ocupaban era ese dep?sito. Estaba lleno. Hab?a 80 mil libros. Ese dep?sito fue vaciado. Fue limpiado", record? Naranjo.

Trabajadores (29)

*"A fines de enero de 1977 llegan tres hermanas, las tres embarazadas, Gladys Marciani de 5 meses de embarazo, Teresa Marciani de 7 meses de embarazo y Mar?a Luisa Marciani de G?mez de nueve meses de embarazo y una hija de esta ?ltima de 18 a?os, Gladys Teresa G?mez quien presentaba heridas en los tobillos donde se le ve?an los huesos por las ligaduras, eran obreras de los frigor?ficos CAP y Swift..." (del testimonio de Olga de Hansen en relaci?n a las detenidas en la Alcaid?a de la Polic?a rosarina).
*Seg?n la propia Polic?a de Rosario, en el informe elevado por el comisario Roberto Scardino, el 18 de marzo de 1984, Gladys Noem? Marciani, nacida el 11 de agosto de 1949, en Victoria, trabajaba en Swift, y fue detenida el 31 de enero de 1977 por "volanteadas" y "pintadas". Teresita Jes?s Marciani, tambi?n operaria del Swift, detenida el 31 de enero de 1977, por "pintadas y volanteadas" y porque distribuy? panfletos en el frigor?fico Swift". Luisa Alba Esther Marciani de G?mez, nacida en Victoria, el 5 de febrero de 1935, era empleada de la CAP. Fue detenida el 31 de enero de 1977 en Villa Diego.
"Introduc?a panfletos en su lugar de trabajo (CAP)". Falleci? el 13 de marzo de 1977 en el Hospital Provincial. Gladys Teresa G?mez. Hija de Rodolfo y Luisa Alba Esth


 

Publicado el: 22/03/2005

Por Carlos del Frade.
Categor?as:
Derechos Humanos / Noticia

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