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Palabras desde el encierro
Necesaria poes

"Lejan?a necesaria" es el primer libro de poes?a que publica Marta D?az. Detenida desde hace 11 a?os en la Unidad N? 5 de Rosario, Marta inscribe en la poes?a una huella necesaria para hacer m?s cercanos otros posibles caminos. El jueves 13 realiz? la presentaci?n en la Biblioteca Gast?n Gori y d?as atr?s, en el Irar, junto a pibes que concurren al taller literario coordinado por Fabricio Simeoni. enREDando ingres? al Instituto de Rehabilitaci?n del Adolescente y particip? de un c?lido encuentro en un lugar donde parece que nada tiene sentido.

(...)en las venas de su literatura fluye la sangre amarrada al escape invasivo del cuerpo, es como salir de ?l s?lo con una palabra, una l?nea, un poema. Es en definitiva ser sangre, ser escape, ser cuerpo, ser poema.
Lo mas cercano es innecesario.
(Fabricio Simeoni. Fragmento de la contratapa "Lejan?a necesaria")


En el interior de la c?rcel, una mujer no pierde la voluntad de patear el tablero de lo establecido, y entonces escribe. Se anima y desaf?a al destino que le impone la Justicia. Se deja llevar, transfiere sus deseos y en una hoja en blanco, le imprime tinta a un poema.

No la atan los miedos, ni la angustia. Mucho menos la c?rcel. Ella es libre.

Afuera de ese per?metro gris, tiene 5 hijos que sue?a con volver a ver. Afuera de la prisi?n, tambi?n tiene amigos y compa?eros. Y sobretodo, un espacio propio donde despliega sus plumas para vencer el derrotero del encierro.

La Biblioteca Popular Gast?n Gori, dice, es su casa. Su hogar, el lugar donde Marta D?az, detenida desde hace 11 a?os en la c?rcel de mujeres de Rosario, encuentra cada s?bado un taller de palabras. Ella es una m?s de ?los lanzallamas?, el espacio literario que coordina el c?lido poeta y escritor Fabricio Simeoni.

Hace unos d?as, Marta, invitada por Fabricio, particip? del taller que ?l tambi?n realiza en el Instituto de Rehabilitaci?n para Adolescentes, el Irar. All? se acerco enREDando, para compartir esta necesaria cercan?a entre la poes?a y el ser humano. Ingresamos a este lugar que, a pesar de su nombre formal, no deja de ser literalmente una c?rcel para menores.

El ingreso, como todo espacio de encierro, guarda celosa la vigilancia de los guardias, la identificaci?n con el documento de identidad y el ruido implacable de portones y rejas oxidadas que marcan una l?nea recta hacia la mism?sima oscuridad. El predio del Irar, ubicado en calle Saavedra y Cull?n, es amplio pero al adentrarse en sus pasillos, hace falta m?s aire. Todo huele injusticia ah? adentro.

Despu?s de atravesar diferentes puertas y garitas, llegamos hasta el aula donde se realiza el taller que dicta Fabricio Simeoni. El sal?n es grande y solamente unas ventanas, sobre lo alto, iluminan la escena.

Esta escena nos conmueve. Aproximadamente entre 6 y 7 chicos, presos en el Irar, escuchan los poemas de Marta, en los que se filtra una innegable cuota de rebeld?a y de esperanzas. A pesar de todo se puede, les dice Marta a los chicos, tratando de mirarlos a los ojos e impulsarlos a traspasar la muralla, a trav?s de esas ventanas por donde se cuela la luz.

As? aprendi? Marta a sobrellevar 11 a?os de prisi?n. Ella cocina y no piensa en la condena. Trata de pasar el tiempo olvidando esos muros que la contienen. Y escribe, incesantemente. Lleva escritos m?s de 400 poemas, algunos de ellos, publicados en ?ste, su primer libro. Marta participa del taller de la Biblioteca Gast?n Gori. Cuenta con el permiso del Servicio Penitenciario para poder salir todos los s?bados por la tarde. Y cada vez que lo hace, inevitablemente, respira otro aire.

Compartimos mates y poes?a en el Irar. Los pibes se entusiasman, algunos m?s, otros menos. Pero  todos se animan a descubrir otro arte posible. Tato, uno de los chicos, se ilusiona, transcribe los poemas de Marta. Le encanta escribir, nos dice Fabricio. Juan es un rapero nato y lo demuestra frente a todos. Durante m?s de 5 minutos improvisa un rap que, entre l?neas y palabras r?pidas, refleja la historia que atraviesan estos pibes, con mucha crudeza, dentro del Irar. Por m?s que la vida all? intente paliarse a trav?s de talleres o de la ayuda de acompa?antes juveniles, el Irar es casi un infierno para adolescentes que nunca debieron estar all?, encerrados. ?Dentro de dos meses voy a una granja?, es la frase que le escuchamos a decir a casi todos, aliviados por la posibilidad de salir del Instituto.

?Qu? es la escritura en la c?rcel?

?Significan muchas cosas. A m? me ocupa la mente y esto le intento decir a los chicos. Yo me olvid? que estoy presa. Yo veo a muchas chicas que se cortan o se drogan y me dan mucha pena. A m? me duele hasta el alma verlos a ellos ac? adentro?, cuenta Marta. Tambi?n dice que la alegra poder compartir su libro con los chicos del Irar. ?Me alegra estar ac?. Cumpl? muchos sue?os que nunca pens? que pod?a cumplir, fui creciendo cada d?a?.

Marta D?az, como toda poeta, es una so?adora que apuesta a cambiar la realidad. Dentro de pocos meses, saldr? definitivamente en libertad. Quiere escribir otro libro, con un t?tulo un poco m?s alegre, dice. ?A m? cuando me pasan muchas cosas feas es cuando m?s escribo?. Tambi?n sue?a con llevar su poes?a a la c?rcel de Coronda. Hace tiempo que no ve a sus hijos. Son ellos la que la impulsan a escribir.

?Qu? es la c?rcel para Marta?

"Yo siempre digo que ac? aprend? muchas cosas. Quiz?s suene mal, pero a m? me hizo bien porque aprend? a valorar muchas cosas, a ver qui?n era mi familia realmente. Yo estuve 10 a?os sin tener visitas. Pas? muchas cosas y es ah? cuando aprend?s. Fue muy duro tener que dejar a mis hijos?.

El nombre del libro ?Lejan?a necesaria?, tiene una raz?n. ?Es la lejan?a que tengo con mis hijos cuando ca? presa. Ah? dentro aprend? a valorarme a m? misma y a valorar a las personas. Esa lejan?a me hizo ver muchas cosas. Una madre por un hijo hace muchas cosas. Yo estoy por la causa de un hijo m?o?.

?C?mo empez? Marta a escribir poes?a?


Ella nos dice que no tiene estudios formales. Pero que un d?a, adentro de la c?rcel, tuvo la necesaria voluntad de acercarse a las palabras. Y as? fue. ?Empec? a anotar palabras y luego a unirlas. Armaba frases. Tengo 490 poemas. Adem?s de escribir trabajo en moldes del Iapip y en la cantina. Conoc? a Fabricio y ?l me ense?o a ver la vida de otra manera. Si ?l est? como est?, como puedo quejarme yo de d?nde estoy. Yo a Fabricio lo amo con todas las letras. ?l me dio las fuerzas para seguir?. Marta Diaz,  particip? durante dos a?os consecutivos de la Feria del Libro en Buenos Aires y tambi?n integr?, la Antolog?a de talleres literarios convocados por la editorial Dunken.

?Qui?n es Fabricio Simeoni?

Fabricio es un reconocido escritor y periodista, sensible y profundamente comprometido con la palabra y el v?nculo que ella establece con el mundo y con el otro. enREDando convers? con ?l, en su taller, dentro del Irar. Ah? nos cont? como nace el espacio. ?Al Irar vengo como invitado una tarde. Y as? empec?. Pero estos talleres (dicta talleres en la c?rcel de mujeres y en la Biblioteca Popular Gast?n Gori) tienen que ver con un interrogante en mi vida, con preguntarme qu? tengo yo para dar a estos chicos que son tan particulares y tan interesantes y tan copados. Alguien con tantas limitaciones como yo, en alg?n punto, ojal?, pueda transmitirles algo. Utilizar espacios que a veces est?n herm?ticamente cerrados.?

Fabricio hace un balance de los 8 meses que lleva en el Irar. ?Todo lo que he recibido a nivel afectivo, a nivel cognitivo y a nivel humano en el taller ha sido tan beneficioso para m?. En realidad, sigo con el interrogante si realmente yo y desde mi humilde lugar puedo modificar algo. Pero s? estoy seguro que por m?s ?nfima que sea esa modificaci?n, sirve. Y en primer lugar, esto tiene que ver con poner el cuerpo. Despu?s, viene todo lo intelectual y la escritura. Lo fundamental es compartir y establecer un espacio, un lugar, un v?nculo comunicativo con los chicos y brindarse desde todo punto de vista?.

El v?nculo es fundamentalmente afectivo. Y se nota. Los pibes lo saludan y reciben como a ese amigo que tanto se necesita. Lo abrazan y sobretodo, lo respetan. ?Los chicos salen y todav?a mantienen como una especie de b?squeda a partir de lo literario y eso me conmueve, pero aqu? dentro, el v?nculo fundamental es el afectivo?.

Acostumbrado a transitar los pasillos del encierro, Simeoni se?ala algunas continuidades comunes entre la c?rcel de mujeres y el Irar, y entre ellas, el lugar que ocupa la escritura carcelaria. ?Hay muchas cosas en com?n. La literatura se mezcla con la vida misma. Lo cat?rtico es un elemento fundamental en este tipo de cosas. Uno necesita purgarse e inevitablemente evadirse, en el buen sentido de la palabra. La idea del encierro, de los muros, de las paredes, de las rejas, de la flagelaci?n, de la culpa, son elementos que tienen en com?n. Y la literatura tambi?n es eso, es p?rdida y est? bueno?.

All? dentro, es m?s lo que se recibe que lo que se d?. Y esto, relata Fabricio, lo emociona profundamente. ?Voy por la calle, por ejemplo y te encuentra alguien que ya est? en libertad  y que te diga ?Fabricio, te quiero mucho, ayer le escrib? una carta a mi vieja?, para m? es fabuloso. O qu? vengan un d?a y que me digan, ?Fabricio, le escrib? una carta al juez y me dio permiso para salir?, eso es buen?simo.

?No me quiero tumberizar?

Existen c?digos y un lenguaje reconocible en la c?rcel, en los institutos, en la calle misma. Sin embargo, los pibes le dicen a Fabricio que no se quieren ?tumberizar?. ?Hay un c?digo interno, como pautas establecidas en el interior que representa todo un s?ntoma de violencia que tiene que ver con el discurso y el accionar de la instrucci?n militarizada. Adem?s, los medios de comunicaci?n bajan l?nea y es dif?cil lidiar con eso. Entonces, los chicos en alg?n punto se sienten muy desafectados y eso es lo que corroe, lo que desgasta?.

La poes?a, las cartas, la escritura en s? misma, agrieta estas imposibilidades que se imponen como patrones casi intocables. Los pibes se rebelan, como pueden. Y el taller de Fabricio genera ese ida y vuelta, donde todo parece tener otro color., otro sonido. las palabras suenan diferente. En un espacio gris como el Irar, todav?a hay lugar para el vuelo de la imaginaci?n. Los poemas de Marta fueron un primer impulso. La idea es continuar, cada mi?rcoles, abriendo las puertas de ese espacio a personas y proyectos que estimulen la capacidad del hacer. Que demuestren qu? se puede, como nos dice Marta, minutos antes de despedirse.

Compartimos poemas de Marta Diaz.

Poema del alma herida en la soledad de la oscura noche

La vida pasa tan r?pido,

como corriente de agua clara,

c?mo evitar parar el tiempo.

El disfrute natural de cada momento,

las altas monta?as, el jard?n mas florido.

La alegr?a endulza el coraz?n,

las penas acortan la vida,

estamos a cent?metros del d?a

esperando

a?n en este oscuro lugar:

 

La libertad


Despliegues

El destino nos condena

Ense?ando a definirnos

Hundidos en este hosco s?tano

Sin darnos cuenta que hay respuestas

en nosotros mismos.








Te invitamos a recorrer y disfrutar de la poes?a de Fabricio Simeoni, reconocido escritor, poeta y periodista, quien public? una gran cantidad de libros, poemas y relatos.
 

Publicado el: 13/05/2010

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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