?Algunos creen que
todav?a estamos con el taparrabos, que somos todos buenitos, todos ignorantes,
que no tenemos necesidades, que nos vamos a conformar con lo que nos den, que es
f?cil enga?ar y que uno no se va a dar cuenta de ciertas ventajas que nos
quieren sacar. Pero no es as?. Antes que ellos nos est?n sacando ventaja
nosotros ya estamos como con una coraza, como con un paraguas, tratando de
cubrirnos?, dice Cristina Choque, de la Asociaci?n Ind?gena de Rosario. Y
describe un signo de la vida cotidiana de estos tiempos de los descendientes de
los pueblos originarios, que tanto en el campo como en las ciudades se ven
privados de derechos humanos b?sicos. Entre esos derechos, est? el de sostener
una identidad cultural, cuesti?n a la que espec?ficamente se dedica la
Asociaci?n Ind?gena desde hace unos cinco a?os.
Cristina recuerda
que primero, a partir de 1993, la Asociaci?n se dedic? a dar ?soluciones
sociales? a la gente: ?leche, chapas, ropa?, describe. ?Con el tiempo vimos que
no lo pod?amos hacer porque ?ramos apenas un intermediario entre las necesidades
y el poder; entonces decidimos que lo que m?s nos gustaba y tambi?n hab?a que hacer era difundir,
revalorizar y promocionar la cultura ind?gena, y no dejamos de participar en lo
que es protestas y manifestaciones de nuestras necesidades?, agrega
Cristina.
De todos modos, a?n
hoy la Asociaci?n aborda el siempre presente problema social. En las charlas de
difusi?n cultural que brinda en las escuelas, en los festivales y encuentros a
los que se suma con sus artesan?as, su vestimenta, sus comidas, la instituci?n
solicita la colaboraci?n con alimentos no perecederos, ropa, ?tiles escolares.
Adem?s, la instituci?n acude ante todo tipo de llamados, como el de familiares
de un ind?gena que estaba preso en una comisar?a, enfermo, sin lo que puedan
trasladar a un centro asistencial. Desde la Asociaci?n, cuenta Cristina,
hablaron con el comisario, que autoriz? que un m?dico particular vea al
detenido.
Pero el objetivo
central, remarca Cristina, es difundir la cultura: ?Nosotros difundimos la
historia, porque hay que conocerla, no la podemos dejar de lado. Y por otro lado
mostramos las vivencias actuales. Nos mostramos nosotros con nuestro pensamiento
vivo, con nuestra forma de ser?, explica.
?No tenemos una
revista propia?, lamenta Cristina, pero se entusiasma con que es mucha la gente
que se contacta con la Asociaci?n para ofrecerles espacios en los que
desarrollar su labor de revalorizaci?n cultural.
Lo que a?n no
pudieron conseguir es un espacio propio, un local desde donde funcionar con m?s
organizaci?n, m?s efectivamente. ?Los papeles que hicimos para pedir la tierra
para hacer un local se perdieron en Buenos Aires?, se indigna Cristina cuando
relata el choque con la burocracia. Y coincide cuando se le se?ala que ?la
tierra? parece ser la reivindicaci?n m?s fuerte, m?s sentida por los ind?genas.
En los campos de los que se los viene echando desde hace m?s de quinientos a?os
y en las ciudades, donde muchos se api?an en villas, como condenados a la
irregularidad, a la marginaci?n.
Por ?la tierra?,
entonces, brega tambi?n por estos d?as la Asociaci?n. Despu?s del extrav?o de la
documentaci?n de la primera gesti?n, se reelabor? el proyecto y se comenz? a
tramitar ante la Municipalidad, que recibi? de la Naci?n los terrenos que eran
del ferrocarril. Y desde el Concejo Municipal sali? un proyecto de fundaci?n de
una Casa de la Cultura Aborigen, que en principio se frustr? por algunos
desacuerdos entre las distintas entidades que agrupan a los ind?genas que viven
en Rosario.
Cristina no soslaya
esas diferencias de criterios en el seno de las comunidades. ?Hay m?s dirigentes
que indios?, se?ala. Pero conf?a en que la disparidad de criterios se va a ir
superando. Y apunta como ejemplo la reciente movida en el Monumento a la
Bandera, en la que, con el apoyo de la Municipalidad, confluyeron muchas
entidades. Cristina conf?a tambi?n en que la Asociaci?n tendr? finalmente su
local propio para dejar de funcionar en las casas de sus integrantes, en las que
se guardan las artesan?as, las vestimentas que llevan a cada lugar al que los
llamen.
La de difundir la
cultura no es una tarea que la Asociaci?n se plantee s?lo hacia afuera. Se la
considera importante tambi?n hacia adentro de las comunidades. ?La
discriminaci?n existe de parte de la gente que no es ind?gena y de parte de los
mismos ind?genas, que no se reconocen?, indica, y califica a esa
autodiscriminaci?n como el arma m?s efectiva ?para que el ind?gena y la cultura
ind?gena desaparezcan?.
De todas maneras, la
discriminaci?n de los no ind?genas tambi?n se siente. Cristina apela como
ejemplo a lo que les pasa en algunos festivales a los que los invitan y en los
que no les cumplen las condiciones pactadas de antemano y no les permiten vender
sus comidas. Y reniega tambi?n de cierto tipo de asistencialismo: en torno a la
reciente difusi?n en el peri?dico El Eslab?n de un informe sobre las actividades
de la hermana Jord?n, relata que la religiosa le dijo una vez que si a ella le
donaban una computadora, no se la iba a dar a los tobas sino que la iba a vender
para usar el dinero para comprar comida. ?A mi primero me pareci? razonable,
pero despu?s pens? que bueno ser?a que ella piense en el futuro hacer talleres
para que aprendan a usar la computadora. Eso es una discriminaci?n total, una
subestimaci?n de la capacidad ind?gena?.
Para Contacto:
Asociaci?n Ind?gena de
Rosario
Cristina Choque
TE:
4520207
cristina_choque@hotmail.com,