M?s de cinco siglos no bastaron para
recomponer la historia. Los ind?genas, verdaderos due?os de la tierra, siguen
luchando para conservar lo que les es propio, su forma de vida, su cultura.
Diversos proyectos e intereses econ?micos de minor?as siguen expropiando su
futuro, y su pasado.
Casi 6.500 familias de Rosario est?n compuestas por
ind?genas o descendientes. Muchos de ellos - pertenecientes a la comunidad toba
- son refugiados ambientales, que migraron desde el Chaco corridos por el
desmonte y la expansi?n de la frontera agr?cola, que les quitaron su forma de
sustento, y sus lugares sagrados. Aqu? en Rosario viven en la pobreza, luchando
por vivir con los recursos m?nimos que antes su tierra les brindaba
generosamente.
Historias similares viven comunidades de distintos puntos de
nuestro pa?s, corridos y afectados por desmonte, miner?a, proyectos de represas,
y la venta de tierras a particulares. Ejemplos claros son los de una comunidad
Wichi en Salta, amenazada
por la posibilidad de que sus tierras - parte de
una Reserva Natural Provincial que fue desafectada por el gobierno salte?o -
sean vendidas para el cultivo de soja; el pueblo mapuche en Chubut, quien lucha
ante el proyecto de construcci?n de seis represas sobre el r?o Corcovado;
y los mbya-guaran? en Misiones frente a una empresa de celulosa que amenaza sus
territorios, leg?ndoselos a la Universidad de La Plata, con comunidades
incluidas.
Para pensar sobre el verdadero significado del 12 de octubre,
difundimos dos textos que relatan la problem?tica de comunidades ind?genas
afectadas por proyectos en los cuales hay empresas argentinas involucradas: la
lucha del pueblo Sarayacu (Ecuador) contra la Compa?a General de Combustibles, y
de diversas comunidades de Per? perjudicadas por el proyecto de extracci?n de
gas de Camisea donde est?n involucradas Techint y PlusPetrol.
Para?so destrozado
Proyecto Camisea en Per?
"En el pasado, la Shell trabaj? aqu? y casi todos nosotros morimos por las
enfermedades, [...]. Sabemos que si otra compa?a viene a trabajar aqu?,
destruir? nuestros r?os y nuestras tierras. Los r?os ser?n contaminados, los
peces morir?n y los animales escapar?n. Ministro, queremos preguntarle qu? vamos
a comer cuando los r?os est?n muertos y los animales hayan escapado. [...] No
queremos que las compa?as vengan a trabajar aqu?, queremos agua limpia y una
vida tranquila y pac?fica."
Delegaci?n del pueblo ind?gena Nahua ante el
gobierno peruano, tomado de un comunicado de prensa de Amazon Watch de noviembre
de 2003.
El proyecto de extracci?n de gas Camisea en Per? es actualmente el
proyecto m?s perjudicial de la cuenca del Amazonas. Ubicado en el remoto valle
Urubamba en la regi?n sudeste de la Amazon?a peruana, este proyecto de US$ 1,6
mil millones de d?lares incluye dos gasoductos que van hasta la costa peruana
atravesando una "zona cr?tica" de biodiversidad del Amazonas considerada por los
ecologistas como el "?ltimo lugar de la tierra" que se podr?a perforar para
extraer combustibles f?siles. Casi el 75% de las operaciones de extracci?n de
gas est?n ubicadas en una reserva estatal para pueblos ind?genas -que viven con
escaso o ning?n contacto con el mundo exterior- que han sido contactados a la
fuerza por los consorcios de Camisea, lo que constituye una violaci?n de sus
derechos reconocidos a nivel internacional. Este gasoducto tambi?n atraviesa uno
de los bosques tropicales m?s pr?stinos del mundo, hogar de los pueblos
ind?genas Nahua, Kirineri, Nanti, Machiguenga y Yine. Se est? construyendo una
planta procesadora de gas en la costa peruana dentro de la zona de amortiguaci?n
de una reserva marina de importancia internacional.
El consorcio responsable
es Transportadora de Gas del Per? (TGP), liderado por la empresa argentina
Techint con una participaci?n del 23,4%. Los otros socios son la argentina
Pluspetrol y la norteamericana Hunt (con un 22% cada una), la sur coreana SK
Corp y la argelina Sonatrach (con un 11% cada una), la belga Tractebel (8%) y el
consorcio peruano Grana e Montero (2%).
El otorgamiento de la concesi?n para
este proyecto fue un requisito previo para que Per? pudiera recibir pr?stamos
del Fondo Monetario Internacional en la d?cada de 1990. En el transcurso del
actual a?o, el proyecto finaliz? e inici? actividades. Encabezadas por la
argentina PlusPetrol, compa?as sin experiencia y con antecedentes ambientales
deficientes han seguido adelante con la construcci?n, sin demostrar ni voluntad
ni capacidad para evitar los graves impactos ambientales y sociales que afectan
actualmente a toda la poblaci?n local. La supervisi?n del gobierno es d?bil, y
los organismos financiadores del proyecto parecen no tener ni capacidad ni ganas
de poner en pr?ctica las normas internacionales necesarias para detener
la
devastaci?n.
Cr?ticas a Camisea
En lo que constituy? una gran de la campa?a, el Banco Estadounidense de
Exportaciones e Importaciones (Ex-Im Bank) se rehus? a financiar el proyecto en
agosto de 2003, siendo la primera vez que el Directorio del Ex-Im Bank rechaz?
un proyecto por razones ambientales. Sin embargo, pocos d?as despu?s, el
proyecto obtuvo un pr?stamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a
pesar de que no cumple con las exigencias de las normas internacionales, que
proh?ben el ingreso en tierras de pueblos ind?genas no contactados y exigen
eliminar la terminal de exportaci?n propuesta en la zona de la Reserva marina de
Paracas protegida por la Convenci?n de Ramsar.
La negativa del Export-Import
Bank y de la Corporaci?n de Inversiones Privadas en el Extranjero (Overseas
Private Investment Corporation - OPIC) de financiar el proyecto Camisea y el
reciente retiro de Citigroup como asesor financiero, configuran nuevos s?ntomas
de que el proyecto representa serios riesgos financieros, ambientales y
sociales. Ya existen informes de que el proyecto ha causado erosi?n y
contaminaci?n masiva y que en su implementaci?n se han utilizado t?cticas para
generar divisiones
en las comunidades. El experto ambiental internacional Dr.
Robert Goodland ha sugerido llevar adelante una investigaci?n sobre las
acusaciones que afirman que el contacto iniciado por el proyecto est? afectando
negativamente a los grupos ind?genas aislados, que carecen de inmunidad ante
enfermedades respiratorias y gastrointestinales comunes.
M?s informaci?n:
Amigos de la Tierra Internacional
http://www.foei.org/esp/publications/pdfs/handsoff2.pdf
Antecedentes: CGC y Sarayacu
Sarayacu tiene una larga historia de oposici?n a la explotaci?n petrolera,
por causa de sus graves impactos ambientales y sociales. En 1989 impedimos que
la compa?a ARCO termine sus exploraciones de petr?leo dentro de nuestro
territorio. El conflicto con CGC tuvo su inicio en 1996 cuando el gobierno del
Ecuador y la Compa?a General de Combustibles (CGC) de Argentina subscribieron un
contrato de exploraci?n de petr?leo en el ?bloque 23?, abarcando 200 000
hect?reas de cuales la mayor parte es territorio de Sarayacu. El pueblo de
Sarayacu no fuimos consultados y desde el inicio nos opusimos a la exploraci?n
petrolera.
Por lo que Sarayacu es la comunidad que tiene mas habitantes y
mas territorio dentro del bloque 23, CGC primero se acerc? a Sarayacu,
intentando enga?ar a la gente a trav?s de ofreciemientos de dinero y obras de
desarrollo. Logr? sobornar a Telmo Gualinga, presidente de Sarayacu 1997 - 1999
dandole un contrato personal para que construya un sistema de agua potable en su
barrio de la comunidad. La compa?ia estaba tan seguro de que nos iba a
convencer, que p?blicamente asegur? que no iba a empezar ningun trabajo de
exploraci?n antes de obtener 100% de apoyo de las comunidades en el bloque. Sin
embargo, el pueblo de Sarayacu no acept? la actividad petrolera, y los
presidentes posteriores no se dejaron sobornar. Por lo tanto, desde el 2000
hasta ahora, la CGC ha mantenido una verdadera guerra de calumnias contra
Sarayacu, con la finalidad de destruir la confianza entre el pueblo y sus
propios dirigentes Como no pudo destruir a Sarayacu, la CGC empez? a tomar
contactos con otras comunidades mas peque?as, contratando directamente a sus
dirigentes, y as? logr? entrar en varias otras comunidades.
La estrategia de
la CGC est? basada en soborno, desinformaci?n, y desintegraci?n social, y viola
los art?culos 84 y 88 de la Constituci?n Pol?tica de la Rep?blica del Ecuador.
Como accionistas en el bloque 23 tambi?n figuran la petrolera estadounidense
Burlington Resources y la franc?s-brit?nica Perenco.
M?s informaci?n: www.sarayacu.com