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19 y 20 de diciembre
La justicia la hacemos entre todos

A once a?os de la masacre de 2001, Justicia sigue siendo la palabra insistente y necesaria que se escucha en cada una de las voces de los familiares de las v?ctimas. En la provincia de Santa Fe, en s?lo dos causas, hubo condena. Las responsabilidades pol?ticas del entonces gobierno de Carlos Reutemann jam?s fueron investigadas. El poder judicial nunca cit? a declarar al actual senador nacional. "El ?nico lugar para Reutemann es la c?rcel", apuntan los familiares. La verg?enza, la impunidad y el dolor son las marcas que no se lleva la lluvia y que no derrite el sol. Cada diciembre, con m?s fuerza y pedaleo, los militantes construyen justicia y condena social. enREDando particip? del tradicional acto frente a Tribunales.

La lluvia desata recuerdos, dolorosos e insistentes.

2001. Las balas de plomo se cobraron en la provincia de Santa Fe la vida de 9 personas, en su mayor?a, menores de 25 a?os. En todo el territorio argentino, 38 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad del Estado gobernado por el ex presidente Fernando De la R?a.

Luego, cada a?o, el reclamo fue la constante. La b?squeda de justicia hasta hoy ausente.

En estos once a?os hubo actos y marchas donde el sol abraz? a los familiares. Intenso calor de diciembre, rayo penetrante siendo testigo de las palabras de quienes perdieron a sus hijos, a sus hermanos y a sus viejos en lo que fue la masacre planificada, seg?n pudo establecer la Comisi?n Investigadora No Gubernamental, durante los d?as 19 y 20 de diciembre de 2001. Un sol fulminante como aquel que aterriz? en la sede de la Siberia cuando se realiz? en el 2011 el primer Encuentro Nacional de Familiares, donde las voces y los testimonios compartieron vidas, historias y recuerdos de los ca?dos del 2001. Eran, en su mayor?a, pibes, como Juan Delgado o Walter Campos. Era madrazas que buscaban a sus hijos, como Elvira Abaca o Graciela Acosta. Eran militantes que adem?s de andar bicicleteando por los guisos populares, pon?an el cuerpo por los m?s desprotegidos. Eran hombres y mujeres reclamando dignidad.

Tambi?n, en todo este tiempo, hubo encuentros bajo la lluvia. Empapadas, las voces ag?nicas frente a los Tribunales volv?an a exigir lo mismo. ?Solo queremos justicia?. Y no mucho m?s, solo quedaba lugar para el llanto, para las l?grimas que se confund?an con las copiosas gotas de la tormenta.

As? fue este 19 de diciembre de 2012. Otro acto frente a los Tribunales cubri?ndose con la lluvia que ca?a, sin impedir que las bicicletas anden, recorran, griten y lloren. Es que el agua no estorba; acompa?a a los familiares que vuelven, incansablemente, a decir lo mismo. ?Solo queremos justicia?.

La mam? de Yanina Garc?a asesinada con tan solo 18 a?os, con la voz quebrada y los ojos transpirados en l?grimas. Daniela, la hija de Elvira Abaca a quien mataron cuando sali? en su b?squeda, reci?n llegada de Cipolleti, fuerte y con la voz firme alentando un intenso aplauso para las v?ctimas del 2001. Celeste, la hermana del Pocho poni?ndole palabras y razones al dolor. La hermana de Walter, que apenas asoma la adolescencia, cada vez con m?s bronca y resentimiento. S?, esa fue la palabra que solt? Sara, porque ese es el sentimiento que cala en sus ojos cada vez que recuerda que a su hermano lo fusil? por la espalda un experto polic?a de las TOE que jam?s fue condenado. Jes?s, el pap? de Elo?sa Paniagua quien muri? con sus trece a?itos aferrada a un paquete de fideos, contempla y escucha en silencio. El pap? de Gast?n Riva recuerda a su hijo asesinado por la Polic?a Federal en Buenos Aires. Catalina, la mam? de Marcelo Pacini, parece quebrarse en mil pedacitos. Apenas pronuncia una palabra que resume a todas: Justicia.

Frente a ellos, la misma postal que resplandece bajo el cielo cubierto: las bicicletas. De ellas nace la esperanza. Solo dos polic?as fueron condenados por los asesinatos cometidos en la provincia de Santa Fe. En el resto de las causas, los polic?as acusados fueron sobrese?dos. En estos 11 a?os, a las promesas pol?ticas las ahog? la lluvia. Ni el gobierno nacional ni el gobierno provincial cumplieron con la palabra dada a los familiares quienes, a pesar de haber sido recibidos, no lograron la desclasificaci?n de los archivos de la Side, ni la reapertura de las causas judiciales como as? tampoco, la investigaci?n por las responsabilidades pol?ticas del ex gobernador Carlos Reutemann, al que ni siquiera la justicia cit? a declarar.

Sin embargo, y m?s all? de la impunidad, la condena social existe y es insistente, como la lluvia y el sol. Por eso, las bicicletas recorren la ciudad y la provincia, los lugares donde nacieron las v?ctimas, donde se criaron, donde resisten sus familiares. Santa Fe, Ramallo, Entre R?os, Villa Gobernador G?lvez. En cada rinc?n, un mural que los recuerda, una bicicletada que los une. Este a?o, aun bajo uno de los temporales m?s fuertes de los ?ltimos tiempos, los militantes salieron a andar con las bicicletas y as? llegaron a las puertas de los Tribunales, con el nombre de cada una de las v?ctimas brotando de sus gargantas. Con fuerza, y con la bandera de una hormiga abrazando las espaldas. Este a?o, adem?s, un colectivo cargado de pibitos acompa?? esa imagen que queda grabada en la memoria. Los chicos de la Fundaci?n Che Pibe viajaron desde Buenos Aires para participar del acto. Y a la polic?a le cantaban: ?cuando maten a uno de tus pibes de qu? lado vas a estar?.

?Lamentablemente son los pobres los que la pagan. Cada a?o que pasa estoy m?s enojada?, dec?a Sara Campos. Celeste Lepratti, con la voz pausada, se?al?: ? Lamentablemente en cuanto a las responsabilidades materiales la justicia ha dicho que solo dos polic?as tienen que ver con la masacre llevada adelante ac? en la Provincia de Santa Fe. Digo dos polic?as porque fueron los ?nicos que recibieron condena. Todos sabemos que son muchos m?s los responsables, pero esta gente sigue en funciones, cobrando el sueldo que nosotros pagamos. Hay una impunidad m?s grande. Carlos Reuteman no fue llamado a declarar en estos 11 a?os ni una sola vez. Nunca debi? pisar un tribunal por este tema. Seguimos denunciando que es alguien que debe rendir cuentas, junto a Alvarez y junto a Dominguez. Sigue ocupando, sin embargo, un cargo en el Senado de la Naci?n. El ?nico lugar p?blico que debiera ocupar Reutemann es la c?rcel".

Gustavo Martinez, secretario General de ATE Rosario y amigo de Claudio Lepratti, dispar? con contundencia: ?Hemos reconocido cada gesto positivo. Dijimos en su momento que hab?a un presidente, N?stor Kirchner, que recibi? a todos los familiares. Un gobernador, Hermes Binner, que tambi?n los recibi?. Hay militantes, intendentes, gobernadores, presidentes de diferentes partidos que han tenido gestos. Ahora, ?cu?l es el problema que digamos que el mismo Binner que recibi? a los familiares, despu?s nos enteramos que le hab?a ofrecido el ministerio de la producci?n a Reutemann para que pusiera a alguien de su confianza? ?Qu? problema hay en decir que pese a que el mismo presidente se comprometi? a sacar al entonces secretario de Seguridad de Santa Fe, Enrique ?lvarez, ese carnicero de la SIDE hoy sigue siendo un cuadro superior de inteligencia, y eso es responsabilidad de todos los presidentes que pasaron? La Municipalidad de Rosario, de la mano de Miguel Lifschitz, resolvi? el sitio en el cementerio para los ca?dos, se lo agradecieron todos los familiares, pero ?qu? problema hay en decir que hubo el m?s asqueroso forreo a la hora de intentar resolver la situaci?n social de cada una de las familias? Est? nuestro m?s sincero reconocimiento a esas actitudes y nuestro m?s visceral repudio a estas cuestiones asquerosas?.

Eda es la mam? de Gast?n Riva, asesinado en Plaza de Mayo. ?Trabajaba en una mensajer?a, ten?a 3 hijos y no le alcanzaba. Lo mat? la Polic?a Federal. A las 10 de la noche nos avisan que estaba herido pero no muerto. Viajamos hasta buenos aires pero ya no estaba, lo hab?an llevado a la morgue. Estamos muy mal. Nos mataron a todos. Vivimos por sus tres hijos?. Aferrada a su marido, Juan, Edda tiene la mirada transparente y triste. Los dos despliegan sobre las escalinatas de los tribunales, donde rebotan las gotas de la lluvia, la bandera que recuerda a Gast?n.

Y como puede, expresa: ?A Gast?n le pegaron un tiro en el pecho. Lo ?nico que te puedo decir es que exijo Justicia?.

Suenan los truenos del mediod?a y la calle, a pesar del dolor, es un hormiguero revuelto, lleno de esperanza.






Foto: Indymedia Rosario


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Publicado el: 22/12/2012

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Derechos Humanos / Reportaje

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