Radio Comunitaria Aire Libre
La nave que gusta de navegar Aire Libre
La nave que gusta de navegar en Aire Libre tiene en la proa una radio comunitaria reconocida en Rosario y en otros lugares. Pero adem?s transporta un Centro de Educaci?n en el que se realizan, entre otros, talleres de Producci?n Integral de Radio y Operaci?n T?cnica; una Biblioteca Popular, llamada Cachilo en homenaje al poeta de los muros rosarinos, con 5000 libros y trescientos socios y con un grupo, "Los Cuenteros", que realiza actividades para la promoci?n de la lectura; un Telecentro Inform?tico con computadoras a disposici?n de la comunidad y un espacio de difusi?n cultural con m?ltiples actividades cada fin de semana. Si uno anda por la zona oeste rosarina y pregunta por la Aire Libre, los vecinos no dudan: "?La radio? Vas hasta Godoy (ahora avenida Per?n) y Teniente Agnetta, y ah? a la vuelta te la encontr?s", indican. Es que la Aire Libre es una radio que naci? en el barrio y est? hecha por gente del barrio. Por eso en el barrio la incorporaron a la vida cotidiana.
La nave que gusta de navegar en Aire Libre tiene en la proa una radio comunitaria reconocida en Rosario y en otros lugares. Pero adem?s transporta un Centro de Educaci?n en el que se realizan, entre otros, talleres de Producci?n Integral de Radio y Operaci?n T?cnica; una Biblioteca Popular, llamada Cachilo en homenaje al poeta de los muros rosarinos, con 5000 libros y trescientos socios y con un grupo, "Los Cuenteros", que realiza actividades para la promoci?n de la lectura; un Telecentro Inform?tico con computadoras a disposici?n de la comunidad y un espacio de difusi?n cultural con m?ltiples actividades cada fin de semana. Si uno anda por la zona oeste rosarina y pregunta por la Aire Libre, los vecinos no dudan: "?La radio? Vas hasta Godoy (ahora avenida Per?n) y Teniente Agnetta, y ah? a la vuelta te la encontr?s", indican. Es que la Aire Libre es una radio que naci? en el barrio y est? hecha por gente del barrio. Por eso en el barrio la incorporaron a la vida cotidiana.
De todos modos hoy, al cabo de catorce a?os de actividad, los que hacen la radio y todo lo dem?s se siguen preguntando por su inserci?n entre los vecinos y se aprestan a consultarlos. "Tenemos ahora el desaf?o de un proceso de investigaci?n con la gente, con los sectores que est?n vinculados a la radio para saber c?mo estamos vistos y cu?l es nuestra incidencia para poder reprogramar nuestras acciones", explica Daniel Fossaroli, presidente de la asociaci?n civil propietaria de la emisora, cuando cuenta del futuro inmediato. Pero tambi?n surge del relato de Fossaroli que los que hacen Aire Libre tuvieron el o?do puesto en los vecinos de la zona desde sus inicios.
La historia comenz? en 1988, cuando en Rosario -como en el resto del pa?s- comenz? a difundirse el fen?meno de las radios de frecuencia modulada. Integrantes de distintas organizaciones comunitarias de la zona oeste hab?an escuchado sobre el tema en un programa que se llamaba Conciencia y se emit?a por LT3, y despu?s hubo una reuni?n en un dispensario donde se proyect? un video sobre las experiencias de radios comunitarias en Buenos Aires. "Varios de los que vimos el video nos hab?amos juntado un tiempo antes para hablar del problema de que ning?n medio de comunicaci?n nos daba bolilla, o si ?bamos a pedir espacio en alg?n medio nos manejaban lo que quer?amos decir", recuerda Fossaroli. Y sigue: "Cuando vimos en el video que la que ten?a una radio era gente de los barrios, de la villa, de una vecinal, nos dimos cuenta que ?ramos nosotros los que pod?amos tener una radio. Porque uno liga los medios de comunicaci?n con los sectores de poder. ?Qui?n tiene los medios de comunicaci?n? Los sectores de poder. ?Qui?n pod?a poner una radio? Alg?n sector de poder: o el estado o alguien poderoso".
Tras el asombro inicial, entonces, lleg? el entusiasmo y comenzaron las reuniones pro radio en la escuela provincial Pablo Pizzurno, en la que despu?s de tres meses de trabajo se concret? la primera transmisi?n. Fue el domingo 20 de agosto del '88: los vecinos instalaron el peque?o equipo transmisor, un grabador y un micr?fono al lado del m?stil de la bandera, que fue utilizado para instalar la antena a una altura que permita mayor alcance. La antena en el m?stil. Todo un s?mbolo. "La primera transmisi?n fue un revuelo en el barrio, una emoci?n b?rbara ?cuenta Fossaroli?. Vino gente de las distintas organizaciones y hab?amos invitado a concejales y autoridades porque sab?amos que la cosa era medio prohibida. Hab?a una campa?a muy grande del gobierno atacando a la radiodifusi?n clandestina, y por eso buscamos respaldo institucional".
El hostigamiento a las FM se tradujo en presiones del Ministerio de Educaci?n santafesino sobre las autoridades de la escuela y despu?s de seis meses de transmisiones los viernes y domingos los que arrancaban con Aire Libre resolvieron irse. Estela Sopranzetti, vicedirectora de la escuela, hab?a puesto la voz a la grabaci?n que identificaba la radio.
Algunos de los m?s activos sostenedores de la emisora hab?an militado en grupos juveniles parroquiales y ten?an muy buena relaci?n con algunos curas de la zona, como el padre Juan Jos? Calandra, que les cedi? un lugar al lado del templo de la parroquia Nuestra Se?ora de la Salud, y el Padre Joaqu?n N??ez, que fue el nexo con la Misi?n Central Franciscana. Pero en la parroquia tampoco pudo sostenerse la actividad: comenzaban a acercarse grupos de j?venes con su m?sica, comenzaban las trasnoches de los s?bados en la cabina de transmisi?n como lugar de encuentro; y las se?oras habitu?s de las sacrist?as y los pasillos parroquiales pusieron el grito en el cielo. As? que otra vez mudanza.
El nuevo traslado forzoso aceler? la ansiedad del local propio. Y la mano otra vez lleg? desde la Iglesia. "Si no consegu?amos un lugar propio no ten?amos posibilidades de progreso, por eso hablamos con Joaqu?n. Yo hab?a trabajado en una cooperativa de liberados de la parroquia y con apoyo de los franciscanos hab?amos construido una panader?a. Y con el aval de Joaqu?n mandamos un proyecto explicando lo que era la radio a los franciscanos a una de sus sedes en Alemania. Finalmente no nos mandaron para el local pero s? mandaron equipamiento", relata Fossaroli. Incentivados, los vecinos se largaron a juntar plata para un terreno: pe?as, festivales, rifas, y la esquina de Virasoro y Teniente Agnetta pas? a pertenecer a la Aire Libre. Los franciscanos hicieron otro aporte, los materiales, y en el 92 comenz? la construcci?n. El 14 de setiembre del 96 la Aire Libre -que mientras tanto hab?a funcionado en la casa de la familia De Luca primero y de Fossaroli despu?s- comenz? a transmitir desde local propio. Despu?s llegaron las ampliaciones, edilicias y cualitativas: el Centro de Educaci?n, la Biblioteca Popular "Cachilo", las computadoras, el espacio para los artistas. Y una radio que transmite todo el d?a y abre espacios a quienes no los consiguen en otros medios.
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Publicado el: 23/10/2002
Categor?as: Buenas Pr?cticas / Reportaje
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