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Derecho a la palabra
La imagen del d

En la c?rcel de mujeres de Rosario se desarrolla desde hace 5 meses un taller de fotograf?a estenopeica. En la tarde del lunes, las chicas que participaron de este espacio mostraron sus im?genes, retratos del d?a adentro del penal. Fotos, sonrisas y un pu?ado de expresiones en libertad colmaron el per?metro de la Unidad N? 5. enREDando comparte testimonios e im?genes de la muestra.

El derecho a la palabra, a la expresi?n, al decir y al hacer se desvanece ante la infranqueable presencia del muro. Traspasar la muralla supone dejar, del otro lado, la vida en libertad. De pronto, el peso del poder se asienta violentamente sobre el cuerpo. En ?l, ya no queda lugar para un resquicio de movimiento. Todo queda bajo el control de la r?tmica circulaci?n de un espacio vigilado.

En las c?rceles, las voces dibujan silenciosamente otro di?logo; otro lenguaje. Nuevas palabras diagraman una cuadr?cula desdibujada. Y ellas, a pesar del miedo a ser molida a palos, transcriben, en sus huellas, el derecho a la expresi?n de quienes viven encerrados.

Una experiencia reveladora le pone tinta a estas palabras que, a pesar del maltrato, naufragan en libertad. Esencialmente humanas, metaf?ricas, cotidianas, se rebelan a trav?s de un negativo y desde all? sobrevuelan las historias de vida de mujeres cuyos derechos se cajonean como expedientes judiciales.

En este contexto, la fotograf?a traza un v?nculo de libertad. Quiz?s, un leve respiro de alguien que, sofocado, busca un m?nimo agujero por donde mirar y decir. La imagen libera esa expresi?n. Le da peso y cuerpo. La deja, por un instante, fantasear con el mundo.

C?rcel de mujeres


enREDando ingresa al penal de mujeres, una vieja casona impregnada de grises por donde se la observe. Rejas oxidadas y guardias postrados en sus garitas se acoplan perfectamente en una foto mal revelada. Aqu?, no hay espacio posible para la fantas?a, al menos eso parece.

Sin embargo, en un rinc?n de este sitio encriptado en c?digos jur?dicos y tratos degradantes, la c?mara fotogr?fica descubre otras formas de ver el mundo. Y en una tarde de sol ardiente, salieron a la luz. Se mostraron a color y en blanco y negro en un campo amurallado y vigilado por imaginarias vestidos de uniformes que, adem?s, cargaban con armas reglamentarias.

Escena 1


Evangelina tiene 22 a?os, pelo corto color colorado. Dialogo con ella, mientras ceba mates y comparte facturas con su familia que la vino a visitar. Desborda una alegr?a dif?cil de narrar. A pesar de mostrarse como una mujer robusta y fuerte, los ojos le brillan como a una ni?a que disfruta de su inocencia. Orgullosa de sus im?genes, las muestra en libertad. ?Esta la saqu? yo, es mi compa?era?, me dice con una despojo de felicidad, mientras se?ala la foto de una joven mujer cuya mirada tambi?n delata algo parecido al deseo de estar en libertad.

?Estamos viviendo una cosa de locos hoy?. Ese hoy, ese presente marcado por la fiesta y el encuentro, es la muestra del taller de fotograf?as que desde hace cinco meses se realiza en la Unidad N? 5 de mujeres.

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Escena 2


Coordinado por Sebasti?n, Claudia y Sof?a, el taller de fotograf?a reivindica el derecho humano a la expresi?n.

Las im?genes captadas por las propias chicas detenidas denuncian una vida signada por la cotidianeidad de una instituci?n total: la c?rcel. Pero sobretodo, y fundamentalmente, da lugar a la palabra revelada en una fotograf?a; la que, por ejemplo, nos muestra el abrazo inconmensurable de una madre privada de su libertad con su beba de meses; de una ni?a jugando con su infancia en el estado m?s puro del encierro, de una cena compartida entre los l?mites h?medos y resquebrajados de un pabell?n carcelario.

?Vinieron las familias, est? la mayor?a de los chicas. Laburamos las fotos en un taller que tenemos los martes. Necesitar?amos m?s tiempo y m?s horarios porque es un entretenimiento para nosotras y nos gusta, a m? por lo menos me gusta?, dice Eva, quien deja filtrar entre la euforia, la necesidad de tener m?s espacios de libertad dentro de la c?rcel.

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Escena 3


El penal de mujeres tiene un sello angustioso, propio de la condici?n de g?nero. Muchas de las chicas no reciben visitas de sus parejas y, tambi?n, la gran mayor?a son detenidas por causas judiciales que involucran directamente al compa?ero. Esa es una violencia que se transcribe en la mirada de las mujeres en situaci?n de c?rcel, quienes no dudan en acompa?arse entre ellas y hacer del v?nculo entre dos mujeres, un lazo mucho m?s fuerte que una amistad dentro de una prisi?n.

?Es un taller de fotograf?a estenopeica porque tiene una forma muy sencilla de aprender el proceso fotogr?fico, con construcciones de cajitas de madera y el laboratorio lo constru?mos adentro del penal. Venimos una vez a la semana y trabajamos desde hace 5 meses durante tres horas. El hacer fue fant?stico?, dice Claudia, una de las coordinadoras del espacio. A la charla, se suma Sebasti?n. ?A las chicas les encant? la t?cnica. Fue todo desde el hacer, nada intelectualizado, fue mostrar como se hac?a y ellas empezaron a hacer fotos y en 2 o 3 clases, hab?a chicas que ya se manejaban solas dentro del laboratorio?.

El hacer fue espont?neo. A la iniciativa de los coordinadores, las chicas se sumaban para hacer de la fotograf?a un espacio en movimiento. ?Tra?amos la bandeja, los l?quidos y la ampliadora y las chicas se pon?an a sacar fotos entre ellas, era completamente de ellas el hacer?. En general, las im?genes capturadas ten?an que ver con la vida y el d?a en la cotidianeidad de la c?rcel. Pero no para recrear la espesura de un espacio cerrado, sino para imaginar las sonrisas y las alegr?as que, a pesar de todo, inscriben su huella en los cuerpos de las chicas.

?La mayor?a de las fotos eran retratos, con los ni?os. Apareci? el tema de la palabra, las chicas escriben, tienen diarios, llevan notas y pensamientos y hay mucha necesidad de dialogar. Hay una foto, por ejemplo, que particip? de un concurso a nivel provincial?, expresa Sof?a. Los espacios de talleres culturales son fundamentales en instituciones como las c?rceles o los hospitales psiqui?tricos. Representan un verdadero y aut?nomo espacio de libertad. ?Para las chicas significa un reconocimiento de uno mismo. En muchos casos se daba que las chicas tomaban la c?mara y ellas misma despu?s iban al laboratorio a revelar sus propias fotos. Y eso tiene que ver con el reconocimiento de uno mismo y la mirada un poco m?s distanciada de ellas mismas?, cuenta Daniel.

Claudia retoma la idea para expresar, adem?s, la importancia de ver, a trav?s de la foto, a un sujeto pleno de derechos, deseos y sue?os. ?Las fotos revelan felicidad y alegr?a de mujeres que tienen una subjetividad que nada tiene que ver con el sujeto preso que es un sujeto detenido, que no hace nada y detiene su vida el tiempo de la condena. En las fotos aparece un sujeto que potencializa, que sabe, que habla, que desea?. Sof?a agrega: ?solidaridad, los lazos entre ellas, los chicos, de repente alguien cocinando o una ronda de mates?.

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Escena 4


?M?s all? del estigma de la condena hay que entender que uno est? preso porque uno es pobre y nada m?s. Mucha gente me dec?a qu? vas a hacer en la c?rcel. Y ac? las chicas est?n presas porque son pobres?, expresa Claudia convencida de su deseo de hacer y llevar la fotograf?a a las c?rceles.

?Qu? los moviliza?. Adem?s de la profunda militancia, el compromiso. ?Desde el afuera de la c?rcel pensar qu? se puede hacer para que haya un cambio y qu? se haga visible ese cambio?, opina Seba. ?La necesidad de llenar espacios donde uno cree que puede aportar y que a su vez le aporta a uno?, opina Claudia. Sof?a dice ?que las chicas saquen fotos es una manera de que tomen la palabra, la imagen es un modo de expresi?n?.

Evangelina me mira con la sonrisa tatuada en su rostro. ?Este espacio del taller es una vida para nosotras?, dice. ?Para m? es hermoso, vino mi mam? y me dijo, guauu, que bueno lo que hicieron?. A la familia, afirma, es a quien est?n dirigidas esas im?genes porque los amigos ?est?n todos ac? adentro?.

Luego se despide y corre, desesperadamente corre, para encontrarse, una vez m?s, en aquellas fotos que revelan su sonrisa.

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Publicado el: 11/12/2009

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Derechos Humanos / Documento

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