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Falleci? Esperanza Labrador, Madre de la Plaza 25 de Mayo
La esperanza en vuelo

El tel?fono son? muy temprano el lunes 14 de noviembre. Y no dej? de sonar a lo largo de toda la ma?ana. Esperanza P?rez Labrador, Madre de Plaza 25 de Mayo, luchadora inabarcable, portadora de luz, parti? hacia ese misterio que es la muerte, y la ausencia. Y uno siente que es imposible abrazar desde tan lejos a su hija, Manoli. La ausencia de Esperanza multiplica soledades a la hora de so?ar un mundo mejor. Y es necesario decir que esta tierra errante del sur santafesino mucho le debe a quien alz? la voz, y escribi? para muchos, con su propio cuerpo su propio nombre: Esperanza.

Con esa voz hecha de otros paisajes, de otras orillas, Esperanza Labrador recorre su historia y sus mudanzas, desde su Cuba natal llega una brisa, desde su vida en Espa?a se oye una copla, y una sonrisa que mira fijo a los ojos, que abre todas las puertas del alma.

Lleva en su nombre el sentido que llev? a miles de j?venes a pelear por un mundo diferente, a creer que los sue?os ser?n a?n mejores al despertar.

En la noche larga del terror, entre las ausencias y el despojo planificado, Esperanza supo sobreponerse como nadie para enfrentar a los verdugos, en la puerta misma de los infiernos. Un d?a permaneci? horas dentro del Comando del Segundo Cuerpo de Ej?rcito hasta que alguien salga a dar respuestas.

- "Se?ora, si su hijo es un montonero", respond?a Leopoldo Fortunato Galtieri, desde la soberbia de quien decide la vida y la muerte.

Palmiro Labrador, su hijo, hab?a desaparecido el 10 de septiembre de 1976. Tiempo despu?s ser?a asesinado su marido y otros dos hijos, y la casa despojada.

- "Si los montoneros son todos como mi hijo, pues que vivan los montoneros!"

La voz en cuello de Esperanza paralizaba a los verdugos, que solo pod?an echarla a los empujones... - "Saca esa mano de ah?, hijo de puta, que esa mano est? llena de sangre de mis pobres hijos".

Junto a su hija Manol?, junto a las Madres, mantuvo la lucha inclaudicable, consigui? que Galtieri y otros represores sean citados por el Juez espa?ol Baltazar Garz?n y sean por siempre llamados asesinos de lesa humanidad.

- "Yo muchas veces pienso c?mo estaremos vivas las madres. C?mo estaremos vivas con todo lo que hemos hecho, c?mo hemos jugado con la muerte...".

Esperanza se pregunta y Manol? nos dice que los asesinos nunca contaron con las Madres. Nunca habr?an podido imaginarlo. El movimiento de las Madres no se terminar? nunca. Es para toda la vida.

* Nota publicada en la revista Alapalabra N? 12, mayo/junio de 2006.

http://www.alapalabra.com.ar/




Foto: revista Alapalabra
 

Publicado el: 13/11/2011

Por Pablo ?lvarez.
Categor?as:
Derechos Humanos / Noticia

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