Asunci?n de Evo Morales en Bolivia
?Jallalla Bolivia!
Desde la tierra donde se cultiva la ancestral planta de coca, la historia comienza a escribirse con la tinta originaria. Desde aquellas ra?ces milenarias, el movimiento, a veces fluctuante y contradictorio, transmuta en nuevas formas que dan vida. Y algo ?sentimos- se est? gestando. En esta cr?nica, enREDando realza las voces andinas que vivencian y palpitan la asunci?n del reeligido presidente Evo Morales, el pasado 21 de enero en Tiwuanacu y el 22 en la ciudad de La Paz. Compartimos testimonios.
Inconmensurable. Una bocanada de aire se expande sobre el pecho. Profunda, intensamente punzante. Grita, y entre sus labios, se derrama el dulce sabor de la victoria. Y exclama, entre miles de personas agolpadas en un mismo rito espiritual, un ?Jallala! que estremece.
All?, en esa tierra de ra?ces tiwuanacotas, alguien levanta la bandera. Los colores reciben el fulminante rayo del sol, que aparece, m?gicamente, en un cielo tormentoso. El rojo se ti?e de una sangre esperanzada. El verde se vuelve m?s azul, m?s en?rgico. El naranja acude a los sonidos del viento, del aire, del agua. El amarillo y el blanco acarician suavemente un rostro andino. As?, la whipala flamea con aires libertarios. Algo se est? gestando en la tierra del altiplano, en la inconmensurable espesura de una Bolivia en movimiento.
I
??Jallalla Tupac Katari! ?Jallalla Bertolina Sisa!? vocifera un nutrido grupo de militantes de movimientos ind?genas que marchan, a paso firme y convincente, rumbo al templo ind?gena que se encuentra a 70 km de la ciudad de La Paz: Tiwuanaku. En este sagrado lugar, un d?a hist?rico ha comenzado: la segunda asunci?n del primer presidente aymara en la historia pol?tica y social de Bolivia: Evo Morales.
??Patria o Muerte!?, exclama la en?rgica voz de una mujer y dos segundos m?s tarde, vuelve a gritar ??Cu?ndo??. Cientos de voces responden ?Ahora!. Bolivia est? de pie.
Damiana lleg? desde El Alto, la segunda ciudad m?s poblada del pa?s y, al mismo tiempo, una de las m?s empobrecidas. Su cuna lleva la estampa de la lucha por el gas. ?Para nosotros El Evo es un pap? y bien alegres estamos hoy?, me dice, mientras acompa?a la inmensa marea de personas que caminan por la tierra de Tiwuanaku. Son cerca de las 8 de la ma?ana y la palabra del presidente se espera alrededor de las 11. ?Ya no es c?mo antes, ahora los campesinos vamos a empezar a salir adelante?, se despide.
II
Quipe Pac?fico lleva una bandera entre sus manos. Gustoso, me convida unas palabras: ?Los aymaras y quechuas estamos siempre movilizados para poder rescatar nuestros ancestros y nuestras culturas aymaras, junto a nuestro presidente. Somos originarios y nuestros antepasados siempre han estado oprimidos por aquellos gobernantes de la derecha?, expresa con un tono pausado. No hace falta preguntar lo qu? significa este d?a en Tiwuanaku. Simplemente, dice ?Estamos alegres, d?ndole al presidente nuestro apoyo incondicional?.
A su lado, est? Juana que viaj? desde la ciudad de La Paz. ?Estamos alegres, como todo boliviano?, afirma con una dura simpleza que no permite repregunta. Para ella, El Evo ha reinvindicado la dignidad de los pobres. ?Esta es la clase de gobierno que nosotros necesitamos?, se?ala, con las palabras cruzadas entre un castellano dificultoso y un aymara claro y contundente.
III
Alfredo se presenta: ?Soy el primer inca andino?, dice, casi murmurando. Lleva una vestimenta arropada en simbolog?a ind?gena, diferente a muchas otras. ?Hoy es un d?a de regocijo, especial para las culturas andinas porque hoy vemos que los originarios estamos encima?. Al preguntarle sobre el Evo, no duda en contestar ?es un presidente que ha demostrado humildad?, afirma, y para quienes todav?a tienen dudas de la clara legitimidad del proceso de cambio en Bolivia, Alfredo responde: ?El pueblo lo ha elegido con el voto?. En las ?ltimas elecciones, el 63% de la poblaci?n boliviana volvi? a ratificar, por segunda vez, el mandato de Evo Morales Aym?, a qui?n, dice Alfredo, ?vamos ayudarlo espiritualmente para que no se equivoque?.
IV
Se hace dif?cil expresar con palabras la indescriptible emoci?n que transmite la tierra de Tiwuanaku, inundada de m?s de 30000 mil almas esperanzadas en un proceso de cambio pol?tico y social. Quiz?s, podr?a decir qu? es la misma sensaci?n que se palpita cuando, necesitado de una bocanada de aire puro, el cuerpo inhala un viento seco, altipl?nico, los ojos inevitablemente se entrecierran y, acto seguido, el pecho se expande hacia los cuatro puntos cardinales. Una bocanada profunda, intensamente punzante.
"Hermanos, es importante comprender con nuestro coraz?n, con nuestro sentimiento, este proceso, donde los hermanos y las hermanas de todo el mundo han conclu?do, llamados por este esp?ritu que est? reconstituyendo nuestra vida y nuestra esencia, a partir de nuestra identidad?, se escucha, desde un altoparlante, a una de las mujeres que gu?a la ceremonia religiosa de asunci?n en Tiwuanaku.
?Este es un proceso que da a luz a toda Latinoam?rica?, agrega.
Representantes ind?genas de toda Am?rica Latina est?n presentes en Bolivia. El sol acaricia suavemente los acalorados rostros que contemplan un acto esencialmente espiritual. ?Queremos conectarnos con nuestros ancestros, con nuestra madre tierra, con la energ?a del lado oeste, del lado sur, del lado norte, del lado occidente, con el sagrado fuego, con la sagrada tierra, con la sagrada agua, con el sagrado aire. Gracias abuelas, abuelos, que nos acompa?an en este momento. Gu?a a tu hijo, Evo Morales, que toma nuevamente el poder para gobernar esta naci?n. Este es el momento hist?rico en que los ni?os, las ni?as, los j?venes, los ancianos, podemos decir que tenemos una oportunidad de ser escuchados y de poder buscar, todos juntos, una vida digna, una existencia justa?.
La ceremonia ya comenz?.
V
?El Evo siempre nos ha guiado, es un l?der bueno para nuestro pa?s. Como ?l ha dicho, hay que acabar con la corrupci?n. Las mujeres estamos con el Evo?, le escucho decir a Lidia, quien, al finalizar, expresa un saludo para toda la Argentina. Se le nota la euforia, cuando, pasado el mediod?a del hist?rico 21 de enero, culmina la ceremonia en Tiwuanacu.
Sonia es de Tarija. ?Me ha conmovido lo que ha dicho el hermano Evo. Hemos vivido en opresi?n durante 500 a?os. Con esta segunda asunci?n volvemos a renacer, con el Estado Plurinacional?. Al rato, expresa: ?Lo que nosotras buscamos, como mujeres originarias, es que haya un progeso para nuestras comunidades. Nosotras somos productoras de papa en San Andres y queremos que nuestro hermano nos haga valorar lo que es la actividad productiva? y con la misma seguridad con la que reclama un derecho, reafirma lo que se vive como una sentencia: ?Nunca jam?s volveremos atr?s?.
VI
Rafael Alegr?a ha llegado desde la tierra de Honduras, jaqueada por un golpe de Estado, y es integrante de la organizaci?n V?a Campesina. En su discurso, ante la inmensa cantidad de personas bolivianas y extranjeras presentes en Tiwuanaku, reafirma su apoyo a Bolivia. ?Centroam?rica avanza en su lucha. Los pueblos del mundo est?n con Bolivia?, dice. Luego, entrevistado por enREDando, reflexiona: ?Este d?a significa un d?a de lucha, el ascenso al poder de los pueblos originarios, ind?genas, campesinos y significa una esperanza de las grandes mayor?as que han sido excluidas, marginadas, oprimidas.?
A su lado se encuentra Luis Andrada, recientemente llegado de la tierra ecuatoriana, quien -dice- est? profundamente conmovido. ?Es un mensaje de esperanza, de unidad y sobretodo de transformaci?n y elevaci?n de nuestro nivel de conciencia, para entender que los cambios son, no solamente fruto de un gobierno, sino de esos movimientos sociales que hist?ricamente vienen planteando la necesidad de transformar ese modelo capitalista, excluyente, que ha ido profundizando la pobreza, a otro modelo, que hoy Evo Morales ha planteado con claridad, el modelo de la suma causa y el buen vivir?.
Luis, al igual que Alegr?a, integra la V?a Campesina, organizaci?n que lucha activamente por la defensa de la Soberan?a Alimentaria y re?ne a una inmensa red de movimientos campesinos de todo el mundo. Sin duda, sostiene que el cambio de Bolivia sacude a toda Am?rica Latina. ?Para nosotros como organizaci?n, el planteamiento de la soberan?a alimentaria est? dentro de este buen vivir, para transformar el modelo de los agronegocios que subord?na la agricultura al mercado y a las transnacionales?.
VII
22 de enero. La ciudad de La Paz se encuentra literalmente convulsionada. Asume Evo Morales en el Palacio Legislativo, frente a la Asamblea Plurinacional de Bolivia. Afuera, miles y miles de personas copan la plaza Murillo para brindar un clima de calor, color y alegr?a. Es, casi, la continuidad de la postal m?s emotiva vivida 24 horas antes, en Tiwuanaku.
Los hombres de la comunidad Wayruru, una de las tantas que han bajado desde los cerros y las colinas hacia la ciudad de La Paz, dicen presente, con sus ponchos rayados, en colores negros y rojos. ?Es un d?a importante, nuestro gobierno est? asumiendo un nuevo mandato. Hemos llegado desde las fronteras m?s lejanas, desde Chile y Per??, afirma Tom?s Flores, y, mientras se despide, dice ?Para nosotros Evo es como un Dios que se acuerda de todos?.
Benito es minero y llega desde la profunda tierra de Potos?. ?Para nosotros es satisfactorio que un ind?gena luche por todos nosotros que somos olvidados, como los mineros?. Sabe que los cambios se dan lentamente y que el proceso es largo. ?Poco a poco va cambiando la realidad de los mineros?, conf?a. Al igual que sus compa?eros, no lleva ponchos ni s?mbolos andinos; tan solo un casco marr?n.
Pac?fico es cacique de la naci?n Chichas, del departamento de Potos? y entre su vestimenta blanca con infinida dde s?mbolos originarios, se distingue un bast?n de mando. ?Es s?mbolo de autoridad, qu? significa que soy autoridad originaria, esa es la distinci?n con otro hermano. Para nosotros, es un orgullo que un ind?gena asuma el gobierno de un Estado Plurinacional que est? enmarcado en la nueva Constituci?n pol?tica del Estado que ha sido construida por los pueblos ind?genas. A eso se han sumado otras organizaciones sociales.?
?Tantos a?os hemos sido pistoteados. Ahora Bolivia tiene que cambiar, el cambio tiene que ser m?s profundo?, dice Agust?n Centeno, un integrante de la comunidad de Orinoca, lugar donde ha nacido Evo Morales. De chiquito, me cuenta, ?Evo quer?a ser dirigente?. ?Cuando uno nace bueno, nace para una cosa?, afirma, con orgullo.
La fiesta rebalsa en el centro de la Plaza Murillo y en sus empinadas calles de alrededores. Cada color penetra, con claridad, las vestimentas, los cantos, la m?sica, los instrumentos originarios, las voces y exclamaciones continuas, las danzas t?picas y la vital y necesaria compa??a de la hoja de coca. Todos mascan y saborean su milenario gusto agridulce. Los rostros est?n empapados de alegr?a y emoci?n. Se huele a unidad, a manos aferradas, a pu?os cerrados, a oidos atentos a cada palabra que emite, desde el Palacio, el presidente Evo Morales. Ni?os, j?venes, ancianos, hombres y mujeres, pintan el aire de La Paz, con la esperanza de un cambio radical.
?Ser? posible lograrlo?, me pregunto. Y es inevitable, la alegria, cuando es genunia, contagia y resulta dif?cil creer que no. Es que son miles, los que, en Bolivia, dicen que s?.
|
|
|
Publicado el: 14/02/2010
Por Maria Cruz Ciarniello.
Categor?as: Globalizaci?n / Documento
enREDando.org.ar
Comunidades en Red
|
|