El diez por ciento m?s rico de la poblaci?n argentina gana 33 veces m?s que
los que sobreviven en los subsuelos de la sociedad que, hasta 1975, era una de
las m?s justas de Am?rica. En estas postales del pasado aparecen las l?neas
argumentales del presente. Cuesta creer que luego del juicio a las juntas
militares en diciembre de 1985, los distintos juzgados federales del pa?s
reinicien las causas por delitos de lesa humanidad como si nada hubiera sido
probado. La sociedad civil tampoco ha exigido, todav?a, una informaci?n seria
sobre el reciclaje de los principales c?mplices del genocidio en organismos
claves como los ministerios de educaci?n y salud provinciales o las grandes
obras sociales de cada estado argentino. Los colegios profesionales tampoco se
han expedido sobre las funciones c?mplices de varios de sus asociados ni se han
recuperado los archivos fotogr?ficos de las fuerzas de seguridad. A veintinueve
a?os del golpe de 1976, todav?a falta la condena social sobre los que
paralizaron los presupuestos de obras de infraestructura vitales como los bajos
submeridionales y las canalizaciones de los r?os interiores de Santa Fe y los
que acumularon casas, departamentos y otros bienes de las familias
desaparecidas. Los due?os de los grandes medios de comunicaci?n y algunos
periodistas que fueron referentes de opini?n en los a?os de la noche carn?vora
siguen teniendo grandes cuotas de poder durante los tiempos democr?ticos. Por
eso estas veintinueve postales del presente, hijas directa del pasado
impune.
Cosa juzgada (1)
"Disponiendo, en cumplimiento del deber legal de denunciar, se ponga en
conocimiento del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas el contenido de esta
sentencia y cuantas piezas de la causa sean pertinentes, a los efectos del
enjuiciamiento de los oficiales superiores que ocuparon los comandos de zona y
subzona de Defensa, durante la lucha contra la subversi?n y de todos aquellos
que tuvieron responsabilidad operativa en las acciones", dec?a el punto 30 de la
sentencia de la C?mara Federal de Apelaciones de Capital Federal le?da por Le?n
Arslani?n el 9 de diciembre de 1985.
El concepto de "responsabilidad
operativa" parece haber sido ignorado por completo por los actuales juzgados
federales que repiten los testimonios de las v?ctimas y entienden que deben
volver a probar lo ya convertido en cosa juzgada.
Semejante omisi?n del punto
30 de la sentencia de la C?mara Federal de Apelaciones es directamente
proporcional a la construcci?n de impunidad.
Lo ya probado (2)
Aquella sentencia que determin? como cosa juzgada que en la Argentina se
impuso un proceso de terrorismo de estado a trav?s de la metodolog?a de la
desaparici?n, tortura y muerte de personas, tambi?n abund? sobre las
"privaciones ileg?timas de la libertad, denunciadas y comprobadas" en cada
provincia.
Desde el 24 de marzo de 1976 al 18 de agosto de 1982, se
comprobaron 2.404 en el distrito Federal; 3.633 en la provincia de Buenos Aires;
668 en Santa Fe; 246 en C?rdoba; 338 en Tucum?n; 52 en Santiago del Estero; 209
en Mendoza; 32 en La Rioja; 42 en San Juan; 20 en R?o Negro; 8 en Santa Cruz; 16
en Chubut; 36 en Entre R?os; 19 en Corrientes; 26 en Misiones; 47 en Salta; 49
en Jujuy; 13 en Chaco; 3 en Formosa; 8 en Neuqu?n; 10 en Catamarca; 9 en San
Luis; 14 en La Pampa y 4 en Tierra del Fuego.
?Est?n las 668 denuncias
comprobadas de la provincia de Santa Fe en conocimiento de los jueces y
camaristas federales que act?an en el territorio?.
Y si est?n, ?por qu? es
necesario volver a repetir el calvario de los sobrevivientes?.
Si no est?n,
entonces, la responsabilidad de los integrantes de los fueros federales
santafesinos deber?a ser materia de acusaci?n de parte del Consejo de la
Magistratura.
El por qu? del golpe (3)
"El empresariado argentino ha crecido y est? decidido a aceptar el desaf?o
que significa la reconstrucci?n de la rep?blica. Por ello estamos aqu? reunidos,
para conocer el pensamiento de las fuerzas armadas y poder as? reflexionar sobre
la naturaleza de sus designios, determinando la dimensi?n exacta de nuestra
responsabilidad empresarial", dijo un exultante representante de la Federaci?n
Gremial de la Industria y Comercio de Rosario, Jos? Luis Pinasco, en octubre de
1977 al recibir a D?az Bessone.
El militar no se qued? atr?s: "Los
empresarios forman uno de los primeros sectores que constituyen la naci?n d?a a
d?a. Acaso por eso fueron uno de los blancos predilectos de la agresi?n criminal
de las hordas marxistas. Por eso la responsabilidad moral es la otra gran
vertiente de esta eminente funci?n social, y comienza dentro de la misma
empresa. All? los derechos ceden su lugar a los deberes. Defender la empresa y
la propiedad privada contra agresores de toda ?ndole es el primer deber",
sostuvo en una clara conciencia del rol de los militares como celadores del gran
capital.
La clase obrera fue el blanco preferido (4)
"Con esta pol?tica buscamos debilitar el enorme poder sindical, que era uno
de los grandes problemas del pa?s. La Argentina ten?a un poder sindical
demasiado fuerte...hemos debilitado el poder sindical y ?sta es la base para
cualquier salida pol?tica en la Argentina", dijo Juan Alemann, secretario de
Hacienda de Jorge Videla.
Esa frase sintetiz? la l?gica de la represi?n
contra el movimiento obrero opositor a las burocracias vinculadas a las grandes
patronales.
La sociedad entre gerentes de plantas y represores fue una
constante en la zona del Gran Rosario.
Uno de los torturadores e integrantes
del Servicio de Inteligencia del Comando del II Cuerpo de Ej?rcito con asiento
en la ciudad de Rosario fue Francisco Bueno o Banegas. Su declaraci?n ante los
organismos de derechos humanos en Europa durante los primeros tiempos de la
democracia sirvieron para descubrir los mecanismos del terrorismo de estado en
la zona sur de la provincia de Santa Fe.
"Las oficinas a las cuales yo deb?a
concurrir estaban ubicadas en la galer?a La Favorita, en el s?ptimo piso,
oficina 701, bajo el nombre de la empresa INROS, Informaciones Rosario. En ese
lugar exist?a la oficina donde se distribu?a el trabajo de informaci?n...",
sostuvo el ex integrante del ej?rcito.
"De las siete personas, una de ellas
se dedicaba a recabar informaci?n en las f?bricas Massey Ferguson, John Deere y
Anomackura, que est?n ubicadas en el cord?n industrial del Gran Rosario...Las
informaciones eran directamente entregadas por el personal de nivel jer?rquico
de esas empresas y operarios especializados....El nombre del que estaba en el
?rgano adelantado para la zona del cord?n industrial era Cacho Marengo, ese era
el seud?nimo. El nombre real es Montenegro...El se dedicaba estrictamente a la
parte de recolectar los papeles que preparaba el personal de gerencia de esas
f?bricas", sostuvo el desaparecedor.
Hab?a otra persona que "se encargaba de
la zona un poco m?s alejada de San Lorenzo que era el enlace con el servicio de
informaciones de la polic?a de San Lorenzo. La polic?a de San Lorenzo manejaba
la zona de Puerto San Mart?n y Petroqu?mica Argentina; el que estaba a cargo de
informaciones entregaba los papeles semanales de la informaci?n recabada a un
hombre llamado Tito Ortiz, aunque el nombre real era Orefice".
Continuidades (5)
"...estas organizaciones trabajan sin tener en cuenta el tiempo, el
tiempo para ellos es secundario, no nos extra?emos que empiecen, no ahora, sino
en una fecha relativamente corta, larga, pero van a volver porque les queda
todav?a... por empezar que ha sido hist?rico, una etapa de venganza personal,
una venganza personal, como ocurri? con ese teniente coronel que fue a reprimir
all? en el sur en la Patagonia tr?gica y despu?s lo mataron ac? en el centro de
Buenos Aires...Varela y lo mat? un terrorista extranjero...", declar? Agust?n
Feced el 11 de setiembre de 1984 ante el Consejo Supremo de las Fuerzas
Armadas.
Feced se sent?a la continuidad de Varela, el represor de los
huelguistas del a?o '21 en la Patagonia. Una clara definici?n del objetivo del
terrorismo de estado.
El principio del genocidio (6)
El informe Saichuck, del 30 de abril de 1973, prologaba el asesinato de
Constantino Razzetti, las matanzas de la Triple A, la invasi?n a Villa
Constituci?n y el golpe de estado de marzo de 1976.
"Los fines perseguidos
empleando parte de estas siglas fueron determinados por la infiltraci?n,
captaci?n y distorsi?n ideol?gica de elementos juveniles peronistas, quienes
ante la carencia de dirigentes consustanciados con los lineamientos
justicialistas fueron absorbidos por los que pregonaban la ?patria socialista o
izquierda nacional", un comentario digno de cualquier dirigente de la derecha
peronista y que luego se utilizar?a como supuesta justificaci?n para el
enfrentamiento que se concret? despu?s de Ezeiza.
Luego, en el documento hay
una referencia al "?xodo de militantes" que sufr?a, por aquellos d?as, el FEN,
dirigido "por lo que determinados c?rculos de la juventud consideran como ?el
marxismo israel?? representado por Grabois y ac?litos".
Pero lo que viene es
una clara advertencia de lo que efectivamente ocurri?: "Las nuevas pautas a
darse en el consenso juvenil pueden determinar, dentro de la disciplina y
verticalidad que imponga Per?n, una ?purificaci?n? doctrinaria de la juventud,
precedido de una depuraci?n, considerando que a?n el l?der m?ximo del peronismo
se halla en condiciones de controlar a la juventud por el giro dado al espectro
que creara a trav?s de los dirigentes defenestrados".
Los t?rminos
"purificaci?n" y "depuraci?n" ser?an utilizados no solamente por los sectores
ortodoxos del peronismo, sino que despu?s formar?an parte de las homil?as de
vicarios y obispos que exigir?an una purga de sangre a las fuerzas armadas. El
documento Saichuck, entonces, obliga a preguntar ?cu?l fue el origen de la
represi?n pol?tica en la Argentina en los a?os setenta?
Hay otro dato
interesante: el surgimiento de las llamadas Legiones Nacionalistas.
"La
planificaci?n y organizaci?n de las mismas estar?a en manos de S?nchez Sorondo y
del doctor Vicente Solano Lima. Dicho impasse se habr?a suscitado debido a
diferencias entre C?mpora y Solano Lima, no obstante el aval de Per?n al
vicepresidente electo para la conformaci?n de las citadas legiones que deber?an
estar encuadradas dentro de los lineamientos de la doctrina nacional del
Justicialista", sostiene el informe.
"La concreci?n de estas LEGIONES (as?
con may?sculas est? en el escrito) estaba prevista para todo el ?mbito nacional,
especialmente j?venes identificados con el peronismo no oficial y del
nacionalismo ortodoxo. Para tales efectos estaba previsto el viaje de dichos
elementos j?venes para ser interesados en el cometido a cumplir o desarrollar",
se afirma en la tercera hoja del informe del 30 de abril de 1973.
S?nchez
Sorondo fue el candidato a senador nacional por la Capital Federal en las
elecciones del 11 de marzo. Fue derrotado por el entonces joven abogado radical
Fernando De La R?a. Esa situaci?n hizo que Solano Lima no viajara a Madrid junto
a C?mpora para entrevistarse con el viejo General.
Saichuck termin? de leer
el informe y por alguna extra?a raz?n se lo llev? a su casa.
Al Gato Saichuck
lo envenenaron a fines de 1976, pero sus trabajos de inteligencia marcaron la
tendencia no solamente de las patotas que acompa?aron a Agust?n Feced, sino
tambi?n los procedimientos y la ideolog?a de aquella federaci?n de bandas de
delincuentes y de ideolog?a fascista que se denomin? Triple A.
La Juventud
Peronista ya estaba infiltrada aun antes de la asunci?n de H?ctor C?mpora y la
idea de la depuraci?n del justicialismo era un claro objetivo que compart?an los
servicios de las distintas fuerzas de seguridad y armadas con dirigentes
sindicales, grandes empresarios y tambi?n pol?ticos.
Pasa (7)
Jos? Rub?n Lo Fiego, alias el Ciego o doctor Mortensen, fue imputado por 68
delitos de lesa humanidad cuando se desempe?aba como el principal torturador del
Servicio de Informaciones de la polic?a rosarina en los tiempos de Agust?n
Feced.
En su legajo personal consta que el 26 de julio de 1979 fue
"felicitado por la superioridad por el procedimiento realizado en la Empresa
fabril Petroqu?mica Argentina Sociedad An?nima".
A rengl?n seguido fue
felicitado el 18 de agosto de 1977 por el comandante del II Cuerpo de Ej?rcito,
Leopoldo Fortunato Galtieri, "por el resultado de las investigaciones realizadas
que permitieron los ?xitos obtenidos por las fuerzas legales en los ?ltimos
d?as".
Acindar (8)
Para el ministro del Interior, Alberto Rocamora, se trat? de un operativo
para desarticular al "complot rojo contra la industria pesada del pa?s". Para el
dirigente radical, Ricardo Balb?n, "los sucesos de Villa Constituci?n fueron
necesarios para erradicar la subversi?n industrial".
Walter Klein, socio de
Mart?nez de Hoz, a?os despu?s, fue mucho m?s contundente frente a la embajada de
los Estados Unidos: "Qu?dense tranquilos, todos los activistas gremiales de
Villa Constituci?n ya est?n bajo tierra".
Rodolfo Peregrino Fern?ndez, ex
comisario de la Polic?a Federal, relat? ante la Comisi?n Argentina de Derechos
Humanos, en 1983, que "otra represi?n notoria de la Triple A fue la ejercida
contra los activistas sindicales de Villa Constituci?n. Esa operaci?n fue
dirigida por el comisario Antonio Fiscchietti, alias El Padrino o Don Chicho.
Fiscchietti fue reclutado para integrarse en la AAA siendo delegado de la
Polic?a Federal Argentina en la provincia de Tucum?n".
Sostuvo que "las
patronales de las industrias metal?rgicas instaladas all?, en forma destacada el
presidente del directorio de Acindar, ingeniero Arturo Acevedo, establecieron
una estrecha vinculaci?n con las fuerzas policiales mediante pagos
extraordinarios en dinero".
Remarc? que "el presidente de Metcon, por
ejemplo, retribu?a con una paga extra de 150 d?lares diarios al oficial de
polic?a que dirig?a su custodia personal, por un servicio de vigilancia no
superior a las seis horas de duraci?n".
Acindar "pagaba a todo el personal
policial, jefes, suboficiales y tropa, un plus extra en dinero, suplementario al
propio plus que percib?an ya del estado esos efectivos. El pago estaba a cargo
del jefe del personal, Pedro Aznarez, y del jefe de relaciones laborales,
Roberto Pellegrini".
Agreg? que "Acindar se convirti? en una especie de
fortaleza militar con cercos de alambres de p?as. Los oficiales policiales que
custodiaban la f?brica se alojaban en las casas reservadas para los ejecutivos
de la empresa...".
El dinero de la sangre (9)
La primera menci?n sobre la actuaci?n del "Tucu" apareci? en el libro
"Recuerdo de la muerte" de Miguel Bonasso.
Su identidad fue revelada por las
declaraciones que desde el exterior hizo el ex servicio de inteligencia del
Ej?rcito, con actuaci?n en el Comando del II Cuerpo de Ej?rcito, Gustavo
Francisco Bueno alias Germ?n Bueno o Banegas, ante el Centro de Estudios Legales
y Sociales, en 1987.
All? informa sobre el personal que revistaba en la
Quinta de Funes.
En la lista de represores confeccionada por la Asamblea
Permanente de Derechos Humanos de Rosario, en 1987, Eduardo Constanzo aparece
como miembro de Inteligencia militar: "IN 14".
Al tiempo, sin imputaci?n
alguna en la causa federal 47.913, la denominada causa Feced, Constanzo se
present? al diario "Rosario/12" para hablar sobre su actuaci?n en Funes,
diciendo que envolv?a los cuerpos de los muertos, entre ellos algunos chicos y
que despu?s los trasladaba a las barrancas del r?o Paran? o por avi?n hasta la
Bah?a de Samboromb?n. Los datos fueron revelados por una entrevista que le hizo
el periodista Reynaldo Sietecasse.
Su relato tambi?n apareci? en la revista
"Gente" a trav?s del corresponsal rosarino de la misma, Ra?l Acosta.
Al
saberse su participaci?n los familiares de desaparecidos pidieron que se
investigue lo relacionado con el supuesto fondeadero en las barrancas del
Paran?, tarea que desarroll? el entonces juez provincial de instrucci?n de la
10? nominaci?n, Mart?nez Fermoselle, sin encontrarse ning?n rastro
positivo.
Aparece nombrado en el cuerpo 28 de la causa Feced al incluirselo
como "Tucu" entre los torturadores y represores de la Quinta de Funes. Era
finales de 1986.
En el cuerpo 43 de la causa, se anexan fotocopias del
cap?tulo II al XI de la "Segunda Temporada", del libro "Recuerdo de la Muerte",
de Miguel Bonasso. El "Tucu" aparece en el apartado X "La Onda expansiva",
se?alado por Dri como "con la cachaza tucumana. Viejo. Experimentado. Ojo, es
observador". Se repite el pedido de h?beas corpus presentado por Mar?a Adela
Panelo de Forestello por el destino de su hija Mar?a Marta Forestello. Su nieta
fue encontrada enla polic?a de menores de Rosario el 2 de diciembre de 1977.
Estas actuaciones ya correspond?an a febrero de 1987.
Hasta que lleg? el
lunes 15 de diciembre de 1997.
El Tucu Constanzo me recibe en el living que
invent? en el viejo garaje de su casa de Pueyrred?n 2931, a dos cuadras de la
casita robada, aquella de Santiago 2815 donde viv?a una pareja de ciegos,
secuestrados, torturados y desaparecidos por las huestes de Galtieri y Feced el
17 de setiembre de 1977.
Impecable traje marr?n y corbata con dibujos de
Mickey y Tribil?n. No le queda nada bien a quien supo torturar y envolver
cuerpos para luego, seg?n dijo, tirarlos al r?o.
"Usted escr?balo y despu?s
vea c?mo podemos repartir lo que surja. Cre? que me ven?a a ofrecer hacer una
pel?cula. Hay que hacer negocios", dice mientras apostrofa contra los
militares.
"Yo pele? por la patria, la bandera, esas cosas, pero ellos se
quedaron con la plata", sostiene mientras confiesa que estuvo nueve a?os junto a
Luis Rubeo.
Tiene un autom?vil casi nuevo, dos camiones con los que trabaja
en el Mercado de Productores de Fisherton trayendo fruta desde Tucum?n. Su madre
de noventa a?os tiene buena salud pero se est? muriendo de vieja.
"Le di a
cada uno de mis hijos casa y auto. Yo vine con mucho dinero de Tucum?n. Despu?s
comet? el error de mi vida cuando trabaj? con los militares", cuenta mientras
toma un caf?.
Quiere dinero a cambio de su memoria.
"Tengo todo ac?
adentro", se?alando su cabeza.
Toma pastillas de Tetrargill, "recuerdo de los
montoneros", relata y se?ala unas ventanas que le quedaron de una casa en
Tucum?n cuando le metieron algunas granadas.
Dice que el coronel Fari?a hizo
mucho dinero, que trabaja frente al diario La Capital y le fue muy bien. "Hijo
de una gran puta, le digo cuando lo veo y no me saluda. Ninguno de nosotros lo
quer?amos. Era muy prepotente. Ellos hicieron muy buen dinero", recuerda. Dice
que Fari?a fue el jefe de operaciones especiales del comando del II Cuerpo.
Feced de vacaciones (10)
El principal responsable del genocidio cometido en la provincia de Santa Fe,
Agust?n Feced, gozaba de libertad cuando supuestamente sufr?a de prisi?n
preventiva rigurosa, seg?n se desprende de una carta enviada por su concubina
que solicitaba la pensi?n como tal luego de la fraguada muerte de junio de 1986.
El relato de la se?ora exhibe c?mo el ex comandante de Gendarmer?a iba y
ven?a por el pa?s y ya estaba radicado en Paraguay como luego lo atestiguaron
distintos familiares de desaparecidos sin que ning?n integrante de la C?mara
Federal de Apelaciones rosarina lo tuviera en cuenta.
Era octubre de 1984.
Feced deb?a estar encerrado.
Cuando se produjo el robo de los tribunales
provinciales, el ex gendarme volv?a de pasar unas vacaciones junto a su
concubina por el noreste argentino.
?Qu? tipo de responsabilidad tuvieron los
gobiernos de la provincia de Santa Fe y de la Naci?n en aquella absoluta
libertad que gozaba el mayor asesino de la historia del interior del
pa?s?.
Hasta hoy no solamente es un misterio, sino una brutal muestra sobre
c?mo se construy? impunidad en democracia.
Berhnardt (11)
Luis Galanzino fue desplazado de la polic?a provincial durante la primera
administraci?n del ingeniero Obeid.
Desde entonces denuncia a su entonces
subsecretario de Seguridad P?blica y hoy titular de Defensa Civil, el ex
teniente coronel Jos? Bernhardt, como el oficial que trasladaba a los detenidos
ilegales de Santa Fe, durante el terrorismo de estado, hasta el centro
clandestino que funcionaba en Granadero Baigorria, La Calamita.
Galanzino
lleg? a efectuar esa denuncia ante la Comisi?n Interamericana de Derechos
Humanos con sede en Washington.
Actuales funcionarios del gobierno provincial
desprecian la denuncia porque creen que Galanzino miente para ocultar sus
propias acciones contrarias a los m?s elementales derechos humanos.
E incluso
llegaron a decir -los funcionarios actuales de la administraci?n Obeid- que
"Bernhardt le ofreci? conducir la Unidad Regional II con asiento en Rosario y
entonces Galanzino se despach? dici?ndole que para poner la delincuencia en caja
hab?a que tirar unos diez cuerpos de cualquiera para que sientan miedo.
Semejante barbaridad lo dej? afuera", confi? una alta fuente del gobierno actual
santafesino.
El ex comisario desmiente todo con su voz agravada por el
cigarrillo y las distintas enfermedades que tuvo que soportar desde que fue
retirado de la fuerza.
Y ratifica su denuncia: "Es de p?blico conocimiento
que Bernhardt trabaj? para el Servicio de Inteligencia del Ej?rcito. El
particip? en los traslados de los detenidos de Santa Fe hasta La Calamita. Eso
es real", afirma.
Rechaza cualquier tipo de discusi?n que se le endilga con
Bernhardt. "Nunca tuve ninguna puja personal con ?l. Salvo cuando hicieron el
relevo de todo el personal de tr?nsito y nosotros hicimos un procedimiento
contra dos tipos uniformados con ropa policial que extorsionaban a la gente a la
altura de Ricardone con radares para controlar la velocidad. Discutimos por
tel?fono y nunca m?s. Se sinti? ofuscado y me dijo que no me ten?a que meter con
el personal que atend?a los radares", enfatiz? Galanzino.
"Nadie me ofreci?
la jefatura de polic?a de Rosario. Eso es mentira. Lo que ratifico es que
Bernhardt hac?a los traslados y tambi?n creo haber demostrado la relaci?n
existente entre ?l, el entonces ministro de Gobierno, Roberto Ros?a y la jueza
Alejandra Rodenas. ?O no se sabe que Osvaldo "Tito" Rodenas, hist?rico dirigente
de Rosario Central, era quien ten?a La Calamita. El tema este nace entre el
coronel Juvenal Pozzi y el dirigente empresario Natalio Wainstein. Este ?ltimo
le presenta Rodenas a Pozzi para que el estadio de Central sea confirmado como
la sede del Mundial `78. Y una de las condiciones fue que Rodenas le alquilara a
Pablo Benzad?n, La Calamita y luego se la pasara a los militares. Y ah? se
hicieron las torturas", termin? diciendo.
Perazzo (12)
La actual Jefa de la Polic?a de Santa Fe, la doctora Leyla Perazzo
estuvo a cargo de la polic?a de menores de Rosario durante los tiempos de
Feced.
Ella conoci?, entre otras celadoras que figuran como las encargadas de
cuidar algunos hijos de desaparecidos, a Norma Ramos, celadora y custodia de
Josefina y Catalina Aguirre.
Seg?n la actual funcionaria del Ministerio de
Gobierno, Ramos "mostr? tener una generosidad m?s all? de lo com?n, como por
ejemplo, cuando cri? a Josefina que se estaba muriendo, porque la estuvo
cuidando desde el Hospital".
Sostuvo que nunca se va a olvidar "de la cara
de Cati. Conviv?amos con las ni?as. La vi sufrir por esa ni?a, cuidarla. El juez
la autoriz? a llevarla a su casa. Si no, se hubiera muerto", remarc?
Perazzo en di?logo con este cronista. "Es un episodio muy dif?cil de borrar. La
he visto llorar cuando el juez le orden? entregar esa nenita a la familia",
agreg?.
Perazzo defendi? a las celadoras de la polic?a de menores durante la
dictadura porque "hicieron un trabajo como seres humanos m?s all? del oficial,
asumieron roles...".
"Yo estuve en la peor ?poca...dos o tres a?os. En
general las chicas (por las celadoras) sal?an a pedir ropa para los pibes. Los
llevaban al m?dico. Hasta una persona como Feced, en una cuesti?n como la de los
chicos, no se meti?, dej? que los resolviera la justicia", indic?.
La polic?a
"recib?a un chico del comando y lo anotaba. Ese era un aspecto. Despu?s estaban
los grupos de tareas", diferenci? la abogada.
"Llegamos a tener como
sesenta, me acuerdo", confes? la funcionaria.
?Qui?nes eran esos sesenta
chicos que ingresaron en la polic?a de menores de Rosario durante la
dictadura?.
Para Abuelas de Plaza de Mayo solamente hay tres ni?os
desaparecidos en la ciudad.
Y de acuerdo a los documentos que constan en el
cuerpo 21 de la Causa Feced, hubo 98 menores NN entre 1976 y 1983 denunciados en
el juzgado provincial correspondiente.
Once durante 1976; 27 en 1977; 11 en
el a?o del Mundial; 9 en 1979; 17 durante 1980; 17 m?s en 1982 y 6 en 1983.
Muchos de ellos explicables, pero, como se demuestra en estas l?neas, hay
alrededor de una veintena de expedientes que presentan dudas muy grandes.
Si
solamente se tuvieran en cuenta los casos de los "menores derivados de
procedimientos antisubversivos", hay 18 chicos, hoy j?venes de m?s de veinte
a?os, que bien pueden demandar a los entonces comandantes del II Cuerpo de
Ej?rcito por responsables de sus propios secuestros. Ram?n Genaro D?as Bessone
tambi?n deber? responder por estos delitos cometidos en Rosario.
Los negocios del Tigre Acosta en Rosario (13)
El jefe de Inteligencia de la Escuela de Mec?nica de la Armada era uno de los
m?s conspicuos pasajeros que se alojaban en el hotel Riviera de Rosario entre
1991 y 1994. Jorge "El Tigre" Acosta desarroll? actividades comerciales en la
regi?n a trav?s de su astillero R?o Bravo, con sede en General Rivas 175, en la
zona del Dock Sud, en Avellaneda. Su principal contacto era un ex integrante de
aquel centro clandestino de detenci?n, Adolfo Romero, y sus intereses estaban
vinculados a la zona franca paraguaya que opera en el puerto del sur provincial
desde los tiempos de Videla y Stroessner. Ellos dec?an ser los representantes de
la firma Serviport SRL, la misma que gener? una millonaria demanda judicial a
fines de los a?os noventa. Eran los tiempos de la fiesta menemista y los
primeros intentos por privatizar el puerto rosarino; mientras que en Paraguay
gobernaba el luego depuesto Juan Carlos Wasmosy. Junto a los verdugos de la ESMA
-Acosta y R?dice- tambi?n se movieron, por aquellos d?as, hombres como Alberto
Kohan y Carlos Corach. La fotograf?a que posee este cronista muestra una reuni?n
mantenida en una casa familiar de la zona del Gran Rosario en la que se revela
una de las tantas visitas de uno de los principales represores de la historia
reciente argentina cuando se perge?aba un negocio cuya dimensi?n, seg?n la
propia Justicia federal, ascendi? a 150 millones de d?lares. ?Por qu? El Tigre
Acosta tuvo tanta impunidad para moverse en c?rculos pol?ticos y empresariales
rosarinos?, parece ser la pregunta que, por ahora, no tiene respuesta.
"La Capital" y Alberto Goll?n (14)
En el D?a de los Santos Inocentes de 1976, Leopoldo Galtieri recibi? a los
periodistas en el casino de oficiales del Comando, por entonces ubicado en
C?rdoba y Moreno. Felicitaba a los cronistas porque su labor "ha marcado rumbos
en la historia. A trav?s de la prensa, en un cauce ordenado, llegando a los
esp?ritus y a las mentes de los ciudadanos y a la formaci?n cristiana,
occidental, de nuestra tierra", dijo.
"Vamos a convencer al pueblo rosarino,
en este caso, que llegaremos m?s f?cil a los objetivos del gobierno militar.
Estamos convencidos de que cometemos errores pero tambi?n sabemos que hay
aciertos. Brindo por el pa?s, por nuestra gran comunidad rosarina y por nuestra
patria por un venturoso porvenir", sostuvo Galtieri.
En nombre de los
trabajadores de prensa hablaron Alberto Goll?n y Carlos Ovidio Lagos. "Estamos
orgullosos de poder acompa?ar a usted y a la fuerza que representa en esta tarea
en que est?n empe?ados. Nosotros los periodistas apoyaremos siempre esta labor",
dijo el ex intendente de la dictadura del 71, Alberto Goll?n.
"Nos sentimos
honrados de esta prueba de afecto y solidaridad", dijo a su turno el
representante del diario "La Capital". Es oportuno recordar que "uno de los
ingredientes fundamentales del periodismo es su derecho a discrepar, pero creo
que las palabras del comandante no merecen ninguna oposici?n. Nunca el hombre se
siente m?s satisfecho como cuando ha recobrado su libertad, y la Argentina la ha
recobrado para dignidad del pueblo y de la naci?n. El comandante ha se?alado que
los diarios rosarinos han jugado un papel protag?nico en estos instantes en que
se est?n debatiendo fundamentales principios de perdurabilidad de la naci?n. Yo
agregar?a que el ejemplo rosarino es imitado por todos los diarios del pa?s",
dijo el descendiente del fundador del primer diario argentino.
Galtieri
calific? de "positivo" el balance de 1976. "En el orden militar los resultados
de la lucha antisubversiva est?n a la vista. Se normaliz? la educaci?n, hay
recuperaci?n econ?mica y se ha logrado el reencauzamiento en el nivel social. Lo
m?s positivo fue la reacci?n del pueblo argentino ante un hecho hist?rico. Este
pueblo, llamado por su conciencia y liderado por las Fuerzas Armadas, tom? el
comando de nuestra patria que ca?a en una vertiginosa picada", se entusiasm? el
general.
El 29 de diciembre Galtieri fue ascendido a general de divisi?n y
recibi? una copia del sable corvo de San Mart?n.
Para los editorialistas de
"La Capital", el resumen del primer a?o de la dictadura era que "la ciudad,
cuyas paredes ostentaban leyendas variadas, amaneci? un d?a con la cara lavada.
En realidad se la lav? en varios d?as, pero se la lav?. Luego, la poda,
controvertida, discutida, pero apoyada masivamente por los vecinos, que
aportaron su esfuerzo, fue otro signo m?s que en 1976 se estaba produciendo un
cambio, a primera vista aparente, pero llegando a profundizar, algo m?s serio.
La vida estudiantil se fue ordenando, la universidad fue reestructur?ndose y
algo cambi?. Claro que en la poda a alguno se le fue la mano y mutil? alg?n
ejemplar".
Una editorial de "La Capital", a principios de 1977, sumaba su
grano de arena para incentivar la delaci?n: "Poco a poco va cerr?ndose el cerco
sobre quienes pretendieron conducir al pa?s al caos precursor de la toma del
poder marxista y va logr?ndose un clima de mayor seguridad p?blica. Para
alcanzar la victoria que indudablemente obtendr? la rep?blica es necesario
operar en todos los campos. Es necesario no caer en confusi?n y mantener una
vigilia que no es obligaci?n exclusiva de las fuerzas del orden, sino de la
ciudadan?a toda".
En una de sus habituales recorridas por Corrientes y Chaco,
el general Galtieri, una vez m?s, habl? de la confluencia entre medios de
comunicaci?n y la dictadura. "Destaco la identificaci?n de las fuerzas armadas
con el periodismo en la tarea de llevar adelante el Proceso de Reorganizaci?n
Nacional, que tiene objetivos y no plazos", dijo.
Evaristo Monti (15)
El inefable periodista rosarino Evaristo Giordano "Monti", en su columna
"Im?genes deportivas", en el diario "La Capital", presentaba una nota de opini?n
de Galtieri. "Las Fuerzas Armadas no ocuparon el poder para mandar, sino para
gobernar, y la funci?n del gobierno implica la visualizaci?n de todo el
acontecer nacional. ?Qu? imagen daremos a mediados de 1978? Dos a?os atr?s,
nadie arriesgaba un pron?stico favorable a la Argentina para el Mundial. ?C?mo
?bamos a desembarazarnos del azote subversivo? En c?rculos internacionales se
expuso el peligro que entra?aba la furia subversiva. Hoy ese tema ha sido
sepultado. Hemos entendido el Mundial como la demostraci?n de encarar una
gigantesca obra en lo material y en lo espiritual", escribi? alguien en nombre
del general.
"?De qu? valdr?a tanto costo y tanto ardor si mil periodistas y
cincuenta mil turistas se llevan una impresi?n negativa? Tal vez sea un exceso
de prevenci?n, pero sospechamos que no faltan quienes piensen que el Mundial
ser? un breve per?odo apto para enriquecerse. En mi car?cter de comandante del
II Cuerpo y como un argentino m?s, interpretando el sentimiento y vocaci?n
argentinista de mis subordinados, me permito exhortar a todos los hombres y
mujeres de mi jurisdicci?n a crear conciencia, disuadir a los desaprensivos,
fortalecer la fe en la naci?n, sentir con profunda espiritualidad que esta
ocasi?n es propicia para mostrarnos como somos realmente y no como pueden
deformarnos peque?os ambiciosos. Miles de periodistas divulgaron la buena
noticia: los argentinos son los de siempre y toda infiltraci?n espuria est?
desterrada", remataba Galtieri.
Monti comentaba que "esta p?gina recoge con
especial orgullo el mensaje de Galtieri, agradeciendo su cortes?a. No s?lo el
trabajo del alto jefe militar nos honra, sino que har? escuela".
A fines de
noviembre de 1977, Monti repet?a elogios sobre Galtieri: "En pol?tica no hay ni
cara ni ceca, me dijo el general Galtieri, y es la m?s inteligente s?ntesis que
he escuchado. Como adem?s me propuso que le mandara discutir con ?l a quien no
lo piensa as?, opto por difundirlo unas cuantas semanas despu?s de hab?rmelo
confiado".
Hoy, Evaristo Monti es el concejal de mayor predicamento dentro
del bloque justicialista en la ciudad de Rosario y con una fluida llegada a los
grandes medios de comunicaci?n de la regi?n.
La Bolsa de Comercio y otros sectores empresariales (16)
El 18 de enero de 1977, el ministro de Educaci?n, Orlando P?rez Cobo, visit?
la Bolsa de Comercio de Santa Fe, cuando su titular era Jos? Pisatnik. Entre
otros empresarios que manifestaron su apoyo a la gesti?n estaba Angel Malvicino,
del Centro Comercial de la ciudad capital. Diez d?as despu?s, P?rez Cobo, Adela
Acevedo y Jorge Rivarola, presidenta y consejero de Acindar, firmaron un acuerdo
para concretar un complejo educativo.
A principios de febrero de ese a?o se
anunciaba la privatizaci?n de empresas del estado provincial como la cristaler?a
rosarina San Vicente, y se llamaba a licitaci?n p?blica internacional por el
frigor?fico Swift.
A un a?o del golpe, la Confederaci?n de Asociaciones
Rurales de la Zona Rosaf? (CARZOR) sostuvo que "cuando el 24 de marzo de 1976
las Fuerzas Armadas se hicieron cargo del gobierno de la rep?blica, por imperio
de los principios de orden y moral, una sensaci?n de esperanzada fe se manifest?
en la ciudadan?a argentina. A un a?o de aquella fecha es evidente lo mucho
logrado en bien del pa?s. Se ha erradicado la demagogia... el sindicalismo
cegetista con vocaci?n de poder totalitario... Nos hemos apartado del tercer
mundo... se ha implantado el orden en la universidad... la naci?n Argentina
contin?a siendo atacada desde el exterior, voceros que se han infiltrado en la
naci?n l?der de Occidente", dec?a la nota firmada por su presidente, Jos?
Marull.
La Sociedad Rural, por su parte, "adhiere a tan fausto
acontecimiento. Las Fuerzas Armadas debieron por fuerza y en contra de sus
propios deseos llenar un vac?o de poder. La lucha contra la subversi?n ha sido
llenada con alto valor y ?xito creciente... Se han puesto en marcha las acciones
que conducen a la Argentina a un destino de orden, progreso y felicidad". Cuatro
d?as despu?s del primer aniversario de la Junta Militar, Videla estuvo en Santa
Fe conversando con los representantes de las bolsas de comercio de Rosario y de
la capital provincial, CARCLO, CARZOR, industriales de la regi?n, y luego visit?
la planta de Sancor, en Sunchales.
"Padres argentinos: ?conocen las
actividades y a los amigos de sus hijos? ?Conocen los lugares donde se re?nen y
los temas que tratan? ?Salen a menudo con ellos? ?Participan de sus inquietudes?
?Mantienen la necesaria comunicaci?n con ellos? ?Se sienten verdaderamente
padres?", dec?a un aviso en abril de aquel a?o 1977.
El arzobispo rosarino se
sinti? emocionado en la celebraci?n del d?a del ej?rcito: "Hoy con su plegaria,
sus soldados, que son tambi?n tus soldados, vienen a pedirte se?or fuerzas...
para afrontar la dura lucha que han provocado los enemigos internos y externos
de la patria... han asumido la conducci?n del pa?s, en salvaguarda de los
valores morales y espirituales que hacen al ser nacional".
A fines de junio
se adjudic? la obra para la construcci?n del Centro de Prensa para el Mundial de
1978. Las empresas elegidas fueron Ambr?s Palmegiani SA y Genaro y Fern?ndez
SA.
A principios de agosto de 1977 Galtieri, frente al consejo directivo de
CARCLO, destac? que "las fuerzas armadas necesitan intercambiar ideas con la
gente que desde abajo pisa la tierra todos los d?as. Nosotros estamos en la
conducci?n de la gran cosa, pero los protagonistas son ustedes y el resto de los
argentinos".
El 22 de agosto Acindar ped?a guardias de seguridad para su
complejo industrial en Villa Constituci?n. Las caracter?sticas solicitadas no
dejan dudas sobre el perfil de la empresa: buscaban "retirados de las fuerzas
armadas y/o de seguridad provincial o nacional".
Un mes despu?s, Jos? Alfredo
Mart?nez de Hoz visitaba la ciudad en compa??a de Horacio Tom?s Liendo en
ocasi?n de presidir las II Jornadas de Comercializaci?n Cerealista organizadas
por la Bolsa de Comercio. El ex presidente de Acindar dijo sentir "una gran
satisfacci?n" por estar en "esta instituci?n tan tradicional, tan ?til al pa?s
como es la Bolsa de Comercio de Rosario".
El 15 de octubre Swift pas? a manos
privadas al ser vendido a Carnes Argentinas SA, y ese mismo d?a, por esas
extra?as coincidencias del destino, aumentaba el precio de la carne.
El
primero de diciembre asumi? como segundo jefe del Segundo Cuerpo de Ej?rcito el
general de brigada Luciano J?uregui en reemplazo del general An?bal Andr?s
Ferrero, quien fue agasajado en los salones del Jockey Club de
Rosario.
"Venimos a despedir a un amigo. Los militares vienen, desarrollan
sus actividades, se vinculan al medio, traban amistades y se van... En la
rep?blica el caos era absoluto. Solamente las Fuerzas Armadas ten?an el poder
suficiente para frenar la ca?da, para poner orden a las cosas y para poner orden
en los hombres. Y en esto, nuestros generales, nuestros almirantes y nuestros
brigadieres toman las previsiones para que por siempre rija el orden supremo: el
orden moral", dijo, entonces, el euf?rico doctor M?ximo Soto, a quien escuchaban
Galtieri, Desimoni, Feced, Cristiani, el doctor Juan Castagnino, entre otras
"egregias" presencias en el Jockey.
En el agasajo a la prensa de fin de a?o,
Galtieri dijo que "la subversi?n en su forma armada hab?a sido casi
completamente derrotada, pero que hab?a otras formas con las que pretend?a
infiltrarse para producir el descontento y el caos y arrasar con todo lo que
lucharon los ilustres antecesores".
"Esta es s?lo una semilla. Pero es la vez
todo un s?mbolo. En estas aulas donde ayer se agraviaban nuestros s?mbolos,
donde en las leyendas de sus muros anidaban el rencor y el odio, hoy lucen
enhiestos y orgullosos los s?mbolos m?s caros de nuestra nacionalidad, de
nuestras tradiciones, de nuestra historia", dijo el coronel Roberto Villa al
inaugurar el aula "Ej?rcito Argentino", en la escuela superior de psicolog?a, en
Rosario, y luego fue aplaudido por Galtieri.
En esos d?as de diciembre,
Videla inaugur? en Acindar una planta para la producci?n de aceros
semielaborados, mientras que la mayor?a de los delegados y dirigentes gremiales
se encontraban secuestrados y muchos de ellos ya eran desaparecidos.
"Brindo
por ustedes periodistas por la contribuci?n para el esclarecimiento de la lucha
contra el terrorismo, lo que permiti? mantener adecuadamente informada a la
ciudadan?a", les dijo el general en el que ser?a el ?ltimo encuentro de fin de
a?o con los cronistas rosarinos.
Tierras para pocos (17)
La presencia del general en la capital chaque?a, a principios de 1978,
tambi?n como inter?s ver la evoluci?n de un negocio de tierras
provinciales que pasar?an a manos particulares. Se trataba de cuatro millones de
hect?reas de tierras fiscales "con el 90 por ciento de cobertura boscosa" que
ser?an privatizadas porque, seg?n una solicitada de la intervenci?n militar a
cargo del gobierno del Chaco, "esperan ser conquistadas para convertirse en
tierra f?rtil, productiva y habitable. Sus conquistadores deber?n emplear armas
distintas, las de anta?o ser?n reemplazadas por topadoras, arados y
alambrados".
Era el principio de las privatizaciones de tierras que luego
servir?an para el desarrollo de la soja y el exilio de miles de familias.
Justicia de menores (18)
El 30 de diciembre de 1985 el juzgado de menores de la segunda nominaci?n, a
cargo de la doctora Clotilde Cariello, remiti? un "detalle de expedientes
caratulados NN" durante el per?odo 1976 - 1983.
Son 98 casos en total, se
destacan los diez expedientes marcados por un signo m?s entre par?ntesis (+)
porque ellos son mencionados como "menores derivados de procedimientos
antisubversivos". Dieciocho en total.
En el a?o 1976 surge el caso de Mar?a
Luc?a y Jorge Francisco, "menores abandonados en la parroquia Cristo Rey. Hijos
de Carlos Benjam?n Santill?n y de Mar?a Cristina Lanzillotto. Entregado a su
abuelo Benjam?n Santill?n (La Banda, Santiago del Estero)".
Durante 1977,
"Arnold, Carina Eva y Juan Pablo", hijos de Daniel Adolfo Tripodi y de Myriam
Nencioni, "entregados a abuelo paterno Hip?lito Angel Tripodi".
En el mismo
a?o, "Catena, Nar?a Paulo y Pablo Luis", hijos de Mario Luis Catena y Stella
Maris Baez. "Actualmente conviven con su progenitor en la ciudad de
Corrientes".
Tambi?n durante el '77, "Bettanin, Mariana Carolina; Luchetti,
Cristina In?s", hijos de Mar?a In?s Luchetti y de Leonardo Bettanin,
"actualmente viven con sus progenitores en Capital Federal".
Paula Maggio,
hija de Roque Ram?n Maggio y de Mar?a Adriana Es, "entregada a su abuelo paterno
Roque Ram?n Maggio".
B?rbara Tossi, hija de Clotilde Rosa Tossi, "entregada a
su t?a Noem? Tossi y adoptada por ?sta".
El expediente n?mero 12, tambi?n
marcado con un (+)en 1977, corresponde a un NN, pero identificado como hijo de
Mar?a In?s Ferreyra y de Fernando. No aparece el apellido del padre. Se se?alaba
que fueron "entregadas (sic) a su t?a Susana Mar?a Ferreyra", residente en
Villaguay, Entre R?os.
Luego aparecen Vanesa y Fernando Jauregui, hijos de
Jaime Dri -el protagonista de "Recuerdo de la Muerte", de Miguel Bonasso - y de
Olimpia D?az Rodr?guez, entregados su t?a Virginia Elizabeth D?az de L?pez,
"trasladados por ?sta a Panam?".
Se agregan los hermanos Mar?a Teresa,
Claudia In?s, Ana Mar?a y Fernando Manuel Tapia, hijos de Roberto Manuel Tapia y
Mar?a de la Encarnaci?n Garc?a del Villar de Tapia. Fueron entregados a su
abuela Elsa Nelly Tapia de Bigues, en la ciudad de Resistencia, Chaco.
Y por
?ltimo, Felipe Manuel Campero, hijo de Mario Oreste Galuppo y de Mar?a Graciela.
Estaba, en aquel momento, diciembre de 1985, en el domicilio de su abuelo
materno en la ciudad de C?rdoba.
Chicos recuperados (19)
Hay varios chicos que aunque aparecen en los expedientes y no estar
se?alados por el (+), fueron ni?os que tambi?n sufrieron el secuestro de sus
padres.
En 1976 se destaca el caso de Federico Irurz?n Bolatti, hijo de Hugo
Alfredo Irurz?n y de Mar?a Cristina Bolatti y que fue entregado a su abuela Ada
Margarita Corghi de Irurz?n, en La Banda, Santiago del Estero.
Otro de los
hechos es el expediente que refiere el problema de la tenencia de Alejandro
Mariano Paul?n, hijo del conocido dirigente sindical Victorio Paul?n que fuera
secuestrado en marzo de 1975 y de Mabel Gabarra. El documento judicial sostiene
que fue "entregado en tenencia a su abuela materna y autorizados a viajar en su
compa??a a Francia".
Tambi?n figuran Josefina y Catalina Aguirre, "hoy
Gonz?lez, Mariana y Josefina Victoria", apunta el expediente. Hijas de Ruth
Gonz?lez Brunnet y de Pedro Lorenzo Damaso Jes?s de la Sant?sima Trinidad
Gonz?lez Salmer?n. Fueron "entregadas en guarda a su t?a abuela Judith Brunnet
de Rold?n".
Durante 1977, el expediente 271, hace referencia de Ximena
Vicario, "hija de Stella Maris Gallichio y de Juan Carlos Vicario" y se menciona
que existe una "denuncia de sus abuelos maternos, quienes actualmente iniciaron
tr?mites ante los tribunales federales de Capital Federal". Aquella lucha de
Darwinia Gallichio -que soport? todo tipo de amenazas y dilaciones- fue uno de
los triunfos m?s importantes del movimiento de organismos de derechos humanos,
no solamente rosarino, si no tambi?n nacional.
Otro de los casos que no
figuran como consecuencia de los operativos de las fuerzas de tareas rosarinas
es el de NN Mar?a Laura, en 1977. Se la mencionaba como hija de Adriana Elsa
Tasada y Hugo Megna, ambos desaparecidos. Fue entregada a su abuela materna
Laura Elsa Fern?ndez de Tasada.
No hay todav?a, a veintinueve a?os de los
hechos, ninguna declaraci?n p?blica de los juzgados de menores de Santa Fe y
Rosario en torno a toda esta n?mina de chicos y la labor que cumplieron los
funcionarios de entonces en relaci?n a las fuerzas de seguridad y armadas.
La C?mara Federal rosarina (20)
En mayo de 1987, la C?mara Federal de Apelaciones de la ciudad de Rosario
remiti? al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas unas ochenta carpetas que
conten?an las declaraciones originales de los familiares de los desaparecidos
que fueron secuestrados y torturados en centros clandestinos de detenci?n
directamente manejados por el Ej?rcito Argentino. Ese material nunca volvi? a la
C?mara. Desde el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas se contest? que esa
documentaci?n fue destruida.
La responsabilidad de la C?mara Federal de
Apelaciones de Rosario y del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en plena
democracia es demasiado grande para que sea olvidada. Se trata de documentaci?n
p?blica y de profundo inter?s social, pol?tico y judicial.
El 666 (21)
El 7 por ciento de la poblaci?n econ?micamente activa se queda con casi el 30
por ciento de lo producido por toda la sociedad, tanto en el Gran Rosario como
en el aglomerado Santa Fe - Santo Tom?.
Hacia 1975, la concentraci?n de
riquezas era mucho menor: el 10 por ciento acomodado ten?a el 15 por ciento del
PBI.
Y el subsuelo de la sociedad rosarina aument? su pobreza y exclusi?n. A
principios de la segunda mitad de la d?cada del setenta, el 10 por ciento m?s
pobre ara?aba el 10 por ciento de la producci?n total.
Hoy, el s?tano
existencial colectivo santafesino apenas rasgu?a el 3 por ciento del PBI.
La
concentraci?n de riquezas fue posible gracias a la transferencia de recursos de
la clase trabajadora a la burgues?a regional y nacional.
En 1975, cuando
asumi? Ram?n Genaro D?az Bessone como comandante del II Cuerpo de Ej?rcito, el
salario representaba el 35 por ciento del PBI. Hoy, apenas el 12 por ciento.
Miles de millones de pesos que fueron a parar a los poderosos de la
regi?n.
Concentraci?n de riquezas a trav?s de un doble sistema de control
social: terrorismo de estado y exclusi?n econ?mica.
Y dos figuras como
s?mbolos para la obediencia civil.
Desaparecidos, desocupados.
Se
produjeron 50 mil despidos industriales en la regi?n que alguna vez fue llamada
"el cord?n industrial del Gran Rosario".
Casi ochocientos mil pobres en la
provincia.
En el Gran Rosario, 158.664 menores de catorce a?os son pobres y
91.080, indigentes.
En el Gran Santa Fe, 64.108 menores de catorce a?os son
pobres y 36.704, indigentes.
Este presente es consecuencia del proyecto que
las familias Acevedo y Paladini impulsaban en cenas y desayunos con D?az Bessone
y Feced.
La l?gica de los n?meros lo expresa con contundencia.
Seis de
cada diez desaparecidos en la provincia tienen entre 15 y 30 a?os; seis de cada
diez desocupados tienen entre 15 y 30 a?os y seis de cada diez imputados de
delitos menores en la zona del Gran Rosario, tienen entre 15 y 30 a?os.
Tres
seis.
El 666.
El n?mero de la bestia del Apocalipsis b?blico.
La bestia
del sistema econ?mico y pol?tico que impuso el modelo de sociedad obediente a
trav?s del terrorismo de estado y la exclusi?n.
Sociedad obediente: en Santa
Fe y Rosario la mayor cantidad de gente que trabaja lo hace a raz?n de diez
horas diarias.
Sociedad obediente: en el a?o 2005, en el segundo estado
argentino, hay 104 accidentes laborales por d?a y un muerto por cuestiones de
trabajo cada tres d?as.
Sociedad obediente: 50 mil chicos rosarinos y
santafesinos, entre quince y veinticinco a?os no trabajan ni estudian. Soportan
el presente y nadie les trae los sue?os inconclusos del pasado para que
contin?en la lucha por una sociedad mejor. Todo lo contrario. En la provincia ya
hay 48 mil consumidores permanentes de marihuana y coca?na, mientras 5 mil
familias encuentran en el menudeo de la droga una forma de microempendimiento
familiar de sobrevivencia.
Los mismos empresarios que antes cenaban con Feced
y Galtieri, ahora piden mano dura, expulsi?n de los pobres de otras provincias y
mayor cantidad de c?rceles.
Prisiones que son construidas con dineros
p?blicos y por empresas que aparecieron como contratistas entre 1976 y 1983.
Las fosas clandestinas (22)
El fusilamiento de los prisioneros pol?ticos del terrorismo de estado era
ordenado por el Comando de zona, seg?n se desprende de las declaraciones que
hiciera Agust?n Feced ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en
setiembre de 1984.
Pero la polic?a enterraba en los cementerios principales
de las ciudades, como qued? establecido en Santa Fe y Rosario.
Las
informaciones sobre fosas clandestinas provienen de aquel primer a?o de la
recuperaci?n democr?tica y desde entonces aparecieron distintos lugares
se?alados a lo largo y ancho del territorio santafesino.
El propio Feced
habla del arroyo Candelaria en Casilda aunque le resta veracidad.
Tambi?n se
mencionaban sitios en cercan?as de la ciudad capital y en inmediaciones de
Puerto Gaboto y San Lorenzo.
Aquellas declaraciones de 1984 hoy toman cuerpo
en la justicia federal y tambi?n en los medios de comunicaci?n masivos.
Hay
que destacar, sin embargo, que la propia municipalidad de Rosario elabor? en
aquellos primeros a?os de la transici?n una lista de tumbas NN en los distintos
cementerios p?blicos de la ciudad.
Aquella informaci?n consta en la causa
47.913.
Terrenos que fueron trabajados como los descubiertos en Santa Fe
hacia fines de la d?cada del ochenta.
M?s all? del trabajo de los
antrop?logos forenses, se hace indispensable la reconstrucci?n de la memoria de
parte de los empleados que, en aquellos a?os del terrorismo de estado,
cumplieron con lo ordenado por militares.
Tanto en Santa Fe, Rosario y San
Lorenzo, se mencionan cuerpos prolijamente enterrados. Una formalidad que
solamente pudo ser llevada adelante por quienes siempre hicieron esa
actividad.
Las fosas clandestinas parecen ser una idea generada en los
Comandos de Cuerpo y realizadas por militares.
Los fusilamientos concretados
por personal policial, como ocurriera en Los Surgentes o en Ibarlucea,
terminaban con los cuerpos en el lugar o en las morgues oficiales.
De all?
que sea fundamental la presencia de todos los que ocupaban cargos en las
jefaturas de operaciones del Comando del Segundo Cuerpo de Ej?rcito para que
declaren sus acciones entre 1976 y 1983.
Los recortes educativos (23)
Entre 1976 y 1983 comenz? la privatizaci?n de la educaci?n p?blica en la
Argentina.
Hasta 1975, 58 de cada cien pesos ven?an del gobierno nacional a
cada una de las provincias.
Un a?o despu?s, solamente 48 pesos de cada
cien.
El estado nacional se retiraba de lo educativo y le cargaba la
responsabilidad a los gobiernos provinciales.
Era el anticipo de la Ley
Federal de Educaci?n.
El Censo Nacional de 1980 tom? nota de los resultados
de semejante proceso de pauperizaci?n de la educaci?n p?blica.
Solamente seis
de cada cien chicos hijos de trabajadores ten?an la posibilidad de terminar la
ense?anza media. Y para los hijos de los obreros no calificados, la chance se
reduc?a a?n m?s: s?lo dos de cada cien.
"La poblaci?n de la clase trabajadora
estaba pr?cticamente eliminada del sistema de educaci?n formal antes de
finalizar el nivel medio de educaci?n, pues su presencia era ?nfima a partir de
este umbral. Por otra parte la deserci?n mayor ocurr?a en los primeros a?os de
la escuela media", sostiene la investigadora Mar?a Teresa Sirvent.
Inundadores (24)
Las dictaduras encabezadas por Juan Carlos Ongan?a y Jorge Rafael Videla,
respectivamente, eliminaron los presupuestos oportunamente aprobados para
realizar las obras de canalizaci?n de los r?os Salado, los Bajos Submeridionales
y el sistema h?drico del sur santafesino que hoy desemboca en la Laguna La
Picasa.
Tampoco se hicieron inversiones en torno a las crecidas del r?o
Paran? ni se tuvieron en cuenta las causas de los desbordes de los arroyos
Ludue?a y Saladillo que, c?clicamente, inundaron el Gran Rosario hasta casi
finales de los a?os ochenta.
Los asesinos (25)
Durante el per?odo en que D?az Bessone fue comandante del Segundo Cuerpo de
Ej?rcito se produjeron 170 desapariciones, entre el 3 de setiembre de 1975 y el
12 de octubre de 1976. La C?mara Federal de Apelaciones, sin embargo -como queda
dicho- le imput? solamente 97 delitos de lesa humanidad.
En los d?as de
Luciano J?uregui, como Comandante del Segundo Cuerpo de Ej?rcito, se denunciaron
13 desapariciones, entre el 8 de febrero de 1979 y el 9 de diciembre de
1980.
Juan Carlos Trimarco fue el responsable de 7 desapariciones entre el 9
de diciembre de 1980 y el 2 de julio de 1982, tambi?n como el titular del
Comando con jurisdicci?n sobre las seis provincias del Litoral.
En el Segundo
Cuerpo de Ej?rcito, los desprocesados por la ley del punto final fueron 100; por
obediencia debida 92; por la Corte Suprema de Justicias, 7; y por diferentes
motivos otros 7. El total suma 206 imputados de delitos de lesa humanidad que,
seg?n la declaraci?n de inconstitucionalidad de las leyes de impunidad y la
resoluci?n del ex juez federal y hoy camarista, Omar Diger?nimo, autom?ticamente
deber?an volver a estar en el proceso interrumpido.
Ni siquiera fueron
citados a declarar.
La iglesia (26)
"Yo fui a hablar con el padre Zitelli que era muy amigo del padre
Griffa que se cri? con mi marido y en una carta muy extensa le pidi?, le
suplicaba que hiciera todo lo posible por informarnos", sigui? diciendo Nelma
Jalil, la mam? de Sergio, secuestrado en la zona norte rosarina en octubre de
1976.
"Y entonces el padre Zitelli nos recibi? y me dijo que no le
correspond?a a ellos. Que ten?an otra misi?n. Son tantas las que vienen por lo
mismo. Yo no puedo hacer nada. No me corresponde, yo tengo otras cosas m?s
importantes de las que ocuparme. As? que d?gale al querido Antonito, por Griffa,
que lamentablemente no lo puedo complacer en su pedido", explic? la incre?ble
rosarina de la zona norte.
Pero quiz?s el caso de mayor verg?enza para los
cristianos sea la pr?ctica del cura Garc?a, el secretario de monse?or
Bolatti.
"El padre Garc?a me tuvo enga?ada tanto tiempo. Me dec?a que Sergio
estaba bien, que como se hab?a recibido ese a?o de agr?nomo lo ten?an trabajando
de agr?nomo en el campo que estaba perfectamente y que de un momento a otro iba
a estar con nosotros. Y me dec?a siempre ya falta menos, falta menos, ya va a
llegar y un d?a, v?spera de navidad, las navidades eran terribles para mi y
siguen siendo, me dice Se?ora p?ngase contenta, vaya a su casa, prep?rele la
camita, vent?lele toda la ropita, prep?rele la comida que m?s le gusta porque
esta navidad Sergio la pasa con ustedes. Yo me fui enloquecida a mi casa y
empec? a hacer todo lo que ?l hab?a dicho. Y me dispuse a esperarlo... y Sergio
no lleg?. El padre Garc?a era el secretario del obispo Bolatti y ?l se encargaba
de dar falsas noticias a los familiares de los desaparecidos a cambio de regalos
que ?l mismo nos ped?a. Me acuerdo que un d?a me pidi? un malet?n de cuero y yo
en ese momento no contaba con dinero porque hab?a abandonado todas mis
actividades, yo trabajaba en el comercio con mi esposo y me dediqu? ?nicamente a
buscar a Sergio, entonces no contaba con dinero y juntando las moneditas y fui y
le compr? el malet?n y se lo regal?. Le llevaba vinos fin?simos y como yo
desfilaban las madres porque a todas nos ten?a igual. Hasta que un d?a me
convencieron sobre lo que estaba pasando y yo nunca m?s le llev? regalitos pero
tampoco tuve m?s audiencias".
Zitelli, Mir?s y el Vaticano (27)
El presb?tero Eugenio Zitelli, actual cura p?rroco de la iglesia San Pedro
Ap?stol de Casilda, fue nombrado monse?or a fines de 1998 por el Vaticano y el
honor ser? conferido por el arzobispo Eduardo Vicente Mir?s.
Zitelli fue
capell?n de la Jefatura de Polic?a rosarina desde finales de los a?os sesenta
hasta el inicio de la democracia. Fue denunciado como colaborador de los
torturadores y su nombre aparece en el informe de la CONADEP, conocido como
"Nunca M?s".
Justific? las torturas ante el ex sacerdote Angel Presello al
decir que "sin tortura no hay informaci?n". Una de las sobrevivientes del centro
clandestino de detenci?n que funcion? en el servicio de informaciones, en la
esquina de San Lorenzo y Dorrego, asegur? que "Zitelli se indignaba frente a las
denuncias de violaciones, pero ante las dem?s torturas manifestaba que son un
medio para obtener informaci?n".
"Sin tortura no hay informaci?n", fue la
frase que m?s le impact? a Presello que, hasta el d?a de hoy, no puede entender
la participaci?n del sacerdote casildense como calma espiritual de la banda de
Feced.
"No tiene nada que ver con el cristianismo ni con el compromiso con
la vida que supone el sacerdocio. Decir semejante cosa escapa de cualquier
intento de justificaci?n", indic? Presello.
Por su parte, la abogada Olga
Cabrera Hansen, secuestrada el 9 de noviembre de 1976 y detenida en el Servicio
de Informaciones hasta diciembre de aquel a?o, tambi?n denunci? al padre Zitelli
como colaborador de los torturadores.
"Por presi?n de nuestros familiares, se
logr? que el capell?n de alcaid?a preste asistencia espiritual. Se present? el
cura Zitelli quien solo se indign? frente a las denuncias de violaciones,
manifestando que le hab?an prometido que eso hab?a terminado. Respecto a las
dem?s torturas manifest? que son un medio para obtener informaci?n".
Zitelli,
como consecuencia de las denuncias realizadas por el grupo defensor de los
derechos humanos casildense UMANO (Unidos por la Memoria y Ante el Olvido),
sostuvo, por medio de la televisi?n lugare?a, el 26 de setiembre de 1995, que se
explicaba la represi?n. "No justifico la represi?n, pero me la explico. No me
consta que se torturaba all? (por la jefatura)", dijo entonces.
Tambi?n pidi?
perd?n en nombre los "polic?as creyentes y no creyentes, incluido Feced, que
atentaron contra la dignidad humana".
"Perdimos nueve hombres y otros treinta
terminaron heridos y llenamos los hospitales y sanatorios", agreg? incluy?ndose
en las filas policiales a las cuales, efectivamente, pertenec?a desde el a?o
1964.
A ra?z de estas declaraciones, un suboficial retirado de la polic?a
provincial, destac? ante este cronista que "Zitelli miente". A principios del
76, cuando me toc? hacer guardia en ese entrepiso que daba a la ochava de San
Lorenzo y Dorrego, donde una escalera comunicaba a las piezas donde estaban, por
separado, las mujeres y los hombres detenidos, asist? a una sesi?n de tortura
donde ?l estaba presente".
El ex integrante de la fuerza de seguridad que
prestaba servicios cuando la Jefatura ped?a colaboraci?n a la unidad del
departamento Caseros, record? que "era un muchacho joven. Lo hab?an atado a una
cama met?lica, de esas que hay en los consultorios, con una manija que hac?a
abrir la cama a medida que aumentaba la electricidad que le aplicaban con la
picana. Eso era destructor", indica el suboficial que quiso mantener el
anonimato.
Agreg? que "en esa oportunidad estaban presentes el comandante
Agust?n Feced y a su lado el padre Zitelli, as? que no puede decir semejante
mentira sobre que no hab?a o no sab?a si se torturaba". Cuando este diario le
pregunt? si pod?a haber sido otra persona, otro sacerdote, el ex polic?a
contest? que "no. Es imposible que me equivoque porque lo conozco de verlo
tantas veces en la ciudad de Casilda".
Mir?s, tanto en Rosario, como en
Casilda, repiti? que "no se ha demostrado nada de todo lo que se dice sobre
Zitelli". El arzobispo agreg? que "la Iglesia hizo lo que pudo durante aquellos
a?os".
A fines de 1995, Eduardo Vicente Mir?s, ex presidente de la Comisi?n
de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina, fue uno de los redactores
del informe que la Iglesia hizo en relaci?n la corresponsabilidad de la c?pula
con los jerarcas de la dictadura.
A pesar de los testimonios, el Vaticano, a
trav?s del arzobispo rosarino Eduardo Mir?s, convirti? al presb?tero Eugenio
Zitelli en monse?or.
Los libros de la Biblioteca Vigil (28)
Se la denomin? "Operativo Claridad". Consisti? en quemar, robar y destruir
todos aquellos libros e instituciones culturales que desarrollaban un
pensamiento cr?tico.
La "Biblioteca Vigil" fue uno de los blancos en la
ciudad de Rosario.
Rub?n Naranjo, a cargo de la editorial de la Vigil,
artista y uno de los imprescindibles luchadores por los derechos humanos en la
ciudad, denunci? que se hab?an robado, entre polic?as y militares, no solamente
el lente del telescopio, si no tambi?n nada menos que 80 mil libros.
"Se
robaron 80 mil ejemplares. Nosotros ten?amos un c?lculo hecho. En el edificio
grande la biblioteca Vigil, en la esquina, en el quinto piso hab?a una cancha de
b?squet que ten?a medidas reglamentarias. Se jugaban torneos oficiales. El piso
de la cancha era el techo del dep?sito de libros, que estaba en el cuarto piso.
Libros comprados, en canje y los que produc?amos nosotros. Un dep?sito que ten?a
la dimensi?n de una cancha de b?squet en donde estaban colocados en hileras como
en todos los dep?sitos las cl?sicas estanter?as met?licas. El monto que ocupaban
era ese dep?sito. Estaba lleno. Hab?a 80 mil libros. Ese dep?sito fue vaciado.
Fue limpiado", record? Naranjo.
Trabajadores (29)
*"A fines de enero de 1977 llegan tres hermanas, las tres embarazadas, Gladys
Marciani de 5 meses de embarazo, Teresa Marciani de 7 meses de embarazo y Mar?a
Luisa Marciani de G?mez de nueve meses de embarazo y una hija de esta ?ltima de
18 a?os, Gladys Teresa G?mez quien presentaba heridas en los tobillos donde se
le ve?an los huesos por las ligaduras, eran obreras de los frigor?ficos CAP y
Swift..." (del testimonio de Olga de Hansen en relaci?n a las detenidas en la
Alcaid?a de la Polic?a rosarina).
*Seg?n la propia Polic?a de Rosario, en el
informe elevado por el comisario Roberto Scardino, el 18 de marzo de 1984,
Gladys Noem? Marciani, nacida el 11 de agosto de 1949, en Victoria, trabajaba en
Swift, y fue detenida el 31 de enero de 1977 por "volanteadas" y "pintadas".
Teresita Jes?s Marciani, tambi?n operaria del Swift, detenida el 31 de enero de
1977, por "pintadas y volanteadas" y porque distribuy? panfletos en el
frigor?fico Swift". Luisa Alba Esther Marciani de G?mez, nacida en Victoria, el
5 de febrero de 1935, era empleada de la CAP. Fue detenida el 31 de enero de
1977 en Villa Diego.
"Introduc?a panfletos en su lugar de trabajo (CAP)".
Falleci? el 13 de marzo de 1977 en el Hospital Provincial. Gladys Teresa G?mez.
Hija de Rodolfo y Luisa Alba Esth