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Entrevista con Gustavo Lorenzo
?Cambiar una l?gica de 100 a?os de golpe es muy complejo?

enREDando dialog? con el abogado especialista en Ni?ez e integrante del Centro de Asistencia a la V?ctima, Gustavo Lorenzo, acerca de las condiciones de alojamiento de los ni?os y ni?as en los hogares de la provincia. En una extensa charla, Lorenzo analiza las complejas aristas que atraviesan la relaci?n del Estado con estas instituciones y lo que signific? el corrimiento de la antigua Ley de Patronato a la actual ley de Protecci?n Integral 12.967.

Entrevistado por enREDando, el abogado Gustavo Lorenzo, del Centro de Asistencia a la V?ctima de la Defensor?a del Pueblo, opina que ?el alojamiento permanente de ni?os en situaci?n de vulneraci?n de derechos tiene varias aristas conflictivas?. Entre ellas, el cambio de paradigma que implic? la salida de la Ley de patronato a la Ley nacional 26.061 y a la Ley provincial 12.967. ?Esto gener? el corrimiento de los juzgados de menores y la aparici?n de las autoridades administrativas tomando las decisiones de las medidas de protecci?n excepcional que en el 90% son situaciones de alojamiento en las instituciones.?

De esta manera, Lorenzo explica lo que significaba la antigua l?gica del patronato: un t?ndem entre el poder judicial, las estructuras de beneficencia y un Estado ?que nunca invirti? nada en ni?ez?. ?En un momento, las entidades de beneficencia comenzaron a recibir subsidios del Estado, y el Estado muy a cuentagotas fue invirtiendo en presupuesto. Lo que ofrec?an estas instituciones eran techo, comida, casa y cualquier voluntario que cuidara ni?os, sin control sobre ello. Era un dep?sito de techo, casa y comida, que es el imaginario que todav?a hoy planea en la gran mayor?a de los hogares, tanto p?blicos como privados, sobretodo en ?stos. En ese marco, los juzgados de menores no pod?an ejercer un control sobre qu? pasaba con estos hogares y si se daba el v?nculo de estos chicos con sus familias. Hoy en d?a al desaparecer los juzgados de menores, esta estructura de estos hogares tiene una dependencia directa con la direcci?n de ni?ez de la provincia o con la Subsecretaria a nivel provincial. Estos hogares son asociaciones civiles privadas y el Estado tiene muy poca injerencia en lo que hace a la organizaci?n de la Asociaci?n Civil. Puede haber alg?n control edilicio en cuanto a ordenanzas municipales para poder brindar habilitaciones, pero no hay m?s control de c?mo est?n los chicos, de los profesionales que est?n con ellos. Deber?a haberlo porque la ley nueva lo dice expresamente. Obliga a las ongs que tengan determinadas condiciones. ?Cu?l es el problema? Que el Estado est? entrampado en que si trata de exigirle a la ongs lo que la ley cumple, se caen todas las ongs. Y de golpe que har?an 200 chicos en la calle, sin ning?n trabajo que pueda rearmarlos en alg?n lugar.?

Frente a esta situaci?n ?perversa?, el especialista plantea un interrogante fundamental. ?De qu? hablamos cuando hablamos de alojamiento? ?Es una cuesti?n mucho m?s compleja que solamente techo, casa y comida. Es algo que necesita trabajo t?cnico espec?fico, pol?ticas claras, mucho presupuesto y mucho trabajo entre la instituci?n de alojamiento, los equipos de atenci?n primaria, pol?ticas p?blicas, y que hoy no existe.?

?Qu? sucede con el v?nculo con las familias? Gustavo Lorenzo manifiesta la situaci?n de muchos hogares que poco les interesa articular un trabajo con los lazos familiares. Esto repercute en el tiempo que los ni?os llevan alojados en las instituciones. ?El problema es que como a estos hogares no les interesa hacer una intervenci?n con la familia, tampoco est? claro cu?l es el tiempo que estos chicos tienen que estar ah? adentro. Si hay situaciones donde hay que tomar a un ni?o y sacarlos de una familia porque hay un problema grave, ese chico entra en un circuito donde uno nunca sabe cu?ndo va a salir.?

El presupuesto asignado y los recursos tambi?n constituyen un punto fundamental en esta problem?tica. ?El 90% del problema es presupuestario. No hay presupuesto para sostener hogares de funcionamiento con una perspectiva seria de trabajo. Hogares de alojamiento donde haya responsables trabajando, gente preparada para trabajar con ni?os?, explica Gustavo Lorenzo. ?Una situaci?n de un conflicto familiar de situaci?n de maltrato sobre los ni?os es algo que genera la afectaci?n de derechos del ni?o. La cuesti?n es generarle condiciones a ese ni?o para que pueda desplegar sus derechos lo m?s adecuadamente posible. Si esas condiciones se las puede dar su centro de vida, bien, sino su centro alternativo o eventualmente una instituci?n. Ahora, esta instituci?n no puede afectarle m?s derechos o afectarle otros derechos y terminar siendo el mal menor, porque eso es lo que est? pasando hoy en d?a. No puede ser que estas instituciones no puedan adaptarse a los ni?os. Como est? todav?a la l?gica del dep?sito, entonces se generan todas las crisis que los ni?os sufren adentro de las instituciones.?

Nuevamente aparece aqu? la complejidad del trabajo conjunto con las familias. Familias que han sido desmembradas por la pobreza y cuyas condiciones de vida est?n fuertemente deterioradas a causa de los modelos econ?micos que han arrojado a miles de personas a la profunda marginalidad. ?C?mo se hace para exigirle a una madre y a un padre que jam?s tuvieron una vivienda, acceso a los servicios de salud ni derechos b?sicos garantizados.? ?Hay un gran n?mero de situaciones que no tienen claridad, entonces hay que hacer todo un trabajo, evaluar, agotar etapas y todo eso no est? previsto que se haga?, refiere Lorenzo para quien desde su visi?n como abogado, se deber?a modificar la ley. ?Porque no termina de romper con el paradigma del patronato, no genera pol?ticas claras, no genera precisi?n y garant?as de previsibilidad y legalidad para todos los operadores del sistema.?

?Esto qu? significa? Dentro del Estado, hay muchas estructuras que trabajan con l?gicas particulares y diferentes entre s?. ?En esas estructuras hay muchas excusas en cuanto a la competencia que impiden poder avanzar y, mientras, el ni?o sigue dando vueltas, empieza a deambular. Muchas veces hay problemas que tienen que ver con cuestiones habitacionales, cuestiones de salud, de salud mental, cuestiones econ?micas, conflictos de violencia interna de una familia. Entonces, no hay un esquema que pueda adaptarse a las situaciones de las personas.?

Por otro lado, el control que deber?a el Estado provincial realizar sobre las condiciones de alojamiento de los hogares parece ser, seg?n la opini?n de Gustavo Lorenzo, una cuesti?n ?perversa?, ya que al ser asociaciones privadas, la injerencia del Estado es limitada. Lo que deber?a hacer el Estado es dejar caer los convenios con estas organizaciones.", expresa. Frente a esto, se pregunta Lorenzo  ?qu? se hace con los ni?os que est?n alojados?. ?Es por eso que es perverso", finaliza, con miles de preguntas abiertas para un debate que el Estado no puede ni debe ignorar. 






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Publicado el: 18/07/2011


Categor?as:
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