Tambi?n de los bulevares para adentro la desocupaci?n
hizo estragos y all?, -sobre todo entre Oro?o, C?rdoba y el r?o- es donde se mueve
RE.DE.S. (Realidad y Desarrollo Social), que en pleno pico de la crisis surgi? como un espacio
para los desempleados que viven en la zona del centro rosarino. "Ve?amos que ?bamos
perdiendo la inserci?n laboral y los nexos que te da estar en
actividad", dice Roxana Cantore, una de las catorce personas que a mediados de
2001 decidieron juntarse y formar una asociaci?n civil para defenderse de la
desocupaci?n y la pobreza. Como de reinsertarse se trataba, Redes apost? de entrada a cuatro
l?neas de acci?n para asistir a qui?nes intentaban volver
a tener empleo: capacitaci?n en inform?tica, capacitaci?n en "marketing que ten?a que
ver con c?mo la persona ten?a que ofrecerse para conseguir trabajo", conocimiento
de las nuevas leyes laborales con el asesoramiento de una
abogada y grupo de terapia con la participaci?n de dos psic?logos. "Tender una
mano", define Roxana al objetivo inicial de la organizaci?n, que hoy se
mantiene aunque la crisis haya aflojado un poco y algunos de
sus integrantes hayan vuelto a tener un empleo.
"Hace a?os que yo quer?a hacer algo con el
tema del desempleo, apuntando a que la persona tenga un lugar
donde estar, donde canalizar su bronca", cuenta Roxana, que recuerda que RE.DE.S.
funcion? en un par de casas prestadas antes de llegar a su
actual sede en la calle Balcarce al 100, cedida por la C?mara de
Librer?as.
De arranque, la organizaci?n tuvo acceso a planes laborales. Los primeros
lugares conseguidos fueron pocos y hubo que hacer un sorteo para determinar
qui?nes acced?an a los subsidios del Jefes y Jefas de Hogar, todav?a no
universalizado. A la vez, llegaron algunas donaciones: escritorios y otros
muebles primero y despu?s computadoras que llegaron despu?s de Buenos
Aires y fueron acondicionadas por la desinteresada colaboraci?n del due?o de un
c?ber de Presidente Roca y Urquiza.
Con la m?nima infraestructura obtenida, RE.DE.S. fue sumando actividades como
clases de guitarra y de yoga y un taller de pl?stica para ni?os, surgido a
partir de la necesidad de las madres de tener un lugar donde dejar sus hijos.
Todo, en una zona en la que en principio podr?a suponerse que no hay
necesidades. "Mucha gente que vino ac? viv?a en departamentos de grandes
edificios, pero entrabas al departamento y ve?as que se alumbraban con velas o
que ten?an un balde al lado del inodoro porque no pod?an arreglarlo para que
funcione. Es la realidad de una clase media que en un momento tuvo un trabajo,
adquiri? cosas y despu?s no sab?a c?mo mantenerlas", explica Roxana, que charla
con enREDando acompa?ada por Viviana, Andrea, Norma, todas integrantes de la
asociaci?n.
RE.DE.S. tiene 35 socios que aportan dos pesos por mes. Y adem?s colaboran
otras 25 personas que sostienen distintas actividades, siempre a partir de la
consigna inicial que defini? el nombre de la organizaci?n: teniendo en
cuenta la realidad, desarrollar tareas sociales.
La realidad marca que la organizaci?n necesita respaldo econ?mico para
sostenerse. De all? la convocatoria a los vecinos a asociarse y tambi?n a
aportar sus capacidades para transmitir conocimientos a otros. Es que hasta
ahora RE.DE.S tuvo escaso apoyo oficial. Roxana recuerda que alguna vez los
visit? el por entonces intendente Hermes Binner, que tuvieron un par de aportes
de Promoci?n Comunitaria de la provincia y que el ex diputado provincial Rafael
Samardich tambi?n colabor?. Pero las necesidades son muchas, sobre todo porque
la organizaci?n tiene varios proyectos, como por ejemplo dar una vuelta de
tuerca a la capacitaci?n en inform?tica, hasta aqu? muy b?sica. Hace poco,
personal del Ministerio de Desarrollo Social de la Naci?n visit? la sede de la
asociaci?n. Y all? est?n puestas las principales expectativas de apoyo
econ?mico.
Haya o no respaldo oficial, en RE.DE.S. ni piensan en bajar los brazos. Y
expresan su predisposici?n a coordinar acciones con otras organizaciones. "No
hicimos muchos lazos, nos falt? esa pata", dice Roxana, que remarca que no se
trata de falta de voluntad sino de que en el fragor de las actividades
cotidianas cuesta encontrar tiempo para para consolidar v?nculos. "Hacemos lo
que podemos, y de coraz?n", se?ala Roxana, convencida de que "lo primero es la
solidaridad entre nosotros".