Gracias a la lucha incansable de su mam?, la muerte de Natalia trascendi? a los medios pero muy pocos se ocuparon de reclamar justicia. El movimiento LGTB recuerda a Natalia no solo los 7 de marzo, sino cada d?a y a trav?s de ella, a tantas lesbianas, travestis y transexuales asesinadxs y v?ctimas de violencia por la elecci?n de su identidad sexual. 

El asesino de Natalia, -padrastro de su novia- fue condenado a 14 a?os de prisi?n. La querella hab?a solicitado 18 a?os por considerarlo un crimen motivado por la identidad sexual de la v?ctima. La Justicia, en cambio, lo consider? un crimen com?n, sin connotaciones de g?nero. 

Natalia ten?a apenas 27 a?os y viv?a en C?rdoba. Irene Ocampo, poeta y reconocida activista de Rosario, escribi? tiempo atr?s: ?Natalia era lesbiana, pobre, y adem?s buena gente, solidaria. Hab?a sufrido la discriminaci?n que la sociedad suele imponer a quienes no sienten ni desean como las normas lo permiten. Por eso no quiere s?lo llorar su muerte o aguardar a que la justicia condene al asesino, Daniel Torres, el padrastro de la novia de su hija. Quiere que este crimen sea considerado por la justicia como un crimen por discriminaci?n de g?nero, para que se visibilice en nuestro sistema judicial lo que su hija sufri? en vida e incluso luego de fallecer, cuando se hizo la autopsia para determinar la verdadera causa de la muerte, y detectar si antes del deceso Natalia hab?a estado afectada por alguna droga, alcohol, o si alguna otra causa hab?a provocado su muerte m?s all? del impacto de la escopeta con que Torres la fusil??. (Ver nota) 

?Fusilada por lesbiana? fue la consigna, la bandera y la denuncia que comenzaron a realizar de manera un?nime las organizaciones sociales, luego de conocerse el brutal asesinato de Natalia. En el blog ?Basta de lesbofobia! creado con el fin de visibilizar la b?squeda de justicia por el crimen, afirman: ?El asesinato de Natalia muestra cu?n represiva es la ley heterosexual cuando los mecanismos institucionales de normalizaci?n no pudieron controlar ese deseo, esa atracci?n er?tico afectiva que las instituciones siguen patologizando aunque a veces se llenen la boca de ?los mismos derechos? y ?el mismo matrimonio?. Hoy escuchamos muchos discursos progresistas cruzarse al hablar del matrimonio entre personas del "mismo sexo", discursos que ni siquiera nos nombran porque no pueden decir "lesbiana". Hay algo que es claro, la lesbofobia no se soluciona con m?s de lo mismo.?

En el mismo blog, el documento que consigui? la adhesi?n de cientos de firmas, continuaba: ?Habr? quienes digan ?una muerte m?s de una mujer? ocultando a prop?sito que Natalia era lesbiana, habr? quienes llorar?n por las resonancias de ese proyectil en otros cuerpos, habr? quienes sangrar?n con la intensidad de la exigencia de castigo al que gatill?, habr? quienes impulsen figuras jur?dicas que incorporen el crimen de odio, habr? quienes marchar?n por las calles exigiendo justicia, habr? quienes gritar?n el nombre de Natalia para conjurar la rabia, habr? quienes escribir?n comunicados y declaraciones denunciando el r?gimen heteronormativo. La herida no puede ser suturada porque es la memoria de la norma. Entonces, lo que no puede haber, por Natalia, por su novia, por nosotras, por nosotros, por nosotr*s, es silencio.?

Consultada por enREDando, Mar?a Eugenia Sarr?as, militante de Las Safinas, expresa: ?la mam? de Natalia hizo p?blica esta realidad y fue muy simb?lico porque en el primer lugar que nos ocultan es en nuestra familia. Que una madre levante la bandera de su hija y denuncie que su crimen fue por lesbofobia, levanta tambi?n todas nuestras banderas, y esto nos dio fuerza a todas las organizaciones para reclamar la situaci?n en las que nos encontramos. Fue la primera vez que se llegaba a la justicia por una situaci?n de lesbofobia.? 

Por Ordenanza municipal N? 8.746, el 7 de marzo se instituy? como D?a de Lucha contra la Lesbofobia. Fecha que hace visible lo que padecen a diario lesbianas, gays, transexuales y travestis. Hoy, en Argentina, el matrimonio entre personas del mismo sexo ya es ley. Un avance, un reconocimiento y ampliaci?n de derechos para muchos. Pero todav?a hace falta m?s. Es por ello que este d?a aporta a la visibilizaci?n de innumerables situaciones de exclusi?n y represi?n que sufren miles de personas por elegir otras identidades sexuales. En conjunto con el amplio movimiento de mujeres que conmemora cada 8 de marzo el D?a de la Mujer, se desarrollan m?ltiples actividades con un mismo fin: reclamar derechos, visibilizar las violencia de g?nero, el crimen de odio, la homolesbotransfobia y las violaciones constantes que se cometen en nombre de lo heteronormativo. 

Aqu?, en Rosario, se realiz? en el cl?sico Chavela Bar -un amplio espacio que apuesta a la diversidad y donde se desarrollan diferentes actividades art?sticas- una lectura de poes?a l?sbica, recordando a la Pepa Gaitan. ?El crimen de Natalia gener? reacci?n, gener? uni?n. De esa muerte surgi? una respuesta de vida. El 7 de marzo est? instituido como un d?a de lucha. Nosotros no queremos ser insertadas, nosotros luchamos porque la sociedad toda sea mejor?, se dijo minutos antes de que las poes?as y las poetas compartieran el aire, y las risas y la memoria y la fina letra de cada escritora cuyos poemas hablaban del sexo, del placer, del deseo, de la sexualidad, de la elecci?n, las identidades, del compartir, del amor, de la pasi?n, de Natalia y de las tantas Natalias que el sistema y la norma discriminan y cotidianamente excluyen. 

En otra de las actividades, las Safinas, quien recientemente inaugur? nueva sede en La Toma, impuls? una charla - debate sobre el acceso a la salud de las lesbianas. Maria Eugenia Sarr?as, referente de la organizaci?n, dialog? con enREDando: ?Lo de Natalia Gait?n fue un lesbicidio. A trav?s de la Ordenanza, buscamos que se realicen campa?as de visibilizaci?n de las lesbianas, a fin de poder superar la situaci?n de lesbofobia en la cual nos encontramos. El objetivo principal es trabajar sobre la violencia simb?lica, cultural, psicol?gica, f?sica que padecemos las mujeres lesbianas.? 

Con respecto al debate, la militante puntualiz?: ?El objetivo es trabajar en los distintos estamentos del Estado para romper con la heteronormatividad desde la cual est?n pensadas las distintas pol?ticas p?blicas. Con Espartiles realizamos un diagn?stico de situaci?n y el tema m?s sensible para las lesbianas era y es el acceso a la salud. Entonces, este a?o quisimos dedicarlo el trabajo m?s fuerte a este tema, ya que creemos que lo que m?s nos perjudica es la invisibilidad como un problema de salud.? 

El Espacio de Articulaci?n L?sbica fue un interesante movimiento surgido en 2004 en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres que se hab?a realizado en Mendoza. Naci? como un espacio pol?tico de discusi?n y acci?n entre organizaciones l?sbicas, activistas independientes, de todo el pais. 

En el a?o 2006, Espartiles organiz? la campa?a nacional por una atenci?n digna de las lesbianas y mujeres bisexuales en los sistemas de salud, la que denominaron: ?Cambiemos las preguntas?. Naci? de la necesidad de romper con la presunci?n heterosexual que impone el cuestionario m?dico ginecol?gico a la hora de la consulta sin reconocer la posibilidad de la pr?ctica sexual l?sbica. ?En la mayor?a de los casos, los ginec?logos abordan la consulta con preguntas heterosexistas que clausuran la posibilidad misma de que quienes asisten a la consulta puedan informar sobre las pr?cticas l?sbicas y menos todav?a que puedan solicitar informaci?n espec?fica con relaci?n a cuidados y prevenci?n de infecciones. Dar lugar a la posibilidad l?sbica faculta a los profesionales a informarse sobre la realidad lesbiana, sobre los m?todos de prevenci?n de enfermedades?, sosten?an. 

Desde las Safinas, reconocen que, debido a la falta de informaci?n y a la violencia de g?nero que tantas veces se ejerce en los servicios de salud, las lesbianas no asisten a los mismos, sobretodo en lo que respecta a salud sexual y reproductiva. ?No reciben controles, por ejemplo, y esto afecta a poder tener una salud sexual placentera, de c?mo cuidarnos y desconocer nuestro propio cuerpo. El hecho que no haya dispositivos de cuidado, en los kit de prevenci?n de la salud, nosotras tenemos que fabricarnos la barrera de latex con un preservativo, habla de nuestras situaciones en materia de salud.? 

La incidencia en las pol?ticas de Estado resulta fundamental para muchas organizaciones sociales. As? lo entiende las Safinas, organizaci?n que participa activamente del Consejo Asesor de Salud Sexual y Reproductiva de la pcia. de Santa Fe, del Consejo Asesor del Area de la Diversidad y del Instituto de la Mujer de la Municipalidad y en la Mesa LGTBI de la provincia. ?Debimos golpear muchas puertas al comienzo. Fue doloroso exigir el lugar que nos corresponde. Estar, ser parte e intentar introducir la realidad de las lesbianas hace por ejemplo, que podamos organizar esta actividad. Resistencia siempre vamos a encontrar. En el ?mbito m?dico hay mucho desconocimiento de c?mo abordar la situaci?n y hay muchos prejuicios. El trato que recibimos las lesbianas parte de un presupuesto heteronormativo que no habilita a que podamos plantear lo contrario. Es un trato que invisibiliza. Y esto genera diagn?sticos cerrados y falta informaci?n directa a la poblaci?n?, explica Mar?a Eugenia. 

En el estado de situaci?n que all? por el 2006 hab?a llevado a cabo Espartiles, se visualizaba que, en una atenci?n ginecol?gica, se hacen preguntas tales como: ??Ten?s relaciones??; en caso de una respuesta afirmativa por parte de la paciente, en una l?nea de continuidad se formula la segunda pregunta: ??Con qu? te cuid?s??; de este modo, queda de manifiesto que estas preguntas est?n regidas por la presunci?n de que si somos mujeres tenemos relaciones sexuales exclusivamente con hombres. Iniciar la consulta ginecol?gica de esta manera, predispone a que las lesbianas y mujeres bisexuales oculten su identidad sexual, por temor o verg?enza, dado que el silencio del m?dico/a confirma la estigmatizaci?n social que sobre nosotras recae.? 

El mandato de la maternidad aparece tambi?n como otro de los fuertes imperativos heteronormativos de la sociedad actual. Espartiles dec?a: "Las lesbianas hemos combatido esta relaci?n opresiva que se establece entre ser mujer y ser madre. La maternidad es un derecho y, en tanto tal, se deben garantizar las circunstancias y los recursos para que as? sea. Sin embargo, en la mayor?a de los pa?ses del mundo, las lesbianas que quieren ser madres s?lo tienen como alternativa la relaci?n sexual con un var?n.? 

En el hall central del Cemar, las Safinas inaugur? una instalaci?n art?stica realizada por Marcela Herrera, que refiere a las maternidades l?sbicas ?Ve?amos que hab?a im?genes que hablaban de materinades vulneradas, como la maternidad ?tnica, pobre. Nos pareci? importante que haya un cuadro de maternidades lesbicas. Hay que empezar a instalar que de esto s? se habla, y que hay que hacer un cambio dentro del espacio.? , se?alo Mar?a Eugenia. 

El debate sobre acceso a la salud llevado a cabo fue amplio e intenso. Entre las conclusiones y disparadores que surgieron, Sarr?as cuenta que ? se logro acordar sobre la importancia de garantizar que las atenciones en el ?mbito de la salud sean igualitarias para todas las personas, sin partir de preconceptos estereotipados, ni presupuestos heteronormativos. El o la profesional del equipo de salud no debe presumir la identidad de g?nero u orientaci?n sexual de la persona que est? siendo asistida.? A su vez, se sugiri? la necesidad de no utilizar preguntas amplias, ?sino dirigidas a nombrar y poner palabras sobre lo que es dif?cil hablar?. En este sentido, tambi?n debati? acerca de la necesidad de que el ?deseo sea abordado desde un paradigma del cuidado que contempla las afectividades diferentes, dejando de trabajar desde un paradigma que refuerza la idea de riesgo, de infecci?n?. 

Finalmente, y con expectativas de continuar el debate, se acord? en la necesidad de articular con el Estado y la sociedad en su conjunto y se organiz?, en principio, un foro virtual con el objetivo de darle continuidad a la discusi?n y al intercambio de opiniones.  

El derecho a la salud es un derecho humano. Los reclamos que desde Espartiles realizaban en el 2006, hoy, a 7 a?os de aquella Campa?a, contin?an plenamente vigentes: no al trato sexista, lesbof?bico en los servicios de salud, la falta de producci?n de conocimiento sobre la situaci?n en la salud de lesbianas y mujeres bisexuales, el acceso a los servicios de fertilizaci?n asistida sin discriminaci?n alguna, la modificaci?n en los protocolos de donaci?n de sangre (altamente estigmatizante) y en los protocolos de atenci?n ginecol?gica, que contemple la inclusi?n de las diversas identidades sexuales, capacitaci?n a profesionales de la salud acerca de las medidas de protecci?n en las relaciones entre mujeres.