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Una mirada sobre las migraciones
Con la mochila al hombro

Hay m?s de 175 millones de personas fuera de sus pa?ses de origen, alrededor del 3% de los habitantes del planeta. Problem?ticas como la pobreza, la discriminaci?n ?tnica, de g?nero, racial, religiosa, la explotaci?n laboral y sexual, las dificultades para ejercer la ciudadan?a, recaen sobre muchas personas migrantes con gran peso y en la mayor?a de los pa?ses no se les considera como grupos sujetos de pol?ticas de Estado. A trav?s de la consulta a especialistas en el tema y a personas atravesadas por la experiencia migratoria, invitamos a hacer un recorrido por algunos de los ejes m?s destacados de la tem?tica migratoria.

Si bien la migraci?n es un fen?meno que ha existido desde que existe la humanidad, el n?mero de migrantes se ha m?s que duplicado desde 1975. El fen?meno migratorio actual se caracteriza por la reversi?n de la tendencia de siglos pasados: antes, las migraciones flu?an de los pa?ses del norte o m?s industrializados hacia los pa?ses del sur o menos industrializados. Hoy d?a se observa el proceso inverso: las personas se desplazan de pa?ses menos industrializados a regiones m?s industrializadas, de pa?ses con profundos problemas de pobreza, a pa?ses con mejores niveles de vida.
Subempleo y salarios bajos, pobreza y marginaci?n, desastres naturales, reunificaci?n familiar y desintegraci?n familiar, tradici?n, b?squeda de mejores oportunidades de vida y la disponibilidad de empleos, son otras de las causas que generan la migraci?n.

Legislaci?n

Argentina cuenta con la nueva Ley de Migraciones 25.871, promulgada en enero de 2004. Su autor, el senador nacional Rub?n Giustiniani, explica cu?les son los cambios que introduce esta nueva ley: "el primer cambio fundamental es que es una ley de la democracia y la otra era una ley de la dictadura militar. En segundo lugar, que esta ley respeta la Constituci?n Nacional y los derechos humanos de los migrantes, en l?nea con las convenciones internacionales de Naciones Unidas y de la Organizaci?n Internacional del Trabajo, el derecho del migrante a la reunificaci?n familiar, a la salud, a la educaci?n y que pone en su verdadero lugar a quienes lucran con el tr?fico de personas, que junto al tr?fico de armas y de drogas son los tres delitos m?s deleznablemente rentables en estos tiempos de la globalizaci?n porque incorpora el delito del tr?fico de personas al C?digo Penal. El otro aspecto importante es la incorporaci?n de la figura de la ciudadan?a Mercosur, es decir, una mirada a la integraci?n regional como parte de la necesidad de consolidar el Mercosur no s?lo como la libre circulaci?n de mercanc?as sino tambi?n de personas. Y el otro aspecto innovador es todo un cap?tulo que se destina a los argentinos en el exterior porque hay que ver el fen?meno migratorio no s?lo de los que vienen sino tambi?n de los que se van de Argentina y que padecen los efectos de la discriminaci?n".
Seg?n datos de la Direcci?n Nacional de Migraciones, durante el 2004 se habr?a regularizado la situaci?n de 12.055 ciudadanos extramercosur.

Derechos de los migrantes

Los inmigrantes tienen exactamente los mismos derechos que los nativos. As? fue declarado en la Constituci?n Nacional y ese es el esp?ritu de la nueva ley de migraciones. Pero como en tantos otros casos, la ley no asegura el ejercicio. Y esto se agrava en sectores sumamente vulnerables como los migrantes.
Diana Maffia es doctora en Filosof?a y fue defensora del Pueblo Adjunta de Buenos Aires. Hoy integra el Instituto Hannah Arendt en Capital Federal. "Cuando nosotros pensamos de qu? manera pensar la ciudadan?a, una manera es pensarla alrededor de la capacidad para ejercer los derechos humanos. Ciudadano es aqu?l capaz de ejercer sus derechos. Y el derecho que no es exigible no es m?s que palabras", explica. Maffia distingue varias barreras que obstaculizan un ejercicio real de los derechos. A la primera y m?s b?sica la llama "epist?mica". Explica que si no conocemos cu?les son nuestros derechos, no hay forma alguna de que podamos ejercerlos y hacerlos respetar. Y, ascendiendo en las complejidades, hay una barrera que denomina "subjetiva" y que consiste en que aunque sepamos que hay derechos, no nos sentimos dignos de ejercerlos. "Este modo en que el discurso dominante ha transformado a ciertos sujetos en sujetos de segunda, que sobran, que molestan, es algo que impacta en la subjetividad de tal manera que aunque se sepa que el derecho existe, ese derecho no va a ser ejercido ni va a ser reclamado", manifiesta Maffia. Y relata que esta barrera es evidente en el caso de los migrantes: "los migrantes tienen los mismos derechos que la poblaci?n aut?ctona, es decir, ellos pueden tener salud gratuita y educaci?n gratuita, pero subjetivamente no sent?an la seguridad de que este era un derecho que pod?an ejercer y no lo reclamaban. Y aceptaban que si iban a un hospital y les dec?an "no tiene documento de identidad argentino no puede ser atendido" o "su hijo no puede ir a la escuela porque no tiene documento", lo aceptaban aunque uno le mostrara que la Constituci?n dec?a que pod?an tener educaci?n y salud universal".

Migraci?n y mujeres

Las cifras muestran un acelerado aumento de la migraci?n femenina en Am?rica Latina. Hasta tal punto que se habla de una "feminizaci?n de las migraciones".
Hilda Habycha?n es directora de la Maestr?a de G?nero "El Poder y la Sociedad desde la Problem?tica del G?nero" de la Universidad Nacional de Rosario -la primera maestr?a de g?nero del pa?s- e integra el Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre las Mujeres (CEIM). Habycha?n sostiene que es posible pensar que, antes que un aumento num?rico real de la cantidad de mujeres que emigran, se tratar?a de una mayor visibilizaci?n del fen?meno hist?rico: "podemos decir que desde hace unas cuantas d?cadas hay un mejor registro de los migrantes en cuanto a su sexo. Antes se hac?an estudios pero se consignaba nada m?s que al jefe cabeza de familia en cuanto a su ocupaci?n, su edad, etc?tera. A partir del movimiento de mujeres, del movimiento feminista, que ha puesto la cuesti?n de g?nero en el centro, entonces se han empezado a hacer estudios donde se recava esa informaci?n. Migraban como parejas de cabezas de familia que se desplazaban, entonces no hab?a tanto registro de la cantidad de mujeres que migraban, se tomaba el grupo familiar. Como en tantos otros aspectos, muy recientemente se est? visibilizando la presencia de la mujer pero no quiere decir que antes no estuvieran presentes", opina Habycha?n.

Discriminacion, xenofobia, racismo

Un estudio realizado poco tiempo atr?s por investigadores de la Facultad de Psicolog?a de la UBA, afirma que existe un alto nivel de prejuicio social hacia los inmigrantes. Que los inmigrantes les quitan oportunidades laborales a los nativos, que los inmigrantes est?n directamente relacionados con los ?ndices de delincuencia y que hacen un uso indebido de servicios sociales como la salud y la educaci?n, son tres de los grandes prejuicios existentes en torno a los inmigrantes.
Mariana Garc?a, delegada en Rosario de la Direcci?n Nacional de Migraciones, se?ala que "en todas las sociedades existen prejuicios en relaci?n con los inmigrantes. Sobre los inmigrantes exist?a cierta idea, m?s que todo brindada por una parte de los medios de comunicaci?n y estimulada por algunos per?odos dentro de la administraci?n p?blica, donde se generaba la sensaci?n de que si era inmigrante pod?a llegar a tener cierta participaci?n en los niveles de delincuencia, lo que es una falacia porque los datos nunca demostraron semejante tendencia del inmigrante hacia la violencia". "En general, en la Rep?blica Argentina siempre se ha permanecido con el mismo ?ndice tradicional de inmigraci?n con respecto a la poblaci?n, que es entre el 4 y el 5 por ciento de inmigraci?n y de ninguna manera es importante el porcentaje de delincuencia con respecto a los inmigrantes", agrega. Lo mismo ocurrir?a con respecto a otros problemas de los que se responsabiliza a los inmigrantes: se trata de encontrar chivos expiatorios a los vac?os dejados por el Estado. "Alrededor de la d?cada de los 90, donde hab?a altos ?ndices de desocupaci?n, hab?a que atribu?r alg?n responsable a esto", a?ade Garc?a.

Trabajo

Maria Alejandra Silva es licenciada en Ciencia Pol?tica e investigadora y se especializa en los ejes trabajo y salud. Durante el per?odo 2002-2003 fue becada por el CONICET para realizar una investigaci?n sobre las condiciones de trabajo que afectaban la salud de los trabajadores de la construcci?n en las zonas de frontera y los lugares de observaci?n que tom? fueron Misiones y Corrientes. Al llegar al lugar se top? con que efectivamente hab?a algo que atravesaba la problem?tica y eso era la migraci?n. "Uno de los grupos m?s vulnerables que marcaban el nivel de salario y el nivel de las condiciones de trabajo eran los inmigrantes ilegales que cruzaban de un pa?s a otro", relata. "Me encontr? con un problema muy grave que fue el papel desdibujado del Estado, tanto en las secretar?as de Trabajo como las direcciones de Migraciones", destaca Silva y a?ade que "en el caso de Misiones y Corrientes, lo que se observa claramente es que los migrantes son un objeto que le sirve a intereses econ?micos por un lado y a intereses pol?ticos por el otro".

Tr?fico y trata de personas

Tal como se manifiesta desde el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la trata y el tr?fico de personas son delitos que se han incrementado en forma alarmante en los ?ltimos a?os, debido a las dif?ciles condiciones de vida en los pa?ses menos desarrollados, al endurecimiento de las pol?ticas migratorias en los pa?ses industrializados y al hecho de que por mucho tiempo estos fen?menos no fueron considerados como un problema estructural sino como una serie de episodios aislados.
La respuesta mundial frente al crecimiento de esta forma de criminalidad fue la Convenci?n contra la delincuencia organizada transnacional firmada en Palermo en el 2000 y los dos protocolos del mismo a?o: Protocolo contra el tr?fico il?cito de migrantes por tierra, mar y aire y el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y ni?os.
Si bien los t?rminos "trata de seres humanos" y "tr?fico de migrantes" han sido usados como sin?nimos, se refieren a conceptos diferentes: el objetivo de la trata es la explotaci?n de la persona; en cambio el fin del tr?fico es la entrada ilegal de migrantes. En el caso de la trata no es indispensable que las v?ctimas crucen las fronteras para que se configure el hecho delictivo, mientras que ?ste es un elemento necesario para la comisi?n del tr?fico.
Seg?n la define el ACNUR, "la trata consiste en utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una persona. Para que la explotaci?n se haga efectiva los tratantes deben recurrir a la captaci?n, el transporte, el traslado, la acogida o la recepci?n de personas. Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacci?n, el rapto, fraude, enga?o, abuso de poder o de una situaci?n de vulnerabilidad". Adem?s se considera trata de personas la concesi?n o recepci?n de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotaci?n.
La explotaci?n incluye, como m?nimo, la explotaci?n sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud y pr?cticas an?logas, la servidumbre o la extracci?n de ?rganos.
El tr?fico ha sido definido como la facilitaci?n de la entrada ilegal de una persona en un Estado del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.
Las cifras y las realidades en torno al tr?fico y trata de personas son escandalosas: para la Organizaci?n de las Naciones Unidas, el n?mero de personas traficadas en el planeta alcanza la cifra de 4 millones anuales; la mayor?a de las personas traficadas est? constituida por mujeres y ni?as; Argentina sigue siendo pa?s de destino del tr?fico ilegal de personas despu?s de la crisis del 2001, a?n cuando algunas voces hayan salido a negarlo. Seg?n datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la mujer migrante es v?ctima de violencia sexual con mayor frecuencia que los hombres, en una proporci?n de 100 a 1.
En la Argentina, un grupo de Madres, Padres y Aspirantes Adoptivos Autoconvocados vienen denunciando desde tiempo atr?s los atropellos a los derechos de ni?os y ni?as que supone el decreto 383, firmado en abril de este a?o por el presidente N?stor Kirchner. Seg?n lo dispone este decreto, a partir de septiembre personas que sean residentes no permanentes de Argentina podr?n adoptar ni?os y ni?as de nuestro pa?s sin mayores inconvenientes.
Uno de los puntos fuertes de las cr?ticas a esta reglamentaci?n, se centra en denunciar que con este decreto se facilitar?a la adopci?n, el tr?fico y la explotaci?n internacional de menores, ya que los requisitos para los aspirantes internacionales son mucho m?s flexibles.
Maria Adela Mondelli de la mencionada agrupaci?n, explica cu?les ser?an algunas de las implicancias de este decreto: "Las provincias m?s pobres regalan la residencia argentina. Entonces las agencias, las organizaciones, las ONG que hoy trabajan en adopci?n pueden conseguir la voluntad de las familias de origen, que esto se consigue f?cilmente con el nivel de pobreza que tenemos. A partir de tener al ni?o capturado, convocar al aspirante europeo, hacerlo entrar por alguna de las provincias, obtiene la residencia, tiene la guarda de hecho del ni?o, se presenta en el juzgado, lo anotan en el registro, espera 45 d?as m?s o menos desde que el ni?o nace, ratifica la madre biol?gica, obtiene el permiso para salir del pa?s y, a partir de esto, en sus temporadas de caza o de turismo aventura, empieza a sumar a?os. El ni?o ya estar? en Espa?a o en Estados Unidos. De todos modos, esto no es lo m?s grave. Lo m?s grave son nuestras fronteras, que ya hoy son un colador de tr?fico de ni?os. Esas personas ser?an usadas para sacar ni?os a Bolivia o a Paraguay y esto, ojal? fuera apara que est?n con hermanos bolivianos o paraguayos, este es el camino de las redes de paidofilia, de turismo sexual, de las casas de engorde, todo esto lo abre el decreto que firm? el presidente."
La agrupaci?n a la que pertenece Mondelli est? denunciando y proponiendo reformas de la mano del Comit? Internacional de los Derechos del Ni?o y la organizaci?n Poder Ciudadano. Por otra parte, el Ministerio de Justicia de la Naci?n prometi? dar marcha atr?s con el decreto sobre adopci?n pero hasta el momento no ha habido modificaciones.

C?mo estan los que se fueron

Muchas de las personas que han experimentado la experiencia de migrar, sufren de un s?ndrome cuyo nombre alude a las desventuras de un personaje ?pico: el mal de Ulises. Angustia, confusi?n, falta de adaptaci?n, exageraci?n de los rasgos nacionales y rechazo de los cambios ocurridos en el pa?s de origen cuando se regresa, son sus principales s?ntomas. Seg?n los psic?logos, la consecuencia m?s grave del s?ndrome es la soledad pero tambi?n afirman que parte de la soluci?n pasa por promulgar buenas pol?ticas de integraci?n.
Hablando con n?meros, se estima que el n?mero de argentinos que viven en el extranjero es de 587.005 y que 140 mil personas se fueron desde 2000.
Alicia Mart?nez White es una inmigrante espa?ola que vio partir hacia su tierra natal a sus tres hijos argentinos. Lleg? al pa?s con parte de su familia en 1952 escapando del r?gimen de Franco y sus hijos se fueron a Espa?a huyendo de la desocupaci?n. "Me gusta la Argentina, me han pasado cosas muy buenas, pero yo a mi patria no renuncio. Nunca me hice ciudadana, no me lo exigieron. Quiz?s si me lo hubieran exigido si pero tomar la decisi?n por mi, no. Hay recuerdos...", expresa Alicia. "L?gicamente, no te voy a decir que no los extra?o, porque son mis hijos y es muy distintos tenerlos ac? que tenerlos all? pero verlos sufrir ac?, sin trabajo... Si hubiesen ido a otro pa?s, lo sentir?a m?s pero iban a mi patria que, dentro de todo, uno lo tiene adentro siempre a ese sentimiento, entonces no me ha costado tanto", afirma.
Un sondeo realizado en octubre de 2004 entre m?s de 50 familias que participan de grupos de familiares de emigrados refleja lo que sienten quienes no optaron por el desarraigo pero lo viven muy de cerca. El 81% considera que sus hijos est?n mejor en el exterior de lo que hubieran estado si se quedaban; el 9,30% cree que est?n igual y un 4,70% los ven peor.
Mar?a Teresa Rossi Cerda es descendiente de espa?oles, integra el Centro de las Islas Baleares de Rosario y sus dos hijas se fueron a vivir a Mallorca. Apenada porque sus hijas decidieron emigrar hacia Espa?a, expresa: "es terrible, tanto para la familia que siempre est? a la espera de un llamado telef?nico, de una carta, de una foto, de saber c?mo est?n hoy, de prender el televisor para saber c?mo est? el tiempo en su lugar, noticias que sabes que te van a llegar mucho m?s tarde de lo que pasen".





www.pime.org.br

Del 24 al 26 de agosto se llev? a cabo el III Seminario y I Foro Internacional Migraciones y Refugio sobre el tema "Mercosur y Uni?n Europea. Las migraciones y el mercado de trabajo", organizado por el Departamento de Migraciones Rosario y Patronato INCA (Istituto Nazionale Confederale di Assistenza).



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Publicado el: 25/08/2005


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