El boom de la construcci?n en Rosario
A costa de la propia vida
El pasado mi?rcoles 15 de mayo, un trabajador de la construcci?n sufri? un accidente al caer de un andamio de 4 metros de altura. En Rosario, las obras se siguen levantando en cuesti?n de meses y las inversiones se multiplican a la par de la falta de controles. Narciso Cantero, de la Agrupaci?n Manos a la obra, opina al respecto.
El d?ficit habitacional en la ciudad de Rosario es visible y hasta obsceno. Por un lado, la periferia es habitada por viviendas precarias, casillas levantadas a puro sudor, chapas, maderas, cartones. Al mismo tiempo, se observa un fen?meno en pleno crecimiento: la aparici?n de los grandes barrios privados en esta misma periferia. Por el otro, y desde hace tiempo, el centro de la ciudad aparece revestido de edificios altos y modernos, construidos en meses a costa del laburo precarizado del obrero de la construcci?n.
La especulaci?n inmobiliaria es la consecuencia del gran negocio rentable de otro boom pos noventa: la plantaci?n a mansalva de soja transg?nica. Si bien aparecen como dos polos diferentes, ambas ?explosiones urbanas y rurales? tienen una interesante correlaci?n. En una nota publicada en el peri?dico El Eslab?n se aclara: ?Por un lado, las cifras espectaculares del boom de la construcci?n posdevaluaci?n de 2002, que atrajo la inversi?n de los ganadores del modelo agroexportador sojero. En otras palabras, el dinero que en los noventa se mov?a en la especulaci?n financiera ahora lo capitaliza la especulaci?n inmobiliaria. Por el otro, los programas estatales de vivienda p?blica que intentan, sin ?xito por ahora, desandar la brecha socioecon?mica entre las dos ciudades, esa que crece para el lado de los barrios privados y los edificios de Puerto Norte y la otra, las de las casi 300 mil personas que viven en las villas miserias locales.?
En esta misma nota se afirma que ?a principios de 2003 el precio de los inmuebles comenz? a trepar de manera inaudita. Se compraron propiedades no con la intenci?n de vivir en ellas sino para ?resguardar capitales?. De este modo el pa?s ha pasado de la especulaci?n financiera de los a?os ochenta y noventa a la especulaci?n inmobiliaria. Al devaluarse, los exportadores comenzaron a triplicar ingresos (por los precios de las colocaciones externas) y buscaron inversiones para dirigir sus excedentes. No las ubicaron en las f?bricas ni en equipos nuevos. No: lo hicieron en el mercado inmobiliario argentino.?
De esta manera, se explica la gran cantidad de obras en construcci?n que proliferan en la ciudad de Rosario. La gran mayor?a, no cumple con las normas necesarias para su habilitaci?n, las reglas que regulan los tipos de construcciones y alturas fijadas y las condiciones laborales seguras para los trabajadores. La falta de una adecuada planificaci?n urbana queda en evidencia tambi?n, con los reclamos de vecinos afectados por las obras. ?Poseemos y habitamos en viviendas linderas a las nuevas construcciones de torres, sufrimos innumerables problemas: rajaduras, derrumbes, grietas en paredes y techos, filtraciones, ca?da de diversos materiales de construcci?n en nuestros patios, ruidos molestos, falta de luz y aireaci?n.?
En el sitio web Ciudad Fragmentada aparecen cifras que marcan una realidad, por lo menos, contradictoria: ?en la ciudad de Rosario alrededor de 200 mil personas viven en asentamientos irregulares, ubicados tanto en la periferia urbana como en la trama urbana consolidada. Mientras tanto, el a?o pasado se levantaron 170 nuevos edificios, situados mayormente en el micro y macrocentro. Entre las que se cuentan lujosas torres implantadas en las cotizadas zonas de barrio Martin y Parque de Espa?a, en la ribera del Paran?, donde se llega a pagar 2.000 d?lares el metro cuadrado?.
Si a esto le sumamos la construcci?n creciente de barrios privados y el aumento excesivo en el costo de los alquileres, vemos que la polarizaci?n es cada vez m?s marcada. ?Durante todo el 2007 los alquileres crecieron un 250% m?s que la inflaci?n, el doble que los alimentos y bebidas y tres veces m?s que la indumentaria. La realidad es que todos los d?as se renuevan contratos pactados dos a?os antes y los propietarios de bienes de renta pretenden aumentos del 100% sobre el contrato anterior e incluyen cl?usulas indexatorias prohibidas por la Ley de Emergencia Econ?mica 25.561?.
En este aspecto, el Estado no regula y la posibilidad de alquilar una vivienda queda sometida a los intereses especulativos del negocio inmobiliario.
Los obreros expuestos
Desde el a?o pasado, se denuncian las muertes obreras y accidentes laborales que se suceden en obras de construcci?n en nuestra ciudad. La Agrupaci?n Manos a la Obra viene realizando un minucioso trabajo de supervisi?n y de concientizaci?n sobre cada trabajador que expone su vida al subirse a un andamio o trabajar sin los elementos necesarios para evitar accidentes. Esta tarea, que deber?a recalar en el Estado, lo realiza a puro pulm?n, una organizaci?n social.
En lo que va del a?o 2009 ya se sucedieron siete accidentes graves en distintas obras. El pasado mi?rcoles, un obrero cay? de un andamio de 4 metros. ?Se produjo en una obra ubicada en Pasco 143, el compa?ero se desploma de una andamio. Tuvo politraumatismos varios pero est? fuera de peligro. Pudimos constatar la total falta de seguridad e higiene en la obra, tampoco la documentaci?n alguna ni siquiera el cartel de obra que exige la provincia, osea que esta gente est? jugando con la vida de cada uno de los 7 compa?eros que estaban trabajando, en paup?rrimas condiciones aberrantes. Adem?s, hay todo un tapial que estaba ocultando toda esta negligencia y queda la indignaci?n de c?mo estan los compa?eros, sin las zapatillas adecuadas, sin un par de guantes siquiera y son j?venes que no superan los 20 a?os y se ven obligados a trabajar en estas condiciones.?
Cuando enREDando se acerc? a dicha obra ubicada en la zona de Pasco y Necochea, se pudo constatar, no solo el tapial que ocultaba la realizaci?n de la obra, sino que adem?s, mientras funcionarios de Higiene y Seguridad de la provincia se encontraban dentro de la obra para relevar las condiciones laborales, algunos j?venes obreros continuaban con sus palas levantado escombros, es decir, segu?an trabajando, a pesar del accidente laboral y de la falta total de condiciones seguras.
?A nosotros nos produce la indignaci?n la iron?a con la que se trata esta problem?tica. Esto es m?s de lo mismo de lo que siempre decimos. Lamentablemente, en las obras no est?n dadas las condiciones. Hubo un principio de auge de seguridad pero que lamentablemente debido a la falta de inspectores de la provincia todo vuelve a ser como antes. Hay compa?eros que est?n quedando discapacitados de por vida y no se van a poder reinsertar al mercado laboral. ?qu? va a pasar con la vida de ese obrero.?
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Las responsabilidades son compartidas. Una, el control que debe realizar el Estado. Otra, la desidia de empresarios y ?las propias c?maras de control de los empresarios?, opina Cantero. ??Qu? dice un consejo de ?tica profesional del Colegio de Arquitectos a sus afiliados? La sensaci?n es que no importa la vida del trabajador. Lo que importa es construir y no prevenir?.
Desde Manos a la Obra consideran que si no hubo m?s accidentes en los ?ltimos a?os es porque el trabajador se sabe cuidar. ?Cuando han perdido la vida es lisa y llanamente por la desidia al no implementar medidas de seguridad e higiene para las obras en construcci?n. Una cosa diferente es que el obrero use los elementos de seguridad, otra muy distinta es que la empresa se lo provea y esto no sucede. Lamentablemente los agentes del Ministerio de Trabajo no dan abasto. Son 13 inspectores para recorrer 2800 obras y eso es imposible?, apunta Cantero.
Al mismo tiempo, Narciso marca la falta de capacitaci?n de los inspectores en el rubro y exige duras multas para las empresas constructoras. ?Hemos construido edificios que son los m?s altos y no tenemos el acceso digno a una vivienda digna. Y esto nos indigna cuando pasan estas cosas, porque estamos construyendo seguridad para otros y para nosotros nadie lo hace. Esa es la provocaci?n hacia la condici?n digna del trabajador?.
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Publicado el: 15/05/2009
Categor?as:
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