Si bien la migraci?n es un fen?meno que ha existido desde que existe la
humanidad, el n?mero de migrantes se ha m?s que duplicado desde 1975. El
fen?meno migratorio actual se caracteriza por la reversi?n de la tendencia de
siglos pasados: antes, las migraciones flu?an de los pa?ses del norte o m?s
industrializados hacia los pa?ses del sur o menos industrializados. Hoy d?a se
observa el proceso inverso: las personas se desplazan de pa?ses menos
industrializados a regiones m?s industrializadas, de pa?ses con profundos
problemas de pobreza, a pa?ses con mejores niveles de vida.
Subempleo y
salarios bajos, pobreza y marginaci?n, desastres naturales, reunificaci?n
familiar y desintegraci?n familiar, tradici?n, b?squeda de mejores oportunidades
de vida y la disponibilidad de empleos, son otras de las causas que generan la
migraci?n.
Legislaci?n
Argentina cuenta con la nueva Ley de Migraciones 25.871, promulgada en enero
de 2004. Su autor, el senador nacional Rub?n Giustiniani, explica cu?les son los
cambios que introduce esta nueva ley: "el primer cambio fundamental es que es
una ley de la democracia y la otra era una ley de la dictadura militar. En
segundo lugar, que esta ley respeta la Constituci?n Nacional y los derechos
humanos de los migrantes, en l?nea con las convenciones internacionales de
Naciones Unidas y de la Organizaci?n Internacional del Trabajo, el derecho del
migrante a la reunificaci?n familiar, a la salud, a la educaci?n y que pone en
su verdadero lugar a quienes lucran con el tr?fico de personas, que junto al
tr?fico de armas y de drogas son los tres delitos m?s deleznablemente rentables
en estos tiempos de la globalizaci?n porque incorpora el delito del tr?fico de
personas al C?digo Penal. El otro aspecto importante es la incorporaci?n de la
figura de la ciudadan?a Mercosur, es decir, una mirada a la integraci?n regional
como parte de la necesidad de consolidar el Mercosur no s?lo como la libre
circulaci?n de mercanc?as sino tambi?n de personas. Y el otro aspecto innovador
es todo un cap?tulo que se destina a los argentinos en el exterior porque hay
que ver el fen?meno migratorio no s?lo de los que vienen sino tambi?n de los que
se van de Argentina y que padecen los efectos de la discriminaci?n".
Seg?n
datos de la Direcci?n Nacional de Migraciones, durante el 2004 se habr?a
regularizado la situaci?n de 12.055 ciudadanos extramercosur.
Derechos de los migrantes
Los inmigrantes tienen exactamente los mismos derechos que los nativos. As?
fue declarado en la Constituci?n Nacional y ese es el esp?ritu de la nueva ley
de migraciones. Pero como en tantos otros casos, la ley no asegura el ejercicio.
Y esto se agrava en sectores sumamente vulnerables como los migrantes.
Diana
Maffia es doctora en Filosof?a y fue defensora del Pueblo Adjunta de Buenos
Aires. Hoy integra el Instituto Hannah Arendt en Capital Federal. "Cuando
nosotros pensamos de qu? manera pensar la ciudadan?a, una manera es pensarla
alrededor de la capacidad para ejercer los derechos humanos. Ciudadano es aqu?l
capaz de ejercer sus derechos. Y el derecho que no es exigible no es m?s que
palabras", explica. Maffia distingue varias barreras que obstaculizan un
ejercicio real de los derechos. A la primera y m?s b?sica la llama "epist?mica".
Explica que si no conocemos cu?les son nuestros derechos, no hay forma alguna de
que podamos ejercerlos y hacerlos respetar. Y, ascendiendo en las complejidades,
hay una barrera que denomina "subjetiva" y que consiste en que aunque sepamos
que hay derechos, no nos sentimos dignos de ejercerlos. "Este modo en que el
discurso dominante ha transformado a ciertos sujetos en sujetos de segunda, que
sobran, que molestan, es algo que impacta en la subjetividad de tal manera que
aunque se sepa que el derecho existe, ese derecho no va a ser ejercido ni va a
ser reclamado", manifiesta Maffia. Y relata que esta barrera es evidente en el
caso de los migrantes: "los migrantes tienen los mismos derechos que la
poblaci?n aut?ctona, es decir, ellos pueden tener salud gratuita y educaci?n
gratuita, pero subjetivamente no sent?an la seguridad de que este era un derecho
que pod?an ejercer y no lo reclamaban. Y aceptaban que si iban a un hospital y
les dec?an "no tiene documento de identidad argentino no puede ser atendido" o
"su hijo no puede ir a la escuela porque no tiene documento", lo aceptaban
aunque uno le mostrara que la Constituci?n dec?a que pod?an tener educaci?n y
salud universal".
Migraci?n y mujeres
Las cifras muestran un acelerado aumento de la migraci?n femenina en Am?rica
Latina. Hasta tal punto que se habla de una "feminizaci?n de las
migraciones".
Hilda Habycha?n es directora de la Maestr?a de G?nero "El Poder
y la Sociedad desde la Problem?tica del G?nero" de la Universidad Nacional de
Rosario -la primera maestr?a de g?nero del pa?s- e integra el Centro de Estudios
Interdisciplinarios sobre las Mujeres (CEIM). Habycha?n sostiene que es posible
pensar que, antes que un aumento num?rico real de la cantidad de mujeres que
emigran, se tratar?a de una mayor visibilizaci?n del fen?meno hist?rico:
"podemos decir que desde hace unas cuantas d?cadas hay un mejor registro de los
migrantes en cuanto a su sexo. Antes se hac?an estudios pero se consignaba nada
m?s que al jefe cabeza de familia en cuanto a su ocupaci?n, su edad, etc?tera. A
partir del movimiento de mujeres, del movimiento feminista, que ha puesto la
cuesti?n de g?nero en el centro, entonces se han empezado a hacer estudios donde
se recava esa informaci?n. Migraban como parejas de cabezas de familia que se
desplazaban, entonces no hab?a tanto registro de la cantidad de mujeres que
migraban, se tomaba el grupo familiar. Como en tantos otros aspectos, muy
recientemente se est? visibilizando la presencia de la mujer pero no quiere
decir que antes no estuvieran presentes", opina Habycha?n.
Discriminacion, xenofobia, racismo
Un estudio realizado poco tiempo atr?s por investigadores de la Facultad de
Psicolog?a de la UBA, afirma que existe un alto nivel de prejuicio social hacia
los inmigrantes. Que los inmigrantes les quitan oportunidades laborales a los
nativos, que los inmigrantes est?n directamente relacionados con los ?ndices de
delincuencia y que hacen un uso indebido de servicios sociales como la salud y
la educaci?n, son tres de los grandes prejuicios existentes en torno a los
inmigrantes.
Mariana Garc?a, delegada en Rosario de la Direcci?n Nacional de
Migraciones, se?ala que "en todas las sociedades existen prejuicios en relaci?n
con los inmigrantes. Sobre los inmigrantes exist?a cierta idea, m?s que todo
brindada por una parte de los medios de comunicaci?n y estimulada por algunos
per?odos dentro de la administraci?n p?blica, donde se generaba la sensaci?n de
que si era inmigrante pod?a llegar a tener cierta participaci?n en los niveles
de delincuencia, lo que es una falacia porque los datos nunca demostraron
semejante tendencia del inmigrante hacia la violencia". "En general, en la
Rep?blica Argentina siempre se ha permanecido con el mismo ?ndice tradicional de
inmigraci?n con respecto a la poblaci?n, que es entre el 4 y el 5 por ciento de
inmigraci?n y de ninguna manera es importante el porcentaje de delincuencia con
respecto a los inmigrantes", agrega. Lo mismo ocurrir?a con respecto a otros
problemas de los que se responsabiliza a los inmigrantes: se trata de encontrar
chivos expiatorios a los vac?os dejados por el Estado. "Alrededor de la d?cada
de los 90, donde hab?a altos ?ndices de desocupaci?n, hab?a que atribu?r alg?n
responsable a esto", a?ade Garc?a.
Trabajo
Maria Alejandra Silva es licenciada en Ciencia Pol?tica e investigadora y se
especializa en los ejes trabajo y salud. Durante el per?odo 2002-2003 fue becada
por el CONICET para realizar una investigaci?n sobre las condiciones de trabajo
que afectaban la salud de los trabajadores de la construcci?n en las zonas de
frontera y los lugares de observaci?n que tom? fueron Misiones y Corrientes. Al
llegar al lugar se top? con que efectivamente hab?a algo que atravesaba la
problem?tica y eso era la migraci?n. "Uno de los grupos m?s vulnerables que
marcaban el nivel de salario y el nivel de las condiciones de trabajo eran los
inmigrantes ilegales que cruzaban de un pa?s a otro", relata. "Me encontr? con
un problema muy grave que fue el papel desdibujado del Estado, tanto en las
secretar?as de Trabajo como las direcciones de Migraciones", destaca Silva y
a?ade que "en el caso de Misiones y Corrientes, lo que se observa claramente es
que los migrantes son un objeto que le sirve a intereses econ?micos por un lado
y a intereses pol?ticos por el otro".
Tr?fico y trata de personas
Tal como se manifiesta desde el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR), la trata y el tr?fico de personas son delitos que se han
incrementado en forma alarmante en los ?ltimos a?os, debido a las dif?ciles
condiciones de vida en los pa?ses menos desarrollados, al endurecimiento de las
pol?ticas migratorias en los pa?ses industrializados y al hecho de que por mucho
tiempo estos fen?menos no fueron considerados como un problema estructural sino
como una serie de episodios aislados.
La respuesta mundial frente al
crecimiento de esta forma de criminalidad fue la Convenci?n contra la
delincuencia organizada transnacional firmada en Palermo en el 2000 y los dos
protocolos del mismo a?o: Protocolo contra el tr?fico il?cito de migrantes por
tierra, mar y aire y el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata
de personas, especialmente mujeres y ni?os.
Si bien los t?rminos "trata de
seres humanos" y "tr?fico de migrantes" han sido usados como sin?nimos, se
refieren a conceptos diferentes: el objetivo de la trata es la explotaci?n de la
persona; en cambio el fin del tr?fico es la entrada ilegal de migrantes. En el
caso de la trata no es indispensable que las v?ctimas crucen las fronteras para
que se configure el hecho delictivo, mientras que ?ste es un elemento necesario
para la comisi?n del tr?fico.
Seg?n la define el ACNUR, "la trata consiste en
utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una
persona. Para que la explotaci?n se haga efectiva los tratantes deben recurrir a
la captaci?n, el transporte, el traslado, la acogida o la recepci?n de personas.
Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la
fuerza u otras formas de coacci?n, el rapto, fraude, enga?o, abuso de poder o de
una situaci?n de vulnerabilidad". Adem?s se considera trata de personas la
concesi?n o recepci?n de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de
una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotaci?n.
La
explotaci?n incluye, como m?nimo, la explotaci?n sexual, los trabajos o
servicios forzados, la esclavitud y pr?cticas an?logas, la servidumbre o la
extracci?n de ?rganos.
El tr?fico ha sido definido como la facilitaci?n de
la entrada ilegal de una persona en un Estado del cual dicha persona no sea
nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente,
un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.
Las cifras y las
realidades en torno al tr?fico y trata de personas son escandalosas: para la
Organizaci?n de las Naciones Unidas, el n?mero de personas traficadas en el
planeta alcanza la cifra de 4 millones anuales; la mayor?a de las personas
traficadas est? constituida por mujeres y ni?as; Argentina sigue siendo pa?s de
destino del tr?fico ilegal de personas despu?s de la crisis del 2001, a?n cuando
algunas voces hayan salido a negarlo. Seg?n datos del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la mujer migrante es v?ctima de
violencia sexual con mayor frecuencia que los hombres, en una proporci?n de 100
a 1.
En la Argentina, un grupo de Madres, Padres y Aspirantes Adoptivos
Autoconvocados vienen denunciando desde tiempo atr?s los atropellos a los
derechos de ni?os y ni?as que supone el decreto 383, firmado en abril de este
a?o por el presidente N?stor Kirchner. Seg?n lo dispone este decreto, a partir
de septiembre personas que sean residentes no permanentes de Argentina podr?n
adoptar ni?os y ni?as de nuestro pa?s sin mayores inconvenientes.
Uno de los
puntos fuertes de las cr?ticas a esta reglamentaci?n, se centra en denunciar que
con este decreto se facilitar?a la adopci?n, el tr?fico y la explotaci?n
internacional de menores, ya que los requisitos para los aspirantes
internacionales son mucho m?s flexibles.
Maria Adela Mondelli de la
mencionada agrupaci?n, explica cu?les ser?an algunas de las implicancias de este
decreto: "Las provincias m?s pobres regalan la residencia argentina. Entonces
las agencias, las organizaciones, las ONG que hoy trabajan en adopci?n pueden
conseguir la voluntad de las familias de origen, que esto se consigue f?cilmente
con el nivel de pobreza que tenemos. A partir de tener al ni?o capturado,
convocar al aspirante europeo, hacerlo entrar por alguna de las provincias,
obtiene la residencia, tiene la guarda de hecho del ni?o, se presenta en el
juzgado, lo anotan en el registro, espera 45 d?as m?s o menos desde que el ni?o
nace, ratifica la madre biol?gica, obtiene el permiso para salir del pa?s y, a
partir de esto, en sus temporadas de caza o de turismo aventura, empieza a sumar
a?os. El ni?o ya estar? en Espa?a o en Estados Unidos. De todos modos, esto no
es lo m?s grave. Lo m?s grave son nuestras fronteras, que ya hoy son un colador
de tr?fico de ni?os. Esas personas ser?an usadas para sacar ni?os a Bolivia o a
Paraguay y esto, ojal? fuera apara que est?n con hermanos bolivianos o
paraguayos, este es el camino de las redes de paidofilia, de turismo sexual, de
las casas de engorde, todo esto lo abre el decreto que firm? el
presidente."
La agrupaci?n a la que pertenece Mondelli est? denunciando y
proponiendo reformas de la mano del Comit? Internacional de los Derechos del
Ni?o y la organizaci?n Poder Ciudadano. Por otra parte, el Ministerio de
Justicia de la Naci?n prometi? dar marcha atr?s con el decreto sobre adopci?n
pero hasta el momento no ha habido modificaciones.
C?mo estan los que se fueron
Muchas de las personas que han experimentado la experiencia de migrar, sufren
de un s?ndrome cuyo nombre alude a las desventuras de un personaje ?pico: el mal
de Ulises. Angustia, confusi?n, falta de adaptaci?n, exageraci?n de los rasgos
nacionales y rechazo de los cambios ocurridos en el pa?s de origen cuando se
regresa, son sus principales s?ntomas. Seg?n los psic?logos, la consecuencia m?s
grave del s?ndrome es la soledad pero tambi?n afirman que parte de la soluci?n
pasa por promulgar buenas pol?ticas de integraci?n.
Hablando con n?meros, se
estima que el n?mero de argentinos que viven en el extranjero es de 587.005 y
que 140 mil personas se fueron desde 2000.
Alicia Mart?nez White es una
inmigrante espa?ola que vio partir hacia su tierra natal a sus tres hijos
argentinos. Lleg? al pa?s con parte de su familia en 1952 escapando del r?gimen
de Franco y sus hijos se fueron a Espa?a huyendo de la desocupaci?n. "Me gusta
la Argentina, me han pasado cosas muy buenas, pero yo a mi patria no renuncio.
Nunca me hice ciudadana, no me lo exigieron. Quiz?s si me lo hubieran exigido si
pero tomar la decisi?n por mi, no. Hay recuerdos...", expresa Alicia.
"L?gicamente, no te voy a decir que no los extra?o, porque son mis hijos y es
muy distintos tenerlos ac? que tenerlos all? pero verlos sufrir ac?, sin
trabajo... Si hubiesen ido a otro pa?s, lo sentir?a m?s pero iban a mi patria
que, dentro de todo, uno lo tiene adentro siempre a ese sentimiento, entonces no
me ha costado tanto", afirma.
Un sondeo realizado en octubre de 2004 entre
m?s de 50 familias que participan de grupos de familiares de emigrados refleja
lo que sienten quienes no optaron por el desarraigo pero lo viven muy de cerca.
El 81% considera que sus hijos est?n mejor en el exterior de lo que hubieran
estado si se quedaban; el 9,30% cree que est?n igual y un 4,70% los ven peor.
Mar?a Teresa Rossi Cerda es descendiente de espa?oles, integra el Centro de
las Islas Baleares de Rosario y sus dos hijas se fueron a vivir a Mallorca.
Apenada porque sus hijas decidieron emigrar hacia Espa?a, expresa: "es terrible,
tanto para la familia que siempre est? a la espera de un llamado telef?nico, de
una carta, de una foto, de saber c?mo est?n hoy, de prender el televisor para
saber c?mo est? el tiempo en su lugar, noticias que sabes que te van a llegar
mucho m?s tarde de lo que pasen".