Barrio Telef?nicos
Cimientos y paredes s?lidas
A principio de los a?os 60, en uno de los barrios del oeste rosarino, se dio una experiencia in?dita: la construcci?n cooperativa de 188 viviendas. Por entonces, un grupo de trabajadores telef?nicos le pusieron el hombro a la necesidad de contar con la casa propia y colectivamente edificaron el barrio que est? emplazado entre las calles Jun?n, Casilda, Sol?s y Cambell.
En nuestros barrios, detr?s de cada puerta nos esperan un pu?ado de relatos ansiosos de ser o?dos, retazos de memoria que se van fortaleciendo con el juego invisible de los nuevos sentidos; de boca en boca, de p?gina en p?gina. Y cual movimiento circular, dichas historias, a primera vista min?sculas, renuevan las esperanzas cotidianas de pensar y proyectar en plural.
La experiencia cooperativa que en estas l?neas compartimos, naci? hace 47 a?os, a partir de la iniciativa de un grupo de trabajadores telef?nicos que se propuso gestionar y construir la casa propia.
De la gesti?n del terreno a la finalizaci?n de las 188 viviendas pasaron casi diez a?os, de trabajo y objetivos compartidos. Desde Garz?n 159 bis, lugar donde funcion? el obrador de la constructora, hoy conocemos esta historia, narrada por sus hacedores.
?Esto empez? por inquietud de 4 o 5 telef?nicos, yo hab?a hecho un chequeo en Rosario entre los trabajadores telef?nicos y ten?amos una necesidad de 500 viviendas. Ah? se form? la subcomisi?n y empezamos a trabajar, arrancamos en el a?o 1962. Por entonces aparece el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con un pr?stamo al Banco Hipotecario (BH) que era exclusivo para viviendas. Estudiamos cada plan y descartamos los primeros porque eran inalcanzables para nuestro ingreso mensual, nos quedamos con el ?ltimo que era para el esfuerzo propio y la ayuda mutua?, expresa Santos Mangiagli quien fuera presidente de la cooperativa hasta la conclusi?n de las obras.
Los compa?eros recuerdan que las condiciones del ?Plan de esfuerzo propio y ayuda mutua? (como se denominaba) eran bien claras: los preadjudicatarios deb?an aportar el 10 por ciento en efectivo, el 20 por ciento en mano de obra, y el 70 por ciento restante lo financiaban el BID y el BH.
En cada palabra se cuela la inmensa satisfacci?n de haber sido parte de este emprendimiento cooperativo, que por sus caracter?sticas fue ?nico en el pa?s. Durante la realizaci?n de las viviendas, la vida del conjunto de compa?eros transcurr?a entre el trabajo formal y el trabajo en la obra, de ah? a las asambleas y la toma de decisiones conjunta.
?Lo que hicimos ac? fue lo m?s grande de mi vida, despu?s tom? conciencia, s?lo ten?a 25 a?os?, se?ala Aldo Morrone, cuya funci?n era la de secretario y escriba, reuni?n tras reuni?n. ?Yo reci?n iniciaba la vida conyugal, mi esposa se puso negativa en un momento porque era mucho el tiempo que nos insum?a, nunca llegaba antes de la una de la ma?ana. Nos qued?bamos escribiendo a m?quina toda la documentaci?n que ten?amos que presentar?, contin?a Aldo.
?Nosotros ten?amos tres hijos, est?bamos viviendo en una sola habitaci?n. El esfuerzo fue progresivo, mi se?ora me aguant? mucho, la meta de todos nosotros era tener la casa propia. Ac? ten?amos que sumar horas de trabajo, quien ten?a m?s horas pod?a elegir la ubicaci?n de la casa?, expresa Carlos Pedernera.
Y entre recuerdos, fotos y los ojos llenos de emoci?n, Juan Kurth se anima a hablar: ?Entr?bamos una hora antes para hacer la mezcla y dejarla preparada, m?s adelante ingres? a la Comisi?n y pas? a hacer trabajos m?s chicos. Yo estaba de ma?ana y ellos de tarde. Dos a?os y medio dur? la construcci?n del barrio?.
En enero de 1970 se hizo entrega de las casas, que est?n distribuidas en trece manzanas. Delimitan el barrio las calles Junin, Casilda, Sol?s y Cambell.
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Juan, Aldo, Carlos y Santos |
Eucaliptus en el camino...
Recuerdan como terribles y cansadores los tres a?os de gesti?n del terreno para la construcci?n (1962-1965), cuentan que semanalmente viajaban a Capital Federal en tren o en auto a realizar los tr?mites personalmente. La discusi?n sobre la venta del terreno lleg? incluso a la C?mara de Diputados, entregaron a cada presidente de bloque una carpeta con el proyecto.
?Nos ?bamos los lunes temprano a Bs. As, en el ministerio de Obras y Servicios P?blicos estaba el Dr. Miguel ?ngel Martinez, gracias a ?l se pudo comprar este terreno. Martinez lo llam? al presidente Illia y le coment? nuestra situaci?n. Ese mismo d?a el presidente orden? hacer el Decreto para que se nos vendiera el terreno a nosotros?, recuerdan con satisfacci?n. La escrituraci?n del terreno fue el 18 de marzo del 65, el d?a del Telef?nico, toda una huella para el grupo.
Un peque?o detalle, hasta el momento no ten?an conocimiento certero del terreno en cuesti?n, cuando fueron a verlo encontraron que all? hab?a nada menos que 9 mil plantas de eucaliptus. ?En todos los terrenos que estaban desafectados a la venta, Per?n hizo plantar eucaliptus para hacer durmientes, eso pas? en todo el pa?s?, referencian.
Ahora la odisea ser?a sacarlos de ra?z. ?Y que hicieron?, pregunt? esta cronista: ?Un contratista que hac?a desmontes se vino con la familia y un mont?n de gente, arm? una carpa y se instalaron para trabajar. Creo que enga?? a la gente que trajo, porque los talaron a 50 cm y no quisieron saber m?s nada?, relata Mangiagli, y recuerda que finalmente tuvo que venir gente de San Nicol?s a extraer los ?rboles. | |
Publicado el: 14/05/2009
Por Vivi Benito.
Categor?as: Redes y Organizaciones Sociales / Reportaje
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