La presentaci?n del documental viene a cuento de la historia de los a?os
setenta, de los sue?os colectivos inconclusos de sus v?ctimas y de las
pesadillas del presente impulsadas por los que hicieron dinero con la sangre
derramada. Lo que sigue es una de las tantas formas de contar el caso
Brandazza.
Aquella ciudad
El 3 de diciembre de 1972, por medio de una conferencia de prensa, el
Organismo Unico de Arquitectura, la Federaci?n Universitaria Argentina, la
Agrupaci?n de Abogados de Rosario, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre
y el Movimiento contra la Represi?n y la Tortura informaron que hab?an enviado
telegramas al presidente de la Naci?n, el general Alejandro Lanusse, y a la
C?mara Federal pidiendo por la suerte de los detenidos por razones pol?ticas y
gremiales.
"El violinista en el tejado" cumpl?a su segunda semana en el cine
Gran Rex y el almirante Isaac Rojas era promocionado como la personalidad
entrevistada, en forma especial, por Canal 5.
El 6 de diciembre se le
brindaba un agasajo al coronel Juan de Dios Carranza Zaval?a por haber logrado
su ascenso. Particip? el comandante del II Cuerpo de Ej?rcito, el general
Leandro Anaya.
De 112 sociedades an?nimas que hab?an presentado sus balances
el 30 de junio de 1972, 94 obtuvieron ganancias y solamente 18 presentaron
p?rdidas.
Las empresas Somisa y PASA hac?an publicidad diciendo sus bondades
y haciendo gala de sus ra?ces nacionales: "Esto es PASA (y queda en Santa Fe,
entre nosotros). Un verdadero orgullo provincial y nacional. De PASA quedan en
la provincia 76 millones de pesos ley anuales, en compra a proveedores locales,
y 33 millones de pesos ley en salarios".
Se anunciaba la f?rmula
presidencial del Partido Dem?crata Progresista, Francisco Manrique-Rafael
Mart?nez Raymonda. En Canal 8 se anticipaba la palabra del l?der radical Ricardo
Balb?n.
El 13 de diciembre de 1972, el Colegio de Abogados reclam? por la
desaparici?n del estudiante Angel Enrique Brandazza.
"La opini?n p?blica se
ha visto nuevamente conmovida por la desaparici?n de un ciudadano, esta vez el
estudiante Brandazza, sin que las gestiones realizadas para su esclarecimiento
por familiares y letrados hayan dado resultado alguno hasta la fecha. Es
necesario que todos los sectores expresen la honda preocupaci?n que estos
sucesos causan a la sociedad, que ve a sus integrantes seriamente amenazados en
sus derechos fundamentales, as? como las graves consecuencias que pueden generar
la indiferencia del pueblo y del gobierno ante hechos de esa naturaleza".
La
Santafesina SA prohibi? una concentraci?n en la Plaza de Mayo "contra el hambre,
la represi?n y la entrega". La organizaban el denominado Encuentro Nacional de
los Argentinos y el Movimiento Nacional Intersindical.
Salvador Allende,
presidente de Chile, llegaba a M?xico en medio de una gran
expectativa.
Aquella marcha reclamaba "un aumento salarial inmediato de 50
mil pesos para los trabajadores, jubilados y pensionados; creaci?n de fuentes de
trabajo y subsidios para los desocupados, fijaci?n de precios m?ximos para los
art?culos de amplio consumo".
Quien hab?a sido el represor del Cordobazo, el
general Alcides L?pez Aufranc, era, por entonces, jefe del Estado Mayor General
del Ej?rcito. "En una sociedad de seres imperfectos resulta necesaria la
protecci?n de la fuerza para mantener la paz", dec?a el militar que a partir de
1976 ocupar?a la presidencia de Acindar. Fue en el 159? aniversario de la
creaci?n de la capellan?a militar. Agreg?: "Resulta imprescindible acentuar las
pr?cticas religiosas. Estar cerca de Dios para ejercer nuestro sagrado deber
militar". Se preparaba para una guerra santa. El jefe de la polic?a santafesina
era el coronel retirado Fernando Guill?n.
En el diario "La Capital", de
Rosario, el 16 de diciembre de 1972, en la segunda secci?n, p?gina 13, apareci?
una breve cr?nica: "Los defensores de un estudiante desparecido hicieron
declaraciones". Eran los doctores Mario Ducler y Roberto Columba. Denunciaron
que los h?beas corpus presentados por la suerte de Enrique Brandazza hab?an sido
rechazados, tanto en el Comando del Segundo Cuerpo de Ej?rcito como en la
Jefatura de la polic?a rosarina.
Al otro d?a se informaba que el costo de
vida fue del 73,9 por ciento y el editorial del diario centenario reflexionaba
sobre los problemas del t?tanos.
En Villa Constituci?n, donde se hab?a
levantado la planta n?mero 2 de Acindar, se celebraban las bodas de plata del
cura Samuel Martino.
Un banco cooperativo, Aciso, cumpl?a doce a?os, y en los
cines se proyectaban "La Califa" y "Terror en el bosque". En una confiter?a
donde se cenaba y bailaba, Sayonara, tocaba la banda El Combo Bogotano, que
hac?a las delicias de un comandante retirado de Gendarmer?a que era habitu? del
lugar, Agust?n Feced.
Feced y el recientemente promovido a general Carranza
Zaval?a hab?an participado del secuestro, la tortura, la desaparici?n y la
muerte de Angel Brandazza; el pr?logo de la noche carn?vora que se desatar?a a
partir del 24 de marzo de 1976.
Hab?a sido el 28 de noviembre de 1972, en la
entonces ciudad obrera.
A mediados de octubre de 1973, una comisi?n bicameral
de la Legislatura santafesina investigar?a la suerte de Brandazza.
A pesar
del gobierno democr?tico, de la prolija reconstrucci?n de los hechos y de las
profundas reflexiones que realizaron los diputados que redactaron el informe,
los responsables de la desaparici?n del estudiante de Ciencias Econ?micas
oriundo de Venado Tuerto volver?an con toda su ferocidad a partir de 1975 y
so?ar?an con un orden de cien a?os con ellos en el poder.
La comisi?n bicameral
El art?culo 46 de la Constituci?n de la Provincia de Santa Fe autoriza a cada
c?mara para designar comisiones "con prop?sitos de informaci?n e investigaci?n
sobre materias de inter?s p?blico y proveerlas en cada caso de las facultades
necesarias, las que no pueden exceder de los poderes de la autoridad judicial,
para el desempe?o de sus cometidos".
El informe de la Comisi?n Bicameral
Investigadora de Apremios Ilegales y Torturas de la provincia de Santa Fe abri?
la causa n?mero uno.
"V?ctima: Angel Enrique Brandazza. Delito: Homicidio,
apremios ilegales y tortura. Acusados: integrantes del ex comando SAR, general
Elbio Leandro Anaya, general Juan de Dios Carranza Zaval?a, coronel Vilanova,
mayor Bonifacio, mayor Gigena, sargento ayudante Emilio Letto, gendarme Gamboa,
cabo de la polic?a federal Peregrino Luis Gallardo, alias Jopito; subinspector
de la polic?a federal Jorge Roberto Ibarra, alias Calcul?n; cabo primero de la
polic?a federal Atilio Gerla, alias Costurera; agente de polic?a federal Hugo
Jos? Bellet; agente de la polic?a federal Rub?n Felipe Fern?ndez; oficial
ayudante de la polic?a provincial Ovidio Marcelo Olazagoit?a; oficial
subinspector de la polic?a provincial Alberto M?ximo Grandi; cabo de la polic?a
provincial Rub?n Oscar San Juan; agente de la polic?a provincial Angel Jes?s
Far?as; cabo de la polic?a provincial Gregorio Prieto", dec?a la car?tula del
informe de la comisi?n.
El 15 de octubre de 1973 se solicit? al juzgado de
instrucci?n de la cuarta nominaci?n el sumario instruido por el caso Brandazza.
Era la causa 904/72.
El sumario hab?a sido elevado a la Corte Suprema de
Justicia Nacional por el juez Hugo Castagnino, en aquel momento a cargo de
instrucci?n de la tercera nominaci?n de Rosario.
El presidente de la Comisi?n
Investigadora era Juan Luis Lucero y el secretario, el tambi?n diputado
provincial Rub?n Mart?nez.
El 5 de noviembre de 1973 se present? ante la
comisi?n la madre de Brandazza, Lorenza Cancela, domiciliada en Pueyrred?n 617
de Venado Tuerto. Angel Emilio Brandazza, padre del estudiante desaparecido,
pidi? por escrito saber qu? pas? con su hijo, el 4 de diciembre de 1972, con el
patrocinio de los doctores Mario Ducler, Juan Bernardo Iturraspe, H?ctor G?mez
Machado y Roberto Columba.
El 10 de octubre de 1973 el doctor Enrique
Petracchi, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Naci?n, indic? que "de
esta causa surgen graves imputaciones de apremios ilegales y otros delitos, de
los que habr?an resultado v?ctimas numerosas personas, adem?s de Angel Enrique
Brandazza, cuya autor?a se atribuye a personal militar y de las polic?as federal
y de la provincia de Santa Fe, que actuaba en ejercicio de las facultades
conferidas por el decreto ley 19.081 del a?o 1971".
Brandazza habr?a muerto
al d?a siguiente de su detenci?n, seg?n inform? el doctor Miguel Angel Hadad, el
12 de noviembre de 1973.
Confesiones
Ana del Carmen Atenzio de Far?as, por aquel entonces ama de casa de 23 a?os,
dijo el 23 de noviembre de 1973 que su esposo, Angel Jes?s Far?as, trabajaba en
la polic?a de Rosario y que en mayo de 1972 pas? a desempe?arse en el denominado
Comando SAR (Sub Area Rosario).
Su marido le dijo que "el joven Brandazza
ten?a datos, que era un militante de un grupo peronista, aunque tambi?n le
manifest? que pertenec?a al ERP, que sab?an d?nde trabajaba el mismo porque lo
hab?a seguido, y que el esposo estuvo presente en la detenci?n, y que luego de
detenido lo llevaron a un campo cercano a la ciudad de Casilda y all? lo
castigaron para que hablara, que junto al esposo de la dicente participaron de
la detenci?n Gregorio Prieto y otras personas m?s".
De regreso a Rosario,
Brandazza logr? escapar en Oro?o y C?rdoba.
Grit? su detenci?n.
Lo
volvieron a detener y lo llevaron a la sede del SAR, en la ex comisar?a cinco,
en Dorrego al 900 en Rosario. All? lo torturaron, entre otros, los polic?as San
Juan y Olagait?a. Dos d?as permaneci? all?. Despu?s lo sacaron por orden del
general Anaya.
Far?as se qued? con un reloj de Brandazza que termin?
vendiendo a un hermano de su se?ora por 5 mil pesos.
El general Anaya orden?
trasladar a los que participaron de la detenci?n del estudiante peronista.
Far?as tuvo tres meses de vacaciones. Se fueron quince d?as a Entre R?os.
El
marido de Ana del Carmen Atenzio le entreg? una lista de todos los que compon?an
el SAR: "...el que mandaba a todos era el coronel Vilanoba, el comandante Feced
y el general Anaya... Far?as le dec?a que en caso de caer iban a caer todos
juntos, que ?l solo no iba a caer preso, porque si ocurr?a algo al coronel
Vilanoba, Anaya o Feced no les iba a pasar nada, pero que ?l se hab?a hecho una
lista en la que ten?a anotados los nombres de todos, con una marquita en el
costado de cada nombre que indicaba en qu? operativo hab?a intervenido cada
uno".
La noche de la detenci?n de Brandazza, Far?as trajo el chaleco sucio de
sangre. Le toc? cuidar al prisionero durante dos noches. Era "flaquito, rubio,
que ten?a entendido que era del ERP, pero que el muchacho no dec?a nada y que
parec?a que era un militante peronista".
Le daban agua con "una cucharita en
la boca porque no se pod?a mover ni nada ya que estaba completamente desecho".
Algunos polic?as "practicaban" poni?ndole inyecciones.
El secuestro fue el
martes 28 de noviembre de 1972.
En abril de 1973, Far?as abandon? el SAR.
"Vilanoba le dec?a que ten?a bronca que hab?a ganado el partido peronista porque
seguramente los iban a disolver".
Ana de Far?as sum? otro dato m?s: el juez
Castagnino "les dio garant?as a Grandi, San Juan y Olazagoit?a y que no se
preocuparan... el juez les dijo que no pasaba nada, que se quedaran piolas, que
Far?as dijo que el juez era de ellos".
La comisi?n viaj? hasta Mar del Plata,
donde viv?a el hermano de Ana, y se encontraron con el reloj. Luego se verific?
que hab?a pertenecido, efectivamente, a Angel Brandazza.
El 28 de noviembre
de 1973 la comisi?n orden? la citaci?n de los polic?as Gregorio Prieto, Alberto
M?ximo Grandi, Rub?n Oscar San Juan, Ovidio Marcelo Olazagoit?a y Angel Jes?s
Far?as.
Este ?ltimo declar? el 29 de noviembre de 1973.
El SAR funcionaba
en Dorrego 549. La pista segu?a siendo el reloj de Brandazza.
"Ese reloj lo
saqu? un d?a, porque nosotros no ten?amos acceso adonde estaban los militares...
los militares hab?an ido a hacer un secuestro de propaganda y algunas cositas y
en eso ven?a el secuestro ese... lo ?nico que nos daban era eso, el papelito
para hacer el ambiental, una investigaci?n... se puede decir que no nos daban
nunca porque nosotros agarr?bamos la listita y pas?bamos cualquier boludez,
pas?bamos".
Los interrogatorios se hicieron en el Servicio de Informaciones,
"que la mayor?a de todos los trabajos yo s? que en el servicio de informaciones
interrogaban a la gente, pero que no sabe de qu? forma, que no participaba de
las declaraciones". Ten?a un sobresueldo de 48 mil pesos, pero se lo pagaron dos
meses solamente.
Agreg? que al Comando del Segundo Cuerpo de Ej?rcito iban a
reunirse el coronel Carranza Zaval?a, el coronel Sarmiento, Feced y
otros.
Ese mismo d?a declar? M?ximo Grandi, subinspector de la polic?a,
adscripto a la secci?n Robos y Hurtos. Dijo que el jefe del operativo contra
Brandazza fue el coronel Vilanoba, "que fueron dos carros de asalto con batall?n
uniformado de la Guardia de Infanter?a... la funci?n del SAR era chequear
domicilios".
Aquel d?a cuando se abriera la puerta "entraban todos a tropel,
los cincuenta, quinientos o los que fueran; que el dicente se apoy? contra una
ventana y qued? afuera; que fue todo al servicio de informaciones; que cargaron
a la mam?, a los chicos, a otra chica y los llevaron al servicio de
informaciones de la Jefatura de la polic?a local, adentro de Jefatura en ese
mismo momento".
Vilanoba sali?, llev?ndose a una se?ora y dos menores, una
chica y un chico, en un Ford Falcon gris hasta el servicio de informaciones. El
coronel se qued? y se subi? al otro autom?vil donde estaba Grandi.
Los magos de la picana
La causa sigue con una nueva declaraci?n de Far?as.
Al mediod?a del 28 de
noviembre, vino Ibarra y "entreg? una ametralladora a cada uno (al dicente y a
Gregorio Prieto), que por orden de Vilanoba ten?an que ir de apoyo".
Dos
Falcon, uno verde y otro azul, y una camioneta Chevrolet celeste. Esperaron dos
horas en bulevar Segu? y Constituci?n. All? estaba, supuestamente, "un tal
Mateo, o sea Julio Roque, jefe de la organizaci?n FAR, que despu?s cay? en
Buenos Aires, que cuando sali? a las doce y media la persona procedieron a la
detenci?n a una cuadra aproximadamente de all?, que la detenci?n la hicieron
ellos".
En la camioneta Chevrolet lo llevaban a Brandazza, que logr? escapar
al llegar a Oro?o y C?rdoba, pero fue reintroducido al Ford azul en el que
viajaban Far?as y Prieto. Lo llevaron hasta la seccional quinta, donde
funcionaba el SAR.
"Hab?a un militar llamado Sarmiento, que era muy bueno
para pasar la m?quina, que cuando el dicente cuidaba no se sent?an quejidos,
nada, que al tipo lo han parrillado en el horario en el que el dicente no
estaba". Adem?s de Sarmiento, tambi?n aplicaban la picana Grandi y Olazagoit?a.
Al calabozo entraban Vilanoba, el mayor Gigena, el mayor Bonifaci, el general
Anaya y el coronel Carranza Zaval?a.
Sostuvo que el coronel "Sarmiento era un
mago, que ven?a con una valijita, que en esa valija hay un aparato que regula
tensi?n de la picana el?ctrica, que Sarmiento era un especialista en el asunto,
que la valijita, mejor dicho el aparato, era igual que el que se ve en la
pel?cula Estado de Sitio".
La Federal tambi?n ten?a a sus especialistas, "los
maquinistas Bellet y Fern?ndez", como tambi?n lo eran Grandi y
Olazagoit?a.
Creyeron que Brandazza era Julio Roque.
Brandazza trabajaba
en Fundiciones Monterrey, que hab?a sido ocupada por el ERP.
Sobre Feced,
indic? que "el viejo peleaba por cuenta de ?l, con su gente, que no vio que se
metiera nunca, que torturaba por su cuenta, es gendarme, dice, y los gendarmes
son jodidos. Pero que hay muchos polic?as superiores que no saben lo que pasa.
Que el SAR sucedi? al anterior Comando Bel?n que funcionaba en la Jefatura; que
no sabe por qu? se llamaba Bel?n, pero cree que son siglas o c?digos para
radio".
Gregorio Prieto agreg?: "Por culpa de estos malditos militares que me
deshicieron cuando me sacaron de Jefatura, no me alcanzaba el sueldo porque ah?
ten?a que comprar la comida". Antes se la daban gratis en la Jefatura. Entre
junio de 1972 y marzo de 1973 estuvo en el SAR.
Far?as a?adi? que "sab?a que
la detenci?n de Brandazza era ilegal. Que en dependencia del Comando del Segundo
Cuerpo recib?an adoctrinamiento antiguerrillero. Que todos los efectivos que
aprehendieron a Brandazza en las inmediaciones de la Fundici?n Monterrey estaban
vestidos de civil".
El bot?n de guerra
"Se comentaba que Vilanoba en este caso como en muchos otros se ocupaba de
reducir las alhajas y otras cosas que se secuestraban y que no interesaban
directamente a los delitos que se estaban investigando; que de la misma forma,
as? como se quedaba con muchos efectos secuestrados de propiedad de los
allanados en combinaci?n con el comandante Anaya, de la misma forma, el
sobresueldo que se les hab?a prometido al personal que trabajaba en el SAR se
los pag? solamente dos meses y el resto no les fue pagado, y se comentaba entre
el personal que el autom?vil nuevo que se hab?a comprado Vilanoba proced?a de
dicho dinero, que hab?a, cree, 57 personas que deb?an cobrar el sobresueldo, que
Vilanoba dec?a que no les pagaba porque el Ej?rcito no le hab?a mandado la
plata, pero que nunca se les pag? dicho dinero", sostuvo Far?as.
Nunca se
supieron los nombres de aquellas 57 personas.
El futuro estaba pre?ado de
torturadores.
A la hora de justificar procedimientos, Far?as record? "un
informe que dio Bellet sobre que en Bioqu?micas (Riccheri entre Santa Fe y San
Lorenzo) se realizaba una reuni?n de comunistas; que se allan? la facultad con
un carro de asalto del Batall?n de Infanter?a; que tiraron abajo el port?n con
dicho carro de asalto; que como no encontrararon ninguna reuni?n de comunistas
porque el informe estaba mal hecho, Calcul?n para justificar pint? con un pincel
en las paredes, ?ERP?, ?FAR?, ?Mueran los montos?, todo chorreado; que los
negativos de tales fotos est?n en Jefatura de Polic?a de Rosario; que los
militares para cubrirse ordenaron pintar las paredes con las siglas ya referidas
para cubrirse, que el que dio la orden era Vilanoba, que Anaya no sab?a nada de
eso".
Las resoluciones
El 3 de diciembre de 1973 se repasan los cargos contra Grandi, Far?as y
Prieto: hurto, defraudaci?n, detenci?n ilegal y tormentos.
Sobre Far?as se
establece que "no puede alegar la obediencia debida por tratarse de una orden
ilegal y que lo hac?a incurrir en delito de acci?n p?blica y que se da en el
transcurso del tiempo, en distintos hechos que realiza sabiendo la ilegitimidad
de sus hechos".
Es el mismo argumento que se utiliza para calificar las
acciones de Grandi y de Prieto. "No se puede alegar obediencia debida...".
El
4 de diciembre de 1973 se envi? una nota al comandante del Segundo Cuerpo de
Ej?rcito, general de brigada Eduardo Miguel Arancet, solicit?ndole la "inmediata
detenci?n e incomunicaci?n del sargento Emilio Letto". Se inform? a Rub?n Oscar
San Juan y Ovidio Marcelo Olazagoit?a, alojados en Alcaid?a de Tribunales, que
quedaban en calidad de "detenidos e incomunicados a disposici?n del juez federal
n?mero uno, doctor H?ctor Carlos Freytes".
Los diputados de la Comisi?n
insistieron.
Pidieron al comandante general del Ej?rcito Argentino, teniente
general Ra?l Carcagno, la presentaci?n ante la comisi?n del general (RE) Elbio
Leandro Anaya, general del Perpetuo Socorro Carranza Zaval?a, coronel Vilanoba,
mayor Bonifacino, mayor Gigena, sargento Emilio Letto.
En forma paralela,
desde la Polic?a Federal se informaba el 7 de diciembre de 1973 que Atilio Gerla
y Hugo Bellet "se encuentran en comisi?n en el exterior del pa?s, cumpliendo una
comisi?n reservada de este comando. Con relaci?n al agente Rub?n Felipe
Fern?ndez, le ha sido acordada una licencia sin goce de sueldo por el t?rmino de
seis meses con autorizaci?n para ausentarse a la Rep?blica de Venezuela".
Firmaba el general de brigada Miguel Angel I??guez, jefe de la Polic?a Federal
que durante los a?os sesenta hab?a participado activamente de las acciones de la
m?tica resistencia peronista.
El 12 de diciembre de 1973 el teniente general
Carcagno contest? con respecto a la presentaci?n de los se?ores Anaya, Zaval?a,
Vilanoba, Bonifacino, Gigena y Letto. "Es indispensable para el firmante el
conocimiento previo de los fundamentos en que se apoya la excepcional medida
solicitada mediante el oficio que contesto, a fin de saber si el proveer en
consecuencia implica contravenir el criterio sentado en la materia por la Corte
Suprema de Justicia de la Naci?n, como as? el indeclinable ejercicio de la
jurisdicci?n que me compete".
A pesar del supuesto compromiso con la
democracia recuperada el 11 de marzo de 1973, ning?n integrante de las fuerzas
armadas y de seguridad estaba dispuesto a juzgar a sus pares.
Esto tampoco se
tendr?a en cuenta en los a?os posteriores.
El general Carranza Zaval?a se
convertir?a en uno de los principales funcionarios del Banco Provincial de Santa
Fe.
Agust?n Feced fue el jefe de la polic?a rosarina a partir de 1976 y
antes, durante la administraci?n de Mar?a Isabel Mart?nez de Per?n, fue tentado
para conducir la Triple A. Cuando se hizo cargo de la Jefatura, por el Servicio
de Informaciones que comandaba, pasaron 1.800 personas detenidas en menos de dos
a?os, 350 de las cuales siguen desaparecidas hasta el presente.
El diputado
Juan Lucero fue detenido en marzo de 1976 y luego se exili? en Dinamarca. Su
hija, Carmen, sigui? el mismo camino, luego de haber conocido el infierno del
Servicio de Informaciones de Rosario.
Angel Enrique Brandazza es el caso m?s
antiguo que tiene el listado de personas desaparecidas elaborado por la Comisi?n
Nacional sobre la Desaparici?n de Personas.