La problem?tica del narcotr?fico en Argentina ha llegado a las grandes voces medi?ticas y pol?ticas a lo largo de todo el pa?s. Pero s?lo ocurri? con el fin de permitirles a distintos representantes de los gobiernos se?alarse entre s?, responsabilizando a las respectivas veredas de enfrente de haber permitido sin barreras el desarrollo de uno de los negocios m?s importantes de los ?ltimos tiempos. Por otro lado, en aquellos rincones del pa?s donde no abundan las c?maras y las propagandas, el escenario de esta problem?tica se plantea de otra forma, buscando la causa para poder trabajar sobre el presente, de cara a un futuro inmediato que permita otra realidad. En este contexto, se pone tanto al Estado municipal, como al provincial y al nacional en el lugar de c?mplices, junto a las fuerzas de seguridad y a los grandes empresarios que manejan el dinero producto de este negocio.
En la nueva casa popular rosarina del Frente Popular Dar?o Santill?n-Corriente Nacional, el d?a 19 de marzo se llev? a cabo un panel de debate que reuni? en un an?lisis de la situaci?n a distintas organizaciones sociales, culturales y pol?ticas que trabajan en los barrios de Rosario. Entre los exponentes se encontr? el periodista e investigador del tema en cuesti?n, Carlos Del Frade, junto a otros militantes de diversos movimientos. Fue un desarrollo explicativo de la posici?n actual del narcotr?fico como mecanismo del sistema, y de su necesaria relaci?n con otros accionares del Estado que no por casualidad siempre terminan perjudicando y complicando la existencia de los sectores m?s desprotegidos de las grandes ciudades que son a su vez, por excelencia, el terreno predilecto de los grupos de poder involucrados en esta conflictiva situaci?n.
En el eje del debate se plante? la necesidad de relacionar a la precarizaci?n laboral por un lado, y a las p?simas condiciones y modos de trabajo de ciertos lugares que en teor?a deber?an funcionar como centros de recuperaci?n, como lo es el Instituto de Rehabilitaci?n del Adolescente de Rosario (IRAR), como factores que profundizan la complejidad del narcotr?fico, provocando que los j?venes como v?ctimas se encuentren en la situaci?n actual. El panelista Guillermo Campana, de Causa y Efecto, Movimiento Cienfuegos y Abogado de Direcci?n de Justicia Penal Juvenil, explic? que la situaci?n de precarizaci?n laboral es as? mismo una precarizaci?n de la pol?tica p?blica que como consecuencia afecta directamente a sus destinatarios. La realidad afirma que en Rosario funcionan 136 kioscos de drogas reconocidos, en los cuales trabajan menores de edad que ven en el negocio una r?pida entrada econ?mica. Carlos Del Frade asegura que en las escuchas relacionadas al triple crimen de Villa Moreno del a?o 2012, se deja en claro que un cuidador de b?nker cobra alrededor de cuatro mil pesos mensuales. La educaci?n como base fundamental, y un trabajo en dignas condiciones luego, no aparecen en esta plataforma y se tiene como consecuencia a la explotaci?n de j?venes que adem?s ponen constantemente en peligro a sus vidas.
Un concepto importante de destacar, desarrollado tanto por la panelista Ana Laura Pinto, de Movimiento Cienfuegos y becaria del CONICET, como por Del Frade, es el del rol del Estado no como ausente, sino como presentes dentro de un c?rculo de corrupci?n. Permitiendo la complicidad de la polic?a, no interviniendo para la celeridad de las causas, y sobre todo siendo causantes de las condiciones de vida de los sectores desfavorecidos, el Estado en sus tres niveles aparece en escena de una forma totalmente funcional a determinados intereses de los grandes actores del sistema. ?El Estado en vez de generar seguridad a la poblaci?n, genera seguridad con los negocios que se hacen sobre las necesidades de la poblaci?n, porque la ?nica seguridad que el sistema quiere mantener es la seguridad econ?mica de los poderosos?, sintetiz? Del Frade. De esta forma, el negocio del narcotr?fico moviliza dos mil millones de pesos anuales seg?n el investigador, lo que ser?a un ochenta por ciento del presupuesto municipal en un a?o.
Carlos del Frade hace un par?ntesis en la problem?tica de ra?z, y se mete de lleno en lo que implica la disputa entre el gobierno provincial de Antonio Bonfatti y el nacional de Cristina Fern?ndez de Kirchner. ?Esto no tiene que ver con que esta sea la provincia del narcosocialismo como dijo Larroque (Andr?s, Secretario General de La C?mpora), porque la coca?na no brota desde el territorio santafesino, sino que llega por la fenomenal corrupci?n que tienen las fuerzas de seguridad nacional?, sostuvo. As?, explica que el incremento de la tasa de criminalidad deviene en lo que desde la escena nacional llamar?n ?Sensaci?n de Inseguridad?, y desde la provincia ?Una sucia campa?a de desestabilizaci?n en contra del gobierno socialista provincial?. ?Mentirosos y c?mplices los dos, en el medio nosotros?, remat?.
Un monstruo que crece y el trabajo desde abajo como mecanismo de lucha.
El hilo conductor de Del Frade llev? a situar la problem?tica desde sus comienzos. Hace aproximadamente cuarenta a?os, Rosario era una ciudad portuaria, ferroviaria, industrial y obrera. ?Hoy no tenemos nada de eso, y ese costo lo pag? la gente con su dolor, con su pibe asesinado, drogado?, explic? haciendo referencia a que las consecuencias de las pol?ticas que provocaron el vac?o de la ciudad son estas que hoy se pagan con la falta de educaci?n, salud y dem?s derechos fundamentales. A su vez, destac? la ausencia de lugares en los cuales se pueda asistir a las v?ctimas de la drogadicci?n, a?n cuando una ley de Salud Mental que contin?a sin aplicarse deber?a amparar la creaci?n de centros de atenci?n gratuitas con el fin de superar lo que el periodista llama la situaci?n de ?consumidor consumido?. ?El narcotr?fico es lo que m?s ha crecido en los ?ltimos cuarenta a?os, desde 1973 a 1988 se hab?an secuestrado tres kilos de coca?na, mientras que en el 2012 la cifra fue de 400 kilos?, detall?.
Ante esta problem?tica que parece crecer con el paso del tiempo, uno de los principales actores que buscan una soluci?n o un cambio profundo, son las organizaciones pol?ticas, culturales y sociales que trabajan en los barrios directamente con quienes son los perjudicados principales. Mar?a Eugenia Rodr?guez, del espacio de Derechos Humanos del Frente Popular Dar?o Santill?n- Corriente Nacional, explic?: ?La situaci?n que se est? viviendo desde el 2010 en adelante nos obliga a las organizaciones sociales de Rosario a tomar con profundidad este tema. Entender que en el medio de todo el escenario est?n los pibes, y que hay que contextualizar que ellos son los condenados de la ciudad, sujeto de castigo, de muerte y de exclusi?n, y pocas veces son sujetos de protecci?n y contenci?n social y estatal?. Desde estas organizaciones se plantea la necesidad de un trabajo territorial que tambi?n ponga como actores fundamentales a los j?venes de aquellos barrios invadidos por la corrupci?n del narcotr?fico bajo la complicidad de la polic?a y grupos empresarios.
Rodr?guez explic? que el rol de las organizaciones es en cierta parte reclamar al Estado la implementaci?n de pol?ticas p?blicas que generen ?una ni?ez y una adolescencia integrada, digna, con derecho y sobre todo con futuro, y que al mismo tiempo que suceda con los derechos de los trabajadores?. Como avance en esta situaci?n, se destac? el trabajo del Colectivo Cienfuegos para lograr la declaraci?n de emergencia respecto del presente de los ni?os, ni?as y adolescentes.
Despu?s de las consecuencias
A comienzos del a?o 2012, Jerem?as Trasante, Claudio Su?rez y Adri?n Rodriguez, C?sar Oviedo m?s tarde, todos militantes del Movimiento 26 de Junio en Villa Moreno, fueron asesinados en manos de reconocidos narcos. A comienzos del 2013, Mercedes Delgado, integrante del Centro Comunitario San Cayetano de barrio Ludue?a tambi?n fue asesinada cuando qued? en medio de una disputa entre distintas bandas de narcotraficantes. Como ellos, otros hechos se dieron con estas caracter?sticas en todo el territorio donde se afianz? este negocio.
Pero all? no se termina. Cuando desde los compa?eros y familiares de las v?ctimas se comienza a transitar el camino de la b?squeda de la justicia, se trata del adentramiento a otra problem?tica tan compleja como la desarrollada en l?neas anteriores. Aqu? aparece el Poder Judicial y sus maneras de tratar la cuesti?n, entre la lentitud y la complicidad. El caso m?s reciente, que es el de Mercedes Delgado, desde lo judicial no ha evolucionado pr?cticamente nada. S?lo hay un detenido, que no se relaciona directamente con el asesinato de la militante. Desde el Colectivo El Caleidoscopio y el Centro Comunitario San Cayetano se denuncia que los responsables de la muerte de Mercedes se pasean sin pedido de captura por otras partes del pa?s.
En una nueva movilizaci?n realizada el 14 de marzo en la puerta de Tribunales Provinciales y con traslado a la sede de Gobernaci?n en Rosario, nada cambi?. El Doctor Negroni, juez de la causa, por diferentes motivos nunca estuvo presente al momento de los reclamos. Tampoco el gobernador Antonio Bonfatti recibi? a los familiares de la v?ctima aquel 14 de marzo, siendo que se encontraba por otro evento en la misma sede de Gobernaci?n.
As?, se permite ver una realidad que se aleja profundamente de los discursos prometedores. Los barrios m?s desfavorecidos, sus trabajadores, sus j?venes y las organizaciones que all? se desempe?an, son los perjudicados en este negocio que funciona como una herramienta m?s en las hambrientas ambiciones del sistema.