Comunicado de Ciudad Interna
La tiran?a punitiva
Compartimos una nota realizada desde la C?rcel de Coronda de Santa Fe, en la que contin?an denunciado el maltrato que reciben los internos, las infrahumanas condiciones de detenci?n y la falta de respuestas e "inoperancia" de los jueces de Ejecuci?n Penal.
La tiran?a punitiva que exalta la funci?n del castigo como ?nica v?a de reducci?n del delito pretende una reacci?n r?pida y contundente para quien infringe la norma penal.
Su neutralizaci?n y restricci?n ambulatoria a trav?s del encierro, suele guardar silencio respecto de los principios que deben orientar la aplicaci?n de la pena; y mucho m?s aun acerca de la ef?mera capacidad ?resocializadora? de la realidad en el instituto ?Modelo? de la Ciudad de Coronda provincia de Santa Fe.
Esa condescendencia para con las inhumanas condiciones de detenci?n, los tratos crueles, los castigos mal aplicados por parte de los inescrupulosos y corruptos penitenciarios acogi?ndose, tal vez como ning?n otro argumento o circunstancia, a la exaltaci?n del castigo que propugnan los partidarios de la inflaci?n punitiva. M?s propensos a la realidad de las mazmorras y al oscurantismo medioeval, ?stos justicieros aspiran a reducir el derecho penal a la calidad de fetiche por medio del cual doblegar a los "cuerpos ind?ciles? que ponen en crisis los modelos vigentes de orden social.
El hacinamiento y deterioro que caracterizan la c?rcel ?Modelo? de Coronda ha contribuido una circunstancia que aqueja los sistemas penales: la pretensi?n de dar soluci?n, mediante su manipulaci?n, a conflictos que carecen de naturaleza punible y que deber?an ser en cambio encarados y saneados como real soluci?n en vez de dejarlos tirados en las calamitosas condiciones que se encuentran las personas encarceladas es que, una vez impuesta la condena y efectivizada su privaci?n de la libertad, el tribunal que dispuso la condena los olvida por completo.
Para evitarlo, la Ley 24.660, que entr? en vigencia el 16 de julio de 1996, cre? una serie de jueces prioritariamente dedicados a los condenados, con el fin de velar por sus derechos y mantener un seguimiento que les permita observar su progresiva evoluci?n.
Son los llamados jueces de ejecuci?n penal.
Sin embargo, desde la entrada en vigor de esa norma apenas se pusieron en marcha unos pocos juzgados de ejecuci?n con la obligaci?n de enfrentar una masa de trabajo important?sima y dif?cilmente abordable: asegurar el respeto de los derechos humanos de los internos y resolver todo incidente o cuesti?n que se presente durante la ejecuci?n de la pena. Pero tambi?n, simult?neamente, controlar que el detenido cumpla con las imposiciones establecidas en los casos de suspensi?n del procedimiento a prueba y verificar la reinserci?n social de las personas. Esto determina, en la pr?ctica, la imposibilidad he inoperancia de los jueces al no estar presentes para verificar en qu? estado se encuentran los internos a su cargo y cu?les son los problemas de la unidad penitenciaria donde est?n alojados. Esa dificultad supone tambi?n la delegaci?n de funciones jurisdiccionales en la administraci?n penitenciaria, que ante la falta de control por parte del juez de ejecuci?n gobierna a los detenidos a su antojo les implementan castigos severos, no solo f?sicos, sino sicol?gicos sin ellos saberlo hasta la hora de su notificaci?n. No se toman descargos a los internos si la sanciones es o no es, solo se los notifican que est?n castigados sin m?s ni m?s y as? queda como as? quedaron, m?s de un centenar de compa?eros fallecidos a los cuales el estado se cargo sistem?ticamente desde la entrada en vigencia de esta ley.
Despu?s de haberse realizados innumerables denuncia desde nuestro medio queda claro que entre el juzgado y el Servicio Penitenciario hay connivencia puesto que en el caso del juez del Juzgado de Ejecuci?n Penal de Coronda no investiga ning?n incidente por mas grave que sea. Aqu? se puede ver la inmensa corrupci?n que existe dentro de los juzgados, principalmente el de Coronda donde su titular Julio Cesar Arri, parte activa de la corporaci?n mafiosa que tenemos como justicia en la provincia de Santa Fe, ya ha sido denunciado por este medio, no solo por su condici?n de corrupto e inoperante, sino tambi?n por su actitud inmoral he indecorosa, puesto que su afecci?n al alcohol y las drogas van mas all? de un fin de semana opacando aun m?s su funci?n como administrador judicial.
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Publicado el: 03/11/2009
Por Equipo Ciudad Interna.
Categor?as: Derechos Humanos / Documento
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