Se present? "Huesos desnudos"
Seis gotas de sangre y un libro
"Huesos desnudos" es un relato escrito en primera persona; un reencuentro de vida, una esperanza, una denuncia y tambi?n, un profundo agradecimiento al trabajo incansable que desempe?a el Equipo Argentino de Antropolog?a Forense. Eric Domergue fue quien decidi? dar a conocer la historia de militancia revolucionaria de Yves, su hermano mayor, y Cristina Cialcetta, compa?era de Yves, ambos asesinados por la dictadura militar en 1976 y sepultados como NN en un cementerio de Melincu?. Despu?s de 34 a?os, la familia Domergue pudo reencontrarse con los restos identificados de Yves y Cristina, en mayo de 2010. "Huesos desnudos" es un relato vivencial de nuestra historia, del poder de la gen?tica en la b?squeda de la verdad, de la necesidad de seguir desenterrando m?s "huesos desnudos" que aun faltan identificar. enREDando dialog? con su autor, Eric Domergue.
I.
Te arropo para nuestros encuentros furtivos cuando el pa?s ya era una gran trampa y vos un clandestino m?s.
Eric Domergu?, franc?s, periodista y dise?ador gr?fico, es el hermano de Yves, militante revolucionario asesinado en 1976 por la ?ltima dictadura militar.
Su historia trasciende una frontera. La geograf?a dibuja en la tierra los huesos desnudos de su hermano, identificado en el a?o 2010 por el Equipo Argentino de Antropolog?a Forense.
En un poema que le escribe a Yves, Eric lo arropa con sus palabras. Abriga con la memoria la ausencia de su sangre hermana.
El trabajo incansable del Equipo de Antropolog?a Forense y, anteriormente, el insistente compromiso de una docente y los alumnos de 5to a?o de la escuela Pablo Pizzurno de Melincu?, permiti? reconocer el cuerpo de Yves y el de su compa?era, Cristina Cialcetta.
Por m?s de 30 a?os permanecieron ocultos y sin nombre en el sur de la provincia de Santa Fe. Sus cuerpos hab?an sido arrojados al costado de un camino rural, sepultados sin identificaci?n y cuidados durante d?cadas por los habitantes de la regi?n.
30 a?os transcurrieron hasta que la luz de esa tierra se inyect? en la vida de Eric y su familia. Un remanso de paz, finalmente, alivi? algo de esa inmensa herida que perdura en los familiares de los desaparecidos.
II.
Te arropo con la mano amiga de quienes te encontraron, te desenterraron, te cuidaron, te devolvieron una identidad y una familia.
Eric escribe con la intensidad de quien busca justicia. As? comenz? a delinear los trazos de su libro Huesos desnudos, recientemente publicado por Colihue y presentado en nuestra ciudad. El libro es un recorrido por la historia familiar de los Domergue y a su vez, por las relaciones pol?ticas de dos pa?ses, Francia y Argentina, emparentados en una trama de complicidad y complot internacional. Este fue el objetivo inicial: investigar las vinculaciones entre los militares franceses y argentinos en lo que signific? el plan sistem?tico de desaparici?n de personas en nuestro pa?s.
Pero su libro tuvo un cap?tulo final inesperado. En la ?ltima parte, Eric comienza a ponerle palabras a la sensaci?n inexplicable de haberse reencontrado con Yves.
Te arropo con seis gotas de mi sangre para que tus huesos y mi plasma se fundan en un mismo e irrefutable ADN.
Este cap?tulo habla de un encuentro vital ocurrido en el mes de mayo de 2010. Eric ya hab?a comenzado, tiempo antes, con la escritura del libro. ?Un d?a la tierra se abri? y empez? a entregar sus secretos. La misma tierra que trag? los cuerpos dej? al descubierto huesos que hablaron, identificaron, acusaron. Dos esqueletos, dos NN, dos desconocidos, uno femenino, otro masculino, ambos j?venes, muy j?venes. (?) El ADN fue la llave de las identidades perdidas, del rescate de la memoria."
As? comienza Huesos desnudos. La pluma de Domergue es el escozor de un hombre que habla con el coraz?n en la mano y la meticulosidad de quien bucea en los documentos de la historia.
En el 2010, esos dos NN fueron identificados con el nombre Yves Domergue, franc?s, 22 a?os, el mayor de 9 hijos de un matrimonio de inmigrantes y Cristina Cialcetta, 20 a?os, mexicana, hija ?nica. Ambos fueron encontrados en septiembre de 1976 en la ruta provincial N? 90 frente al campo de Agust?n Buitron. La autopsia arroj?: homicidio, muerte violenta. El Juzgado de Instrucci?n de Melincu? instruye el sumario, causa 687, por homicidio de NN masculino y NN femenino.
El expediente, que hab?a quedado sepultado en el olvido hasta 1984, comienza a remover la memoria colectiva de Melincu?. Pasaron varios a?os hasta que la docente Juliana Cagrandi propone realizar, en el marco de su clase de Formaci?n ?tica e Historia, un trabajo sobre la memoria con sus alumnos de 3er a?o del polimodal.
?Como alumnos que cursamos el 3er a?o del Polimodal, comenzamos a interesarnos por temas que nos afectan directa e indirectamente, en el ?rea de Formaci?n ?tica y Ciudadana nos involucramos con la tem?tica del Hombre, sus Derechos y Obligaciones. Estudiando los Derechos Humanos, nos atrajo y nos result? interesante el tema de Terrorismo de Estado, ya que cerca de nuestra localidad se encontraron personas maltratadas, a las cuales se les violaron la totalidad de sus derechos como personas?, escriben los chicos en el trabajo escolar que realizaron.
Este trabajo de investigaci?n traspas? las paredes de la escuela Pizzurno. Juliana se contacta con la Casa de la Memoria de Rosario. A partir de all?, el gobierno de la provincia de Santa Fe, a trav?s de la Secretaria de Derechos Humanos, decide judicializar el caso. Finalmente, y luego de un largo derrotero, el EEAF realiza la comparaci?n gen?tica con las muestras de sangre que Eric Domergu? y sus padres hab?an dejado tiempo antes, "por responsabilidad" pero sin esperanza alguna de lograr la identificaci?n del cuerpo de Yves.
Este cap?tulo vivo en la historia de Eric es tambi?n un profundo agradecimiento a quienes impulsan la Iniciativa Latinoamericana para la Identificaci?n de Personas Desaparecidas. ?De qu? se trata? Es una campa?a que impulsa el EEAF con el objetivo principal de recolectar muestras de sangre de familiares de desaparecidos y lograr la identificaci?n de los restos de personas desaparecidas por razones pol?ticas en Am?rica Latina. Actualmente, alrededor de 5200 muestras de sangre se encuentran en el banco de datos del EEAF y todav?a quedan 600 restos ?seos sin identificar. Desde el a?o 2003, el EAAF utiliza de forma habitual el an?lisis gen?tico como parte del proceso de identificaci?n de las v?ctimas. Por ello, resulta fundamental promover y difundir la campa?a con la que se busca que m?s familiares se extraigan seis gotitas de sangre para su posterior comparaci?n gen?tica.
III
Te arropo con los plomos que te apagaron y ahora se vuelven contra quienes te quisieron ocultar por siempre.
El libro de Eric es un homenaje a dos militantes desaparecidos ?que fueron asesinados en 1976 y que la dictadura tir? lejos, en un lugar muy apartado para que nunca sean encontrados. Sin embargo, despu?s de 34 a?os, fueron encontrados gracias a una cadena de solidaridad de una escuela de Melincu?, de la Secretaria de Derechos Humanos de Santa Fe, del EEAF. Es una historia que merece ser difundida, porque es un triunfo de todos sobre el olvido y la dictadura. Tambi?n, pensamos que puede ser una forma de aliento a todas las familias que pueden alimentar el banco de datos gen?ticos del equipo con su sangre, para poder identificar m?s restos?, dice Eric minutos antes de la presentaci?n de su libro. Est? acompa?ado por una gran cantidad de militantes sociales, ex presos pol?ticos y sobrevivientes del terrorismo de Estado, alumnos de la escuela de Melincu?, Juliana Cagrandi, la docente que decidi? trabajar en su clase sobre aquel misterioso expediente 687 y de amigos que abrazan su historia. -Cuando empec? con el libro jam?s imagin? que iba a escribir el ?ltimo cap?tulo que es la identificaci?n de los restos de mi hermano y de Cristina, su compa?era. Detr?s de todo desaparecido, hay una historia. Somos una familia francesa que nos instalamos en Argentina y en mi libro aparecen las complicidades de los militares franceses y de la formaci?n de militares argentinos en Argelia. Hay una parte humana combinada con una investigaci?n period?stica,- apunta Eric.
- El 5 de mayo de 2010 los antrop?logos forenses me convocan y me anuncian que lo hab?an recuperado a Yves, fue una mezcla de sensaciones. Por m?s que era la ratificaci?n de una muerte que lo sab?amos, esto permiti? cerrar un cap?tulo muy doloroso. Siempre dice mi padre que la desaparici?n es peor que la muerte porque no pod?s cerrar el duelo, entonces, este pensamiento fue para ellos que est?n en Francia y lo importante que fue para mis padres que despu?s de 34 a?os de p?rdida puedan por fin enterrar al mayor de sus hijos. Para ellos fue un gran alivio.
IV
Te arropo con la mano amiga de quienes te encontraron, te desenterraron, te cuidaron, te devolvieron una identidad y una familia.
Hubo numerosos homenajes para Yves y Cristina. La conmoci?n a nivel internacional, luego de que se conociera la identificaci?n de sus restos, fue significativa. El 28 de julio de 2010 se realiz? el primero de los reconocimientos en la Casa Rosada junto a la presidenta Cristina Kirchner. Los actos, en Melincu?, quedaron grabados a fuego por una frase que resuena en el libro de Eric: ?Gracias Melincu? por haberlos cuidado?. Esta leyenda se coloc? en una baldosa a la entrada del cementerio donde por m?s de tres d?cadas los cuerpos de Yves y Cristina permanecieron sin ser identificados. El agradecimiento de Eric es tambi?n para esa maestra que, a diferencia de algunas otras, no dudo en movilizar a sus alumnos en busca de m?s justicia, de m?s memoria. Hablar del terrorismo de Estado y, sobretodo, de aquel expediente que daba cuenta de la existencia de dos cuerpos NN en su localidad, fue el punto de partida para desenterrar una historia de vida y de militancia. "El hallazgo y reconocimiento de los restos de Yves y Cristina permite ahora reconstruir al menos la forma brutal en que fueron asesinados. "
? Esa fue la llave para que 7 a?os despu?s lleg?ramos a la verdad. Nada fue r?pido ni f?cil. La dictadura se llev? todos los nombres, entonces, todo esto es un trabajo combinado de la familia, funcionarios responsable, antrop?logos y de la comunidad de Melincu?-, agrega Domergue con vos pausada, precisa.
Tiene la mirada limpia. Sus ojos; el reflejo celeste de un hombre sereno quien, adem?s de haber narrado en Huesos desnudos el dolor inenarrable de una p?rdida y una desaparici?n, hoy, abraza el sue?o de que ese relato circule en la memoria de los pibes.
-Lo m?s notable de este libro es que est? incluido en una colecci?n de la editorial destinada a estudiantes secundarios. Tiene un ap?ndice al final, elaborado por una docente, que es una orientaci?n para profesores y alumnos para trabajar en el aula. Esto es una maravilla, llegar a la juventud, de la misma manera que me han invitado a distintas escuelas en Firmat, Alcorta, Melincu?, a partir de la difusi?n del caso, y poder hablar con chicos de 15 y 16 a?os, porque ellos son los principales destinatarios. Yves y Cristina, dos militantes revolucionarios asesinados por el terrorismo de Estado, ya descansan en Rosario bajo un timb? majestuoso. ?Su tronco, sus hojas y sus frutos, los contienen (?) En su savia, son Yves y Cristina quienes reviven?.
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Juliana Cagrandi es docente de la Escuela Pablo Pizzurno de Melincu?. En su clase, decidi? trabajar sobre la memoria. Insistente y comprometida con la historia, esta maestra no duda en reflexionar junto a sus alumnos acerca de lo que sucedi? en Argentina, de lo que signific? el terrorismo de Estado. Esta fue la llave:
?Uno no puede dar la historia y no contextualizarla ni relacionarla con el presente. En el 2003, surgi? la posibilidad de presentar un informe donde dec?amos que en Melincu?, desde el 76, hab?a dos cuerpos sepultados con las caracter?sticas de NN. Yo ten?a 15 a?os cuando esto sucedi? y todo el mundo sab?a, le llevaban flores. En el 2003, el cementerio estaba inundado y esto nos preocupaba. Le cuento esto a las chicos, que el expediente estaba guardado por un empleado judicial y que si ellos quer?an, ?l pod?a venir a mostrar el expediente. Qu? ten?amos que hacer un recorrido te?rico. Lo presentamos el 20 de julio de 2003 y se lo entregamos a Estela de Carlotto?
En esta larga cadena de solidaridades, dice Juliana, "nunca bajamos los brazos". ?Insistimos?, apunta la docente. Y en su tozudez por demostrar que la educaci?n es un herramienta de transformaci?n, Juliana Cagrandi afirma con claridad y compromiso: ?Esto deja varios mensajes: que desde la escuela se puede, que es necesario que las familias donen sangre para que sean identificados m?s restos ?seos. Es un mensaje esperanzador. Los alumnos no lo pueden creer. Nunca pensamos que esto iba a tener esta repercusi?n. Cada vez son m?s las escuelas que nos piden que vayamos a contar la historia. Esto moviliza a los chicos que no estuvieron y en los propios chicos de la escuela Pizzurno.?
Cronolog?a de los principales momentos de la historia
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Publicado el: 29/06/2012
Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as: Derechos Humanos / Documento
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