II 

Entre j?venes y libros escolares, resplandece la resistencia de las viejitas Madres de la Plaza 25 de mayo, las que caminan despacito y con firmeza, las que hablan suave, soltando intensas palabras que retumban en la memoria colectiva. Se iluminan sus rostros arrugados por el tiempo y la plaza que tanto las abriga. 

El patio de la escuela tambi?n muestra otras tantas maneras de resistir. La violencia de g?nero aparece reflejada en un mural, junto a muchos otros. Las paredes pintadas son puro movimiento. Los pibes r?en y conversan en un lugar donde la palabra circula. Esta escuela, hoy m?s que nunca, es un espacio de aprendizaje. 

III 

?El nombre Madres de Plaza 25 de mayo representa todo aquello que con empe?o y esfuerzo fuimos alcanzando. Las Madres hicieron su primer visita en el a?o 2008 para acercarles a los alumnos el tema de los derechos humanos. El a?o pasado, tambi?n estuvieron presentes. El nombre Madres comenz? a sonar con fuerza. Ellas nos han transmitido la humildad para trabajar en equipo, evitando individualidades y viendo las necesidades de todos, el amor por lo que hacemos, la esperanza de una educaci?n para los alumnos, el dolor por las injusticias cometidas, el respeto por el derecho de las personas, la lucha permanente por encontrar la verdad, la sonrisa que aparece y nos comunica con el otro, la honradez con lo cual demostraron que nuestro paso por la vida no es en vano. El reclamo de las causas justas solo puede llevarse adelante en grupo, sin violencia y en el marco de la ley. Por todo lo nombrado, y por mucho m?s, es que la escuela se enorgullece de llevar el nombre Madres de Plaza 25 de mayo. Asumimos desde aqu? el compromiso de preservar el espacio de la memoria?, dijo la directora de la escuela, Silvia Ghisleri, en el acto de imposici?n del nombre que cont? con la presencia del gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti, de la Intendenta M?nica Fein, de la Ministra de Educaci?n, Claudia Balagu? y diputados y concejales de la ciudad. 

En este acto tambi?n circul? la palabra de los chicos y de las Madres en la voz de Chiche Pozzi de Massa. Hubo tiempo para la entrega de flores, el reconocimiento, el tan merecido homenaje. Hubo espacio para la poes?a, el regalo de aquellas palabras que se cocinaron en el aula, en el pu?o de los pibes escribi?ndole a ellas, a las Madres. 

 El sol arde, tanto como la memoria. 

A?da Albarr?n era, hasta hace poco tiempo, la profesora de Lengua de la 514. Ya jubilada, el viejo anhelo de bautizar la escuela con el nombre de Las Madres, se concret?. Sus ojos emocionan. Ella fue quien -junto a otros docentes de la escuela- motoriz? la idea del nombre para la escuela. ?Esto significa la culminaci?n de un proceso que se inicia en 1999. Hicimos un trabajo sobre los derechos humanos de una manera muy intensa, trabajamos tambi?n discriminaci?n y educaci?n sexual, y dentro de ese trabajo se hizo mucha referencia a la ?ltima dictadura militar. Finalmente trabajamos en este proyecto. Hay muchos chicos que participaron y que ya no est?n en la escuela, y tambi?n hay chicos nuevos que se est?n involucrando y est?n conociendo y se est?n comprometiendo. Los chicos nos ense?an a nosotros?, relata A?da. 

Luego, en voz alta, dir? unas palabras hacia las Madres, a quienes acompa?a cada jueves en la plaza, recordar? la f?bula de las ovejas de Augusto Monterroso, y expresar? deseos que hablan de identidades: ?A pesar de que nuestra escuela tiene identidad, las Madres contin?an reclamando que se les d? la identidad que les corresponde a cada uno de sus hijos, qu? se les d? el nombre a lo que no se nombra: qui?nes fueron, porqu? lucharon, porqu? los desaparecieron, qui?n los declaro culpable y porque delito sin que hayan sido sometidos a ning?n juicio. Ellas, all? donde las palabras de Videla ?los desaparecidos no est?n?, pretendieron instalar un hueco, ellas instalaron un pedido: Memoria, Verdad y Justicia. Y construyeron un espacio colectivo que ning?n ataque logr? quebrar. Todav?a esperan muchas respuestas. No aceptan que los condenen a sus hijos a una doble desaparici?n. Sus hijos actuaron y se comprometieron con pasi?n y convicciones con el momento hist?rico que les toc? vivir. En el pa?uelo de las madres est?n las tres generaciones de argentinos afectadas por las dictadura militar. Ellas les pusieron el cuerpo a los reclamos, se hicieron fuerte en las calles porque ah? se encontraron en la b?squeda de lo m?s querido: un hijo. Y sus hijos est?n presentes hoy ac??. 

A?da Albarr?n tambi?n record? a la ex vicedirectora Mar?a Cristina Salmer?n, recientemente fallecida, quien ?nos dio libertad para trabajar, opinar, disentir y proponer. Alent? todo proyecto vinculado con los derechos humanos. Desarticul? prejuicios, cultiv? la paciencia y nos inculc? aprender con los alumnos y a construir de manera colectiva y democr?tica. La huella que dej? en nuestra escuela hoy est? en este nombre?. 

La construcci?n colectiva que supuso la elecci?n del nombre nace del debate y la discusi?n, del compartir ideas y convicciones. Del trabajo en conjunto con alumnos y toda la comunidad educativa. Nace del compromiso de docentes que intentan transmitir a sus alumnos lo que nos pas? como pueblo. El nombre del periodista y escritor asesinado por la dictadura militar, Rodolfo Walsh, era otro de los nombres propuestos. Los chicos eligieron y la moci?n de Las Madres obtuvo 167 votos. Todos destacan: ?lo importante fue la posibilidad de elegir?. 

?En un pa?s en donde las mujeres han sido discriminadas, suger?amos nombrar a la escuela en femenino. Plante?bamos en el comienzo mismo del proyecto, y siguiendo las palabras de Rub?n Naranjo, ?si busca dignidad, vaya a la plaza?. Propon?amos reconocer a un grupo de mujeres que son ejemplo de vida, valorar un esfuerzo sostenido en el tiempo que es un valor que intentamos transmitir en la escuela. Nuestra escuela como construcci?n colectiva lleva el nombre de las Madres?., expres? una de las docentes.

El aire suspira, como los acordes de la orquesta del Tri?ngulo. 

V 

Roc?o, 15 a?os, dice: -Para nosotros es un orgullo. Y esto queda poco ante lo que ellas tendr?an que recibir. 

?Es un honor -, acota Axel. 

Y Brian, 17 a?os, agrega: - Es un privilegio por lo que representan para el pueblo argentino y ahora para lo que van a representar para nuestra escuela.-  

?Pueblo?. S?, los pibes hablan de pueblo, de luchas, de desaparecidos. Aunque a muchos les provoqu? repulsi?n, los adolescentes en las escuelas mantienen viva la memoria colectiva. Y esta, es una batalla ganada. 

- Gan? el nombre de las madres porque nos sentimos orgullosos con ellas- me dice Roberto. 

Y Axel, sin dudarlo, sintetiza: - Aparte, es la ?nica escuela con ese nombre. Es la primera.-  

Las visitas de las Madres a la escuela fue un encuentro, adem?s de generacional, fundamental para el acercamiento de los chicos a su lucha. All?, comenzaron a trazarse v?nculos que probablemente, jam?s puedan ser olvidados por estos pibes que apenas cruzan los 15 a?os.  

-Nos contaron lo que pasaron en esos a?os de lucha y c?mo lo vivieron. Tenemos la memoria para recordar el Nunca M?s.

Brian, suelto de palabras y con fuerza, remarca: - Nosotros no vivimos ese tiempo y no podemos sentir lo que se vivi?, pero creo que con esto intentamos entender la historia y de eso, aprender y transformarlo. 

Chiche Massa tom? la palabra para hablar en nombre de todas. ?Este es un d?a especial. Estamos agradecidas y contentas. Alomejor resulta un poquito largo el nombre, pero tambi?n es cierto que largo es el tiempo que andamos y nos conocemos, en las escuelas o en las visitas que ustedes nos hicieron. Las Madres comenzamos nuestra lucha buscando en dependencias judiciales, policiales, cuarteles, buscando a ese ser que nos hab?an arrebatado. Nos dicen que no est?n, que no tienen identidad, que son NN, pero nuestra lucha pac?fica pero no pasiva contin?a firme, inclaudiclable, ten?z, sin revancha. Fuimos las primeras en se?alar el camino de la resistencia y la dignidad. Y en este largo trayecto, muchas madres ya no est?n?, expres?. A los j?venes, Chiche tambi?n les habl?: ?Defiendan esta democracia que no es perfecta, pero es preferible a una dictadura?, dijo la hist?rica Madre de la Plaza 25 de Mayo. Reclam? por la celeridad de los juicios y agradeci? a las autoridades de la escuela y a sus alumnos por este ?cari?oso mimo?. ?Nosotras aceptamos con agrado y benepl?cito, pero como un homenaje y compromiso con aquella generaci?n que abandon? el ego?smo para abrazar la causa de la justicia, para vivir siempre en nuestros corazones, en nuestra memoria que no olvida ni perdona y en esta lucha cotidiana por la concreci?n de aquellos sue?os, nuestros sue?os, de un pa?s lindo y justo para todos?. 

Las otras Madres escuchaban a su compa?era. A todas, les arrebataron a su hijos. Luego, cada una recibi? un poema escrito y le?do por los propios chicos. Poemas para ustedes: ?Siempre estar?n presentes en nuestra memoria?, rezaba el escrito de Axel. Roberto escribi?: ?Les agradecemos que la escuela tenga su nombre. Ustedes son nuestra inspiraci?n. Se juntan todos los jueves a la tarde en la plaza para seguir haciendo justicia. Nosotros anhelamos ser como ustedes?. Sacha lee: ?al final, cuando ces? la tempestad y la oscuridad, su fuego sigui? ardiendo, y con algunas nubes negras, continuaron iluminando su camino?. ?Mujeres llenas de luz, ustedes dieron todo a pesar de los riesgos. Nunca pidieron grandes cosas, solo lo que m?s amaban en su vida: sus hijos?, enfatiz? Brian. Roci? finaliz? la lectura con su poema: ?Queremos decirles que nosotros estamos y vamos a estar siempre?. 

A un costado, se escuchaba la m?sica. Violines haciendo memoria. Eran los pibes de la escuela quienes, adem?s de ser parte de esta historia, construyen la propia a trav?s de la Orquesta del Tri?ngulo.