Hacia la luz, desde abajo
Sobre la muestra "Tinta Roja. Represi?n a la cultura
durante la ?ltima dictadura militar 1976-1983?." que se puede visitar hasta
el d?a 14 de mayo de 2004, en el Museo de la Memoria, Av. Arist?bulo del Valle y
Callao.
Sobre la muestra ?Tinta Roja. Represi?n a la cultura
durante la ?ltima dictadura militar
1976-1983?.
Desenterrar : Exhumar, descubrir, sacar
lo que est? debajo de tierra. Traer a la memoria lo olvidado y como sepultado en
el silencio. (diccionario de la RAE)
Desenterrar libros y discos: acto de
resistencia que permite traer a la memoria lo olvidado y sepultado por un
silencio y borramiento impuesto.
Tinta Roja. Muestra que desmonta el
horror del holocausto cultural y recupera, como caja de resonancia, el eco de
la cultura como verdadera e inclaudicable revoluci?n.
Hace 150 a?os
atr?s en su violenta marcha hacia el exilio, Sarmiento escrib?a sobre las
piedras del Valle del Zonda una frase que le?da desde este presente tiene las
formas de un presagio. "B?rbaros, las ideas no se matan" eso grab? el autor
del Facundo sobre la piedra sin imaginar que inauguraba con ese gesto m?s de
un siglo y medio de intolerancia pol?tica y cultural en el R?o de la
Plata.
Desde entonces hasta nuestros d?as no fueron pocas las
administraciones gubernamentales que se empe?aron en sostener que las ideas
s? se matan y tambi?n a quienes las portan, comenta Rub?n Chababo, Director
del Museo de la Memoria de Rosario.
"El espacio de la escritura
siempre es un espacio inquietante para cualquier poder, el poder del signo
ideol?gico que sea tiene un pavor a la escritura".
Y podemos pensar esta
muestra, justa, medida, como una devoluci?n de la plena memoria contra ese
pavor que organiz?, plane? y ejecut? una pol?tica de
exterminio.
Contin?a Chababo: "Con esta censura de libros uno puede
remitirse directamente a la Alemania del 33 con la quema de libros realizada
por el nazismo; o puede pensar en las experiencias del stalinismo en la
Uni?n Sovi?tica con una cantidad de autores, sobre todo de poetas que
fueron perseguidos y silenciados. Pienso como ejemplo, en una mujer,
Ajm?tova".
Los objetos que la muestra presentan cargan en s? con lo que
la "barbarie" les ha hecho. Traen con ellos restos de tierra, de ?xido, de
dolor y hasta sorpresa por el reencuentro con el objeto enterrado, escondido,
borrado del horizonte de todos los sentidos.
Pinturas, discos, libros,
revistas se despliegan como un abanico art?stico que habla de espacios de
resistencia.
"Me interesaba mostrar, m?s all? de todo el material, un
gesto, una actitud c?vica de aquellos que en medio de las sombras, en medio
de la oscuridad tuvieron este gesto de rescatar, de salvar del holocausto (en
el sentido literal del t?rmino) estos objetos culturales. Aquellos que los
escondieron, que los pusieron detr?s de un armario. Aquellos que se negaron a
proceder a su incineraci?n. Si estos objetos hoy est?n all? es porque hablan
de un costado luminoso de la condici?n humana".
?Qu? se buscaba
censurar? ?Con qu? fin? Ante estas preguntas Chababo reflexiona: "Como
ya lo dijo maravillosamente Augusto Roa bastos en "Yo el Supremo", todo poder
posee una ficci?n paranoica. Todo parecer ser peligroso para el poder; todo
lo que salgo de cierto marco comprensible, aprehensible y explicable aparece
como amenaza. Esto por una parte.
Por otro lado hab?a un formato de un
ciudadano modelo que se deber?a formar, para el cual hab?a determinado tipo
de lecturas que era nocivas para la caracterizaci?n que la Dictadura quer?a
forjar".
Este ataque a la cultura no fue azaroso, y se sabe que hubo un
plan sistem?tico que provino "del ministerio del Interior y del Ministerio
de Educaci?n", contin?a Chababo," que dise?? este control al campo
cultural, que se produjo con la incineraci?n de los libros por una parte, y
con la incineraci?n de los cuerpos, por otra. La Dictadura cont? para esto
con ayuda de civiles: intelectuales, periodistas, directores de
editoriales, docentes universitarios. En el caso de Rosario con Viana". Otro
caso, a nivel nacional que remarca el Directo del Museo es el del periodista
Samuel "Chiche" Gelblum que fue director de la revista Gente y que desde
sus editoriales les alertaba a las madres sobre qu? libros hab?a qu? leer
o cu?les destruir.
Hay dos fotos en la muestra que atestiguan la
descarga y posterior quema del fondo editorial del Centro Editor de Am?rica
latina. Pero el dato m?s llamativo es que en nuestra ciudad, cuando se quem?
el fondo editorial de la Biblioteca Vigil (20 toneladas), ese acto de
barbarie sobrepas? en 4 toneladas a la quema del 33 en la Alemania
Nazi.
Para Rub?n Chabab: "Esta muestra que hoy inauguramos es una
ampliaci?n de aquella antigua cita escrita sobre las paredes del Valle del
Zonda. En estas vitrinas y en estas paredes hemos querido recordar el espesor
de un tiempo cercano a nuestros d?as en el que poseer ideas,
escribirlas, dibujarlas o hacerlas circular fue un acto de verdadero desaf?o
intelectual.
Est?n detr?s de estos vidrios los libros de David Vi?as y de
Rodolfo Walsh, de Marx y de Mar?a Elena Walsh, las p?ginas de Saint de
Exupery, de Stendhal y Fanon, las im?genes de Favario y los textos salvados
del fuego del poeta Aldo Oliva. En esta peque?a selecci?n quisimos mostrar a
las generaciones del presente el testimonio de un tiempo en el que pensar,
crear, imaginar fue, sobre todas las cosas, un acto de
riesgo.
Reunimos estos libros no con el af?n de hacer un tributo a la
melancol?a sino con la decisi?n de sacar a la luz un episodio cruel de
nuestra historia que merece ser siempre
revisitado".
* Esta muestra se puede visitar hasta el
d?a 14 de mayo de 2004, en el Museo de la Memoria, Av. Arist?bulo del Valle y
Callao.
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Publicado el: 18/03/2004
Por Gabriela De Cicco.
Categor?as: Derechos Humanos / Noticia
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