Son m?s de tres mil los comensales que asisten diariamente a los siete
comedores que dependen de la Vicar?a del Sagrado Coraz?n, en Barrio Ludue?a. Lo
que se recibe del estado provincial y municipal alcanza para poco m?s de
dos mil raciones. "El resto es multiplicaci?n de los panes", dice con
una sonrisa el cura Edgardo Montaldo, al frente de la Vicar?a y de un grupo
importante de personas que no s?lo multiplican los panes sino tambi?n las
actividades desde la escuela con jard?n de infantes y nivel
primario, la escuela de ense?anza media para adultos, el centro de
capacitaci?n y alfabetizaci?n y m?ltiples grupos y espacios de prevenci?n
de violencia familiar y abuso infantil, de promoci?n de la salud y de
encuentro de j?venes.
"El inicio de estas actividades, de estos espacios, de estos proyectos que se
est?n llevando a cabo, surgi? por un encuentro de personas en el a?o 1968. Era
la ?poca en que la juventud se volcaba a las barriadas: grupos pol?ticos,
universitarios, parroquiales, los fines de semana llenaban los barrios, las
villas, llevando la inquietud de sus sue?os de un mundo mejor, que
traduc?an en encuentros o en actividades culturales, recreativas", cuenta
Edgardo sobre los or?genes de lo que hoy es la Vicar?a.
"Despu?s vino el tiempo del proceso, que cort? cabezas en
esta b?squeda de ir realizando sus sue?os. Ese tiempo del proceso trat? de
castrar los sue?os en los sobrevivientes y durante ese proceso hubo muchos
m?rtires que sacrificaron, dieron su vida, en la b?squeda de esos sue?os", sigue
el relato Edgardo, que se?ala que despu?s del 83 "comenz? un per?odo de
democracia, pero no afloj? el control de todos los que sostuvieron ese
proceso para seguir amenazando o cortando".
"A lo mejor no se hace ahora con una presencia militar,
como fue durante el proceso, pero s? la mafia pol?tica y econ?mica tiene
sus ramificaciones, por las cuales va produciendo nuevos
m?rtires, encaminando a la juventud, a los que sue?an y tal vez no
tengan posibilidades, por el lado de la violencia, de la droga. En este momento
lo que se nota es que de parte de la mafia hay toda una sobreprotecci?n a
aquellos que est?n trabajando contra la defensa de la vida,
a aquellos que lideran el narcotr?fico, la violencia, que ponen
armas en los pibes. Tienen un poder extraordinario porque est?n protegidos
por aquellos que deber?an dar seguridad al pueblo", a?ade Edgardo, que a la
vez que marca su preocupaci?n por la continuidad y el aggiornamiento de la
represi?n y la cultura de la muerte rescata que, "a pesar de tanta sangre, de
tantas cabezas cortadas, no se cortaron los vasos comunicantes". Y rescata
tambi?n que en la sociedad en general hubo cambios de actitud positivos: "eran
muchos los que nos dec?an a los villeros no les den de comer, m?ndenlos a
trabajar, porque si hay indigencia es por culpa del pueblo vago, ignorante.
Hace cuatro o cinco a?os nos dimos cuenta que vagos, ignorantes, hay en la
villa como en Olivos, como en la Casa Rosada, como en todas partes. Y
nos dimos cuenta que nos estaban robando el pa?s a todos. Desde ese momento nos
dimos cuenta que o nos sumamos todos o cagamos todos", resume.
"Yo miro a Mois?s -contin?a Edgardo-: libera a un pueblo
de la esclavitud, lo saca al desierto 40 a?os para poder llegar a su propia
tierra, generosa, rica. Ese pueblo esclavo, en tiempos de Mois?s, pudo zafar del
fara?n, de la mafia pol?tica y econ?mica y cruzar un mar Rojo que lo separ? de
esa dominaci?n. Esos 40 a?os, que fueron bravos, los tuvieron que hacer tambi?n
en una lucha interna. En un momento lo qusieron linchar a Mois?s; le dec?an nos
sacaste de la esclavitud para traernos aqu? al desierto; all? com?amos ricas
cebollas y ac? nos est?s entreteniendo con una man? aburrido. Pero esos 40 a?os
fueron purificando a un pueblo para poder entrar en la tierra prometida, porque
si no entraba tambi?n su esp?ritu de esclavos. Nosotros llevamos toda una mentalidad de esclavos, que bendecimos y besamos las manos
de los dominadores que nos tiran cada tanto algunos caramelos. Ese pueblo
pudo realizar esos 40 a?os en el desierto y lejos de los
opresores, pero nosotros lo tenemos que hacer dentro de nuestra
tierra prometida, dentro de la abundancia y con los faraones que van
adminstrando nuestros bienes.
Creo que hemos empezado un tiempo nuevo, un tiempo hist?rico, con todos sus
matices. Y a?n tambi?n, este nuevo gobierno, que yo y muchos no lo hemos votado,
nos est? dando algunos gestos que tenemos que aprovechar. No sabemos si est?
apuntando a liberarnos del todo o si es un cambio de due?o, nada m?s. Creo que
vale la pena que aprovechemos estas instancias, estos momentos, para seguir
haciendo los a?os de desierto, teniendo en cuenta esas desventajas que no tuvo
el pueblo que liber? Mois?s. Comenzaron ciertos movimiento, ciertos aportes,
ciertos gestos, que nos est?n llevando a sumarnos para que realmente defendamos
todos lo nuestro".
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Hector Blatter |