Cada vez es m?s frecuente encontrar en
las din?micas grupales de las organizaciones m?todos propios de la educaci?n popular. Varios son
los argumentos que motivan esta elecci?n: la horizontalidad y participaci?n, la promoci?n de una lectura cr?tica
de la realidad y del proceso de conocimiento en s? mismo, la rapidez en
la obtenci?n de resultados, la eficacia del m?todo para trabajar con adultos.
En el relato de las diferentes organizaciones estos argumentos atraviesan las evaluaciones sobres sus
experiencias de educaci?n popular.
"Podr?a decirse que la educaci?n popular
propone un modo de relaci?n pedag?gica ordenada sobre principios de
horizontalidad entre quien ense?a y quien aprende, que postula una construcci?n
del conocimiento y que le otorga a ?ste posibilidades emancipadoras" define
Silvia Serra, Profesora de Pedagog?a en la Facultad de Humanidades y Artes de la
UNR. Agrega Silvia que la educaci?n popular "constituye una propuesta tanto
metodol?gica como conceptual". Pero advierte que "de cualquier modo ?sta es una
definici?n precaria y propuesta desde la reflexi?n pedag?gica. En los ?mbitos de
quienes hacen educaci?n popular, a menudo se discute la imposibilidad de
definirla previamente, dado que no ha buscado formalizarse sino ser un
instrumento que se recrea cada vez que se pone en pr?ctica". En cuanto a la
elecci?n por parte de la organizaciones sociales Serra se?ala que "la educaci?n
popular surge reactivamente a la educaci?n formal. Es justamente criticando a la
forma de la educaci?n escolar que la educaci?n popular se origina y desarrolla".
La pregunta que surge en forma paralela es por qu? la educaci?n formal no toma
sus principios. "Creo que los motivos por los cuales es muy dif?cil que la
educaci?n escolar tome la metodolog?a de la educaci?n popular es porque la
educaci?n formal, b?sicamente escolar, se ordena a partir de principios bien
diferentes: otros principios de autoridad, de orden, de disciplina, y es en esos
principios que tiene raz?n de ser. La educaci?n escolar parte de la idea de que
todos pueden aprender todo, y desde all? ordena, desde el curriculum a la
educaci?n graduada y simult?nea, para que en todos los puntos de un territorio
los sujetos reciban la misma educaci?n al mismo tiempo. Interrumpir estos
criterios de autoridad y este orden es destituirla". En este sentido Silvia
Serra no cree que sea posible "que lo que conocemos por escuela se sostenga
si introducimos en ella una metodolog?a tan opuesta a las que la ordenan como
las de la educaci?n popular". Es principalmente la alfabetizaci?n de adultos la
que se vincula con las ideas de pedagogo brasile?o. Serra afirma que "la
escuela se ordena a partir de la figura del ni?o, y sobre ?l privilegia la
transmisi?n a cargo de los adultos. Habr?a que pensar en c?mo la educaci?n
popular conjugar?a su horizontalidad con el estatuto del ni?o. Creo que no es
casual que la educaci?n popular se haya desarrollado en ?mbitos de educaci?n de
adultos, fundamentalmente"
Barrios de Pie y el "Yo si puedo"
Si bien Barrios de
Pie trabaja principalmente "las reivindicaciones m?s sentidas como el trabajo o
el bols?n, paralelamente se plantearon otras necesidades" comenta Gabriela Sosa, con su tonada
cordobesa. Barrios de Pie defini? un trabajo por ?reas luego diciembre del
2001, para intentar trabajar otros ejes que superen la dicotom?a que instalan
los medios masivos de comunicaci?n: los que reclaman y "las v?ctimas" de esos reclamos,
los que pueden llegar a sus trabajos por los piquetes. "En ese marco empezar a tomar
otros ejes, lanzamos las ?reas y una de ellas fue la educaci?n popular, junto con
cultura y comunicaci?n, salud, g?nero y el ?rea juvenil. El ?rea se
pens? para alfabetizaci?n de adultos, de ni?os y talleres de formaci?n interna
de los compa?eros" enumera Gabriela. "En determinadas coyunturas, cuando fue lo
del ALCA por ejemplo, era fundamental la formaci?n interna porque era muy
dif?cil trabajar con los compa?eros de los barrios con un nivel de
alfabetizaci?n limitado".
Todas
estas pr?cticas est?n atravesadas por la metodolog?a de educaci?n popular.
"Generalmente utilizamos juegos, m?todos participativos. Si lo pensamos
de la manera tradicional la formaci?n se hace muy dif?cil y nos llevar?a
mucho m?s tiempo". A la hora del an?lisis, los resultados se reflejan en
los niveles de participaci?n."En la consulta hubo m?s votos en los barrios en los
que hubo formaci?n.
En cuanto a la alfabetizaci?n de adultos la
educaci?n popular llega de la mano del plan cubano "Yo si puedo" ampliamente
difundido en Venezuela, que se canaliza a trav?s de organizaciones, entre
ellas Barrios de Pie y el PC". Reciben 30 videos, con cuadernillo que
propone un m?todo de alfabetizaci?n de adultos. Se necesitan un televisor y
una video. La organizaci?n ofrece el espacio, el cuaderno y el l?piz a
cambio del compromiso del estudiante con el coordinador de no faltar a las tres
clases semanales que se dan durante tres meses. "Con un grupo de quince
compa?eros trabaj?s con un coordinador que es el prende la tele, vuelve el
video si hace falta. No necesariamente tiene que ser un maestro. Eso es una
cosa muy fuerte. Para los vecinos que no saben leer y escribir tener un maestro
que no conocen es distinto que tener un vecino que les dice 'che, animate'. Si
es alguien que quiere colaborar, un estudiante universitario por
ejemplo, tratamos de que est? acompa?ado por alguien que conozca a los
alumnos" comenta Gabriela.
En diciembre del a?o pasado comenzaron los primeros grupos en Barrio Magnano
y en la Zona Oeste. En marzo egresaron quince de los veinte que hab?an
comenzado. En la actualidad hay grupos trabajando en ocho puntos de la
ciudad, principalmente en zona sur y uno en zona oeste. "El cambio cualitativo
es impresionante porque hay una cosa de mucha verg?enza en la gente que no sabe
leer y escribir, especialmente en los hombres. De treinta, veinte son
mujeres" agrega.
"En lo personal
fue mucho m?s emotivo que conseguir los planes sociales. Se mueven otras cosas y los compa?eros
tambi?n reflejan eso. Hoy te organiz?s o te anot?s en
alg?n lugar y el plan o las cajas de alimentos las consegu?s, solo u
organizado. Esto es diferente. Creo que es un lugar de la dignidad que estaba
muy golpeada y es un lugar diferente de la cuesti?n asistencial. Nuestro trabajo
vinculado a los planes sociales intenta no ser asistencial, pero sabes que la gente
quiere morfar y se organiza con vos para que le garantices su plan y que los vas
a defender. Pero con la alfabetizaci?n se juegan otras cosas. Hay v?nculos afectivos muy fuertes
y creo que eso termina dejando mucho m?s compromiso. Es una visi?n muy
personal" aclara Gabriela. En cuanto a la metodolog?a, destaca que se trata de
personas mayores, que as? como "no se animaban a venir al centro porque no sab?an los nombres
de las calles, no ten?an problemas con el tema del dinero, la suma y la resta no les representa un
problema. El m?todo relaciona una letra con un n?mero. Los compa?eros saben
los n?meros. La A es el 1, la E es el 2.
A partir de esa relaci?n se comienza a leer y a escribir. Y aprenden en tres
meses".
La
educaci?n popular es aprovechada por la
organizaci?n para trabajar otros temas. "Ahora est?bamos trabajando un material del Che sobre
el Hombre Nuevo, toda estas cuesti?n de los valores, de la sociedad
nueva. Nosotros necesitamos meter otros elementos a parte de la cuesti?n de leer y escribir,
que es importante. Hemos tenido experiencias alucinantes al explicar la deuda externa en talleres con
pibes que no los pod?s tener un rato sentado porque est?n en otra historia. No
es un ?rea que tiene un desarrollo masivo porque los recursos son
limitados. Pero para cohesi?n interna, para lograr un determinado compromiso, dentro
de la organizaci?n ha sido muy bueno" destaca.
En relaci?n a la articulaci?n con otros
grupos, Gabriela se?ala que el trabajo en Rosario es particular. "Son los compa?eros del
barrio los que definen los lineamientos de trabajo y las metodolog?as y
en todo caso se pide auxilio a los profesionales en lo que
los profesionales saben hacer. Ya nos hab?a pasado con otras experiencias, con muy buena voluntad,
que los profesionales van a plantear cuestiones que la gente
del barrio no tiene competencias para tomarlas y los resultados no son los que
esper?s. Entonces hicimos al rev?s. Entablamos v?nculos con organizaciones, con sectores de la
universidad, por ejemplo, con otros grupos que dan alfabetizaci?n y nos invitan
a talleres, con organizaciones que trabajan el aprendizaje desde el juego, docentes
del Normal 1 que nos llaman para que contemos la experiencia. Lo que si nos
falta es darle una mayor envergadura al laburo para ver si se puede hacer una red de
educadores populares, a nivel Rosario, ver qu? balance tenemos todos de esto.
Todav?a nosotros no podemos lanzar esta convocatoria porque somos nuevos e
inexpertos".
Con respecto a la Municipalidad la presencia es difusa. "La
Municipalidad estuvo presente en la primer graduaci?n. Insistimos en el pedido
televisores. Quiz?s lo nuestro quedo solo en los recursos, por eso la
relaci?n quedo ah?. Pero no hubo demasiado acercamiento con las areas
espec?ficas. Se escuch? y nada m?s" indican desde Barrio de Pie. "No quiero
restarnos responsabilidad. Pero no somos una agrupaci?n barrial que solo
trabaja educaci?n popular. Si no ves resultados, ves c?mo podes resolver
con las cosas que ten?s, porque la necesidad es concreta. Quiz?s cuando
maduremos un poco en esto y podamos hacer un balance podremos establecer una
relaci?n de otro tipo, y nos bancaremos algunos "no" y seguiremos adelante. Es
un poco as?" concluye Gabriela.
Una
forma de pararse frente al mundo que fortalece
a la organizaci?n
"La educaci?n popular es una
forma de ser, es una forma de pararse frente al mundo, es un estilo de vida".
As? la defini? Ren? Alcaraz del Grupo Obispo Angelelli (GOA) Rosario. Es
educador popular y, paralelamente, docente en la educaci?n formal.
Remont?ndose a los or?genes del grupo en 1986, record? que "el GOA nace de
una realidad que requer?a la organizaci?n de la gente, entonces un grupo de
compa?eros empieza a juntarse desde esta visi?n de la educaci?n popular". "El
GOA tiene muchos a?os en educaci?n popular, creo que es el nervio en la
educaci?n popular. Con estos compa?eros que piensan este espacio desde ah?, surge
el acompa?amiento de las comunidades eclesiales de base, la promoci?n humana y
cristiana porque esto nace de las ra?ces cristianas tambi?n". El Evangelio y la
educaci?n popular no s?lo no se hallan contrapuestos sino que "calzan lo m?s
bien y se integran perfectamente", opin? Ren?.
Para el miembro del GOA, "la
educaci?n popular es una estrategia pol?tica, es una manera de que la gente, la
base, el pueblo, sea protagonista de su propia historia y pueda empezar a
escribir sus propios renglones, donde el aporte de cada uno es muy importante y
donde se genera un saber de todos y en ese tejido de construcci?n del saber
poder construir tambi?n el salirse en conjunto". Pasar de estar sujetos a ser
sujetos actores, ese es el desaf?o de la educaci?n popular. En ese sentido, "la
educaci?n popular lleva a una transformaci?n pol?tica si son actores y sujetos",
destac? el educador y agreg? que "en la verdadera educaci?n popular se genera
tambi?n la organizaci?n: el organizarse, el caminar juntos y el buscar tambi?n
mejorar la calidad de vida". Que la gente "se vaya apoderando y, en cierta
manera, haci?ndose parte del proceso comunitario", ese es el tema. Pero, como
se?al? Ren?, el camino presenta variados obst?culos, entre ellos el
asistencialismo: "el asistencialismo ha roto muchas cosas, ha fracturado a las
personas y ha colocado a la persona en este af?n de que esperan soluciones".
"Tanto los chicos como los adultos est?n muy estancados, esperando respuestas de
afuera o que alguien venga a movilizarlos", opin?.
A modo de diagn?stico de
la situaci?n actual de la educaci?n popular, Ren? se?al? que "cuesta mucho que
la educaci?n popular se instale como metodolog?a" y que "le faltar?a hacer m?s
recorrido en los sectores populares". "No existe la varita m?gica que te
concrete las cosas sino que existen procesos, el estar ah?, el caminar, los
talleres por ejemplo, son espacios interesantes donde con la gente se va
charlando de las cosas que nos van pasando, de las necesidades mismas, de los
roles, de la direccionalidad de la comunidad, hacia donde queremos ir",
subray?.
Defensor de que la educaci?n formal y la
popular se integren, el integrante del GOA sostuvo que "en el proceso de
educaci?n formal tiene que haber signo y gesto de educaci?n no formal o de
educaci?n popular". Y es en esa direcci?n que desde hace dos a?os un total de
diez organizaciones, entre ellas escuelas y organizaciones barriales, se
encuentran desarrollando la que llamaron Red Pochohormiga, surgida de una
convocatoria del Centro Ecum?nico Poriajh? para capacitar l?deres juveniles,
experiencia que demuestra seg?n el educador la capacidad y la necesidad de que
la educaci?n formal y no formal trabajen en conjunto.
Aprendiendo otros
lenguajes emancipadores
"En el 2001 ingresamos con la Municipalidad al Programa de Acci?n hacia
Grupos Vulnerables (PAHV), por el que recibimos un dinero del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) para trabajar con j?venes de entre 14 y 24
a?os en un espacio que tuviera que ver con el arte para brindar un oficio o una
experiencia est?tica en relaci?n a las artes callejeras" se?ala Sandra Mart?nez,
fundadora de la Escuela de Artes Urbanas, junto con Mario Romeu.
"Encontr?bamos que los malabaristas o semaforeros, como decimos ahora,
tienen formas de transmisi?n que tienen que ver con el compartir en los espacios
urbanos, abiertos, y los j?venes tra?an algo que les permit?a a su vez aprender
determinado oficios que le sirviera para alg?n aporte econ?mico para su
vida".
La acci?n concreta es que un grupo de artistas va a trabajar a un barrio
desde una perspectiva comunitaria. "Eso es algo bastante inexplorado todav?a.
Hay gente como el Flaco Palermo de la Grieta, que hace a?os que viene trabajado
con esto. Pero esta forma no es global. A veces se piensa que porque es del
barrio no tiene por qu? ser bello, o no tiene que tener calidad" se?ala Sandra.
La Escuela comenz? funcionando en dos lugares. En el Club "Veinte Amigos",
ubicado en Felipe Mor? y Uruguay, en zona Oeste y en el Galp?n 17, frente al
Monumento. "Se eligi? zona oeste porque se detect? que hab?a mucha
vulnerabilidad juvenil" destaca.
El Porgrama que los financiaba consideraba grupos vulnerables a
adultos ancianos, discapacitados, mujeres embarazadas y j?venes. Ya fuera de
aquel financiamiento, el proyecto fue evolucionando fue hacia una idea propia.
"La poblaci?n destino ha ido cambiando. Se intenta que no tenga una edad
espec?fica y que el barrio participe. Abrimos el juego a que esta
experiencia con el arte y la posibilidad de expresarse sean un derecho de
todos" afirma Sandra y distingue: "nosotros no estamos pensando al arte como un
recurso para educar a nadie o la posibilidad de hacer malabares para que salgan
de la calle. Se trata de que puedan expresarse, que puedan construir a partir de
adquirir determinadas lenguajes, ya sea malabares, o que la murga, el baile, la
acrobacia sean elementos de aprendizajes, sean lenguajes que van
adquiriendo para utilizarlos como recursos propios, expresivos, creativos. Y no
utilizar el arte para educar, sino que sea una verdadera expresi?n"
sintetiza.
Hoy participan pibes desde los tres a?os y se han incorporado las mam?s de
los murgueros para hacer le vestuario. Sandra destaca la experiencia de estas
mujeres que han ido reconociendo posibilidades en los propios recursos, para
definir y desarrollar el vestuario de la murga.
"Si son experiencias de educaci?n popular porque la
perspectiva desde donde abordamos el trabajo tiene que ver con
que siempre estamos partiendo de las realidades. Nosotros podr?amos haber impuesto un vestuario
pero parti? de la experiencia y del debate con los chicos. Lo mismo
con el nombre de la murga. La modalidad de trabajo que intentamos producir tiene que
ver con esta posibilidad de di?logo, de comunicaci?n entre nosotros para poder
transformar los v?nculos. Tiene que ver con que los saberes de
los que partimos son los saberes de los pibes y de las familias. Desde ah? se pueden
empezar a discutir cuestiones est?ticas o de la producci?n art?stica. Nos replanteamos y preguntamos
todo el tiempo: podemos cantar o no, si lo hacemos c?mo lo
hacemos. Lo mismo con la coreograf?a, las letras. Pero esos elementos vienen
despu?s de poder dejar fluir lo que existe, nunca para aniquilarlo, para
matarlo, sino para que cada uno vaya decidiendo c?mo enriquecer estos
espacios".
El eje central, comenta Sandra, es el propio desarrollo del barrio. "Que en algunos a?os
la gente tome en sus manos su propio centro cultural. Estamos intentando promover un desarrollo
autogestivo y organizativo de la gente. En la medida que
lo puedan tomar e ir a buscar a los propios alumnos, vayan creciendo y puedan dar
clases, es decir , que puedan autosustentarse y de esa forma tome su din?mica
propia de la mano de la identidad del barrio".
El proyecto de Rosita Ziperovich.
Alfabetizadores populares municipales
La Direcci?n de Educaci?n de la Secretar?a de Cultura y Educaci?n cuenta
con ?rea especifica de educaci?n popular. Un grupo de siete alfabetizadores, coordinados
por Alicia Lesgart desarrollan tareas en los barrios de la ciudad. Sandra
Mart?nez tambi?n forma parte de este grupo.
"Este es un proyecto de alfabetizaci?n de adultos que
funciona desde 1992 y fue ideado por Rosita Ziperovich. El proyecto se llam? en
aquel momento "Ay?dame a mirar", motivado por la evoluci?n en torno a los medios
audiovisuales de comunicaci?n, la televisi?n y el video, "para utilizarlos como
un elemento para alfabetizar y para el an?lisis cr?tico de la realidad. Rosita
se preguntaba si cuando Cavallo dec?a que pasa tal cosa con tal ?ndice, todos
podemos entender lo que nos est? diciendo" ejemplifica Sandra.
Cada alfabetizador trabaja en un barrio determinado dos d?as por semana. Los lugares se
definen en funci?n de que se pueda hacer alg?n aporte de desarrollo social al barrio. La
metodolog?a es la de taller y el trabajo es interdisciplinario. "Siempre hemos
sido muy concientes que siete personas no van a modificar la realidad del analfabetismo
en Rosario. Por eso el trabajo siempre tiene que ver con vincularnos
con alguna organizaci?n comunitaria. Tenemos muy buena relaci?n con la Secretar?a
de Salud P?blica porque el modelo de atenci?n primaria tiene mucha conexi?n
con nuestra pr?ctica en prevenci?n y promoci?n de la salud. Podemos
articular nuestra pr?ctica con los m?dicos generalistas, con psic?logos o
trabajadores sociales en equipos interdisciplinarios. Nos vas a ver trabajando en centros
de salud, comunitarios o en vecinales cuando esas vecinales tienen inter?s de ver
la posibilidad de que nuestra pr?ctica le permitan mejorar la suya, transformarla o
abrirla a otros proyectos" agrega. "Esos son los ejes: el trabajo interdisciplinario
y la articulaci?n con proyectos que ya existan para dar una mano
en el desarrollo. Partir de la experiencia de la gente, de lo que ya est? desarrollado"
sintentiza..
En general
son adultos los que participan pero a partir de la Ley Federal hay una franja et?rea, de
14, 15 y 16 a?os que qued? fuera de la escuela. En esos
casos los alfabetizadores intentan el tr?nsito a la escuela formal nocturna y la
reinserci?n en el sistema educativo. "Si bien el eje es la lectoescritura,
tenemos bastante respeto por el alfabetizador en relaci?n al m?todo. Para nosotros
la lectoescritura es una v?a no es el objetivo en s? mismo. El desarrollo social en
el barrio, en relaci?n a la vida de los adultos, que pueda participar de proyectos comunitarios, que
pueda generarlos, que resuelvan problemas que tienen que ver con lo vincular en relaci?n
a sus familias y a la comunidad, promover el protagonismo, esos son nuestros
objetivos. La lecto-escritura es el elemento vinculante. Tiene que ver con la
idea de la posesi?n de un saber propio y desde el poder ir transformando su
propio vida, encontrando otros saberes o construirlos juntos".
El grupo este a?o transita una experiencia
que destaca: la formaci?n de educadores populares. "Ten?amos una discusi?n
en relaci?n a los planes. Empez? a venir gente que ten?a alg?n nivel
de escolarizaci?n, hab?a terminado cuarto o quinto grado, le?a o escrib?a. Ven?an para cumplir con el plan y
a nosotros nos interesa que esto no sea una obligaci?n. Junto con la discusi?n se
abri? otra perspectiva". recuerda Sandra que en los 80 y 90 ellos hab?an paricipado
de experiencias de educaci?n no formal en ?mbitos no gubernamentales. "Siempre hab?amos
intentado hacer una tarea de ese tipo, que no sea solo alfabetizaci?n, sino
aportarle a la reflexi?n-acci?n, pensar qu? aporte le puede hacer la
educaci?n popular a la comunidad. El a?o pasado la gente empez? a decirnos si
pod?a aprender lo que nosotros hac?amos. De all? empezamos este proyecto de
formaci?n de educadores popular con un espacio al final de formaci?n en
alfabetizaci?n tambi?n".
Esta
capacitaci?n que demand? al gente, comenz? en agosto y durar? cuatro
meses. El grupo se reune todos los martes en el auditorio del CEMA. All?
entre 25 y 30 personas, que hab?an sido alumnos de los talleres o que
participaron en espacios articulados con la alfabetizaci?n de la Municipalidad.
"Estamos muy conmovidos, muy felices, porque fue todo un proceso que hemos
elaborado intensamente: la definici?n de los materiales, la cartilla de
alfabetizaci?n ligada a Rosario. Si estamos trabajando la V corta la trabajamos
desde las paredes de la ciudad, desde esta idea de Pocho Vive. La idea de poder
empezar a trabajar desde un an?lisis de coyuntura, ver qu? es y que no la
educaci?n popular" cuenta Sandra cada vez m?s entusiasmada. La experiencia se
llama "Caminar transformando", a partir del "Caminar preguntando" de los
zapatistas. Un gran material resultaron las entrevistas personales con
los interesados "para ver desde d?nde empez?bamos, qu? inquietudes tienen, qu? saberes traen, si alguien
canta o toca la guitarra. Se trata de ver al grupo como
recurso" remarca.
El educador se forma haciendo
Sandra nos cuenta que Rosita Ziperovich planteaba como eje central de
la alfabetizaci?n que hubiera experiencia en trabajo comunitario. La
pregunta que no resta responder entonces es ?c?mo se forma un educador
popular? Fabiana, miembro del grupo de alfabetizadores afirma que la formaci?n "es
el barrio, la gente y su experiencia, con lo que cada uno trae. Yo aprendo de
la experiencia de los compa?eros. Y tambi?n del estudio de las
teor?as" comenta. Para Sandra el educador se forma en la forma de ser de la
educaci?n popular, desde el arco conceptual reflexi?n-acci?n, critica y
autocr?tica. "Vos transform?s y est?s siendo transformado. Tiene que ver con una
gran reflexi?n entorno a la propia pr?ctica y un estudio muy profundo del
desarrollo del an?lisis cr?tico sobre la realidad. Es la propia pr?ctica de la
educaci?n popular la que forma a los educadores populares. Siempre reflexionando
sobre tu propia pr?ctica se da la posibilidad de construir una mirada cr?tica en
torno a la realidad. Hay espacios no formales donde quienes tienen m?s
experiencias en educaci?n popular generan reflexiones a trav?s de la acci?n.
Primero surgen los saberes, primero surge el espacio de la acci?n, donde vos te
ves haciendo y a partir de eso viene la reflexi?n, con la lectura de la teor?a,
para reformular nuevamente tu pr?ctica. Es en la acci?n-reflexi?n donde se
forman educadores populares". Freire no lo hubiera explicado mejor.