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Experiencias de la Econom?a Social
Como danza la Esperanza

El 16 y 17 de abril tuvo lugar en nuestra ciudad la II Feria Nacional de Comercio Justo, de la que participaron organizaciones sociales, campesinas e ind?genas de diferentes puntos del pa?s. Los contenidos del encuentro se centraron en torno a la Soberan?a Alimentaria, entendida como el derecho de los Pueblos a decidir sobre las formas adecuadas de producci?n, intercambio y consumo de alimentos. Un reclamo que vienen sosteniendo los Movimientos Campesinos de todo el mundo, contra la expoliaci?n de sus lugares de vivienda, la expansi?n de monocultivos, la deforestaci?n y la explotaci?n minera. En esta nota, compartimos los testimonios de productores de Cafayate, La Rioja y vecinos que luchan contra las fumigaciones en Desv?o Arij?n.

Habla pausado, como saboreando las palabras. En su tono lleva los tiempos del norte, los aires de la tierra, de la cosecha, del trabajo artesanal. Julio Casimiro es socio fundador de la cooperativa Vitivin?cola de Cafayate, en Salta, y viajo a Rosario para participar de la II Feria Nacional de Comercio Justo, un espacio de encuentro, intercambio y comercializaci?n organizado por diferentes movimientos sociales que integran la Red de Comercio Justo del Litoral, entre ellos: Mercado Solidario, Editorial Ultimo Recurso, Centro Ecum?nico Poriajh?, Coop. Indepress, Granja Agroecol?gica La Verdecita , Centro de Producci?n e Intercambio Pomelo en el Patio, Foro por la Soberan?a Alimentaria.

Julio dice: ?Somos peque?os productores, cada uno tiene pocas parcelas de vi?as, para producir uvas. Hace como diez a?os que nos conformamos como cooperativa, se nos hac?a imposible vender la producci?n, nos pagaban miseria: 10, 15 centavos por kilo de uva. Entonces, pensando qu? pod?amos hacer, nos empezamos a juntar, primero fuimos cinco, luego se fue sumando gente.?

El relato de este hombre que llega desde la tierra salte?a, refleja como se han ido organizando los movimientos sociales en nuestro pa?s. Desde diferentes rincones, las comunidades y los vecinos se fueron juntando, muchos de ellos, para hacerle frente al avance devastador de los agronegocios y la megaminer?a y muchos m?s, tambi?n, para inventar nuevas alternativas y formas de vivir, de consumir y producir. Cada una de ellas, traduce la realidad microsc?pica de lo que significa el trabajo comunitario y el respeto hacia la tierra y los recursos naturales. Pero tambi?n, la violencia y la persecusi?n de la que son v?ctimas cientos de comunidades que resisten silenciosamente contra un modelo econ?mico de concentraci?n de tierras.

Julio Casimiro particip? de una de las actividades que se realizaron durante los dos d?as de Feria. Experiencias y dificultades en la autogesti?n cooperativa, fue el eje de la charla en la que tambi?n se escuch? la voz de Julio Romero, presidente de la C?mara de Productores Ovilcultores Tradicionales de La Rioja. Ellos dieron cuenta de su lucha, historias y sue?os. ?Somos poquitos pero poderosos en la forma que estamos trabajando. Nos cuesta mucho conseguir el dinero para los materiales de trabajo, de a poco, muy lentamente vamos consiguiendo algunas cositas. Hemos empezado a vender la uva todos en forma conjunta. fuimos creciendo de a poquito. No queremos ser una empresa multitudinaria, somos una peque?a fuente de trabajo para nuestras familias. El presidente de la cooperativa, Luis Fabi?n, se est? jugando la vida para que salgamos adelante. Todo el tiempo hay trabas, se demoran los papeles, los tr?mites. As? estamos, ?trabajando de abajito?, apunta Julio, de Salta.

A su lado, el otro Julio, afirma que los problemas son similares y las soluciones, tambi?n. ?Nos hemos organizado en cooperativas despu?s de ser minifundiarios. Todas las soluciones de parte del Estado no han llegado, llega un momento en que se hace imposible seguir adelante y defender un medio de vida como este... somos productores de aceitunas.?

Julio Romero cuenta c?mo se fue conformando la cooperativa que hoy integra, basada en la producci?n de aceitunas en la zona de La Rioja, al mismo tiempo que denuncia la existencia de monopolios y la situaci?n del productor frente a ?stos. ?Optamos por el cooperativismo. En la zona han hecho la estrategia de dar poco empleo p?blico para esclavizarnos, y que la gente trabaje con las grandes empresas, que son las que en este momento constituyen el monopolio. Monopolio que est? elaborando 100 millones de kilos de aceitunas, con todo lo que significa eso, y en el pueblo s?lo queda el valor de la mano de obra, que es muy precario, riesgoso, porque no es estable. Al primero que echan es al obrero. Esa situaci?n llev? a que nosotros no s?lo constituy?ramos casi 30 cooperativas, sino que ahora marchamos hacia la Federaci?n de Cooperativas.?

Y esta misma indiferencia estatal que se?ala el productor de La Rioja, se vivencia tambi?n, en Salta. ?El gobierno pr?cticamente nos ignora, nos tienen a las vueltas para atendernos. En la cooperativa tenemos una Comisi?n bien formada, todo en regla. Hacemos proyectos, los presentamos para recibir financiamiento, para acceder a cr?ditos, pero hay trabas, demoran los tr?mites. Por eso hemos creado nuestra propia bodega, nos falta mucho para terminarla. Pero de a poquito vamos teniendo m?s conocimientos. Trabajamos todos codo a codo, nos apoyamos mutuamente. En nuestro trabajo no utilizamos herbicidas, fumigamos con cal y sulfato, como anta?o.? As? se expresaba Casimiro, casi con las mismas palabras que su compa?ero.

Julio Romero, por su parte, explica con claridad las condiciones laborales de los trabajadores en esta zona. ?El obrero llega a trabajar 16 horas por d?a, al productor le pagan 0,22 centavos el kilo de aceitunas. Gracias a la organizaci?n, entre todos hemos llegado a vender a $ 1,80 el kilo. Nosotros buscamos estrategias para generar trabajo, vamos hacia la Federaci?n de cooperativas. La producci?n en manos del peque?o productor, as? como est?n las cosas, no es un negocio. El Estado no hace nada para apoyarnos, al contrario, apoya a empresas que son gerenciadas por capitales de afuera. El Estado propicia la formaci?n de monopolios.?

Y son precisamente los monopolios los que producen casi la totalidad del mercado para exportaci?n. Lo que queda en tierra argentina, seg?n nos cuenta julio, es pr?cticamente nada. ?Hace poco vinieron norteamericanos de California a llevarse casi 20 millones de kilos de aceitunas, y no queda pr?cticamente nada en el lugar, se exporta ?nicamente naturaleza. Esas empresas son favorecidas por exensiones impositivas, en el orden de los 9 mil millones de d?lares.?

Los peque?os productores reciben 8 mil pesos de cr?ditos aproximadamente. A los monopolios, por su parte, seg?n detalla Julio Romero, ?les han llegado a dar 400 millones de d?lares, y a tasa cero.? En este sentido, cabe preguntarse: ?c?mo se defienden los peque?os productores? Organiz?ndose para impedir que les roben, no solo la tierra, sino tambi?n, la alegria, la posibilidad de unirse, de aprender del otro.

 "El 24 de mayo es el D?a Nacional de la Olivicultura, los peque?os productores elegimos a nuestra propia reina. Hacemos nuestra propia fiesta, porque nos han dejado afuera de los festejos oficiales. Nuestra reina tiene 80 o 90 a?os, le damos valor a la historia oral y viva. La historia del olivo es una historia de lucha, es una riqueza que han venido trabajando nuestros antepasados durante muchas generaciones, es un poco el sentimiento que nos ayuda a luchar

Contra el cuento de la ?buena soja?

A 30 km de la ciudad de Santa Fe, se levanta un pueblo de 3000 habitantes que, desde el m?s profundo anonimato, ha levantado su voz para denunciar el efecto nocivo del glifosato, herbicida utilizado en las fumigaciones en los campos minados con soja RR (resistente al Roundaup). Desde esta tierra solitaria, pueblo costero surgido desde el esfuerzo de sus habitantes, una resistencia transversal puso en tapa de diarios y a viva voz, la prepotencia de los representates del agronegocio y tambi?n, la complicidad que encuentran en el poder pol?tico y judicial.

En el a?o 2009 hartos de las fumigaciones, la presidenta del Servicio de Atenci?n M?dica Comunitaria (Samco) Liana Alonso, integrante tambi?n de la emisora comunitaria Radio Del Pueblo de Desv?o Arij?n y su yerno Jerem?as Chauque, hijo del m?sico Rub?n Patagonia, decidieron pararse delante de una fumigadora terrestre que rociaba glifosato cerca de donde ellos viven para impedir que los siga envenenando. Sin embargo, ambos terminaron con una causa judicial en su contra por violaci?n de domicilio y amenazas.

Esto demostr?, por un lado, las claras injusticias y complicidades que est?n detr?s del modelo sojero, imperante en la provincia de Santa Fe. Por el otro, la resistencia de los vecinos que salieron a defender la vida frente a la contaminaci?n del cual son v?ctimas, todos los d?as, quienes viven en zonas rurales.

Precisamente, la legislaci?n provincial no ampara a estos pobladores que habitan en cercan?as de los campos rociados con este poderoso herbicida, propiedad de Monsanto. En di?logo con el Foro Argentino de Radios Comunitarias, en ese entonces, Liana Alonso, presidenta del Servicio de Atenci?n M?dica Comunitaria (SAMCO) , integrante tambi?n de la emisora comunitaria Radio Del Pueblo de Desv?o Arij?n, dec?a: ?esta ley ?habla de las distancias de fumigaci?n de las ?reas pobladas, o sea que a los que vivimos en las zonas rurales tienen todo el derecho de pasarnos por encima con el avi?n, envenenarnos, intoxicarnos y matarnos?.

En la II Feria Nacional de Comercio Justo, los vecinos de Desv?o Arij?n, estuvieron presentes, para dar cuenta tambi?n, de su experiencia de lucha, en este caso, como comunidades unidas para enfrentar el poder econ?mico m?s importante de Santa Fe: el poder agrario.

Danilo, al ser consultado por enREDando, nos cuenta la realidad de su pueblo y la posibilidad concreta de empezar a cambiar las cosas, a partir de lo que signific? la instalaci?n de una radio comunitaria, hecha por los vecinos. ?El pueblo se form? a partir de la venida de peones golondrinas del norte de Santa Fe, de Chaco, Santiago del Estero, Corrientes. Ven?an a la frutilla, producto de la presi?n de las mujeres que necesitan afincarse, entonces se fueron quedando y asi se conformo el pueblo. Ac?, somos 3000 habitantes rodeados por soja. La realidad del pueblo es que la inmens?sima mayor?a de los campos productivos est?n sembrados con soja, lo que gener? varias cosas: el desalojo de la gente de la tierra, que sucede en otras partes y el hecho de ir perdiendo nuestro cultivo hist?rico que era la frutilla?.

Actualmente en Desv?o Arij?n, apenas quedan 2 o 3 productores de frutillas, el cultivo original de esta zona. El resto, dice Danilo, ?es la prepotencia, el desinter?s por la vida humana y solamente su propio inter?s de enriquecerse con este modelo de producci?n sojera? La pelea de este humilde pueblo costero, se est? dando desde la radio comunitaria. Desde all? las voces se entretejen unas a otras para hilar vidas e historias en com?n. Las caracter?sticas de este lugar hablan de un pueblo ?sumiso?, ?sin grandes rebeld?as? seg?n afirma Danilo.

?Esto es lo que ha generado el discurso monop?lico de creer que uno no tiene derechos y si se conocen conceptualmente los derechos, es creer que uno no los puede ejercer. Pero aun as?, el pueblo ha tomado la iniciativa de juntar alrededor de 800 firmas en contra de las fumigaciones?. Y esto es todo un acontecimiento.



Danilo cuenta c?mo se empez? a gestar este levantamiento genuino de los habitantes de Desv?o Arij?n. ?Empezamos a organizarnos con la radio comunitaria. Hicimos todo un proceso de construcci?n popular que de alguna manera ten?amos que romper los par?metros habituales de las organizaciones sociales. Armamos la idea de la radio junto con compa?eros de salud, pusimos m?sica, cerramos la puerta y nos fuimos a nuestra casa. Jug?bamos con la cultura del hombre de nuestro pueblo, esto de ?apropiarse?. Es un pueblo costero, y la gente est? acostumbrada a apropiarse de lo que tiene a mano, y la radio fue eso. Empezaron a acercarse, conocer el adentro, ser parte. Y obviamente, se animaron primero aquellos que ya ten?an experiencia. A partir de este caminar, empezamos a plantear la capacitaci?n. En realidad, somos bastante reacios a utilizar este t?rmino para que ellos no pierdan toda la riqueza y la espontaneidad de los j?venes y de nuestros cumpas?.

Desde la radio comunitaria, los v?nculos entre vecinos se fortalecen, as? como tambi?n, el hilo de la resistencia contra las fumigaciones y el monocultivo sojero. ?Porque la radio es el pueblo que se vincula, se compromete y desaf?a?.

La apuesta familiar

En Desv?o Arij?n, las cosas est?n empezando a cambiar muy lentamente y desde abajo. La econom?a familiar es la apuesta fuerte contra la econom?a a gran escala, la que devora tierras, desaloja campesinos y exporta la mayor parte de la materia prima. ?Siempre decimos que cuando la cosa se dificulta, hay que achicar a la tribu y resistir. Y la tribu es la familia?, apunta Danilo.

El objetivo es hacer de la econom?a familiar una posibilidad concreta de vida y no paliativo ante la pobreza. ?Que realmente sea un modelo de producci?n?.

En eso andan los ?cumpas? de esta zona santafesina que, a pesar de estar regada con glifosato y rodeada de soja, tiene la fuerza para sembrar otras semillitas de esperanzas. ?Tenemos que empezar desde la econom?a familiar y ver de qu? manera se puede profundizar, por un lado, la costumbre de la gente de consumir otro tipo de productos, pero para eso es necesario tener este tipo de ferias. Pero por otro lado, tambi?n tenemos que discutir que los productos que producimos no deben ser m?s caros, porque sino estamos en una contradicci?n, que es producir para un sector social. Y los que menos tienen nunca tienen la posibilidad de acceder a alimentos sanos. Es todo un gran debate.?



Imagen de la 1er Feria de la Red de Comercio Justo del Litoral, realizada en Rosario


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Publicado el: 29/04/2010

Por Mar?a Cruz Ciarniello.
Categor?as:
Econom?a Solidaria / Documento

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