Contaminaci?n en Abra Pampa
Plomo que hiciste mal
Las minas a cielo abierto contaminan. Eso est? demostrado. La rosarina Natalia Mechaluca, militante social que parti? para Jujuy a trabajar como docente, hoy sufre una alt?sima contaminaci?n de plomo en sangre al igual que sus alumnos/as y las familias de estos/as. Integrante de la Biblioteca Pocho Lepratti, y con el Pocho y las madres de Plaza de Mayo como banderas, Natalia permaneci? all? hasta ver la mina cerrada. Hoy la lucha de las comunidades, y de Natalia, contin?a.
Natalia Mechaluca tiene 28 a?os, naci? en Capit?n Berm?dez, Santa Fe pero desde agosto vive en el noroeste de nuestro pa?s. Es maestra rural, por vocaci?n, por convicci?n, por militancia. Una incansable luchadora de un enorme coraz?n que abandon? las pampas para instalarse en lo m?s profundo de la puna juje?a, ah?, en lo m?s hondo, ah?, donde las voces gritan sin ser escuchadas.
Nati, adem?s, fue y sigue siendo nuestra compa?era en la Biblioteca Popular Pocho Lepratti. Desde los inicios de la biblio, ?la Mecha?, como solemos llamarla, trabaj? dando clases de apoyo escolar y alfabetizaci?n, integr?ndose con absoluta firmeza a la organizaci?n social.
Su vocaci?n estaba definida: trabajar como maestra rural. Lo hizo en diferentes establecimientos hasta que consigui? ser nombrada en una escuela de Carahuasi, Jujuy. Hacia all? parti? el ?ltimo agosto, con muchas expectativas en la mochila y con una s?lida convicci?n: reivindicar el trabajo de hormiga all? donde sea necesario. ?Todo es silencio, un silencio que disfruto mucho y estos chicos son un regalo para m?, aunque todo sea duro y no alcance con la vocaci?n y haya que poner m?s que el cuerpo... se trata de luchar con todo y hacerse uno m?s. Es inevitable que esto no me recuerde al Pocho que le puso el cuerpo a la muerte porque estaba comprometido con la vida. (?) Gracias porque toda esta lucha que hoy me toca librar por estos pagos es la misma de ustedes, es la de todos los que queremos cambiar el mundo a trav?s del valiente, alegre, sincero, duro, arremetido, constante y tierno trabajo de hormiga?, contaba Nati en el primer mail que nos envi?, correos que, por otra parte, constituyen un verdadero ejemplo de c?mo encender las convicciones y cargar las fuerzas de las personas a trav?s de la palabra.
Mecha tiene, actualmente, alt?simos niveles de plomo en sangre. En las cercan?as de Carahuasi, donde se encuentra la escuela n? 245 Teresa Monay en la que trabaj?, se halla la mina a cielo abierto Pan de Az?car. Ella, sus alumnos y las familias que all? habitan, est?n sufriendo las consecuencias de este emprendimiento corporativo que fue abandonado en 1989. Este verano Natalia estuvo de visita en la biblioteca y se fue dej?ndonos preocupados a todos: solo de agosto a diciembre su nivel de plomo en sangre ascendi? a niveles peligrosos, los casos de c?ncer son moneda corriente en el lugar (entre las tres escuelas m?s cercanas a la mina, hay 13 ni?os que lo padecen), los chicos tienen dificultades para respirar y hasta les cuesta abrir los ojos, sin nombrar las numerosas p?rdidas de embarazos de hasta 8 meses de gestaci?n. La situaci?n es aberrante, y las consecuencias en la salud, irreversibles.
Las docentes de las escuelas m?s cercanas comenzaron a organizarse para hacer visible esta situaci?n de desamparo, de olvido y de discriminaci?n. A pesar de las enormes adversidades, de los miedos y las amenazas, su voz no pudo ser silenciada. En uno de los correos que nos envi? en febrero, Natalia escribi?: ?Una de las maestras est? pensando en renunciar al cargo, est? muy mal de salud. Yo no me pienso ir hasta que no cierren esa puta mina. En el medio de la nada no hay derecho que valga, los pobres no tienen derechos, nadie sabe que est?n enfermos, nadie sabe c?mo son discriminados en los hospitales, nadie hace nada por el agua contaminada que tomamos, nadie los reconoce porque son indocumentados, lloran cuando por la contaminaci?n se les mueren los pocos animales que tienen, ?d?nde est?n los derechos de los pobres? Me pidieron mis propios alumnos que me vaya, que mi salud se va deteriorar cada vez m?s, dijeron: ?Maestra, usted ya hizo algo por nosotros, v?yase, la queremos viva, v?yase?. No pienso irme hasta que no cierren la mina, despu?s ver?. Pienso en Pocho Lepratti y s? que ?l nunca abandonar?a una lucha, las abuelas de Plaza de Mayo dicen que la ?nica batalla que se pierde es la que se abandona?.
El Padre Olmedo, comprometido sacerdote de la parroquia de La Quiaca visit? a Natalia, se interes? en la situaci?n y le regal? la oraci?n del Padre Carlos Mugica:
"Se?or, perd?name por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho, tengan trece;
Se?or, perd?name por haberme acostumbrado a chapotear en el barro; yo me puedo ir; ellos no,
Se?or, perd?name por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas de las que me puedo ir y ellos no;
Se?or, perd?name por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;
Se?or, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su Hambre,
Se?or, perdoname por decirles "no solo de pan vive el hombre", y no luchar con todo para que rescaten su pan,
Se?or, quiero quererlos por ellos y no por m?. Ay?dame.
Se?or, sue?o morir por ellos: ay?dame a vivir para ellos.
Se?or, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ay?dame."
Padre Carlos Mugica.
Despu?s de entrar en contacto con diversas organizaciones, de difundir su caso a trav?s de la web y cortar rutas, de golpear las puertas de ?oficinas? de Miner?a y Educaci?n, el Estado finalmente intervino: cerr? la escuela de Carahuasi y traslad? a Natalia a otro establecimiento.
Con respecto a esta decisi?n, en una entrevista que le hicieron en el programa ?La Deuda Eterna? de FM Flores, Buenos Aires, la Mecha dijo: ?A m? me separaron del cargo, me asignaron otra escuela en otro lugar. Esa escuela va a quedar cerrada. Eso se debe al l?o y al gran movimiento que se arm? gracias a todos los que llaman y escriben y se contactan con nosotros. Los alumnos ahora tienen que ir a una escuela de una zona m?s alejada de las minas, pero les queda demasiado lejos y no s? si van a poder continuar con las clases. Tratamos de concienciar a los padres y a las comunidades de que no pierdan la escuela?.
Sobre minas y multinacionales
En Jujuy, las explotaciones mineras no dejan de multiplicarse. Seg?n una investigaci?n del peri?dico MU, de lavaca.org, el 24% del territorio de esta provincia est? dominado por multinacionales mineras que dirigen no menos de 470 explotaciones.
En Abrapampa, la minera Metalhuasi fue abandonada dejando un terreno de derrames qu?micos de unos cien metros por cien metros y una monta?a de escoria de plomo, de casi seis metros de altura, que est? all? desde hace m?s de 20 a?os.
A unos 70 kil?metros de Abrapampa, en el departamento de Rinconada, est? ubicada Pan de Az?car, otras de las minas y la cual fue, supuestamente, cerrada en 1989. Una de las escuelas cercanas est? a menos de cien metros de lo que fue el establecimiento minero.
Seg?n el art?culo del peri?dico MU, la situaci?n actual es la siguiente:
?La mina est? abierta a cualquiera que quiera entrar. Los socavones (pozos que parecen infinitos) tambi?n est?n abiertos (con el flash de la c?mara de fotos no se alcanza a ver el fondo). En el gran galp?n se encuentra el cianuro ca?do de bolsas de la empresa qu?mica brasile?a Metacril, ilustradas con enormes calaveras con leyendas en portugu?s: ?cianato de sodio? y ?este saco contem um veneno mortal?. Los vecinos de Pan de Az?car y Rinconada se han ido llevando techos, ventanas y puertas para sus propias viviendas y empiezan a faltar partes de las paredes de chapas del galp?n. Cuando sopla viento, vuela cianuro?.
El Centro de Investigaci?n Qu?mica Aplicada de la Universidad Nacional de Jujuy, dirigido por la Doctora en Bioqu?mica Graciela Bovi Mitre, realiz? una investigaci?n para determinar el nivel de contaminaci?n de la poblaci?n de Abrapampa. Seg?n estos datos, el 81% de la poblaci?n infantil evaluada se encuentra en grave riesgo. Un nivel superior a 5 microgramos de plomo en sangre ya es considero peligroso. El 81% de los 234 casos de chicos estudiados, lo superaba. S?lo en algunos meses, el cuerpo de Nati alcanz? los 18 mcg y muchos de sus alumnos superan los 30.
Causa
Solidaridad con la causa y Actualidad de la situaci?n.
?Compa?eros, amigos, hormigas en general, no tengo m?s que palabras de agradecimiento a todas aquellas hormigas que sin conocerme ni m? ni a estos hombres y mujeres que sufren con resignaci?n, han sentido, como sent?a Pocho Lepratti, que el dolor ajeno debe combatirse haci?ndolo propio?.
Much?simas son las personas que se han interesado por esta historia, que han escrito para informarse y difundirla, que se han movilizado y han hecho sentir su solidaridad con Nati y con toda la comunidad. Para todos ellos son esas sinceras palabras de Mecha.
En medio de la redacci?n de esta recopilaci?n, nos lleg? la mejor noticia que podr?amos haber recibido: gracias a la solidaridad y a la fuerza conjunta de todas las hormigas, a la lucha y a la perseverancia, la situaci?n empez? a revertirse. El Estado provincial se comprometi? a hacerse cargo de los tratamientos m?dicos de todos los ni?os y comenzaron a cerrar la mina.
Las palabras de Nati reflejan una alegr?a y una satisfacci?n inmensas. Estamos felices de que toda esta lucha est? comenzando a dar sus frutos. A?n as?, exigimos que se garantice la continuidad educativa y la salud de los alumnos, docentes y familiares, para que este compromiso sea asumido seriamente por el Estado.
?No me va a alcanzar la vida para decir gracias a mis compa?eros de la Biblio y a todos. Sepan que esta lucha me ha hecho crecer y pensar, y sentir en carne propia lo que sienten los que no se escuchan, los que no importan, los que importan menos que lo que deja una empresa minera alemana. Un abrazo compa?eros, hermanos, no s? como llamarlos. Me gusta m?s compa?eros, pero me sale hermanos, y lloro mientras les escribo porque no puedo creer que PUDIMOS?.
Para finalizar transmitimos textualmente las cartas que nos han hecho llegar desde la Comunidad de Carahuasi y, una vez m?s de parte de Natalia.
De la comunidad aborigen de Carahuasi y dem?s comunidades, a quienes acompa?aron:
Yo Enrique Silva Maman?, como cacique de la comunidad de Carahuasi, Pan de Az?car y dem?s comunidades, siento la necesidad de expresar lo que mi comunidad siente sobre el cierre de la mina y la contaminaci?n de nuestro suelo y sangre. Poco s? expresarme en el espa?ol, pero estamos grandemente agradecidos por habernos ayudado y hemos agradecido a la Pachamama por tener hermanos blancos de coraz?n sincero como ustedes, pero queremos expresar tambi?n nuestro sentir.
La mina Pan de Az?car, el Aguilar y Pirquitas hace m?s de 15 a?os que contaminan nuestra sangre y nuestra tierra. ?Por qu? se preocupan tanto ahora? Cuando supimos que nuestra situaci?n lleg? a o?dos de los porte?os y que hasta en Espa?a se preocupaban por nosotros, pensamos: ?no sab?an ellos que todav?a viven los antiguos due?os de la Tierra? ?Por qu? no pensaron en nosotros antes, si todos saben que existimos? Ahora por m?s que recibamos tratamiento, seguiremos enfermos y tal vez nuestra muerte sea causada por alguna enfermedad relacionada con el plomo. La mina cerr? pero nosotros seguimos enfermos y ustedes no. Hace mucho tiempo reclamamos por eso, pero tuvo que enterarse Buenos Aires para que cerraran la mina ?Acaso nuestra voz no se oye? Hasta nuestros hermanos de ciudad juje?a nos ignoran. ?Por qu? mandan ahora camiones llenos de juguetes, alimentos o remedios? Hace a?os tosemos hasta sangrar y nuestros hermanos collas mueren por la peste del c?ncer que traen los blancos. Nadie que ni viva aqu? puede saber lo que siente una mujer parturienta al tener que esperar horas un veh?culo para ir a un hospital. Los pulmones de nuestros ni?os son de una persona de 60 a?os, y muchas mujeres han sido condenadas por el plomo a no poder tener m?s hijos.?No sab?an que exist?amos antes??por qu? no se acuerdan de que la tierra nos pertenec?a de antes que los blancos nos aniquilaran? Mi tatarabuelo era Capa?ac Tucrituc (administrador de caminos) y yo soy cacique orgulloso de mis antepasados incas y aymar?s. Desde ese tiempo veo c?mo nos ignoran y nos desconocen, veo c?mo se llevan nuestro mineral.
Pero somos pacientes, como dice la maestra Natalia; tenemos aguante: Soportamos la indiferencia y la aniquilaci?n. Nuestra ley dice: "dar lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta". Solo queremos vivir en el silencio de wuyra huasi (antiguo silencio), criando nuestros animales, hilando nuestra ropa, aprendiendo de la tierra. Entristecimos cuando la maestra Natalia enferm?se, porque ella nos escuch?, aprendi? nuestra lengua y respet? la Pacha y orient? a los m?s j?venes. Nos abrazamos con ella cuando vimos pasar los camiones llev?ndose los desechos de la mina, pero todos sabemos que seguiremos enfermos. No nos tengan l?stima, hemos defendido con nuestra sangre la tierra que hoy pisa el blanco y somos alegres, y mientras tengamos un pedazo de tierra tendremos todo. La Pacha, que bendice a todos por igual los bendecir? porque se han acordado de nosotros y porque nos hemos hermanado. Nosotros seguiremos enfermos y en Bs. As. ni sabr?n c?mo viven y mueren los antiguos due?os de la tierra. La maestra sabr? darles en nuestro nombre y en el de los que murieron por el plomo, un abrazo de hermanos, y aqu?, entre cerros y quebradas, seguir? llorando el Inca, el colla y el llanto llevado por el viento ser? bendici?n para ustedes por su grandeza y sentir de hombres blancos. Pero nosotros, los due?os de la tierra, seguiremos enfermos. Eso no nos duele tanto como el olvido.
Enrique Silva Maman?
(Cacique Ayllu Carahuasy)
De nuestra compa?era Natalia Mechaluca
Compa?eros de la Biblioteca:
El mensaje de la comunidad de Carahuasi es la pura verdad, a m? me duele tanto como a ellos, espero que todos puedan recibir las gracias que ellos desean expresar. Esto surgi? de una reuni?n que se hizo en Pumahuasi para pensar sobre c?mo seguir despu?s del cierre de la mina, vino un fiscal, un diputado y varios caciques. Los m?s j?venes fueron los que decidieron enviarles a ustedes la nota. Me sentaron y me dijeron que ni se me ocurra cambiar ni un punto ni una coma de lo que me dictaban, menos cambiar una palabra. Y mientras me dictaban se me ca?an las l?grimas pensando en cu?nto sufre esta gente y en cu?nto han hecho ustedes por ellos. Ellos est?n m?s que agradecidos, pero su dolor es otro y espero que cada uno de ustedes pueda comprenderlo. El tratamiento contra el saturnismo me hace efecto muy lentamente y a los m?s grandes casi no les hace efecto, s? a los m?s chicos.
S? que vendr?n otras luchas y ustedes estar?n conmigo, pero esta ha sido muy especial, no solo porque uno siente en su propia sangre el plomo, sino porque uno aprende y se encuentra con mucha gente, muchos de los rostros de quienes me escriben no conozco, pero tengo la firme esperanza de que ser? alg?n d?a, y todos desde aqu? nos mantenemos en la utop?a de que debemos estar unidos para vencer lo que sea. Yo estoy en Jujuy ciudad, pero no puedo moverme de ah?, apenas empieza el suelo a subir, me vuelven las hemorragias, todav?a no me designaron el cargo, as? que no s? donde ser?.
Los quiero mucho a todos y si?ntanse felices porque por estos pagos los queremos m?s de lo que creen.
Carlos, gracias a vos y a todos en la Biblio por estar, la Biblio va conmigo siempre. Los otros d?as cuando pas?bamos el video con el libro Pocho vive! en La Quiaca, era tan emocionante, todos quer?an saber qui?n hab?a colaborado, quien eras vos y de los compa?eros, porqu? la gente vive as? en la ciudad y dem?s.
No voy a poder terminar de decir gracias nunca.
Los quiero mucho.
Por favor, reenvi? este correo y el de la comunidad a todos los que puedas.
Un abrazo. Natalia
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Fuente de la foto: www.agensur.info |
| Esta recopilaci?n de notas y documentos fue realizada por la Biblioteca Popular Pocho Lepratti. |
Notas relacionadas:
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Publicado el: 30/04/2009
Por Biblioteca Popular Pocho Lepratti.
Categor?as:
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